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Informar pero no exagerar, ni
saturar
Comentario a cargo de Emiliano Cotelo.
Portada En Primera Persona
EN PERSPECTIVA
Jueves 20.09.01 - Hora 07.00
El lunes pasado
a esta hora yo charlaba con ustedes a propósito de uno de
esos dilemas difíciles que se plantean en el trabajo periodístico:
después de un episodio informativo muy fuerte, que atrapa
y monopoliza la atención de todos, ¿cómo
y cuando vuelve a la normalidad un programa como EN PERSPECTIVA?
La pregunta, en este caso, venía a cuento de la situación
generada por los atentados terroristas que el martes 11 afectaron
a Nueva York y Washington, tema que se había convertido en
casi excluyente en la mañana de El Espectador desde el momento
de los ataques hasta el viernes.
Como ustedes habrán notado, en esta semana el programa ha
comenzado a dar cabida a otros asuntos, entre ellos varios de la
realidad uruguaya, que no queremos desatender. Pero, de todos modos,
la crisis internacional sigue atrapando la mayoría de nuestro
tiempo.
Es que este nuevo escenario aparece tapizado de hechos, pronunciamientos,
reuniones y preparativos de acciones bélicas. No se ha concretado
aún la respuesta, no se han producido hechos espectaculares.
Pero siguen pasando cosas, muchas de ellas significativas, aunque
discretas o asordinadas, como por ejemplo las deliberaciones que
por estas horas celebran los casi mil clérigos talibanes
de Afganistán, los contactos de Bush con varios gobernantes
o la reunión de ayer del Consejo Permanente de la OEA. Y
mientras tanto la violencia está allí, a la vuelta
de la esquina, latente.
En un contexto
tan particular, a nueve días de la tragedia, el equipo de
producción de este programa y yo mismo seguimos cuestionándonos
cada mañana cuál debe ser la ecuación de nuestra
agenda. Hasta qué punto concentrarnos en este tema, que sin
dudas es fundamental, pero con el cual tampoco queremos saturar
a nuestros oyentes. Y otra cosa: ¿cómo no caer en
lo que a veces ocurre con los medios de comunicación que,
jugados con todos sus boletos a una situación de tensión,
terminan "inflando" las noticias simplemente para justificar
esa decisión de mantener ese tema como central?
Este riesgo existe. Y resulta particularmente delicado porque magnificando
de manera artificial determinada declaración o tal o cual
preparativo de armamentos, ese medio puede estar contribuyendo a
alimentar el clima bélico y la sicosis colectiva.
En fin, sólo
quería comentarles que aquí, en EN PERSPECTIVA, le
dedicamos tiempo a este tipo de reflexiones. Y que no tenemos una
fórmula predeterminada, sino que la vamos resolviendo cada
día en función de las circunstancias.
Por otra parte,
y ya que estamos, quiero contarles que en esa evaluación
estamos bastante conformes con el resultado que va dejando nuestro
trabajo diario.
En estos días hemos puesto en el aire una batería
de entrevistas, análisis, lecturas y debates que -creemos-
nos han resultado útiles para pararnos mejor cada día
ante esta coyuntura inédita que nos está tocando vivir.
Y digo que "NOS han resultado útiles" porque, por
un lado, ustedes nos han hecho llegar comentarios muy alentadores
en ese sentido. Pero además digo que "NOS han resultado
útiles" porque también a nosotros, los periodistas,
esos enfoques nos han ido ayudando a abrir la cabeza y comprender
un poco mejor este cuadro en el que hemos quedado inmersos.
En particular quería comentarles que para mí ha sido
particularmente rica la experiencia de LA TERTULIA en estas horas.
¿Por qué? Porque la he visto funcionar muy cerca de
lo que nos propusimos cuando la creamos, o sea: una especie de "espejo"
de los debates que se dan en la sociedad uruguaya a propósito
de los temas de la actualidad.
En efecto, LA TERTULIA ha tenido días de conmoción
por el drama humano, otros de análisis políticos fríos,
unos de desconcierto y confusión, unos de discusiones muy
calientes y hasta enfrentamientos, y otros de intercambios más
serenos y reflexivos, unos más viscerales casi belicistas
y otros más obsesionados por la paz.
Ha sido diferente cada día porque, de alguna manera, ha ido
reflejando una evolución que yo percibo que hemos ido haciendo
todos los uruguayos en torno a esta cuestión.
Espero que ustedes
también lo vean así.
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