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Falta una política salarial en el Estado

El Estado uruguayo es insondable y nunca agota la capacidad de asombro. Tratar de entender por qué un funcionario de la Junta Departamental de Montevideo que saca fotocopias gana más que la directora del Hospital de Clínicas (25.000 y 21.000 respectivamente) es casi imposible. Rastrear esta información, que se dice es pública, no es tarea fácil. Muchas veces no está y muchas otras aparece disfrazada. Esto se da pese a que en la pasada administración se dispuso la publicidad de todos los sueldos públicos.

Un mundo de contradicciones. Lo primero que salta a la vista cuando se analiza la pirámide salarial dentro del Estado es la incongruencia. No hay criterios objetivos que puedan explicar las increíbles diferencias que existen. Aquello de a igual función igual retribución no existe en el Estado.

La tercera parte del gasto público en Uruguay se destina a sueldos y si se dejan afuera los gastos en inversiones y la seguridad social, los salarios estatales suman el 56%.

Además, el empleo público tiene fuerte incidencia en el país. El 16,2% de todos los trabajadores que tienen empleo, son estatales. De todas formas, es una cifra menor a la de 1985, cuando alcanzaba al 23,9%. Desde entonces se redujeron 27.000 cargos públicos.

En los países desarrollados hay una mayor proporción de funcionarios de salud y de educación que en Uruguay. Aquí, baja la cantidad de personal de salud y educación y aumenta el de policías y militares.

Gobierno central. Dejando de lado a las empresas públicas, los organismos del 220 (Poder Judicial, Tribunal de Cuentas, Corte Electoral, enseñanza), las Intendencias y el Poder Legislativo y observando sólo a la Presidencia y los ministerios hoy día existen 90.579 funcionarios.

Los que tienen más funcionarios son: el Ministerio de Defensa (31.875), Interior (26.406) y Salud Pública (15.075). Y, coincidentemente con esto, es en estos tres donde peor se paga.

El ingreso promedio de la Administración Central es de 11.825 pesos, mientras que el 50% de los funcionarios de menores ingresos perciben menos de 7.800.

El 71% de los trabajadores de Economía y Finanzas pertenece al estrato del 20% de funcionarios mejor remunerados de la Administración Central. Mientras tanto, en Salud Pública menos del 1% participa de este selecto grupo.

También, se da que a mayor edad mejor retribución. Los mayores de 60 años ganan, en promedio, el doble que los menores de 30. Incluso se observa que las mujeres cobran menos que los hombres en todos los rangos de edad.

Para el personal militar, la edad promedio de jubilación es 32 años. En tanto, en la Dirección Nacional de Meteorología la edad es el lugar donde la edad jubilatoria promedio es más alta, con 51 años para sus 19 funcionarios con escalafón K.

El promedio de edad de los funcionarios públicos es nueve años mayor que el del sector privado. Ese promedio es de 47,5 años para públicos.

Sueldos de la Administración Central. En Presidencia, el sueldo promedio es de 15.075 pesos, después están los de Cancillería. En el Ministerio de Relaciones Exteriores, en el tope de la lista está el servicio exterior (en las Embajadas) donde un sueldo promedio es de 208.575; y, sin el servicio exterior, es de 16.876.

El ministerio con peor promedio es Salud Pública con 6.952 pesos. Estos datos comparativos surgen del estudio hecho para el Cepre por Verónica Amarante el año pasado.

El presidente de la República, según su declaración jurada al asumir el cargo, recibe por retribución del Estado 175.505 pesos líquidos.

Los ministros no llegan a 50.000 pesos. Hay una marcada diferencia con los legisladores. Un diputado gana 61.597 líquidos, pero a eso hay que sumarle la partida para secretarios (45.664 pesos) y una partida para comprar prensa (11.790 pesos). Algo similar ocurre con los senadores, con una mayor partida para secretarios.

Eso es algo común en el Estado. Una cosa es el sueldo y otra distinta lo que terminan cobrando con distintas compensaciones. Los funcionarios del Palacio Legislativo cobran, además de su salario, viáticos por trabajar más de ocho horas cuando en realidad son full time y pueden sumar casi otro sueldo. También, reciben una partida extra de 10.000 pesos para gastos en salud, propios y familiares.

La semana pasada se intentó poner un límite a los privilegios de los funcionarios de la Cámara de Diputados pero ni blancos ni colorados dieron sus votos a la iniciativa.

Desde la pasada administración (de Jorge Batlle) rige el criterio de que ningún funcionario podrá ganar más del 60% del sueldo del presidente. Pero, esto no se cumple porque aún hay muchos funcionarios que siguen ganando más que el presidente.

Entonces, ¿cómo se originaron las diferencias salariales en el Estado? En 1909, por ejemplo, no habían diferencias entre las distintas unidades, no había inflación y no habían leyes de presupuesto todos los años. Después vino la crisis del ´29, el pacto del Chinchulín en 1931, el tres y dos, y el clientelismo político.

A fines de los ´50 se aumentaron los impuestos, creció el déficit fiscal y la inflación. Y ahí empezaron las leyes de presupuesto y los organismos que estaban más cerca del poder sacaron ventajas.

Así lo contó el economista y contador Alberto Sayagués, quien dirigió el Programa Nacional de Desburocratización y fue director de Cargos y Salarios en Presidencia de la República.

Sayagués no es muy optimista de que se pueda revertir la disparatada pirámide salarial en el Estado.

Además, tampoco se da que a igual tarea, igual remuneración. Pueden existir diferencias de valoración estratégica de cada función según el lugar de que se trate. Y así lo ve la economista Nora Berreta, del Cinve, quien hizo estudios para la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

Públicos vs. Privados. Los empleados públicos ganan más que los privados. El 90% de los funcionarios públicos, que pueden ser comparados con empleados privados porque sus tareas son iguales, gana entre 20% y 66% más por hora que los privados.

Pero eso hay que relativizarlo según los casos, como todo en el Estado. En promedio, el Estado paga 30% menos por hora a sus profesionales y técnicos en comparación con las empresas privadas.

Para el caso de los profesionales y técnicos de la salud, el sector público es el que ofrece peores posibilidades de remuneración, tanto mensuales como horarias. Si se comparan las remuneraciones de los médicos, los estatales ganan por hora el 60% de lo que cobran los privados.

En el otro extremo están los funcionarios ganadores. En los oficios, la diferencia a favor de los públicos sobre los privados es del 66%.

Los sueldos de la Policía son los más bajos del Estado. Y, aún así, su remuneración por hora es 57% mejor si se los compara con los encargados de la seguridad privada.

Los funcionarios públicos que desempeñan tareas más sencillas cobran mucho mejor que los privados que realizan iguales trabajos. Y la relación es inversa si se comparan las retribuciones de los profesionales y de los altos cargos directrices.

En las intendencias. Aquí también hay ricos y pobres. Ricos en Maldonado y pobres en Artigas. Depende de la capacidad contributiva de la población.

En Maldonado, el secretario de la Junta Departamental cobra 85.000 pesos nominales, el director general 65.000, los 11 jefes de sector 33.800 pesos cada uno, los tres choferes 22.100 cada uno y los cuatro auxiliares de servicio (que sirven el café y hacen diligencias), 19.000 pesos. Son cifras que hacen llorar a los funcionarios de la Junta Departamental de Artigas, que no llegan ni a la cuarta parte.

En tanto, en las empresas públicas, donde cada organismo fija los sueldos, un chofer de Antel gana 24.000 pesos. Y, un profesor grado cinco de la Universidad de la República (con 40 horas semanales de dedicación al cargo) gana, promedio, 14.000 pesos.

Jóvenes. También hay discriminación para este sector de la sociedad. Los pasantes y becarios son "una forma oculta de permitir el ingreso y de pagarles menos", dijo Sayagués.