La Audiencia Opina

Sobre el Debate Educativo

Estimado Emiliano:
 
Fui delegada en el Congreso Nacional de Educación, y deseo ponerlo al tanto de una grave situación suscitada en el día de hoy.

Participé en los debates de la Comisión 5, dedicada al tema de Formación y Perfeccionamiento Docente. La comisión, a pesar del elevado número de integrantes (cerca de 100), trabajó muy bien, en un clima agradable, y desarrollando un verdadero diálogo entre los que presentaban las diferentes opiniones.

Hoy a primera hora de la mañana tocaba exponer los resultados de ese trabajo y poner a consideración de los presentes las mociones que se habían presentado en la comisión. Ya desde el principio se vio que el ánimo de algunos de los presentes era de no permitir el debate del tema más importante de la Comisión: la creación de una Universidad pedagógica, estatal y separada de la Udelar. Mediante algunas mociones de orden, y con pretextos de falta de tiempo, se pretendió cortar la posibilidad de presentar y argumentar a favor y en contra de las diferentes mociones. Cuando el miembro elegido para leer el informe logró comenzar la lectura, fue interrumpido a los pocos minutos por la Mesa, que con el pretexto de la falta de tiempo, quiso evitar que el colega terminara su lectura. Este hecho generó una serie de desórdenes en la asamblea, que se resolvieron 40 minutos después. Finalmente se terminó la lectura y se permitió a 4 oradores hacer uso de la palabra. Cuando llegó el momento de votar la moción acerca de la Universidad Pedagógica, que había sido votada en la Comisión por amplia mayoría, nuevamente surgieron mociones de orden,con textos confusos, que se superponían unas a otras, de modo que ya no se sabía qué era lo que se estaba votando. Finalmente, los opositores a la idea de la Universidad Pedagógica se salieron con la suya, y la moción no fue votada.

Puede imaginar la consternación de tantas personas, que se sintieron engañadas en su buena fe, y que sintieron que todo había sido una lamentable pérdida de tiempo. Yo decidí retirarme del Congreso dejando una constancia por escrito. Otros se quedaron y varias personas lloraban ante la impotencia que sentían después de semejante maniobra.

Es sabido que la Udelar y, en particular, la FEUU, no desean que se establezca una Universidad Pedagógica, pues no quieren perder el poder que les otorga el monopolio de la enseñanza superior estatal. Por otra parte, entre los miembros de la Comisión 5 predominaban los representantes del interior del país, muchos de ellos con escasa experiencia en este tipo de asamblea, y sobre todo, personas que siguen confiando en la buena fe de los demás, y que llegaron a Montevideo seguras de que el Congreso era una oportunidad inédita de participación y una ocasión para mejorar algunos de los graves males que padece la educación uruguaya. Se encontraron con que en el plenario el tema único era el PODER: quién tiene el poder de la educación, cómo lo conserva y, si es posible, cómo lo acrecienta, en una palabra, el maquiavelismo político. El fin último de mantener el poder, justifica cualquier medio: el destrato, la falta de respeto, el engaño, en una palabra la MANIPULACIÓN.

Emiliano: quien le escribe no es partidaria de la Universidad Pedagógica, simplemente es una ciudadana que, como tantos, participó de buena fe en este proceso del Dabate Educativo, con deseo de aportar al bien común.

Estoy sumamente decepcionada, no quiero dejar de confiar en mis conciudadanos, pero me parece que tenemos un largo camino que recorrer si queremos construir una verdadera democracia, que no puede lograrse sin una sólida ética personal y colectiva.

Muy agradecida.

Bárbara Díaz