Una iniciativa parlamentaria para
acabar con el Estado mal pagador pero exigente recaudador
León
Lev (Encuentro Progresista): Si el Estado debe a un acreedor, que
a su vez es deudor del Estado, este proyecto de ley propone la creación
de certificados compensatorios con los cuales este proveedor podrá,
a su vez, cancelar sus deudas con BPS, DGI u otros organismos del
Estado. Estos proyectos de ley salen si hay consensos que permitan
viabilizarlos. En eso estamos.
Martes 09.10.01
- Hora 8.17
EMILIANO COTELO:
Vamos ocuparnos de una iniciativa que apunta a solucionar el problema
que se da cuando el Estado se atrasa en el pago a sus proveedores,
pero concomitantemente ese mismo Estado, a esos proveedores les
exige pagar puntualmente las obligaciones tributarias tales como
DGI, BPS y servicios como UTE, OSE, etcétera. Esa exigencia
se expresa en multas y recargos onerosos, con un alto costo financiero.
***
EC - El diputado
del Frente Amplio León Lev presentó en la Comisión
de Hacienda de la Cámara Baja un
proyecto de ley que prevé la creación de certificados
compensatorios como instrumento de pago del gobierno central y de
los organismos del artículo 220 de la Constitución.
¿Cuál es, concretamente, el origen de esta propuesta?
LEÓN
LEV:
Cuando estuvimos trabajando en la rendición de cuentas nos
enteramos de que organismos como Iname, Universidad de la República,
estaban recibiendo cancelaciones de aprovisionamiento porque los
proveedores llevaban a veces más de un año sin cobrar
la factura que estos organismos les debían. Cuando nos fuimos
interiorizando, nos encontramos con que el Estado exige efectivamente
el pago de sus deudas y cobra multas y recargos cuando hay atraso,
pero que cuando debe no compensa a esos proveedores. El proyecto
de ley se funda en un principio básico, el principio de la
compensación como forma de extinción de las obligaciones.
EC - ¿Cómo
funcionarían exactamente estos certificados?
LL - Si el Estado
debe a un acreedor, que a su vez es deudor del Estado, parece lógico
facilitar las formas para lograr esa natural compensación.
El instrumento concreto que propone este proyecto de ley es la creación
de certificados compensatorios.
EC - ¿Quién
los emite?
LL - Los emitiría
la Tesorería General de la Nación a los efectos de
que el propio Ministerio de Economía tuviera un control estricto
y no que cada organismo a través de su tesorería los
emitiera. El organismo que es deudor del proveedor solicita a la
Tesorería General de la Nación que emita un certificado
compensatorio por el monto total de la deuda o por una parte del
monto total de la deuda. Con ese certificado compensatorio este
proveedor del Estado podrá, a su vez, cancelar sus deudas
con BPS, DGI u otros organismos del Estado.
EC - ¿También
con empresas públicas? ¿El proveedor podría
pagar con estos certificados su cuenta de UTE u OSE?
LL - En el caso
de los entes industriales y comerciales es opcional aceptar o no
los certificados de compensación. En principio es para la
Administración Central y los organismos del artículo
220 de la Constitución. Para los entes comerciales e industriales,
que corresponden al artículo 221, o para las intendencias,
esto es opcional. Obligatorio para Administración Central
y artículo 220, y opcional para los entes comerciales e industriales
del artículo 221.
EC - Según
tengo entendido estos certificados serían endosables.
LL - Efectivamente,
porque se busca que tengan circulación. Si yo soy un acreedor
que recibo ese certificado y mis deudas no son tantas con el Estado,
puedo pagar parte de mis deudas a otro acreedor mío que a
su vez tenga deudas a cancelar con el Estado. Busca encontrar un
mecanismo fluido en un momento en que el Estado compra pero demora
en pagar. De esta manera pequeñas y medianas empresas que
tienen al Estado como cliente prácticamente van desistiendo
de proveerlo en la medida que la financiación lleva a veces
más de un año, 15 meses. Nosotros recibimos a la Asociación
de Industriales Gráficos que nos mostró facturas impagas
de 15 meses y hasta de dos años con el Ministerio de Salud
Pública.
EC - En Perspectiva
hemos recogido otros testimonios de similar gravedad, en el caso
de pequeños laboratorios.
LL - Eso va
llevando a que el Estado empiece a comprar mal, porque si paga mal
empieza a comprar mal, porque el que lo provee lógicamente
va a recargar los costos de acuerdo a una financiación que
es sine die.
EC - Usted enfatiza
que con este instrumento habría un beneficio tanto para los
proveedores del Estado como para el Estado mismo, porque podría
volver a comprar a precios razonables, no a precios inflados por
el riesgo de demora en el cobro.
LL - Así
es. Cuando la semana pasada tuvimos una reunión con la plana
mayor del Ministerio de Salud Pública, nos dijeron que van
a centralizar las compras y sobre esa base abaratar hasta el 40%
de los insumos farmacéuticos, lo que les permitiría
una eficiencia en los recursos presupuestales.
EC - ¿Las
autoridades del Ministerio de Salud Pública vieron con buenos
ojos esta idea de los certificados?
LL - En ese
momento no hablamos de los certificados compensatorios porque estábamos
escuchando las reformas que proponían, de las que tomamos
conocimiento.
EC - Me interesa
saber la viabilidad de su propuesta a nivel del gobierno; ¿ya
ha consultado con el Poder Ejecutivo, con el Ministerio de Economía?
LL - Efectuamos
las consultas pero aún no hemos recibido las respuestas.
Yo diría que lo que recibimos fue un aluvión de entrevistas
de los sectores proveedores, de las pequeñas y medianas empresas,
de los barraqueros, de la Asociación de Industriales Gráficos.
Todavía no hemos tenido la respuesta del Poder Ejecutivo,
con la cual estamos buscando encontrar una solución que efectivamente
contemple lo que hoy la Tesorería General de la Nación,
la caja del Estado, está en condiciones de emitir.
EC - Tengo el
recuerdo de que ha habido iniciativas similares a la suya en el
pasado.
LL - Efectivamente.
Intendencias del interior, caso de Rocha y Río Negro, lo
tienen incluido en su presupuesto. Hay decretos de la década
del 90 que no están siendo aplicados, hay antecedentes de
sectores del Partido Nacional, con los que he estado en conversaciones
esta semana a los efectos de ir en forma conjunta a la Comisión
de Hacienda. Hoy tengo una conversación con un sector del
Partido Colorado, de la mayoría, del oficialismo, a los efectos
de intercambiar opiniones buscando un consenso. En definitiva, estos
proyectos de ley salen si hay consensos que permitan viabilizarlos.
EC - ¿Qué
sector del Partido Nacional había presentado un proyecto
similar?
LL - Toda la
bancada presentó un proyecto.
EC - ¿Cuándo?
LL - A principios
de esta legislatura, reactualizó un proyecto anterior y a
principios de esta legislatura lo hizo suyo toda la bancada del
Partido Nacional. Es un proyecto que tiene diferencias con el nuestro
en cuanto a la amplitud, la viabilidad, los montos, pero que busca
la misma sustancia: que el Estado honre sus deudas de la misma manera
que honra las deudas que tiene con los acreedores del exterior y
sobre esa base obtiene los créditos, que honre sus deudas
de carácter interno, particularmente en un momento de distorsión
del mercado local para las pequeñas y medianas empresas que
viven corriendo la liebre, que efectivamente muchas veces no logran
los certificados de BPS o DGI para cobrarle al propio Estado, siendo
acreedores de éste.
EC - Claro,
se da esa paradoja: como el Estado no les paga no pueden estar al
día con BPS y DGI, no tienen los certificados correspondientes
de estar al día y cuando llega el momento de que el Estado
les pague, como no tienen los certificados no pueden cobrar.
LL - Eso es
lo que una publicación ha calificado como una "calesita
perversa". Nosotros buscamos que se termine esta calesita perversa,
dar transparencia al Estado, que los créditos presupuestales
que tienen los organismos de la Administración Central y
del 220 puedan pedir a la Tesorería General de la Nación
que emita esos certificados compensatorios para cancelar total o
parcialmente sus deudas. A su vez, que los acreedores los reciban,
paguen sus deudas con el Estado o endosen con otros proveedores,
de manera de hacerlos circular fluida y transparentemente y sobre
esa base lograr, además de la dinamización del mercado
interno -uno de los problemas básicos hoy de la economía-,
para que a su vez el Estado compre mejor con los precios que naturalmente
el proveedor, al tener garantía de los plazos de su cobro,
va a poder dar precios más baratos, accesibles.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
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