Para Jorge Batlle el actual gobierno es "muy inconveniente" para el país.

Batlle: el gobierno va hacia formas fascistas

Para Jorge Batlle el actual gobierno es "muy inconveniente" para el país. Dijo que se encamina a una "organización centralizada del Estado" y eso "no es democracia republicana". "Eso es fascismo", alertó. El gobierno invade todo, opinó, "con una intolerancia que raya en extremos desconocidos en el Uruguay".

(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
Casi sobre fin de año el doctor Jorge Batlle volvió con fuerza al primer plano del debate político.

Hace dos semanas, en la casa del Partido Colorado, cuando nombró a los cinco dirigentes de la lista 15 que él ve como potenciales presidenciables para el 2009 y, por otra parte, repasó una lista larga de inconsistencias y errores que – a su entender – está cometiendo la administración del presidente Tabaré Vázquez.
 
Y este martes, cuando recibió en su casa al líder blanco Jorge Larrañaga, y se despachó luego con declaraciones muy fuertes, por ejemplo: "Al gobierno no podemos darle tregua".

Con esos antecedentes tan frescos, parece un buen momento para conversar con el ex presidente Jorge Batlle esta mañana En Perspectiva.

***

Doctor Batlle, esa reunión en su casa con el senador Jorge Larrañaga fue un gesto que no pasó desapercibido, no se lo veía a usted últimamente dialogando con los blancos. ¿Por qué tomó la iniciativa de ese encuentro, qué buscaba?

JORGE BATLLE:
Yo no tomé la iniciativa de ese encuentro. El señor senador Larrañaga me hizo saber la semana anterior que tenía interés en conversar conmigo y fijó él la fecha en la que tenía interés en hacer la reunión porque yo estaba en Tacuarembó, el domingo y el lunes, haciendo mis tareas partidarias y por tanto recién el martes de mañana íbamos a estar en condiciones de encontrarnos. Yo le hice saber a través de mi secretario que iba a visitarlo y él me dijo que no, que él quería venir a verme a casa y lo recibí en casa.

EC – ¿Va a coordinar acciones con el Partido Nacional? ¿Qué resultado dejó el intercambio?

JB – No, no, yo en ese sentido fui bien claro. Consideré y considero que quien está actuando en nombre del Partido Colorado, como en el caso de él en el caso del Partido Nacional, es el secretario general del Partido Colorado. Por tanto es quien ha sido convocado por el presidente, quien está conversando como corresponde con el Partido Nacional cuando se trata de cosas que deben tratarse en común. En nuestro caso prácticamente es el senador Isaac Alfie puesto que está en el recinto en donde están también tanto los protagonistas, o sea el senador Larrañaga y el senador Sanguinetti. En ese sentido los contactos que hay que hacer los hace habitualmente el senador Alfie. Y en el Comité Ejecutivo Nacional, los hace el diputado José Amorín.

EC – Entendido ese marco, ¿qué resultados dejó esa charla?

JB – Mire, es una charla muy fácil para mí porque tengo un conocimiento muy antiguo de Larrañaga, muy viejo, de hace muchos años, desde antes que él fuera intendente. Notoriamente repasamos las cosas que son públicas y que han sido objeto de conversaciones con el presidente de la República. En primer lugar todo este tema del fiscal de Corte y algunas cosas que fueron públicas en su momento cuando se le planteó al senador Larrañaga la candidatura de un determinado fiscal por parte del secretario de la Presidencia y el senador Larrañaga en nombre de su partido aceptó. Con todo derecho la bancada del Frente dijo que no le parecía correcto ese nombre pero luego apareció el secretario de la Presidencia diciendo que la iniciativa había sido del senador Larrañaga, cosa que es falsa.

Entonces conversamos sobre los sistemas, los modus operandi. A los pocos días el presidente le dijo al señor Mieres: "mi candidato es fulano". O sea que la metodología y el mecanismo a los efectos de ponerse de acuerdo, que había sido implementado por la propia Presidencia de la República a través de su señor secretario, se había roto completamente. Eso dificulta los entendimientos. Dificulta los entendimientos porque sucede siempre así. Yo tengo experiencia antiquísima siempre sucede así. A mí me fue a ver el presidente de la República como presidente electo cuando yo era presidente en ejercicio y me ofrece la Embajada en los Estados Unidos. Luego dice que fue un chiste y el señor secretario dice que no escuchó.

EC – ¿Esos ejemplos para usted qué es lo que reflejan? ¿Qué es lo que muestran?

JB – Y muestran una manera de ser, ¿no es verdad? Porque es lo mismo que lo pasó al presidente de la República Argentina no solamente antes de la elección sino después cuando en Chile lo va a ver le dice una cosa que aparece en la televisión y al día siguiente en Bolivia dice que no lo dijo. Y lo que le pasa con el Mercosur porque va a Venezuela y dice "no al Tratado de Libre Comercio" y al día siguiente va a ver al presidente Bush y dice "sí al Tratado de Libre Comercio". Después viene para acá y dice de esto hablo solamente yo y "sí al Tratado de Libre Comercio". Invita a los americanos y después dice "no al Tratado de Libre Comercio".

Eso genera sin ninguna duda hacia adentro del propio Frente Amplio y en la opinión pública internacional... Está bien, acá podrá decirnos lo que se le ocurra. Pero no le puede decir al mundo un día voy para acá y otro día voy para el lado contrario, porque entonces los demás -que no tienen mucho interés tampoco en que el Uruguay busque acuerdos de tratados de libre comercio fuera del Mercosur porque el propio Mercosur así lo dispuso y lo impide por el artículo 30 y la cláusula 32- dicen: "¿Cuándo este señor nos va a decir realmente lo que va a hacer? Esa es una situación que la tenemos que incorporar a nuestra vida cotidiana porque con el gobierno tenemos que tener una relación.

EC – ¿Usted en particular ha tenido contactos con el presidente de la República en los últimos meses?

JB – No, no. En los últimos dos años no he tenido contacto y no creo que los vaya a tener.

EC – ¿Por qué no cree?

JB – Y no creo porque yo tengo este punto de vista. O sea, para hablar con el Presidente de la República yo no sé si lo que me está diciendo es lo que me va a seguir diciendo sobre el mismo tema la semana que viene puesto que lo veo cambiar permanentemente.

EC – ¿Usted quedó marcado por aquel episodio del ofrecimiento o no de la  Embajada de Estados Unidos?

JB – No, para nada, yo no quedé marcado por el episodio, yo quedé marcado por la actitud. Dije: "bueno, es conmigo". Pero ahora veo que es con todo el mundo, veo que es con las fuerzas políticas a las que convoca para buscar un acuerdo para el fiscal de Corte y después que el propio secretario en nombre del gobierno ofrece una candidatura, el secretario dice que no lo ofreció él, que lo ofreció el senador Larrañaga, cosa que es falsa, y después el presidente por el costado anuncia otro. Entonces, ¿qué están recibiendo como lectura de esas actitudes los interlocutores?

EC – Ahora al mismo tiempo usted dice "al gobierno no hay que darle tregua".

JB – En este momento para nada porque lo que el gobierno está haciendo es una cosa muy inconveniente para la vida del Uruguay. Muy inconveniente.

EC – ¿Pero lo dice por este tipo de conductas, por estas desprolijidades que usted detecta y denuncia?

JB – No, no. Estas desprolijidades son desprolijidades que le hacen mal al propio gobierno hacia adentro y hacia afuera. Usted lo acaba de referir hace segundos -yo estaba escuchándole a usted a propósito de declaraciones de distintos sectores del Frente por la postura del ministro Astori- y eso ocurre todos los días en el gobierno. Uno dice una cosa el otro dice la contraria. Además eso se ve en todas las actividades.

Imagínese, una de las cosas que el gobierno estableció que tenían que hacerse en el Uruguay fue el laudo por sectores de las normas salariales en la vida del trabajo. Y estableció Consejos de Salarios, restableció los Consejos de Salarios y dijo con toda claridad que cuando el Consejo de Salario no pudiera encontrar un acuerdo, iba a laudar el gobierno.

Por ejemplo en el caso de Conaprole, el gobierno laudó, el laudo se cumplió y la huelga siguió 70 días. Esto quiere decir que todo el sector que está atendiendo esa situación, involucrado en ese hecho concreto o en hechos similares que han ocurrido o puedan ocurrir mañana, se pregunta cuál es la última palabra y quién la tiene. Me convocan a un Consejo de Salario, voy, se lauda el Consejo, el gobierno lauda, nosotros pagamos el laudo y la huelga sigue setenta días...

EC – ¿Pero qué tiene que ver ese ejemplo con lo que señalaba usted sobre que "al gobierno no hay que darle tregua"?

JB – Tiene que ver con que nosotros estamos sintiendo que el gobierno se encamina, desde el punto de vista de lo que ha anunciado que son sus cambios, a una concreción paulatina y progresiva no solamente de un sistema de gobierno sino un sistema de convivencia democrática que tiende mucho más hacia una organización centralizada del Estado, entre la conjunción de un Estado cuasi corporativo en donde la gran corporación del PIT-CNT está fijando no solamente las normas vinculadas al trabajo sino que está interviniendo activamente y fijando las normas vinculadas a la educación, a la política económica, a todos los rubros habidos y por haber de la vida de un país. Eso no es democracia republicana, eso es fascismo. Y entonces el gobierno se encamina a una enorme presencia, creciente presencia, creciente invasión del Estado no solamente como hacedor de cosas sino como regulador de la vida de todos y cada uno de los ciudadanos, con una intolerancia que raya en extremos desconocidos en el Uruguay, como lo hemos visto en el sector educativo que siguen manifestándose, y que va a alterar sustantivamente las formas tradicionales de vida de los uruguayos.

EC – Usted mencionó al pasar el término "fascismo" y es obviamente...

JB – No, no... Yo no lo mencioné al pasar, lo he mencionado en forma reiterada y clara.

EC – Es un término muy fuerte.

JB – No es un término muy fuerte. Es un término exacto.

EC – Usted cree que este gobierno va hacia formas de fascismo.

JB – Se encamina hacia formas fascistas de actuar y lo está haciendo en todos los rubros de la actividad y de la administración. Lo que están haciendo en la educación es una actitud fascista.

EC – Y ante ese diagnóstico y ese pronóstico...

JB - ... lo denuncio.

EC - Usted lo denuncia...

JB – Lo denuncio. Lo denuncio y actúo, recorro el país. Estuve el jueves en Las Piedras, el viernes en Solís, el domingo y el lunes en Tacuarembó, el martes  en San Ramón y el miércoles en Pando.

EC – ¿Esa es su gran preocupación hoy?

JB – Esa es mi mayor preocupación de hacia dónde va y hacia dónde se encamina este país. Porque el cambio... Ya se le dijo al señor Astori: "no siga usted con su neoliberalismo". El cambio no es hacia la macroeconomía que Astori estructuró continuando lo que se estaba haciendo en la materia, el cambio sustantivo es hacia otra cosa.

Se va viendo progresivamente en todos los órdenes de la actividad, hacia el lugar que usted quiera mirar. En el sector de la relación del trabajo es notorio. Pero notorio a un grado tal que las empresas saben que en el ministerio no le pueden resolver los problemas que mantienen con los sectores sindicales, como en el caso palmario de Conaprole nada menos ni nada más que en el suministro de leche... Y después criticaban a los productores porque tiraban la leche.

EC – ¿Usted habló de estas cosas con el doctor Jorge Larrañaga en esa reunión en particular?

JB – Hablamos de muchas cosas...

EC – Porque sobre esta inquietud en cuanto al rumbo del gobierno además de denunciar, además de realizar actos en todo el país donde usted advierte sobre esta percepción que tiene, supongo que también hay planes de acción previstos, hay medidas, hay pasos a dar. ¿Qué es lo que usted está pensando?

JB – Mire yo estoy pensando en continuar haciendo lo que estoy haciendo. La labor de los partidos políticos es de informar a la población, nosotros no somos corporaciones. A veces hay gente que considera que el régimen corporativo es bueno para estructurar una sociedad es bueno. Es gente de derecha o gente  de izquierda. Es el mismo perro con diferente collar. Es tan antiguo que realmente esta es una cosa bien conocida. No en balde el señor Mussolini era socialista y se llamaba Benito por Benito Juárez y era el director de la revista milanesa Avanti. ¿Qué es eso lo que estamos viendo? Estamos viendo cómo el país procura un cambio que se encamina hacia el mismo lugar y hacia el mismo destino: la descalificación de todos aquellos que no piensan como ellos, los descalifican in límine.

La afirmación falsa, absolutamente falsa, de que cuando el señor Washington Beltrán era presidente del Consejo de Gobierno, en 1963, había un régimen de persecución en la vida nacional que determinó la necesidad de que se constituyera un movimiento guerrillero para por las armas resolver esa grave situación, diciéndoselo a todos los chicos como una verdad revelada cuando notoriamente nunca antes se dijo lo contrario ni se sostuvo lo contrario bajo los regímenes democráticos.

Yo puedo dar testimonio de los siguiente porque tengo 79 años. Cuando éramos chicos en las clases de historia en los liceos, la historia uruguaya se detenía a cierta altura porque los acontecimientos políticos que nos habían enfrentado con las armas y duramente estaban a la vuelta de la esquina. Era la vida de nuestros propios padres. Yo en mi juventud viví aquel tiempo en el que los jóvenes blancos y los jóvenes colorados no tenían capacidad de tener buena relación entre ellos, no tenían capacidad de diálogo. Venían de una herencia en donde estas cosas habían sido marcadas a fuego por enfrentamientos muy duros, que habían dejado muchos muertos y muchos desaparecidos cuyo destino nunca se conoció. Por tanto no se hizo una cosa que pudiera enervar esa confrontación a nivel de la enseñanza. No sé si estuvo bien o si estuvo mal pero fue un mecanismo para no agravar la situación.

Cuando los partidos tradicionales, tanto el Partido Nacional como el Partido Colorado, sobre todo cuando un hombre de la talla y de la envergadura de Pivel Devoto fue presidente del Codicen, un historiador de relevancia si los ha habido en el Uruguay no sé si el primero o el segundo pero de ahí no pasa, yo diría que el primero o el segundo junto con Eduardo Acevedo y con Bauzá... No se trató de decir estos que fueron a la guerrilla fueron perversos y bandidos y los otros eran buenos, no para nada. ¿Por qué? Por una razón que me parece a mí que es necesaria. Es necesario que la historia tenga su propio tiempo y no hoy encerrarnos en una cosa que llega al extremo de que un diputado va a un liceo y le dice a los chicos de segundo y tercer año de liceo que él fue el autor hace tantos años de un asalto al Tiro Suizo. Eso sí forma parte del patrimonio histórico pero no del patrimonio a inculcar. Es como si mañana usted le permitiera al coronel fulano de tal ir a dar una clase y decir por qué tuvieron que hacer medidas militares contra el movimiento guerrillero, que pretendía transformarnos en esto o en aquello. ¿Qué sería el resultado de esas cosas?

EC – ¿Cómo ingresa en el análisis que usted hace de este tipo de medidas de gobierno el hecho de que estamos ante un partido y un presidente que llegó al poder con más del 50% de apoyo en las urnas?

JB – Me parece muy bien eso de que haya llegado por el apoyo de las urnas porque no tiene una forma de llegar ni de irse. Lo ingreso porque ya en el año...

EC – La pregunta viene porque desde el oficialismo, desde el Frente Amplio, a este tipo de cuestionamientos se responde diciendo: "es el Partido Colorado que sangra por la herida después de una derrota histórica como la que tuvo y que lo dejó en menos del 10%".

JB – No me preocupa lo que digan la gente de la izquierda en ese sentido. Actúo en función de lo que creo que debo hacer...

EC - ..."son exageraciones..."

JB - ...no en función...

EC - ..."es una campaña de terror"...

JB - ¿Pero usted me permite hablar?

EC - Se da ese tipo de respuestas.

JB - ¿Usted me permite hablar? Porque si cuando yo empiezo a hablar, usted interviene y me corta, me parece que no es un diálogo.

EC - Estoy terminando de formularle la pregunta.

JB - No es un diálogo, es un monólogo.

EC - Monólogo fue su respuesta anterior que fue bastante larga. Ahora estaba haciéndole una pregunta y terminé de explicarle lo que quería decir.

JB - Macanudo, fenómeno... es siempre así con usted pero no hay problema.

EC - ¿Qué quiere decir con que "es siempre así...", doctor Batlle?

JB - Que usted interviene y corta y no deja expresar... Después que hace la pregunta, cuando uno empieza a contestar, usted agrega otro párrafo más a la misma pregunta. Pero usted me autoriza a contestar...

EC - Doctor Batlle, usted también tiende a manejar respuestas muy largas que en algún momento es necesario cortar, porque esto es una entrevista.

JB - Bueno, si usted me invita a hacer respuestas cortas, me lo pasa por telegrama antes y me dice "venga pero para respuestas cortas". O sea, no sabía que tenía que tenía que hacer respuestas de acuerdo a lo que usted creía que lo debía hacer. Pero ahora ya lo sé...

EC - Es razonable, doctor Batlle, hay tiempos razonables para una entrevista en radio.

JB - Entonces, le pido que usted levante la mano y me diga con un signo: "cállese".

Ahora, a mi no me molesta que me digan lo que me digan, siempre me lo han dicho. Yo actúo en función de lo que creo que debo de actuar y digo lo que creo que debo decir.

***

EC – ¿Cómo recibió ayer la noticia de este nuevo procesamiento de Juan María Bordaberry?

JB – Mire no leí la sentencia pero ha de estar en el entorno de la sentencia anterior y desde el punto de vista jurídico comparto la opinión de Gatto, de Gonzalo Aguirre y de Ramela. Es una decisión que yo creí que era muy lógico que se diera en el otro procedimiento, en el procedimiento por el cual se le acusa de haber violado la Constitución sobre lo cual no puede haber ninguna duda.

EC – Acá la jueza ha dejado de lado ese delito con el argumento de que prescribió. Lo que hace es procesar a Bordaberry por diez homicidios muy especialmente agravados en calidad de coautor.

JB – Yo creo que en el caso del Derecho Penal es un caso que se debe encuadrar dentro de lo manifestado fundamentalmente por Gatto que es el que hizo la apreciación más clara. Si los jerarcas son responsables de las acciones delictivas de los que están sometidos a jerarquía aunque no participen directamente, se trata de una innovación muy peligrosa en cuanto al análisis de cómo funciona el derecho penal. Por tanto, si el presidente de la República tiene la desgracia de tener un ministro que estafa puede ser que un juez piense que es impensable que no estuviera enterado de ese hecho por tanto sea coautor. O sea que yo creo que es una interpretación del Código Penal muy peligrosa.

EC – ¿Para usted en definitiva Bordaberry no tendría motivo para ser procesado?

JB – Eso es lo que yo recogí de las apreciaciones que hicieron los abogados a propósito del juicio sobre la sentencia. No es que no tenga motivos para ser procesado. No es que pueda probársele de que ha sido autor o coautor y la apreciación de un juez de que es impensable pensar que esto hubiera sucedido, es una apreciación realmente grave porque se le puede aplicar a cualquier persona no a un presidente a un ciudadano. Al dueño de un establecimiento comercial se le puede aplicar que es  impensable que tal cosa hubiera sucedido sin su conocimiento o su consentimiento porque su dependiente ha cometido un delito. Yo creo que es una apreciación jurídica que connota extremos de grave consecuencia a nivel de la vida de todos los ciudadanos, pública y privada. Me parece que eso así nos llevar a que mañana otra justicia influida por otras ideas, por otro estado de la opinión pública, empiece a hacer lo mismo en otros casos, en otras situaciones, tanto público como privado. Y eso me parece que no es lo que el Código Penal establece.

EC – Otro tema, al finalizar el año Uruguay parece estar caminando en la cornisa en lo que tiene que ver con su relación con los vecinos, con Argentina y con Brasil, sobre todo. Hay frentes varios pero menciono dos ejemplos nada más de estos días. Las declaraciones de la ministra de economía argentina Felicia Miceli cuando dijo tajantemente "no" a la solicitud uruguaya de flexibilidad para negociar fuera del Mercosur acuerdos comerciales con preferencias arancelarias. Lo dijo en términos tajantes: "no le vamos a dar nada, pero tampoco los vamos a echar, van a tener que elegir ellos". Por otro lado estuvieron los trascendidos de Ámbito Financiero sobre un presunto acuerdo entre los cancilleres de Brasil y Argentina para aislar al ministro de Economía Danilo Astori el que aparece con más insistencia en estos reclamos de concesiones de los socios grandes a los pequeños. ¿Cómo está viendo esta situación?

JB – En las relaciones internacionales tengo alguna experiencia no muy feliz. Hay que tener mucho cuidado en los planteos que son oficiales cuando los formula el presidente de la República. Y por tanto hay que hacer lo que yo hice lamentablemente. Lo tuve que hacer porque si no lo hacía yo le hacía daño al Uruguay a todos los uruguayos que no tenían nada que ver con mi calentura  del momento.

EC – Usted alude a aquella frase "off the record" suya en aquella entrevista... "Los argentinos son una manga de ladrones..."

JB – Claro, por supuesto, la frase no fue en una entrevista sino fue en una discusión con el periodista, particular, que él estaba grabando y no formaba parte de la entrevista.

El presidente de la República le formuló a Búsqueda hace mucho tiempo en Cartagena un anuncio que fue el comienzo de estos anuncios. Dijo que nosotros teníamos que hacer otras cosas porque el Mercosur no nos funcionaba. A partir de ese momento el presidente de la República siguió haciendo estas aseveraciones pública, pero al mismo tiempo hacia las contrarias a los socios y los socios escuchaban sabedores de que existían cláusulas que impedían al Uruguay hacer eso sin acuerdo con los demás países y sin haberlo planteado previamente a los demás países como corresponde hacer. Por tanto llegaron hasta el límite de mandar buscar a los americanos para que vinieran, después dieron marcha atrás, entonces los que están mirando de afuera responden con las actitudes similares a las hechas por el actual presidente de la República durante todo este tiempo.

EC – Las declaraciones de la ministra Miceli fueron muy severas pero a su vez eran en respuesta a manifestaciones de Astori que había planteado el asunto en términos que también llamaron la atención por lo contundente. En esta entrevista que hizo en el diario El País el domingo, Astori dijo: "lo que venimos a hacer acá, a Brasilia, además de un planteo de diagnóstico son propuestas y esas son las opciones flexibilidad para la posibilidad de que países integrantes del bloque tengan acuerdos fuera de la región con preferencias arancelarias. Nosotros no nos vamos a bajar de esta propuesta así que convocamos a todos a buscar una salida que la contemple", dijo Astori en ese momento.

JB – ¿Es la posición del presidente o es la posición del ministro Astori? ¿O es la posición del resto del Frente? Breve: para mí es la posición de Astori, un panorama electoral personal pero no es la posición del gobierno porque la mayoría del gobierno ya dijo que eso no lo iba a hacer, empezando por el presidente.

EC – La propia ministra Miceli en sus comentarios en Buenos Aires aludió a diferencias internas en el gobierno sobre este tipo de planteos. Entonces mi pregunta es: ¿cómo se resuelve esta crisis?

JB – Se resuelve no haciendo tanta macana.

EC – Siguiendo con temas de la región, el conflicto con Argentina y los extremos a los que ha llegado. La Corte de La Haya donde hemos recurrido ahora nosotros, donde ha ido el Uruguay a pedir medida cautelar para el levantamiento de los piquetes es uno de los niveles. Por otro lado está corriendo pero sin mucho éxito esa gestión de facilitación del enviado del rey Juan Carlos de España. ¿Esa otra parte del problema a dónde va?

JB – Tenemos que esperar el fallo de la Corte de Justicia de La Haya, es nuestra única opción. Nosotros siempre vivimos respetando el derecho, porque es nuestra única fuerza y hoy tenemos que seguir por ese camino y aguantar.

EC – Pero lo cierto es que con Argentina la relación se ha ido complicando. Se complica sin duda por el tema de las plantas de celulosa y la protesta de Gualeguaychú con los piquetes como consecuencia. Pero además se complica por estos otros factores que recién veníamos mencionando los que tienen que ver con actitudes argentinas y de Brasil en el Mercosur. ¿Cómo observa usted ese tema del clima en la relación entre los dos países?

JB – El clima naturalmente es malo. Desde el punto de vista mío el gobierno tiene que callarse la boca, tiene que continuar diciendo lo que dice, que mientras haya interrupciones en los puentes no puede dialogar y esperar el fallo judicial. Por otra parte en Argentina de aquí a octubre van a haber muchos problemas internos que también van a considerar o van a requerir la atención argentina. El problema energético en la Argentina es gravísimo, más grave que en el Uruguay.

EC – ¿Sí pero eso cómo puede influir en esto que estamos conversando?

JB - Influye porque el punto de atención a medida que se acercan las elecciones no va a ser una fábrica de pasta de celulosa en el Uruguay, van a haber otros puntos de atención: la inflación contenida, la falta de energía y, digamos, la dependencia total argentina de los precios de los granos.

EC – Yo le preguntaba por el clima en la relación entre los dos países porque da la impresión de que en la población de Uruguay en particular ha ido creciendo un cierto malestar, rechazo.

JB – Tratemos de no echar leña al fuego.

EC – ¿Pero le preocupa eso? ¿Le preocupa el ambiente en el vínculo entre la gente?

JB – Yo creo que la gente no está incorporada a ese debate en la Argentina ni en el Uruguay. Hoy muchísima gente se da cuenta de que este es un juego político hasta provincial y no responde a una manera de ser ni de pensar del pueblo uruguayo ni del pueblo argentino.

EC – ¿Por ese lado a usted tampoco le preocupa que el conflicto se prolongue?

JB – No es que no me preocupe, es que es imposible que no se prolongue. No puedo hacer nada para que no se prolongue, simplemente hay que tratar de no echar leña al fuego.

***

EC – Hace dos semanas en la Casa del Partido Colorado tuvo lugar la reunión de fin de año de la Lista 15 y allí usted hizo un discurso en el que habló de los temas de actualidad. Enfocó un análisis de varias de las cuestiones que hemos conversado en los primeros minutos de esta entrevista sobre la gestión del gobierno del presidente Tabaré Vázquez y sobre lo que debe ser el papel de su grupo político en el debate nacional. Pero en particular también mencionó nombres de los potenciales presidenciables de su grupo para el año 2009, habló de Isaac Alfil, de Martín Aguirrezabala, de Carlos Ramela, de José Amorín Batlle, de José Villar. Alguna gente interpretó que usted estaba de algún modo pasándole la posta a sus sucesores. ¿Cómo fue esto?

JB – Como debe ser. Yo tengo para mí que una de las pocas cosas buenas que he hecho en mi vida es haberle abierto las puertas permanentemente a todos los muchachos para que se incorporaran a la vida política de forma activa desde que tenía 18 años de edad. Lo seguí haciendo en el gobierno, incorporando un conjunto de personas valiosas que demostraron su capacidad, encarando situaciones extremadamente difíciles en la vida del país y encarándolas con singular éxito y eficacia. Son personas además con vocación de servicio público que han demostrado inteligencia y honorabilidad en el manejo de la cosa pública y todos tienen derecho a ser quienes representen al sector político que integran como parte de un equipo. Nadie puede actuar solo si no tiene detrás un buen equipo y por suerte la Lista 15 siempre los ha tenido

EC – ¿Y cómo piensa distribuir el espacio entre usted y esos cinco dirigentes que aparecen como los líderes futuros?

JB – Igual que en Maroñas: están en la gatera, se abre la gatera y tienen que correr.

EC – Se lo pregunto porque al mismo tiempo usted no se calla ni se queda quieto... Usted habla, hace discursos, usted está en los medios, usted recorre el país como hace un rato mencionaba ya en algunos ejemplos de los lugares en los que ha estado es una lista larguísima de pueblos y ciudades y barrios que viene visitando. ¿Entonces?

JB – Lo hice siempre, porque fuimos a San Ramón con Martín Aguirrezabala, al día siguiente yo fui a Pando y el fue a Artigas, yo voy a Tacuarembó el domingo y antes había estado Alfie y antes de Alfie, Martín y antes de Martín, José. Quiere decir que lo estamos haciendo en todo el país todos. Yo voy como el número seis del bote o sea el que hace fuerza. El seis es el que apoya el ocho, es el que hace fuerza. Yo soy el que hago fuerza y empujo, soy más viejo, conozco a la gente, lo he hecho siempre, la gente no comprendería ni admitiría que habiendo sido una persona que toda la vida trabajó incansablemente, ahora por haber llegado a la presidencia de la República me fugara y dijera no me importa más nada, no lo comprendería, sería un motivo de dura censura y tendrían razón.

EC – A propósito y para terminar, ¿por qué en esa lista de cinco no figuran ni Alejandro Atchugarry ni Pedro Bordaberry

JB – Alejandro no figura porque Alejandro lamentablemente nunca quiso ser presidente de la República ni vicepresidente, al punto que nosotros nos tuvimos que enterar por carta, publicada en el diario El País, la decisión de Alejandro que no nos la podía decir y cuando nos reunimos con Alejandro, José Luis y yo en Suárez, terminamos los tres llorando a moco tendido porque nosotros lo compelíamos a Alejandro a que aceptara la candidatura a la presidencia y lo que no entendíamos era que Alejandro no se sentía, él por su manera de ser, capaz de llevar adelante una tarea de esa naturaleza, siendo que siempre se sintió como una persona muy capaz de trabajar a otros niveles muy activamente.

EC – ¿Atchugarry está hoy fuera de la 15 de hecho?

JB – Atchugarry yo creo que está hoy todavía, como dicen los masones, en sueño. No sabe si va a hacer política si no la va a hacer, dónde la va a hacer. " Atchugarry sigue siendo titular del Comité Ejecutivo en representación nuestra, no concurre pero concurre a la Convención... o sea está en una situación de esta naturaleza.

EC – ¿Y Pedro Bordaberry?

JB – Pedro es distinto. Pedro un día le comunicó a los demás de su generación con los cuales se reunía, que pedía licencia. A partir del día que pidió licencia comenzó y lo sigue haciendo, a moverse en todo el país, tratando de organizar movimientos políticos directamente vinculados a él. Por tanto es como en su momento ha pasado con otros ciudadanos que han entendido que tenían que formar un movimiento liderado por él. Tienen todo el derecho a hacerlo, notoriamente ha estado en Salto, ha estado recientemente armando un movimiento en el departamento de Río Negro con el ex candidato a presidente Guillermo Stirling y con el ex intendente Rodríguez, lo mismo en algún otro departamento. Es decir que él se encamina a formar un movimiento que orientado está por él o estará por él, se presentará su candidatura si es que este es el final en la elección interna que es el camino que señala la Constitución.

EC - Doctor Batlle, gracias por acompañarnos esta mañana...

JB - Bueno, muchas gracias y que tengan todos muy buen año...

EC - Que empiece usted muy bien el año 2007...

JB - Hay que ver si acertamos el Gordo. Sería una buena cosa.

EC - ¿Tiene un número ya?

JB - El 15.

EC - Termina en 15.

JB - Es el 15.

EC - Debe ser un número un poco más largo... (risas)

JB - Agréguele lo que usted quiera.

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Edición: Mauricio Erramuspe