La Audiencia Opina

Sobre la propuesta de instrucción militar obligatoria

POR EL 90 20 810

Juan de Punta Carretas: Nuestro ejército fue muy efectivo cuando defendió el país contra la guerrilla que el diputado Semproni integró

Juan de Reducto:  Ya no estamos en los años ‘60. Semproni tiene que olvidarse de la guerra.

Jorge de La Blanqueada: Estoy asustado de que en un país chico como el nuestro los legisladores digan estas cosas.

Juan de Solimar: ¿Qué piensa la nueva Ministra de Interior de lo que dice Semproni?

Rafael del Prado: No puedo creer que esté escuchando esto. Es surrealista. No puede ser que un político esté diciendo esto.

Guillermo de Malvin:  El ejército de Irak que defiende su territorio es el mismo ejército que pone bombas en universidades y mata a su propio pueblo.

Sonia de Nueva Helvecia:  Es increíble que un político justifique la instrucción militar poniendo como ejemplo a Irak.

Marina de Punta gorda: Ciertas personas siguen estando a favor de la violencia y la única forma de poder instruir a sus compañeros de partido político sin generar alarma es que la instrucción sea general a toda la sociedad.

Mónica de la aguada: ¿Existe el concepto de defensa de la Nación? ¿La gente quiere esa instrucción militar? ¿Seríamos capaces de defendernos o nos someteríamos a una fuerza exterior?

Gerardo de Camino Maldonado: Hay que mirar también la calidad de la persona. ¿Quien es Semproni? ¿Quién lo votó? Necesita publicidad.

Teresa de Palermo: ¿En Cuba no funciona eso?

Alba del Prado: Me parece bien la instrucción militar para que los jóvenes no se descarrilen y todos tengan una educación básica.

Mariana del Prado: Estoy en contra y es evidente que no hay que tener dos dedos de frente para saber que lo que quieren es prever un conflicto con Argentina.

Tabaré del Cordón: La población uruguaya no está preparada para la instrucción militar. Ese honor está reservado para una clase selecta de la población. Yo integré las Fuerzas Armadas durante 30 años y reservo el honor de formar parte de las Fuerzas Armadas para mis hijos y mis descendientes.

POR CORREO ELECTRÓNICO

Señores, hoy día las guerras no se ganan por el arrojo personal o por la cantidad de efectivos militares, sino por la tecnología.
 
Durante la guerra de las Malvinas Argentina contaba con el ejército regular más el servicio militar obligatorio. Los ingleses ganaron con un reducido número de tropas pero apoyadas con aviones Sea Harrier, misiles y portaaviones.
 
Desde luego que Uruguay no está en condiciones de iniciar semejante carrera armamentista, pero a nivel del Mercosur podría ser una posibilidad.
 
Saludos,
NACHO

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Estimado Cotelo:

No puedo creer lo que estoy oyendo. "No están todos los que son ni son todos los que están".

Yo no creo, ni quiero que instruyan a los jóvenes en el uso de las
armas. Nuestro país no puede defenderse de un ataque extranjero. No  salimos de una dictadura por las armas; salimos por el Acuerdo del Club Naval.

Creo que si siguen con esto no necesita el Frente Amplio ninguna
oposición para perder las próximas elecciones.

Marta

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El diputado Semproni y el MPP quieren preparar fuerzas para defender su revolución de los enemigos invisibles.
 
Ese lavado de cerebro, creando brigadas populares como en Venezuela y en Cuba, es el primer paso para armar el pueblo e instaurar un régimen totalitario.
 
Uruguay es un país chico y de paz. Tenemos que eliminar las FFAA como en Costa Rica y enseñarle a los jóvenes computación e idiomas para prepararlos para enfrentar el mundo moderno. Usar los dineros públicos para desarrollar la ciencia y la tecnología y no las artes de la guerra.
 
Este disparate no resiste el menor análisis.
 
Saludos
Oscar

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Emiliano:

Ccreo que la propuesta del diputado Semproni es equivocada y anacrónica. Debemos consultar a la Ministra del Interior, Daisy Tourné, profunda luchadora para desarmar a la población y así prevenir muertes y accidentes. Creo que este es el camino.

El ejemplo de los bomberos no es válido ya que esa instrucción sería a favor de la vida así como instrucción a la población en Aporte vital básico para reanimar personas en la vía pública no en cuanto a la defensa militar. Además el escenario de invasión es de ciencia ficción.

Un saludo

Martín

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Emiliano,

Sería conveniente preguntarle al Diputado Semproni qué ejemplos históricos maneja, de defensa exitosa de la soberanía de un país chico frente a una potencia militar, utilizando un ejercito estatal (ya sea profesional o con reclutas). Las únicas victorias de países chicos sobre potencias, se dieron con la lucha de milicias irregulares.

Por otro lado, miremos a Costa Rica.

Saludos

Andrés de El Pinar

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El debate sobre instrucción militar y la Defensa es un debate de primer orden. Comenzarlo como se está comenzando muestra el estado patético de la clase política uruguaya.

Si realmente se piensa vincularlo con el sistema educativo es un error y otro error es hacerlo obligatorio. El clásico antimilitarismo uruguayo - muy previo a 1973 - afecta seriamente el poder relativo de Uruguay, y la necesidad de establecer un vínculo sano entre sociedad y Fuerzas Armadas es indispensable. Tan indispensable como tener una población apta para una movilización rápida y efectiva ante casos de agresión o para poder enfrentar situaciones como el temporal de 24 de agosto de 2005 (un año y medio después del temporal había árboles tirados). Con una defensa civil bien preparada - que evidentemente debe estar en relación con las fuerzas de Interior y Defensa - eso se arreglaba en 48 horas.

Gracias,

Leandro

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Mi marido y yo viajamos seguido y vivimos buena parte del año en Miami.
 
Al escuchar la entrevista de Emiliano al diputado Semproni no puedo evitar verificar una y otra vez si realmente estoy en Uruguay en este momento o es un sueño. ¿Estoy alucinando?  ¿Envejeciendo precipitadamente? ¿Perdiendo mis capacidades mentales? El ejemplo de Iraq, las justificaciones y argumentos se contradicen una y otra vez.
 
¿Vamos a enseñarle a nuestros chicos como utilizar armas cuando lo que queremos es que dejen de utilizarlas los que ya lo hacen? ¿No será mejor aumentar las horas de computación e ingles?
 
¿En que están perdiendo tiempo nuestros legisladores?
 
Por otra parte, ¿no será mejor repensar la función de nuestro ejercito, o seró que algunos diputados uruguayos están un poquito celosos del Sr. Chávez?
 
Bueno, capaz que la desubicada soy yo. Por las dudas, me voy confirmando el regreso a Miami ¡CUANTO ANTES!
 
Suerte y saludos,
 
Graciela

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Hay que profesionalizar al máximo a los militares: que sean buenos pilotos, eficientes en la inteligencia estratégica y capaces de cuidar nuestros recursos. Hay que organizar una Defensa Civil para enfrentar desastres y otras contingencias.

Los militares son militares, no Boy Scouts.

Gracias.

Leandro

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Lo que dice el diputado Semproni sobre el formar la población para la defensa de nuestros recursos no tiene ni pies ni cabeza. Es similar al plan final que tenia Japón en 1945 cuando la invasión de la isla era inminente. La población iba a repeler al invasor con cañas de bambú.

Los países que realmente quieren defender su territorio usa armas "disuasivas", como lo hizo Francia después de la guerra, y lo sigue haciendo. Es decir, armas "nucleares". Vamos a entrar en esa espiral.

Volviendo al tema principal, ¿es razonable pensar que Uruguay pueda repeler una posible invasión? ¿De quien? Seamos razonables, Uruguay no podría repeler ninguna invasión ni ataque de países que consideren estratégico apoderarse de nuestros recursos, por ejemplo hídricos, como dice el diputado.

En cuanto a la formación de civiles para emergencias (por ejemplo incendios o catástrofes), en países donde el servicio de bomberos cuenta con una muy importante proporción de voluntarios (Francia, por ejemplo), están poniendo en juicio ese tipo de servicio ya que la falta de adiestramiento continuo de ese personal implica una mas alta tasa de personal de salvataje con lesiones o muerte.

Siempre hacemos todo a la "uruguaya". ¿Es realmente una prioridad con la condición actual del país?

Gonzalo

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Uruguay debe abordar en serio el tema de su poder relativo.

Los uruguayos solo queremos hablar de nuestro poder y nuestra fuerza cuando hablamos de fútbol, pero a la hora de analizar el poder relativo de la Nación, empezamos con los complejos de inferioridad y no encaramos el tema. Y así nos pasa que Argentina nos propina una agresión que de ninguna manera le aplicaría a Chile o Brasil y tenemos que optar por la estrategia de resistir hasta que se les pase la bronca.

El asunto no es desarrollar más las Fuerzas Armadas, sino decidir otra distribución de los recursos (más para la Armada, un poco más para la Fuerza Aérea y menos para el Ejército el que además debe ser redistribuido en el territorio nacional).

Pero lo clave no es hacer crecer el gasto en armas sino en desarrollar una  buena inteligencia estratégica. Eso es lo que asegura poder a los pequeños.

Gracias,

Leandro

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Sin entrar a determinar si estoy a favor o en contra (en principio me
rechina), recuerdo que existen países que cuentan con su población formada para apoyar a las Fuerzas Armadas regulares. En ese sentido recuerdo dos países en extremos opuestos: Suiza (en donde las personas guardan las armas en sus casas) y Cuba.

Federico

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El mundo tiene cambios agigantados pero los factores de poder son siempre los mismos. Uruguay debe hacer crecer su poder relativo y analizar el tema en serio.

La clase política uruguaya (y la "Intelligentzia") chapotea en el charquito del podercito uruguayo. Nunca piensa en serio que se puede ser un actor relevante en el plano internacional por otros factores que no sean sus juristas.

Hay factores de "soft power" que no aprovechamos (presencia mundial en el plano del fútbol, presencia activa en la literatura hispanoamericana) porque pensamos que tenemos que jugar siempre en cancha chica, dependiendo de Brasil y Argentina. Eso no significa ser una nación agresiva ni nacionalista.

Gracias,

Leandro

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La instrucción military obligatoria en un país como Uruguay tremendamente afectado por el éxodo de sus jóvenes es un factor fundamental, siempre y cuando dicha instrucción militar obligatoria sea realizada conjuntamente con un programa educativo basado en una mayor comprensión de los valores fundamentales del ciudadano. Durante demasiado tiempo las fuerzas armadas estuvieron totalmente desvinculadas de la vida civil al punto tal que se consideraron una clase aparte del resto de la sociedad.

El ejército, en particular, sirvió como generador de empleo entre las clases menos privilegiadas, con un nivel educativo deficiente y con muy pocas posibilidades de prosperar dentro de la sociedad civil.

La creación de la instrucción militar obligatoria puede desempeñar dos papeles fundamentales. Por un lado, puede hacer que exista un igualitarismo en que todos los ciudadanos, sin importar su condición social, compartan tareas y puedan conocer realidades y puntos de vista diferentes. Por otro, permitiría elevar el nivel cultural, el nivel profesional y la imagen social de las Fuerzas Armadas, facilitando su inserción en la sociedad civil como todo.

Las Fuerzas Armadas pueden y deben desempeñar un papel civil en el marco de la normalidad institucional mediante un sistema bi-direccional. Pueden servir para la formación de talentos en disciplinas diversas para la vida civil y al mismo tiempo nutrirse de los talentos formados por la sociedad civil.

En Uruguay durante mucho tiempo se dio quizá demasiado importancia a ciertas disciplinas y profesiones. Un ejemplo clásico han sido la Universidad y la denominada Universidad del Trabajo que funcionaron como dos entidades independientes. Muchas veces se le decía a un estudiante que si no quería una carrera profesional, y por carrera profesional se aludia a las ofrecidas por la Universidad, podría ir a la UTU. Con esto se creaba artificialmente un sistema de clases intelectuales en que unos eran considerados inteligentes y el resto era clasificado como personas de segunda o tercera clase porque no tenían un título universitario. De manera similar, el Ejército fue considerado el escalafón más bajo dentro de un sistema de clases sociales. Las consecuencias de esta manera de pensar han sido desastrosas. El país gastó una enormidad de recursos creando artificialmente profesionales que no necesitaba, cuando carecía de los profesionales que sí necesitaba, sin tener mano de obra calificada y convirtió a sus fuerzas armadas en bolsa de empleo de personal no calificado.

Un sistema de instrucción militar obligatoria bien pensado, con fuerzas armadas estrechamente involucradas en la vida civil puede y debe ser un factor positivo de desarrollo económico y social.

Carlos Cortiglia