La actitud del Codicen fue "sorpresiva"
e "inaceptable" para el ministro de Educación
Antonio Mercader:
Si se me dice que una mera proposición de tratar el tema
de la formación docente ya constituye una violación
de la autonomía, ese argumento no es de recibo. El problema
fue otro: la invitación al arzobispo de Montevideo, Nicolás
Cotugno. Hay "gente intransigente que hace de la laicidad una
religión y que siente que le están tocando algo muy
íntimo cuando se le habla de catolicismo".
EN PERSPECTIVA
Jueves 04.10.2001 - Hora 07.35
EMILIANO COTELO:
El funcionamiento de la enseñanza de nuestro país,
a nivel de sus direcciones, está mostrando algo que se había
insinuado el año pasado: problemas. Tanto entre el Consejo
Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional
de Educación Pública (ANEP) y el Ministerio de Educación
y Cultura, como entre los propios consejeros. Esta situación
tuvo esta semana un nuevo punto alto, no sé si no es el mayor,
cuando una reunión de la Coordinadora de la Enseñanza
fue suspendida sorpresivamente al filo de la hora de comienzo.
Esa suspensión
se dio porque hacia finales de la tarde de ese martes las autoridades
del Codicen comunicaron a la Coordinadora que no concurrirían.
Esa reunión tenía en el orden del día la propuesta
del Ministerio sobre formación docente y la recepción
del arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, para una exposición
a propósito de la conveniencia de una mayor autonomía
de la enseñanza con respecto al Estado. Esos dos puntos provocaron
el malestar y la consecuente inasistencia de las autoridades de
la Anep.
Mientras el
ministro de Educación y Cultura, Antonio Mercader, aseguró
sentirse "avergonzado" por la actitud asumida por las
autoridades de la Enseñanza de avisar a última hora
que no concurrirían a la reunión, el subsecretario
de la cartera, José Carlos Cardozo, calificó ese comportamiento
como "inexplicable". Ambos jerarcas manifestaron su disgusto
por lo ocurrido.
A continuación,
les proponemos un contacto con el ministro Mercader.
Ministro, ¿cuál
es el análisis que ustedes efectúan respecto a este
panorama?
ANTONIO
MERCADER:
El análisis no es positivo. Si uno repasa los medios en el
día de hoy se verá que en el Codicen, en la Enseñanza,
cada uno habla por su lado. Cada uno de los consejeros del Codicen
tiene una versión distinta y nosotros damos la propia. Eso
es muy malo porque para evitar este tipo de cosas que están
ocurriendo, parecidas a un diálogo de sordos donde cada uno
aporta su verdad u opinión, la Constitución de la
República, en su Artículo
202, y la Ley
de Educación de 1985, previeron la formación de
la Comisión Coordinadora de la Enseñanza.
EC - Recordemos
cómo está integrada esa comisión.
AM - La preside
el ministro de Educación y la integran el presidente del
Codicen, los titulares de Secundaria, Primaria y Educación
Técnica, el rector de la Universidad, representantes de universidades
privadas y de la educación privada religiosa y no religiosa.
O sea que tiene una integración múltiple y precisamente
es un ámbito reservado, muy democrático, sereno, que
ha venido funcionando muy bien este último año.
Esto nos ha
tomado totalmente por sorpresa. Hasta ahora no habíamos tenido
problemas en la convocatoria. Sí habíamos tenido algún
debate encendido, posiciones contrapuestas, hasta enfrentamientos
entre el sector religioso y quienes opinan distinto. Lo que nunca
había ocurrido es que un rato antes de iniciarse, argumentando
ya fuera un tema en la agenda o la presencia de monseñor
Cotugno, la ANEP hiciera un desplante. Realmente a mí me
cubrió de vergüenza porque me parece que el arzobispo
de Montevideo, a quien se había invitado, no merecía
este desaire.
EC - El presidente
de la ANEP, Javier Bonilla, señaló que su negativa
a asistir a la reunión se debió a que el Ministerio
incluyó el tema de Formación Docente en la agenda,
sin previa consulta. Agregó otro detalle: ese tema corresponde
exclusivamente a las autoridades de la Enseñanza.
AM - Es muy
clara la respuesta. En la última sesión de la Coordinadora,
el 27 de agosto, el tema fue tocado, discutido, intervine yo, el
propio licenciado Bonilla -que hizo una larga exposición-
y al término de la reunión anuncié que el tema
sería el central de la próxima reunión.
EC - Bonilla
ha dicho esta semana que se enteró a último momento.
AM - No, no.
Lo supo con cinco semanas de anticipación. Así consta
en actas. El tema ya estaba en el orden del día de la anterior
sesión. Pero, además, ¿cuál es la violación
de la autonomía? El Ministerio de Educación lo único
que hace es una propuesta sobre el tema de la formación de
los docentes para que sea considerada. Usted sabe que el Ministerio
no tiene capacidad de ordenar ni de inmiscuirse en la autonomía
de la ANEP. Lo que hace es una proposición.
Ahora, si se
me dice que una mera proposición el Ministerio, por el solo
hecho de formularse, ya constituye una violación de la autonomía,
se trata de un grado de sensibilidad incomprensible. De manera que
personalmente opino que ese argumento no es de recibo, no tiene
absolutamente ningún fundamento por lo que debo pensar que
la inasistencia sorpresiva del otro día viene de otro lado.
EC - ¿De
qué lado? Usted también dijo que no debía descolocar
a nadie que ese tema figurara en la agenda. Es más: acaba
de considerar que ya había sido tratado en la reunión
anterior y que el propio Bonilla había expuesto respecto
a él. Entonces, ¿por dónde estarían
las razones?
AM - Creo que
por la presencia de monseñor Cotugno, no cabe la menor duda.
EC - ¿Ése
es el punto determinante para usted?
AM - Para mí
y para todos. Si usted mira un poco la discusión dentro del
Codicen, verá que lo que se planteó allí es
que algunos de los jerarcas de Secundaria, Primaria y Educación
Técnica, a quienes la ley convoca a la Coordinadora -insisto
en que la asistencia no es voluntaria sino el cumplimiento de un
mandato constitucional y legal, hay que asistir y yo estoy obligado
a convocarla- se habían reunido para decir que no les satisfacía
ir a escuchar a monseñor Cotugno.
Esto me parece
grave y no tiene una explicación. Fíjese que desde
el año pasado estaba concurriendo Luis del Castillo, ex obispo
de Melo, en representación de la educación católica
y ha sido un compañero permanente de nuestras reuniones el
padre Pedro Insio, que representa a la Asociación de instituciones
católicas de enseñanza, y nunca hubo problemas. Entonces,
no me explico por qué si ellos pueden estar dando opiniones,
cuando va la máxima autoridad de la Iglesia a plantear temas
de le educación se le cierran las puertas.
EC - ¿Ha
conversado de este punto con las autoridades de la enseñanza?
AM - Tuvimos
alguna conversación y espero hacerlo en el futuro porque
supongo que este acto de último momento de no escuchar, será
reconsiderado y motivo de reflexión. Creo que se actuó
en forma precipitada.
Quiero evocar
este año largo en el que hemos trabajado muy buen y con mucha
efectividad con la gente de la ANEP. Es mi obligación volver
a convocar la Coordinadora y por supuesto poner en la agenda la
presencia de Cotugno a quien me parece que hay que darle una satisfacción
pública.
EC - Repito
la pregunta: ¿Por qué se produce en este momento esta
reacción ante la invitación a Cotugno? ¿Cuál
es su análisis?
AM - Creo que
en el país hay alguna mentalidad de mucha intransigencia
en esta materia. Es increíble pero existe una contradicción
entre la educación laica y la que imparten los grupos católicos.
Es como si viviéramos hace un siglo cuando la Iglesia y el
Estado estaban en franca oposición. En Uruguay, ese enfrentamiento
fue saldado con una amplísima victoria del Estado de la que
estamos satisfechos. Todos somos partidarios de la laicidad y de
que no haya ninguna religión oficial que se enseñe
en nuestros centros educativos, pero hay gente que cada vez que
se oye hablar de educación católica tiene un reflejo
defensivo.
Esto lo vimos
en la discusión sobre valores que se mantuvo en la Coordinadora
durante este invierno y que tuvo su momentos encendidos. Gente intransigente
que hace de la laicidad una religión y que siente que le
están tocando algo muy íntimo cuando se le habla de
catolicismo. Esto no tiene sentido porque es un hecho cultural y
social importante, hay un sector de la sociedad que cree en Dios,
tiene religión y hay que respetarlo. No se puede decir que
cada vez que se habla de religión se está hablando
del mal o de gente irracional, distinta a uno.
EC - El presidente
del Codicen le pidió al arzobispo de Montevideo una reunión
el próximo lunes para analizar esta situación.
AM - Es lo menos
que se puede hacer después de haberlo desairado y prácticamente
dejarlo en la puerta de la Coordinadora. Lo menos que se puede hacer
es dar una explicación y seguramente pedirle disculpas por
lo ocurrido.
EC - ¿Qué
pasos piensa dar el Ministerio?
AM - Cumplirá
con la Constitución y la ley, volverá a convocar a
la Coordinadora porque es mi obligación. Y es obligación
de los miembros de la Coordinadora asistir. De no hacerlo incumplen
un mandato constitucional y legal y por ello deberán responder.
EC - ¿El
Ministerio reconoce que pudo existir alguna falla desde el punto
de vista formal en la convocatoria?
AM - No me doy
cuenta por qué. Fíjese que el tema de la formación
docente venía desde la reunión anterior...
EC - Entiendo.
¿Pero, desde el punto de vista formal, ocurrió que
la notificación de que ese tema figuraba en la agenda se
produjo a último momento? ¿Hubo algún tema
administrativo que llevara a que la convocatoria tuviera fallas?
AM - Es posible
que la convocatoria a monseñor Cotugno haya sido más
sobre la hora, fue una semana antes y quizás tomó
por sorpresa a alguien. Pero la Coordinadora ha sido este año
un espacio abierto al que han concurrido a último momento
parlamentarios, el propio presidente de la República, hemos
recibido a expertos, a todos quienes han pedido ser recibidos porque
simplemente se los escucha. Recibir a Cotugno no significa entablar
un duelo verbal. Simplemente es escucharlo, decirle muchas gracias
y que tomaremos en cuenta lo que dijo y continuar con nuestro trabajo.
Partí de la base de que su presencia no generaría
ningún tipo de resistencia. De otra manera no entiendo por
qué en la semana anterior cuando se lo invitó y aceptó
no me llamaron para decirme que si iba él, alguien no iba.
Eso no ocurrió nunca hasta una hora antes del comienzo de
la reunión. Me parece impropio.
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Transcripción y edición: Mauricio Erramuspe
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