Lección de estilo
Por Graciela Mántaras Loedel.
(Publicado en BRECHA el 29.09.06)
Tuve muchas discrepancias estéticas e ideológicas con Ruben Cotelo. Varias de ellas las discutimos verbalmente; llegamos a dirimir unas pocas. Hoy sólo quiero recordar algo que fue una de sus mejores lecciones éticas e intelectuales. En 1966 Emir Rodríguez Monegal publicó su Literatura uruguaya del medio siglo. En ese libro apasionado y útil, el juicio sobre la tarea crítica de Cotelo es singularmente despectivo, negador, injusto, deshonesto (también el dedicado a Juan Fló). El domingo 26 de marzo de 1967 Cotelo reseñó la obra de Rodríguez Monegal en El País en un artículo extenso, cuidadoso, lúcido, informado. No dejó de consignar razonadamente las falencias del libro; discutió los desacuerdos; argumentó los reparos. Pero con probidad mayúscula y generosidad sin tacha expuso sus aciertos y virtudes. Esa reseña magistral terminaba así: "Fue escrito por quien sigue siendo, quizá, el mejor periodista cultural que Uruguay haya producido; y el sello de esa factura lo levanta a un plano de consideración muy especial. Aún estereotipado en los superados moldes de la década del 40, Literatura uruguaya del medio siglo importa, y mucho. Luego vendrá el turno de los eruditos desapasionados, de los historiadores tranquilos y objetivos. Cuando una literatura se forja, éstos son los libros críticos que conviene escribir, bien estimulantes. Porque no pide ni da cuartel, había que recoger el desafío, aunque ninguna metafórica gota de sangre llegue al barroso Río de la Plata".
Es esta lección de dignidad, de estilo, la que hoy es necesario tener presente.