Entrevistas

Uruguay se consolida como organizador de congresos

El promedio de los turistas que visitan Uruguay gastan unos 40 dólares diarios. Si vienen a congresos, la cifra asciende a más de 200. En este momento, el país vive su pico en la recepción de congresos y el Ministerio de Turismo trabaja en potenciar ese sector. El director de la Asesoría Técnica del Ministerio, Benjamín Liberoff, afirmó sobre la necesidad de construir un centro de convenciones, no hay dos opiniones. Hay que hacerlo.

(Emitido a las 8.37)

EMILIANO COTELO:
Cualquier visitante extranjero que haya intentado conseguir una habitación en un hotel de Montevideo en estos días y no hubiera reservado con anticipación, probablemente haya terminado en la casa de un amigo. Es que desde hace ya un par de semanas la capacidad hotelera de la capital, sobre todo en las categorías más altas, está absolutamente colmada.

¿Qué es lo que está ocurriendo? Estamos asistiendo al pico de actividad del llamado turismo de congresos, una modalidad de turismo que en los últimos años ha venido impulsando el ministerio correspondiente junto a los operadores privados.

El presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay, contador Juan Antonio Rodríguez, explicó a EN PERSPECTIVA que este fenómeno va de la mano con un proceso de mejora en la infraestructura hotelera que ha venido teniendo el país en los últimos años.

En la última década Uruguay ha incorporado una cantidad importante de hoteles –la mayoría de ellos 5 estrellas– que tienen capacidad para alojar a este tipo de visitantes y para ofrecer todas las comodidades necesarias para organizar eventos de gran porte.

Haciendo un breve repaso en el sitio web que el Ministerio de Turismo dedica al turismo de congresos, aparecen algunos datos interesantes. Allí se indica que Montevideo cuenta con seis salas disponibles con equipos de última generación para organizar congresos y seminarios. Aunque la información publicada no permite saber cuáles son los hoteles que ofrecen estos servicios, hay un detalle de las comodidades que existen en la ciudad.

Por ejemplo, una sala ubicada en un hotel cinco estrellas tiene capacidad para 1.400 personas; otro hotel cinco estrellas cuenta con dos salas, una para 600 y otra para 750 participantes. Además existen dos hoteles cuatro estrellas con salas capaces de albergar entre 250 y 300 personas, y un centro de convenciones en el que caben 500 personas.

Si miramos las opciones que ofrece Punta del Este, en la página del Ministerio de Turismo se indica que en un hotel 5 estrellas del balneario se pueden organizar eventos para 2.000 participantes. Otro hotel 5 estrellas ofrece dos salas con capacidad para 400 personas cada una, y otros dos hoteles 4 estrellas tienen salas disponibles para eventos de entre 150 y 200 personas.

El sitio del Ministerio de Turismo también detalla las comodidades que ofrecen otras ciudades del país. En particular, Colonia y Salto.

El presidente de la Asociación de Hoteles comentó que habitualmente las grandes empresas u organizaciones multinacionales van organizando sus reuniones en distintos países cada año, y últimamente han descubierto que Uruguay es una plaza atractiva para desembarcar. De todas maneras, por ahora, quienes están eligiendo nuestro país generalmente son instituciones regionales.

 Entonces, lo que existe, ¿es suficiente? ¿Qué importancia tiene para el país, y especialmente para Montevideo, este turismo de congresos? Vamos a conversarlo con el director de la Asesoría Técnica del Ministerio de Turismo, Benjamín Liberoff. Liberoff es, además, vicepresidente de la Asociación Uruguaya de Organizadores de Congresos y Afines (http://www.audoca.com), institución en la que ha ocupado diferentes cargos directivos desde 1980. Entre 1985 y 2005 trabajó como operador turístico privado en la agencia SIUR. En la actividad pública se desempeñó como Director de Turismo de la Intendencia Municipal de Montevideo entre 1990 y 1992.

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Liberoff, brevemente le pido una definición de turismo de congresos.

BENJAMÍN LIBEROFF:
Es toda aquella actividad que de una u otra forma permite, durante un lapso breve, el encuentro en una disciplina, en una actividad, de personas de diferentes nacionalidades o nacionales para abordar un tema. Hay algunas definiciones internacionales que nos permiten categorizar esos eventos en cuanto a que tengan más de 50 participantes, roten por lo menos en tres países y al mismo tiempo participen por lo menos cinco nacionalidades.

EC - ¿Desde cuándo Uruguay incentiva este tipo de turismo?

BL – Yo trabajo hace más de 20 años o trabajé hace 20 años en promover congresos, tanto a nivel nacional como internacional, así que Uruguay tiene una tradición bastante importante, simplemente que para poder llevar adelante algunas de esas iniciativas se requiere, como usted acaba de mencionar, algunas infraestructuras que lo hagan posible de acuerdo al desarrollo internacional. Eso de alguna forma está señalando que la propia sala de congresos de la Intendencia Municipal de Montevideo es como un punto de referencia para mirar en antigüedad. Después, más recientemente, tanto el Radisson en Montevideo como el Conrad en Punta del Este.

EC – Esta pregunta también puede parecer obvia, pero más vale hacerla: ¿qué ventajas le ofrece al país para el turismo de congresos?

BL – El turismo de congresos es una modalidad de turismo que para nosotros es estratégicamente importante porque internacionalmente se estima que un congresista o eventista, como más genéricamente a veces se denomina, deja ingresos por 430-450 dólares diarios. En Uruguay, a través del trabajo que la Asociación de Organizadores Profesionales de Congresos desarrolla, está situado en torno a los 200 y pocos dólares. Si comparamos eso con la media que gasta el turista en Uruguay de acuerdo a las estadísticas de 2004, que está en 39,7 dólares diarios, un poquito menos de 40 dólares diarios, da la idea. Yo simplemente, a modo de ejemplo, podría señalar que un congreso que se realizó en mayo –y estoy diciendo en mayo, no en la temporada– en Punta del Este vinculado con el seguimiento de los tratados de Estocolmo y Kyoto dejó en seis días una inversión de los organizadores de 1.200.000 dólares. Por esa vía podemos tener una idea, eso prácticamente debe ser 1.000 toneladas de carne de exportación.

EC - ¿Cuál es el momento pico en el año?

BL – Para Uruguay es éste.

EC – La primavera.

EC – Desde la segunda quincena de setiembre hasta fines de noviembre tenemos un pico, después hay otro en mayo. Eso, de por sí, habla de las ventajas que tiene para nuestro país promover esto, porque lo estamos haciendo fuera de los meses en que tradicionalmente recibimos turismo en nuestro país.

EC – Montevideo en particular, ¿qué virtudes presenta para el turismo de congresos?

BL – La primera semana de noviembre, que es cuando arranca la inquietud en cuanto a la importancia de esto, recibió el congreso mundial anual que realizan los organizadores profesionales de congresos, que se agrupan en una organización que se llama ICA. Esto significa para quienes estamos en la actividad algo así como haber organizado las Olimpíadas, fueron 480 participantes de 57 países. Todo aquel que viaja a congresos tiene una idea de lo que significa un congreso mundial de cardiología, un congreso mundial de arquitectos; quienes organizan, mueven toda esa industria, esa actividad a nivel internacional se dieron cita en Uruguay. La actividad, por ejemplo, tuvo incluso un partido de fútbol un sábado en la mañana en el Estadio Centenario, tuvo su apertura en el Teatro Solís en un espectáculo con la Filarmónica, tuvo actividades de diferente tipo para mostrar el conjunto de la infraestructura que hace posible que Uruguay sea un lugar atractivo. Si habláramos de un sistema de calidad estaríamos hablando de una certificación de que Uruguay, por su infraestructura, por su seguridad, por las características profesionales de quienes están en la actividad, tiene condiciones para realizar congresos de nivel internacional y eso es una promoción invalorable y estupenda.

EC – Claro, pero en Punta del Este se juntan todos esos factores que usted mencionaba con un paisaje privilegiado, con playas oceánicas, etcétera.

BL – Por eso estaba hablando de un país que tiene las condiciones para hacer eso.

EC – En el caso de la capital las playas son correctas, pero no son de las más deseadas, obviamente, por el público del mundo. ¿Entonces?

BL – Aquí en un radio de 2 horas 30 de avión estamos en contacto con los principales centros emisores de turismo de todo el continente sudamericano. Segundo, tiene las condiciones de conectabilidad comunicacional del más alto nivel internacional. Hubiera sido bueno recoger opiniones de quienes nos visitaban cuando tenían la posibilidad de tener una ceremonia de apertura en el Solís y caminar hasta el lugar de funcionamiento del congreso, en el Radisson, sin ningún tipo de inconveniente, transitar luego por la Ciudad Vieja, con toda la movida que normalmente se está dando. Tener un campo de golf de 18 hoyos en el centro de la ciudad es absolutamente excepcional. Nosotros no lo valoramos o no lo tenemos en consideración porque estamos y vivimos aquí, pero no hay capital en el mundo que tenga una característica así, con un campo abierto en el que se puede practicar aunque no se sea socio. Usted en tres minutos, desde 18 de Julio a la rambla, transita por un espectáculo insólito desde el punto de vista de una tranquilidad, con una posibilidad de disfrute –si no tenemos sudestada–.

Imagínese lo que es organizar una actividad en San Pablo, por ejemplo, donde el hotel hasta un centro de conferencias se demora 45 minutos a una hora. La semana pasada estuve en la Feria Mundial de Turismo de Londres, y desde el hotel donde estaba hasta el recinto ferial demoraba dos horas y una hora y media de vuelta. Imagínese lo que significa para aprovechar el tiempo desde el punto de vista de un congreso.

EC – Entendido. Para terminar, la infraestructura con la que cuenta Montevideo, ¿es suficiente? Me refiero tanto la infraestructura hotelera en sí como a si se necesita o no un centro de convenciones, que es un asunto bastante discutido.

BL – Estratégicamente creo que no hay dos opiniones respecto de que Uruguay necesita por lo menos un centro de convenciones, congresos y ferias, de carácter internacional, más allá de lo que ya hoy tenemos. Al ser capital administrativa del Mercosur, tener la posibilidad –como aparentemente el 9 de diciembre se va a ratificar– de alojar el Parlamento del Mercosur. Imagine cómo funciona Bruselas, que no tenía ningún atractivo turístico especial pero es una capital política y eso sí genera movimientos absolutamente espectaculares e implantación de empresas, de organismos que hacen a esa decisión política. Por lo tanto requerimos un centro de esas características para poder reafirmar esa capitalidad. Sobre ese punto no hay dos opiniones en el ambiente turístico y empresarial uruguayo.

La segunda cosa es hasta dónde Uruguay tiene condiciones para pelear congresos internacionales y ferias. Ahí cabe señalar que de acuerdo a las estadísticas internacionales que recoge ICA, del 75 al 78 por ciento del mercado de congresos está situado por debajo de los 3.000 participantes; eso significa que Uruguay en este momento está en condiciones de pelear, de buscar, de tratar de captar congresos en el 75 por ciento del mercado, por lo tanto es más que amplio lo que tenemos. Excepcionalmente, para los congresos que reúnen, como el de cardiología, 10.000 personas, o las cumbres de medio ambiente como la que hubo en Johannesburgo, que reunió más de 20.000 personas, se requiere una potencia país para captarlos, para pelearlos, que realmente en este momento no es el objetivo planteado como país.

Todo eso también implica una conectividad. Uruguay tiene planteado un nuevo aeropuerto en el plazo de unos tres años, eso es muy importante para poder funcionar en el sector congresos y eventos correctamente. En estos momentos cerramos números, y los congresos regionales e internacionales en Uruguay que celebramos fueron 78, el año pasado 72, y ya tenemos registradas para el año que viene 34 actividades de esas características. E incorporando lo nacional, congresos de abogados, de arquitectos, etcétera, hay otros 90, y el conjunto de las actividades registradas en el ministerio en este momento asciende a 473 en lo que va del año con carácter de evento en una definición amplia. Esto tiene que ver con una política estratégica de mejorar la capacidad de ingreso por turismo en Uruguay.

Y agrego una cosa que no es menor. El año que viene vamos a ser sede de la Cumbre Iberoamericana de Presidentes y la preparatoria de ministros. Eso no es sólo un factor económico, es un factor promocional internacional espectacular para el país, y es una tarea que trasciende largamente lo que puede ser simplemente el Ministerio de Turismo, es una tarea del conjunto de Uruguay, porque todo aquel que se va con una opinión favorable cuando visita nuestro país desde el punto de vista de estas actividades, es un promotor, y esa promoción vale mucho, yo diría que es de las que más valen para un país.

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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe