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Discurso del ministro de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra, ante la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos

"Martes 20 de diciembre de 2005 – Hora 12:30. Sheraton Montevideo Hotel"

"Muy buenas tardes a todos

Es un honor estar hoy dirigiéndome a ustedes.

Enfoque del Gobierno

Durante la Campaña electoral de 1994 esta Camara invito por primera vez a las autoridades del Frente Amplio a exponer sus ideas. Ellos fueron: el General Liber Seregni, el Dr. Tabare Vazquez y el Cr. Danilo Astori.

Hoy un integrante de aquella directiva de la Camara tiene la responsabilidad de liderar el Ministerio de Industria Energía y Minería del Primer Gobierno del Frente Amplio en nuestro país.

Esta alternativa, que hace algún tiempo atrás se podría considerar como poco posible, hoy es una realidad demostrativa del enfoque pragmático y efectivo que este Gobierno está dando tanto a nivel nacional como internacional.

El compromiso del Gobierno es liderar un cambio cuyo objetivo es el desarrollo y la mejora de la calidad de vida de todos los habitantes de este País sin ningún tipo de  exclusión; ni social, ni política ni de ningún tipo. Los únicos compromisos deben ser con nuestros compatriotas. La mayoría de ellos atraviesan uno de los deterioros sociales más intensos de la historia de nuestro país. Debemos recuperar la dignidad para nuestra gente, para sus niños, para todas las familias que por un sinfín de motivos han sido desplazadas a niveles de pobreza y marginación inéditos en nuestra historia.
Cuando hace un par de semanas analizábamos los datos sobre la pobreza  en la niñez  dados  en el último informe de Ernesto Talvi desde CERES, sentimos nuevamente la necesidad de reforzar nuestro esfuerzo y dedicación en mejorar las condiciones de tanta gente.

Ustedes conocen nuestra forma de pensar. Los problemas de fondo se solucionan con medidas de fondo, donde cada iniciativa tenderá a buscar las alternativas mas serias, más coherentes y más pragmáticas.

Y esta es justamente la cuestión. ¿Cómo debemos encarar esta agenda? Y dentro de esa agenda, cual es la responsabilidad de nuestro Ministerio? Sin ninguna duda que se trata de crear las mejores condiciones para la inversión, la creación de fuentes de trabajo, la eliminación de trabas burocráticas, y por sobre todas las cosas encontrar los socios mas capacitados para recorrer los verdaderos caminos del Uruguay productivo y emprendedor.

Este es un pragmatismo por el que debemos dar la batalla; dentro del Gobierno y fuera de él, en el Parlamento, en los partidos de oposición y con cada una de las agremiaciones gremiales ya sean de trabajadores, de empresarios o de productores.
Las ideas trascendentes deberán ser aquellas que nos permitan lograr los fines enunciados, en caso contrario sentiremos que no estamos cumpliendo responsablemente la tarea asignada.

URUGUAY – ESTADOS UNIDOS – MERCOSUR

Hoy esta Cámara ha pasado a tener una importancia vital en el desarrollo de los negocios de nuestro País; Estados Unidos ha pasado de significar el 6% de  nuestras exportaciones en el año 98, al 23% en el acumulado de este año. Si lo tomamos en valor, en el año 98 fueron de U$S 135 millones, y el monto de este año seguramente va a  superar los 750 millones.

El comercio entre Uruguay y los Estado Unidos fue claramente deficitario para nuestro país hasta el año 2002, pues las importaciones uruguayas superaban a las exportaciones, determinando un saldo de la balanza comercial negativo.

Esta situación cambió en el año 2003, cuando los Estados Unidos aceptan el ingreso de carne uruguaya. En ese mismo año las exportaciones uruguayas tienen un crecimiento de casi 50%, superando a las importaciones, por lo que el intercambio comercial comienza a ser favorable a  nuestro país

Sin duda que esta corriente de comercio ha ido generando poco a poco un incremento de los flujos de inversión de Estados Unidos Uruguay, que aunque aun débil, se viene incrementando paulatinamente a medida que crece el vínculo comercial. Estos dos temas están íntimamente vinculados y de acuerdo con los datos que nos ha proporcionado nuestra Embajada en EEUU, son aproximadamente 90 las empresas norteamericanas que tienen inversiones cubiertas en nuestro país. Estas se han venido realizando en varios sectores productivos del país, a saber: forestal, frigoríficos, alimentos, bebidas, sector lácteo, cerámicas, pesca, agua, energía, transporte, infraestructura, textiles, decoración, etc.

Brasil y Argentina sumados significan aproximadamente el 21% de nuestras exportaciones (13.5 Brasil y 7.5 Argentina). La Unión Europea el 14%.

O sea que la realidad nos está mostrando que tenemos un socio comercial que ya es exactamente del mismo volumen que todo el MERCOSUR, entre otras consecuencias de esta realidad el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, está analizando nombrar un Asesor Agro – Ganadero en nuestra Embajada en Washington.-

¿Qué significa esta realidad? Como ya mencionamos, significa que debemos analizar la situación con el mayor pragmatismo posible. No optar entre socios, sino agregar socios. Seguiremos defendiendo las posiciones tradicionales del Uruguay en cuanto a integración y desarrollo regional. No somos ni seremos nosotros bajo ningún concepto quienes socavemos el MERCOSUR, por el contrario seguiremos siendo sus principales defensores.
Esta defensa a ultranza nos ha traído algunos inconvenientes con exportadores uruguayos quienes en muchas oportunidades con razón nos han pedido medidas espejo a las trabas de los socios; trabas que significan exportaciones frenadas en las fronteras, cambios en los sistemas tradicionales de financiación, trabas no arancelarias y de argumentación técnica que dificultan  nuestros negocios. Pero nuestra posición siempre ha sido no aplicar las mismas medidas;  no seremos nosotros quienes pateemos el tablero; por el contrario seguiremos trabajando para solucionar cada uno de los temas sin lastimar los principios básicos del acuerdo.

La integración de Venezuela al MERCOSUR, es otro esfuerzo por dinamizar, equilibrar y desarrollar el mercado regional, buscando más socios fuertes pero en una proporción más igualitaria con nosotros. Esa seguirá siendo nuestra política, pero también deberemos atender aquellos grandes mercados que hoy en el mundo marcan las pautas de la economía globalizada; no cambiando o entregando  nada sino integrándonos con todos.
Hoy uno de esos grandes socios comerciales es Estados Unidos, con quien en este momento  tenemos en trámite el tratado bilateral de inversiones. Se trata de un acuerdo como tantos otros que tenemos con otros Países en el mundo; como por ejemplo lo tenemos con Finlandia y que  nos está permitiendo recibir desde ese País la mayor inversión en el exterior en su historia; que significará trabajo, desarrollo, nuevas inversiones, tecnología, innovación etc.

EL TRATADO

El tratado con Estados Unidos es un tratado donde se acuerdan las condiciones bilaterales de inversión; para dar seguridad a los inversores de que se trata de condiciones serias, definitivas, claras y con compromisos mutuos. Donde por otra parte se permitió que esta nueva Administración modificara aquellos artículos que se entendieron no convenientes a nuestros intereses. Un acuerdo donde se da el marco para que el inversor que venga al Uruguay tenga las garantías básicas que todo País hoy en el mundo  ofrece, (y también exige). Un tratado que nos permitirá tener más relevancia en el desarrollo y la defensa del MERCOSUR,  principalmente nuestra  presencia y peso en la región.

Este Tratado evidentemente por si solo no va a traer inversiones de manera automática pero sin duda seria un elemento positivo mas a la hora de que un potencial inversor analice las condiciones del medio para instalarse o preinstalarse. Este Tratado es un marco legal que se agrega y refuerza el buen clima de negocios entre los dos países, que es imprescindible para atraer inversiones. En síntesis: sirve como un componente más con miras a establecer un clima estable de inversiones, aunque se debe complementar con otras medidas, pues solamente ofrece un marco jurídico para promoción y protección de inversiones.

Tampoco es el primero que tiene el país pues en los últimos años ha firmado acuerdos con importantes socios comerciales como Alemania, Países Bajos, Suiza, Hungría, Polonia, Reino Unido, España, Francia, Finlandia, China, Canadá, Australia e Israel.

También ha incorporado en el capitulo de servicios un acuerdo en materia de protección y promoción de inversiones en el TLC que se firmo en el año 2003 con México. La matriz jurídica entre este Acuerdo y el de Estados Unidos  es muy parecida. Las garantías conferidas a los inversores y los medios para solución de conflictos Estado/particulares son mas o menos similares. Los ámbitos de aplicación de sus respectivas disposiciones, el alcance de las mismas en materia de trato nacional, nación más favorecida, nivel mínimo de trato, requisitos de desempeño y las disposiciones relacionadas con los altos ejecutivos y directivos de las empresas responden también a un modelo común. También en ambos se protege al inversor en el periodo de preestablecimiento de una empresa inversora. Las normas relacionadas con las transferencias y expropiación e indemnización se sustentan en los mismos principios: la no-discriminación, la utilidad pública y el debido proceso legal en la aplicación de medidas conducentes a la expropiación o nacionalización de las inversiones

Ustedes conocen la dificultad de promocionar nuestro País a la inversión en la medida de lo pequeño del mercado; hoy en el mundo un mercado de 3 millones de consumidores no justifica la mayoría de las inversiones; es un barrio de Nueva York, de San Pablo o de Ciudad México; nuestra estrategia es y será potenciar el MERCOSUR nos va la vida, por eso lo defenderemos siempre; insistentemente seremos su socio mas entusiasta, pero dentro de esa estrategia buscaremos la gran inversión de fuera de la región para que finalmente el MERCOSUR sea una fuente verdadera de trabajo genuina para nuestros trabajadores, para que nuestros empresarios en sus fábricas realmente sientan que el mercado son 60 o 70 millones de consumidores que están rodeando nuestro territorio, por no apuntar a la totalidad de la población de la región. Debemos ser la puerta de entrada de las inversiones; socialmente, geográficamente y estratégicamente estamos en la mejor situación para atender la región; nos falta la inversión.

Cuando comparamos los índices de inversión extranjera en el Uruguay en referencia a otros Países de América Latina, veremos que estamos siempre en desventaja. Esa desventaja se refleja en dificultad para poder crecer al ritmo que quisiéramos y a tener mayor vulnerabilidad ante las crisis nacionales, regionales o mundiales. Debemos ir a buscar la gran inversión; y no podemos tener la candidez de pensar que pueda provenir solamente de regiones por la que podamos sentir algún tipo de simpatía especial.

El Mundo es grande y ajeno, pero las oportunidades de negocios están; son un tren a toda marcha que no esperará por nosotros; o buscamos la forma de treparnos y también marchar o  nos deberemos resignar  a no crecer en la medida de nuestra necesidad y la necesidad de los que más lo necesitan.

El tratado con EEUU es parte de esa estrategia de buscar socios con capital, con tecnología, con mentalidad industrial. Pero es solamente un paso más.

Organización Mundial de Comercio

Las tendencias de la economía mundial indican que exportaciones concentradas en productos de bajo valor agregado son muy dependientes de la situación de mercados que sufren alteraciones profundas en los precios, lo que significa un factor de incertidumbre muy elevado, para el sector de que se trate y para el conjunto del país.
De ahí la preocupación que existe en el gobierno y en nuestro ministerio por especializar la producción y que la estructura de las exportaciones tenga una menor incidencia de los productos homogéneos y que integre productos con mayor valor agregado, más trabajo y más inteligencia. Tenemos esta preocupación, aunque sabemos que los cambios en este terreno solo se obtienen con trabajo sistemático y en el largo plazo.

Finalmente querría hacer mención a algunos aspectos que no son agradables en nuestras relaciones comerciales bilaterales, pero tampoco es saludable ocultar la realidad, particularmente si se refiere a problemas que influyen tanto en nuestras posibilidades de desarrollo.

Uruguay ha anunciado su intención de presentar un reclamo formal utilizando los mecanismos de solución de controversias que prevé la Organización Mundial de Comercio contra las subvenciones que los Estados Unidos otorgan al arroz. Las exportaciones de arroz representan el 8% del total de nuestras exportaciones, somos el principal exportador de arroz de Sudamérica y dos de nuestros tres principales mercados son países sudamericanos.

Los costos de nuestra producción arrocera son inferiores a los norteamericanos, pese a lo cual, somos desplazados de algunos mercados. Si la situación no cambia en el año siguiente esto ocurrirá en el mercado peruano, nuestro tercer destino de exportaciones de arroz y ello ocurrirá por el ingreso del arroz norteamericano, cuyo precio será inferior por los subsidios que recibe del gobierno. Es decir, nuevamente, nuestras empresas serán perjudicadas por los subsidios de los Estados Unidos.

En el orden internacional actual estas prácticas implican pérdidas significativas para los países más pobres, que no cuentan con recursos para aplicar las mismas medidas, en defensa de sus productores. De hecho implican la utilización del poder económico en detrimento de los países más débiles. El resultado es el aumento de la desigualdad entre países y regiones, como lo indican las cifras internacionales.

En el caso del arroz norteamericano mencionado, aun se está en la etapa de las negociaciones, pero independiente de cual sea el resultado de esta disputa concreta, existe actualmente una intensa controversia sobre el orden internacional que estamos construyendo.

Los países ricos reducen aranceles de los productos industriales en los que son inobjetablemente competitivos y exigen al resto de los países que hagan lo mismo. Pero no reducen los aranceles de los productos agrícolas, en los que no son competitivos. Y aumentan esta desigualdad, otorgando subsidios a estos productos.

Estas políticas reducen las posibilidades económicas de los países pobres, pues les cierran el ingreso a sus mercados e incluso más, colocan su producción utilizando prácticas de comercio desleal en terceros  mercados reduciendo aun más nuestras posibilidades de exportación.

No es este el mundo que queremos para nuestros hijos y nuestros nietos. Un mundo de desigualdad e inseguridad en el Norte y en el Sur. Por eso es que queremos un comercio más abierto, más justo, donde podamos colocar nuestros productos, el resultado de nuestro trabajo.

En las reuniones de la semana pasada de la OMC en Hong Kong, no ha habido avances significativos en estos temas. Tanto Europa como los EE UU ofrecieron un aumento de las ayudas de cooperación. Pero cualquiera sea el monto de la ayuda, lo central es que no es eso lo que realmente necesitamos. Aprendimos hace años que para ayudar a alguien no hay que darle pescado sino ayudarle a pescar. Más que ayuda, queremos trabajar, queremos que el mundo no limite nuestras exportaciones, queremos vivir de nuestro trabajo, desarrollar nuestra capacidad para producir y competir. Por supuesto que bienvenida la ayuda, pero no como compensación por el cierre de sus mercados.

Los países que se dicen abanderados del liberalismo, ejemplo de economía libre deberían ser ejemplo de apertura de los mercados. Un grupo de países subdesarrollados, del que formamos parte, nos agrupamos para mejorar y hacer más justas las reglas del comercio internacional. Hacemos votos para que tengamos logros y vayamos hacia un mundo más justo, con menos desigualdad.

Trabajaremos con todas nuestras fuerzas para superar el problema social que planteamos al comienzo de esta charla; y la única vía definitiva de lograr el mejoramiento colectivo es con inversión y trabajo.

Deberemos tener la sabiduría y la serenidad para analizar cada situación que apunte al desarrollo productivo. Debemos tener la responsabilidad, la serenidad y la inteligencia de administrar las diferentes alternativas; y en la medida de tener la colaboración de entidades como la que hoy me convoca será todo mucho más fácil y eficiente.

Muchas gracias.