Pases en comisión: campaña
con un "tema lateral" que "desprestigia al
Parlamento"
Diputado Washington Abdala: "La ley es clara:
son cinco funcionarios por legislador, y punto.
Y la inmensa mayoría de esa gente está trabajando
en el Parlamento. Puede haber alguna situación
excepcional, pero no esa imagen de "ñoquilandia"
que se ha querido construir".
EN PERSPECTIVA
Miércoles, 22.08.01, hora 07.35.
EMILIANO COTELO:
Aparentemente, se acercan las definiciones
en el tema de los pases en comisión. El presidente
de la Cámara de Representantes, Gustavo Penadés,
se pronunciaría en esta semana a favor del
cumplimiento riguroso del criterio legal que
regirá en adelante para los pases de funcionarios
públicos al Parlamento: los legisladores no
podrán tener más de cinco funcionarios en ese
régimen, incluyendo en ese cupo a los municipales.
Con ello se pondría fin a una práctica parlamentaria
aplicada desde 1986, cuando fuera aprobada
la primera legislación al respecto.
Según informa hoy el diario El País, luego
de diversas consultas a nivel administrativo,
jurídico, y sobre todo político, las autoridades
de la Cámara de Representantes evaluaron que
la legislación es clara. Con ello queda por
el camino una negociación en curso promovida
por algunos grupos políticos, destinada a modificar
la ley e incluir a los empleados municipales
en la norma sobre el controvertido sistema.
Agrega el matutino que Penadés consultará con
los partidos respecto a la viabilidad de una
iniciativa del Nuevo Espacio para modificar
la ley vigente, limitando los pases en comisión
que pueden pedir los ministros.
Mientras se aguarda esta resolución, trasciende
hoy que, al comenzar esta legislatura, el primer
presidente de la Cámara baja en este período,
Washington Abdala, y los secretarios Horacio
Catalurda (colorado) y Martín García Nin (nacionalista),
despacharon el 15 de febrero de 2000 la circular
1, una especie de manual ilustrativo para los
nuevos diputados acerca de los derechos, obligaciones
y servicios del Poder Ejecutivo. En esa circular,
según el trascendido, ya quedaba claro que
el cupo de cinco incluía a todos los funcionarios
públicos.
Estamos en comunicación con el diputado Abdala.
Es importante esta precisión, porque hace pocos
días se planteó aquí
una discusión entre el actual presidente de
la Cámara, Gustavo Penadés, y el ex director
de Planeamiento y Presupuesto, contador Conrado
Hughes. Después de que Penadés se refiriera
a las dos categorías de pases en comisión ("dentro
del cupo" de cinco, y "fuera del cupo", lo
que abarcaba por ejemplo a empleados de gobiernos
municipales y Juntas Departamentales), Hughes
puntualizó que existe un solo tipo de pase
en comisión, y el cupo de cinco vale para todos.
Todo a raíz de que el semanario Búsqueda había
publicado una planilla provisoria en que figuraban
los funcionarios en comisión con cada diputado,
discriminados en esos dos grupos.
WASHINGTON ABDALA:
Para mí, y hablo como abogado, la ley 16.320
es clara en materia de lo que se puede hacer:
hace una referencia bastante nítida en materia
de entidades estatales y organismos públicos,
referidos básicamente a la Administración Central.
Esa es la interpretación que generalmente se
ha hecho. Ese "mapa de navegantes" que hicimos
el 15 de febrero de 2000 es un mapa tradicional
que se manda a los parlamentarios para que
se ubiquen un poco en la cancha. No es que
esté haciendo una apología de la situación,
pero siempre ha sido una histórica tradición
que, uno, como los gobiernos departamentales
tienen lo que se llama autonomía departamental;
y dos, como no están referidos en la ley, podrían
caber en la interpretación, y de hecho la realidad
implica que así ha sido, porque hasta el presente
esa ha sido la práctica habitual, se utilizaba
un poco la línea lateral de las Intendencias
como una posibilidad de pedir algún pase en
comisión más.
Probablemente, si uno es exigente con la norma,
por lo menos con la mirada de la ley 16.320,
podría interpretar que la ley es muy clara
porque dice "hasta un máximo de cinco". En
definitiva, esta práctica tenía más que nada
un componente consuetudinario pero probablemente
no asistido por un marco legal que lo amparara.
EC - Y eso había llevado a que, por lo menos
según esa lista que publicó el semanario Búsqueda,
hubiera legisladores que tuvieran a su orden
hasta 20 funcionarios en comisión.
WA - Según la información que corrió esta semana
en el Palacio, y el presidente estaba procurando
corregirla -y creo que lo está haciendo con
esa velocidad que lo caracteriza-las cifras
no eran esas. Pero bueno: serán esas o serán
un poco menos, y en los hechos, seamos francos,
es una situación que debe ser corregida. Creo
que lo bueno de todo este episodio que hemos
vivido en torno a los pases en comisión, los
hechos de pública notoriedad, es que vamos
a empezar a darle un poquito de orden a todo
esto, que el tema lo merece...
EC - Usted está de acuerdo con que el máximo
de pases en comisión sea cinco por todo concepto.
WA - Sí, porque creo que eso es lo que dice
la ley, y en definitiva no sólo es la idea
central que expresa la ley sino también lo
que procura. Capaz que la ley no dice nada
de los gobiernos departamentales. Efectivamente,
no dice nada y por ahí, al no estar normatizado
lo de los gobiernos departamentales uno podría
decir "Entonces aquí hay una cuerda separada".
Pero en los hechos creo que el legislador fue
claro cuando lo planteó, y parece que lo que
está diciendo es que son cinco y punto.
EC - Pero este fue un segundo nivel de discusión
que apareció sorpresivamente, cuando el debate
original que se disparó hace unos días había
sido a propósito de en qué medida los funcionarios
que están trabajando en comisión con un legislador
trabajan efectivamente, sobre todo a partir
de los comentarios de Ariel Lausarot.
WA - En eso quiero hacer "un corte y una quebrada".
Sé que esto no resulta simpático y lo lamento,
pero tengo que decir la verdad porque fui presidente
de la Cámara, pesa un poquito esa responsabilidad
y me pesa como legislador medio baqueano. La
inmensa mayoría de la gente que está pasada
en comisión está trabajando en el Parlamento.
Puede ser que haya alguna situación excepcional,
pero no es esa imagen de "noquilandia" que
se ha querido construir, que tiene un componente
de exageración brutal. Los periodistas que
trabajan en el Palacio son conscientes de que
eso es así.
EC - Lo que ocurre es que, a partir de las
declaraciones de Lausarot, en muy pocas horas
se supo por lo menos de dos personas que, por
recomendación suya, una con el diputado Alejo
Fernández Chávez y otra con la diputada Diana
Saravia, efectivamente nunca habían concurrido
a sus despachos, aparentemente seguían en el
departamento de Colonia...
WA - Está bien, pero lo que digo es cuál es
la realidad. Es como si yo dijera que todos
los empresarios de este país son tal cosa,
o todos los periodistas son tal otra...
EC - Entiendo, pero Lausarot dijo: "Son esas
gauchadas que se hacen para que la gente no
tenga que trabajar".
WA - Fue censurable. Fue censurable, y el propio
Lausarot reconoció públicamente en una carta
que esa expresión había sido un error, y que
en los hechos estaba mal lo que había planteado.
Lo que estoy tratando de transmitirle es que
hay mucha gente que trabaja para el mantenimiento
del sistema democrático...
EC - Lo tengo claro.
WA - ...y que si seguimos... Haga lo que usted
quiera; usted tiene la libertad de hacer lo
que quiera, pero si seguimos en la campaña
del pase en comisión, que francamente me parece
un temita de tercera, porque habiendo temas
en el país como que la gente se muere de hambre,
hay problemas económicos de todo tipo, seguir
en este tema me parece un poquito... En fin,
cada uno hace lo que quiere: yo estoy para
atenderlo, usted me llama y ya ve, yo estoy
aquí hablando de este tema que me interesa
muy poco. Creo que lo que hay que tratar es
de solucionarlo y punto.
EC - Está bien. Puedo coincidir con usted en
que quizá no es de los temas esenciales del
país...
WA - Digo: para hacer campaña, me parece que
es un tema muy chico, ¿no?
EC - ... Bueno: ¿usted dice que estamos haciendo
campaña?
WA - No, pero todos los días hablamos de los
pases en comisión como si el país se despertara
con este tema con un nivel de trascendencia...
Insisto: la libertad es libre, usted tiene
todo el derecho del mundo, pero vivimos hablando
de los pases en comisión y me parece que el
Uruguay se merece el abordaje de temas un poquito
más trascendentes.
EC - Estoy de acuerdo con usted, pero partimos
de una declaración pública muy chocante...
WA - Estoy de acuerdo. Usted tiene razón.
EC - ...y yo no he visto que el dirigente político
que formuló esa declaración haya sido sancionado
ni por su sector político ni por ningún otro
organismo.
WA - Lo que pasa es que en este país no censuramos
por las declaraciones sino por los hechos.
EC - Pero esas declaraciones no eran solamente
una opinión: había la confesión de una práctica.
De eso estoy hablando.
WA - Pero por eso le estoy diciendo: la confesión
de una práctica y, lo que estoy conversando
con usted es que lo que me parece bueno de
esta circunstancia es que se está sincerando
una situación, hay más nivel de transparencia...
La única impresión que tengo... Y no con usted,
porque ¿qué culpa tiene usted de que los diarios
amanezcan con esta información?: ninguna. Lo
que digo es que, de ahí a que estemos hablando
todos los días sobre este tema me parece un
poco mucho. Pero no es usted el que arma el
calendario de los diarios, así que usted no
tiene...
EC - No, no: discúlpeme, pero yo tengo poder
para decidir a qué noticias doy espacio en
mi programa y a cuáles no. Así que la responsabilidad
también es mía; empecemos por ahí. Lo otro
que digo es lo que le mencionaba recién: todo
esto empezó por declaraciones de alguien. Y
me llama la atención que no hubiera ningún
tipo de sanción a esa persona, en este caso
al presidente del Banco Hipotecario.
WA - Lo que pasa es que usted no puede sancionar
a una persona por una expresión de infelicidad
y punto, porque esa es la realidad. Hoy, el
señor...
EC - Va a quedar así, y punto. Lo que dijo
Lausarot, lo que hacía Lausarot, por lo visto,
queda en ese nivel. A nadie le parece que merezca
ningún tipo de corrección, en su partido político,
en su grupo...
WA - En los hechos, no hubo ningún planteamiento
de esa naturaleza. Repito: creo que por una
expresión que obviamente no es feliz, y que
es censurable, de allí dar el salto a algún
tipo de sanción, me parece una ruptura de la
simetría. Pero bueno: es un planteamiento que
usted hace, está bien. Puedo no compartirlo.
EC - No lo he hecho yo: en estos días lo ha
hecho mucha gente, por ejemplo en cartas, en
correos electrónicos...
WA - Es verdad, es verdad.
EC - Lo otro que agregaba es, con respecto
al tratamiento de este tema, que a partir de
una confesión de un dirigente político creo
que legítimamente los periodistas y la población
se preguntan: "Ah, pero ¿este señor dice que
se hacen gauchadas pasando funcionarios en
comisión para que la gente no trabaje?. Averigüemos
cuántos funcionarios son los beneficiados por
esas 'gauchadas', figuran en comisión y no
trabajan". De eso se trata, simplemente, y
creo que la transparencia -simplemente publicar
la lista de los pases en comisión, etcétera-es
algo muy útil a esos efectos y, si todo se
hubiera procesado más rápido, no habríamos
pasado tantos días hablando de esto.
WA - Está bien. Lo que estoy tratando de transmitirle...
Yo soy un defensor del sistema democrático,
y creo que el Parlamento -por más falta de
credibilidad que tenga-es un ámbito donde la
democracia se juega todos los días, y que hay
una crisis de representatividad en todo el
país. Y cuando... no usted, pero cuando los
temas de esta naturaleza van erosionando y
friccionando todos los días aún más la credibilidad
del sistema democrático, la gente empieza a
construir la imagen de que allí es poco menos
que el reinado de "ñoquilandia". Lo único que
le estoy transmitiendo es que eso no es así.
Lo que sucede es que a veces hay situaciones
excepcionales -malas, tristes-que pueden generar
la conciencia general de todo lo contrario.
Yo diría que la regla es que la inmensa mayoría
de las personas, mujeres y hombres que están
allí trabajando, parlamentarios y asesores...
Yo sentía en su programa a gente tan distinta
como la secretaria del senador Mujica, y gente
vinculada a la secretaría de los partidos tradicionales
que procuraba llamar para aclarar la situación.
Hay mucha gente que trabaja muchísimo, yo diría
que el noventa y largo por ciento. Esto es
como en todos los órdenes de la vida: usted
tendrá colegas periodistas que de pronto no
son lo suficientemente prolijos y de pronto
pagan justos por pecadores. Eso pasa en todas
las actividades de la vida, y eso es lo que
estoy intentando transmitirle.
EC - Y lo que yo le estoy diciendo es que,
como aquí están en juego los dineros públicos,
una declaración como la de Lausarot generó
alarma y requirió información.
WA - Está bien, y yo lo acepto.
EC - De eso hemos estado hablando y nada más;
nada de desprestigiar al sistema democrático,
al Parlamento, ni nada por el estilo.
WA - No se lo estoy diciendo a usted.
EC - En todo caso, a Lausarot le correspondió
una cuota de responsabilidad en ese peligro
de desprestigio.
WA - Yo estoy lejos de acusarlo a usted. Lo
que estoy diciendo es que, si seguimos empantanados
en un tema que tiene un carácter lateral, y
que hay que resolverlo (y tienen razón los
periodistas cuando lo plantean, y también los
políticos), me parece que perdemos de vista
lo principal y nos quedamos en lo accesorio.
Pero bueno: salgamos de esto, porque el país
tiene que seguir caminando y hay que tratar
de darle una mano al Uruguay y no estar con
tantas cosas de los pases en comisión, me parece.
EC - Estoy totalmente de acuerdo con usted:
ojalá salgamos bien rápido, ojalá toda la información
esté pronto y se termine este asunto.
WA - Y le consta (se lo digo para que la audiencia
lo sepa) que admiro su capacidad de transparencia
que tiene en los temas. Lo que pasa es que...
como que no termina más este tema. Póngase
en mi lugar: todos los días agarramos los diarios,
y todos los días la cantinela de los pases
en comisión. Bueno, está: cumplamos la ley,
hagamos lo que hay que hacer, punto, y vayamos
a las cosas, como me parece que tenemos que
hacer.
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EC - Casualmente, hoy
yo abrí el programa con una confesión,
en la que decía que, francamente, En Perspectiva
NO disfrutamos con las calamidades, las catástrofes,
los errores, las inconductas, la corrupción,
los abusos...
No.
Disfrutamos,
sí, cuando podemos destacar algo bien hecho,
un avance científico o una mejora en lo social.
Disfrutamos,
sí, cuando podemos informarles sobre
un descubrimiento, una creación o sobre
una inversión importante que va a generar empleo...
En
suma, disfrutamos cuando podemos verificar,
aunque sea mínimamente, que nuestro país mejora,
que el Uruguay se agranda, que todos crecemos
un poco.
Por eso mismo, francamente, yo hubiera preferido
que el tema de los pases en comisión ni siquiera
apareciese, que el hoy presidente del Banco
Hipotecario del Uruguay no confesara lo que
confesó. O, mejor dicho, hubiese preferido
que no hubiese hecho lo que ahora dijo que
hizo.
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón
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