El desempleo registró una significativa suba en setiembre
Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.
(emitido a las 8:44 Hs.)
ROMINA ANDRIOLI:
La semana pasada el INE divulgó los datos del mercado de trabajo correspondientes a setiembre de 2012. Según estos datos, en setiembre el desempleo en el total del país subió 1,6 puntos respecto del mes de agosto y se situó en 7,1% de la población económicamente activa. Un nivel que, aunque sigue siendo bajo en la comparación histórica, es el más alto de los últimos dos años.
¿Cómo se explica esta suba del desempleo en setiembre? ¿Qué debemos esperar en los próximos meses? Les proponemos analizar en detalle la situación del mercado laboral en diálogo con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.
¿Cómo vieron estas últimas cifras del mercado de trabajo divulgadas por el INE?
PABLO ROSSELLI:
Como siempre advertimos, la medición mensual de las estadísticas del mercado de trabajo presenta mucha volatilidad. A su vez, el dato de agosto había sido particularmente bajo. De todos modos, no hay duda de que la suba del desempleo en setiembre fue significativa. Como tú adelantabas, la tasa de desocupación en el total del país subió 1,6 puntos frente a agosto pero fue además la más alta desde mediados de 2010. Desde mayo de 2010 no teníamos una tasa de desempleo por encima de 7%.
Además, el incremento de la desocupación fue generalizado por zona, aunque fue particularmente fuerte en Montevideo. De hecho, en la capital el desempleo pasó de 5,8% de la población económicamente activa en agosto a 7,9% en setiembre, mientras que en el interior subió desde 5,3% a 6,6% en el mes. En los dos casos, los aumentos son muy apreciables.
RA- ¿Y qué significa esa tasa de desempleo de 7,1% en el total del país en términos de personas? ¿Cuántas personas concretamente estaban desempleadas en setiembre?
PR- Según nuestros cálculos, en setiembre había casi 120.000 personas desocupadas. Si lo comparamos con el mes de agosto, se trata de un aumento de más de 27.000 personas, pero hay que tener presente que el mes de agosto había sido excepcionalmente bajo. De todos modos, incluso tomando un período algo más largo (para evitar comparar solamente con un mes y para evitar que la comparación se vea muy distorsionada por factores volátiles) vemos que la cifra de setiembre pauta un aumento notorio de la población desocupada frente a lo visto algunos meses atrás, cuando la cantidad de desocupados oscilaba en torno a las 100.000 personas.
RA- ¿A qué obedeció esa suba apreciable del desempleo en setiembre?
PR- La tasa de desempleo refleja no sólo lo que está sucediendo en términos de la creación de empleos (con la ocupación) sino también lo que sucede con la cantidad de gente que está buscando empleo, que termina impactando en la población económicamente activa.
En setiembre, la suba del desempleo a nivel del total del país se explicó por la variación de esos dos factores. Por un lado, se vio una caída en el empleo (de unas 5 décimas respecto de agosto) y, por otro lado, la cantidad de gente que se volcó al mercado laboral en busca de empleo aumentó y eso se reflejó en un incremento de la tasa de actividad de unas 5 décimas frente a agosto. Esos dos elementos terminaron explicando el incremento de 1,6 puntos en la tasa de desempleo.
Si lo miramos por zona geográfica, se ven situaciones distintas entre Montevideo y el interior.
RA- ¿Qué diferencias hubo entre Montevideo y el interior?
PR- En el interior, la suba del desempleo fue por mayor cantidad de personas buscando trabajo, porque la tasa de empleo incluso subió en el mes.
En cambio, en Montevideo el aumento de la desocupación se explicó por la reducción de la cantidad de puestos de trabajo. De hecho, la tasa de actividad bajó 1 punto en setiembre pero eso fue compensado por la reducción del empleo, que cayó más de 2 puntos frente a agosto. Puntualmente, el empleo en Montevideo en setiembre se ubicó en 58,5% de la población en edad de trabajar, que es la menor tasa de empleo desde mediados de 2009.
RA- ¿Cómo interpretan estas cifras? ¿Está cambiando la situación de dinamismo que venía mostrando el mercado de trabajo en los últimos años?
PR- Como siempre advertimos, las series mensuales muestran mucha volatilidad, las cifras parecen estar señalizando un deterioro incipiente en la situación del mercado laboral. Recién comentábamos que la población desocupada viene mostrando un aumento en los últimos meses y eso se está dando de la mano de un empleo que claramente dejó de crecer en el último año, de hecho los datos empiezan a insinuar una tendencia a la baja del empleo, que todavía es incipiente. Si nos focalizamos en la cifra de setiembre, la tasa de empleo de 58,2% de la población en edad de trabajar para el total del país implica una población ocupada de aproximadamente 1.570.000 personas. Eso implica unos 35.000 ocupados menos de lo que había en promedio en la primera mitad del año.
Con lo cual el mercado de trabajo está dando señales de enfriamiento. Y esas señales son consistentes con la perspectiva de una economía que se está desacelerando y que enfrenta riesgos y desafíos crecientes. Probablemente la baja del empleo y la suba del desempleo sean señales rezagadas de los problemas crecientes de competitividad que están sufriendo las empresas.
RA- ¿Por qué decís que serían señales rezagadas de los problemas de competitividad?
PR- Porque la decisión de reducir la cantidad de trabajadores no suele ser la primera decisión que toman las empresas cuando empiezan a enfrentar dificultades. Menos en un contexto como el que ha tendido a prevalecer en los últimos años, de escasez de recursos en el mercado.
En una situación así, las empresas tienden a mantener sus trabajadores hasta tanto se convenzan de que las dificultades son persistentes. De allí que decimos que el deterioro del mercado de trabajo probablemente sea un indicador que refleje tardíamente los problemas de competitividad y la desaceleración de la economía.
RA- Desde esa perspectiva, ¿qué podemos esperar para los próximos meses?
PR- Como decíamos recién, este enfriamiento del mercado de trabajo es por ahora una señal incipiente, que hay que ver si sigue confirmándose en los meses siguientes.
Sin embargo, a nuestro juicio, es una señal que debemos tomar con cierta preocupación, porque tendemos a pensar que puede ser reflejo de una economía que se está desacelerando y que enfrenta riesgos por falta de competitividad en un marco internacional y regional más complicado.
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