El sindicalismo se endurece contra el gobierno
Después
del éxito de la marcha a Punta del Este y los duros discursos
, el PIT-CNT impulsa una ronda de contactos con gremiales empresariales.
El tema: debatir la política económica. El sindicalista
Juan Castillo dijo que "los uruguayos gastan casi tres horas
de su trabajo en un boleto doble, y dos o tres para comer; ¿por
qué salen a trabajar entonces? En realidad muchas veces no
sé si entre tener un trabajo y no tenerlo, no terminamos
empatados..."
Entrevista con Juan Castillo, dirigente del PIT-CNT.
EN PERSPECTIVA
Lunes 28.01.02, Hora 8.56.
EMILIANO COTELO:
Fue quizás el hecho político más fuerte de
la semana pasada. Aunque, en realidad, hasta podría decirse
que fue el hecho político del mes, porque fue motivo de polémica
a lo largo de todo enero.
Me refiero a la marcha a Punta del Este, convocada por el PIT-CNT,
que finalmente se concretó el jueves 24, respetándose
rigurosamente los límites que había fijado el gobierno
y con una participación mucho mayor que la que los propios
sindicatos esperaban.
La manifestación se cumplió en orden y pacíficamente,
pero las proclamas en el acto y los discursos de los oradores mostraron
un vuelco radical en la actitud de la central de trabajadores respecto
a la administración del Presidente Jorge Batlle.
El cuadro se completa, con el anuncio -ese mismo día- de
un nuevo ajuste fiscal del gobierno y la promesa del PIT-CNT de
un aumento de las protestas y las movilizaciones.
Hoy a cuatro días de la marcha, les proponemos analizar
algunos puntos que tuvieron que ver con el desarrollo del acto,
con los dichos y con la postura del PIT-CNT de ahora en adelante.
Les damos los buenos días a Juan Castillo, presidente del
Sindicato Único de la Administración Nacional de Puertos
e integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, quien fue en
Punta del Este protagonista de las acusaciones más duras
en contra del gobierno.
Ya que yo hacía referencia al discurso, vamos a poner en
el aire un tramo de su alocución.
|
Duro.
Castillo durante el acto en Maldonado |
(Grabación:)
"El acto se lo dedicamos a Batlle. ¡Que se chupe esta
mandarina! (aclamación) ¡Para Batlle que la mira por
tevé! ¡Para vos, Batlle! (aclamación) ¡Para
el que no escuchó el caceroleo, ¿no vio la caravana?!
¡Les tiene miedo a las masas, le tiene miedo al pueblo! El
rey Midas al revés: bastaba que él dijera que estaba
prohibida para que el pueblo estuviera desbordando la caravana,
como lo anunciaba! ¡En este mismo lugar vamos a reunir fondos
para colocar una placa que le recuerde al país dónde
Batlle determinó que era el límite de la democracia!"
(Fin grabación)
EC - Ahí aparecían algunas de las expresiones más
fuertes de su discurso. ¿Por qué se optó por
tutear al presidente, decir que se trata de un presidente entregado
hasta el tuétano a las multinacionales, y además decirlo
en tuteo, "estás entregado hasta el tuétano con
las multinacionales", "esto es para vos, Batlle",
"esto es para Batlle que lo mira por tevé", "que
se chupe esta mandarina"? ¿Por qué se usó
ese lenguaje? ¿Es un lenguaje común en la historia
del PIT-CNT? Mi sensación es que no, que ahí hay un
cambio.
JUAN CASTILLO:
En realidad no es un lenguaje común. Tú comenzabas
la nota diciendo que hay un cambio; es más, no es la primera
vez que estamos escuchando que se plantee que la central se está
endureciendo o radicalizando. Todo tiene que ver con un tiempo,
con un momento. En realidad esto es la respuesta a un endurecimiento
de parte de las medidas del gobierno que, a nuestro juicio, viene
socavando cada vez nuestros derechos, hipotecando nuestro futuro,
generando una situación de empobrecimiento cada vez más
general en nuestro país, donde las fuentes de trabajo, los
salarios, las jubilaciones, el mercado interno, el consumo se van
contrayendo.
EC - Enseguida vamos a hablar de la sustancia, pero le pido comenzar
hablando de la forma, ¿por qué esa forma del discurso?
¿No es abandonar una tradición de respeto, digamos,
que caracteriza al debate político uruguayo?
JC - No creo que sea abandonar, no me parece que haya una continuidad,
no es que nosotros estemos gritando, agitando y haciendo discursos
más o menos duros todos los días. Era una actividad
de masas muy importante. Las estimaciones varían entre 15.000
y 25.000 manifestantes. Fue cuantiosa la cantidad de uruguayos que
se manifestaron a lo largo de toda la carretera y de miles de formas
en todo el país; no es exagerado decir que más de
100.000 personas participaron activamente en esta manifestación.
Por lo tanto, (el lenguaje) responde a un estado de ánimo.
EC - ¿Usted lo tenía libretado así o fue fruto
del entusiasmo y la excitación por la respuesta que la marcha
había tenido?
JC - Teníamos pensado un discurso de esas características.
EC - Hay quienes han dicho que ésa es otra señal
de "argentinización", eso que tanto preocupa últimamente,
por ejemplo a través de fenómenos como los que se
dan en la televisión o en el fútbol: ingresar en la
guarangada. ¿Qué dice usted de esto?
JC - Cuando estamos hablando entre personas serias, cuando estamos
discutiendo -me refiero fundamentalmente a los que nos están
escuchando- sabemos que se ha dicho muchísimas cosas. Tú
comenzabas la entrevista con eso, hace muchísimo más
de un mes que se está hablando de la marcha de Punta del
Este, que había llegado antes de llegar adonde nosotros habíamos
puesto el objetivo y lo había traspasado ampliamente. Una
de las cuestiones que se auguraban era que nos estábamos
"argentinizando", que el movimiento sindical se quiere
"argentinizar". En realidad todo lo que nos quieren decir
a nosotros es lo que está haciendo el gobierno: el gobierno
uruguayo, con el presidente de la República doctor Jorge
Batlle es el que está argentinizando el país con las
medidas. Las medidas económicas, el planteo económico
en lo medular es exactamente el mismo que llevó a la situación
que vive hoy Argentina tras las privatizaciones y el privilegio
del sector financiero... O sea que es exactamente al revés:
el movimiento sindical, ante esa realidad que vive nuestro hermano
pueblo argentino, quiere evitar caer en lo mismo.
Estamos pidiendo formalmente entrevistas, elaborando propuestas
alternativas, pero no nos quedamos sólo con eso, también
estamos luchando. Esa jornada de lucha del 24 de enero a nuestro
juicio, en la valoración del PIT-CNT, merecía esa
respuesta, en ese tono y con esa característica, que será
una respuesta dura, desde el discurso, a lo que fue muchísimo
más duro y más grave en la historia política
del país, que fue cercenar las libertades públicas.
***
EC - En ese mismo discurso usted tomó como base la forma
en que se eliminan los participantes en los reality shows, como
Gran Hermano, y dijo: "Batlle, estás nominado, y Bensión
también. Se tienen que ir ahora y llevarse a todo su equipo".
¿Ustedes estaban reclamando la renuncia del presidente de
la República?
JC - Nosotros hemos reiterado el pedido de renuncia del ministro
de Economía y del equipo del Ministerio de Economía
(Alberto Bensión).
EC - Pero usted dijo también: "Batlle, estás
nominado".
JC - Todos sabemos que los nominados no necesariamente se iban,
estaban entre los propuestos para irse. Si fuera por lo que sentíamos
los participantes de la marcha, efectivamente ése era sentimiento
que teníamos, pero nos referimos en forma más que
precisa al planteo que ya hiciéramos el 25 de julio del año
pasado: la renuncia del ministro, del que además decimos
"ministro banquero", es decir del ministro Bensión
y de su equipo.
EC - La renuncia del presidente de la República en principio
sonaba como un planteo excesivo. ¿Querían elecciones
anticipadas?
JC - Las valoraciones políticas las harán las fuerzas
políticas, el movimiento sindical levantó esa plataforma,
que fue la que sostuvimos. Objetivamente elaboramos una propuesta
alternativa, distinta desde el punto de vista económico,
que pasa por la reactivación del mercado interno. Ésa
no es la tónica del presidente de la República, no
solamente desde antes sino después de la marcha salió
a rechazar nuestras propuestas como alocadas y a sostener y defender
las suyas, por tanto hay un enfrentamiento en el plano político-económico
entre lo que sostenemos los trabajadores y lo que defiende el gobierno
del país.
EC - ¿Por eso el presidente tiene que irse?
JC - A nuestro juicio tiene que cambiar la política económica.
***
EC
- En seguida vamos a lo que yo definía como el contenido
del discurso, sobre todo a lo que viene a partir de la marcha, pero
hemos recibido un par de llamadas de oyentes que tienen que ver
con lo que tratábamos en la primera parte de este reportaje.
Un oyente, maestro, integrante del gremio y que participó
de la marcha, dice que no comparte las expresiones de Castillo y
señala que las tradiciones de D'Elía, Cuesta y Gatti
fueron violadas. "Mi absoluto repudio a las expresiones con
respecto al presidente, no compartir la política que lleva
adelante no implica faltarle el respeto".
Otro oyente pregunta si cuando se reúne con Batlle también
lo tutea y si además le hace señales obscenas como
las que usted hizo en el acto, cuando se refirió a los dedos,
"cuando la gente entró a Maldonado la gente entró
con los dedos en V, cuando se vaya hará así"
y alzó la mano con el dedo mayor extendido, agregando "y
que lo saque con peine fino".
JC - "Que se lo saque con peine fino" lo dije antes,
pero no importa.
EC - La foto suya con el dedo mayor extendido ha recorrido el mundo.
JC - Ha recorrido el mundo, es más que expresiva. En realidad
debe haber varios miles de uruguayos que no están de acuerdo
con mi discurso; me parece que habrá más o menos la
misma cantidad que deben estar de acuerdo. Vergüenza... a mí
me da vergüenza que 250.000 hombres y mujeres no tengan trabajo
en mi país, me da vergüenza que se nos vayan los jóvenes.
Eso sí me da vergüenza. Me da vergüenza que los
niños estén pidiendo en la calle, limpiando parabrisas
por un peso, eso me da vergüenza. El presidente de la República
es el responsable de que este país esté así,
de esta forma, con esas cosas que me dan vergüenza. Por tanto,
no estoy arrepentido de lo que dije.
EC - ¿No está arrepentido?
JC - No.
EC - ¿Piensa mantener ese estilo de discurso para el futuro?
JC - No, ya dijimos que no. Nosotros elaboramos un estilo de discurso,
un discurso según cada situación. En ese momento evaluamos
el estado de ánimo de las masas y decidimos que había
que hacer un discurso con esas características.
EC - Discurso que trató de esa manera a un presidente con
el que se habían reunido unas horas antes.
JC - Sí, exactamente. Él se reunió específicamente
para tratar de justificar por qué había sacado un
decreto para prohibirnos movilizarnos en una parte de nuestro país.
No nos había dado la entrevista cuando se la solicitamos
el 1º de noviembre, cuando le entregamos un documento para
discutir, a partir de la situación de Bella Unión,
la de toda la industria del país. O sea que para discutir
esos temas no ha tenido tiempo, pero para justificar por qué
había decretado que se recortaran las garantías individuales,
el límite a la democracia como le llamamos, para eso sí
se reunió con nosotros.
EC - ¿No quedó abierto un canal de diálogo
después de ese encuentro con el presidente de la República
y el Poder Ejecutivo?
JC - Eso fue lo que dijo textualmente el presidente: que quería
discutir con nosotros algunos aspectos del planteo económico
más adelante, pero dijo lo mismo antes de asumir y no cumplió.
EC - ¿Ustedes van a intentar ese camino? ¿En cuál
de las dos canchas está la pelota ahora?
JC - Para nosotros la pelota sigue estando en la cancha del presidente,
en discutir con el presidente. Será muy difícil convencer
al presidente de la República, quien a nuestro juicio continúa
en un estilo de soberbia, ironizando todas las propuestas que se
le hacen. Es el dueño de la verdad absoluta, ha quedado claramente
de manifiesto en estos días, aun después de la movilización
del 24 de enero. Nosotros vamos a insistir en elaborar propuestas
y movilizaciones con todos los sectores que están siendo
marginados por esta política económica, con todos
los sectores vinculados a la producción y al trabajo de este
país.
EC - Hablando de los comentarios del presidente después
de la marcha, una de las cosas que destacó es que en la caravana
y en los sectores de población que saludaron el paso de la
misma en todo su recorrido, solamente había visto banderas
de un partido político: del Frente Amplio. ¿Qué
dice usted de esto? De alguna manera con este comentario el presidente
está cuestionando la representatividad del PIT-CNT, ¿no?
JC - Lo hizo desde el arranque, desde que tomamos la decisión
de marchar él comenzó a referirse a nosotros como
si se refiriera a la fuerza política Frente Amplio, lo hizo
en todo momento. Lo que no salió a decir públicamente
es que cuando nos mandó un aviso a través del presidente
del Encuentro Progresista, Tabaré Vázquez, fuimos
a la entrevista y lo primero que le dijimos fue que el movimiento
sindical uruguayo, la clase obrera uruguaya no tiene interlocutores
políticos y que cada vez que él o cualquier integrante
del Poder Ejecutivo quiera entrevistarse con nosotros, dirigirse
o mandarnos decir algo puede hacerlo por los canales directos.
EC - Pero casualmente después ocurrió que las únicas
banderas que se vieron fueron las del Frente Amplio; ¿cómo
lo explica usted?
JC - En realidad al presidente de la República, como hombre
político del Partido Colorado, tendría que darle vergüenza
que sus partidarios no salgan a manifestar públicamente.
Desocupados y gente con hambre hay tanto blancos, colorados, nuevoespacistas
como frenteamplistas. Se vio banderas del Frente Amplio y de todos
los sindicatos, las que predominaron fueron las banderas uruguayas,
que fueron tomadas otra vez por el pueblo, pero también había
banderas argentinas.
EC - ¿Usted cree que efectivamente los blancos y los colorados
no manifiestan?
JC - Me parece que había muchos blancos y colorados en la
manifestación, ¡por favor! No portaban sus banderas,
pero el Partido Nacional y el Partido Colorado no se habían
adherido a la manifestación; el Frente Amplio lo había
hecho públicamente: convocaba a adherirse, porque era una
manifestación contra la política económica.
EC - A partir del éxito que tuvo la marcha, que es indudable
y superó las expectativas que ustedes mismos tenían...
JC - Superó ampliamente las expectativas; cuando la convocamos
y comenzamos a trabajar organizativamente, ya desde el arranque
comenzó el decreto, se comenzó a debatir, creo que
tanto la necesidad de manifestarse, de estar participando y la organización
del PIT-CNT confluyeron en ese alto grado de participación.
EC - Entonces, a partir de esa alta concurrencia, ¿de qué
manera se mueve ahora el PIT-CNT? Usted decía: "(...)
abrimos a partir de este instante nuevas formas de movilización
y nuevas negociaciones, nuevos diálogos con sectores de la
actividad nacional". Es un camino que el PIT-CNT ha ensayado
en distintas ocasiones, pero que no siempre ha fructificado; ¿concretamente
en qué están pensando ahora?, ¿cómo
hacen para ampliar el espectro de adhesiones, ese espectro que en
lo político sólo incluyó al Frente Amplio y
en lo social a las organizaciones más estrictamente ligadas
a los trabajadores? ¿Cómo creen que pueden hacer para
llegar a sectores empresariales, que son los que más les
interesan?
JC - Las propuestas que hemos levantado, que llevan como título
"Para
que el Uruguay real debata", son propuestas serias,
estudiadas, que recogen planteos, reivindicaciones y necesidades
de vastos sectores de nuestro país, y que tenían ese
cometido: lanzar una señal muy clara a todas aquellas gremiales
y organizaciones vinculadas a la producción, a la industria,
al trabajo, al comercio que estén de acuerdo en sentarse
a discutir con los trabajadores para elaborar propuestas alternativas.
A nuestro juicio, seguir cuestionando esta política económica
nos va a llevar a un callejón sin salida porque seguimos
pagando las crisis los que menos tenemos: los trabajadores y los
jubilados.
El último ajuste del gobierno continúa con el mismo
estilo: en el momento en que nosotros estamos levantando una plataforma,
haciendo una movilización y elaborando propuestas se convoca
a una conferencia de prensa para anunciar un nuevo ajuste fiscal
con aumento de las tarifas públicas... Vale decir que esto
ya ha entrado en una cuestión en la que la soberbia del gobierno
hace que no preste oídos a las demandas internas.
EC - En octubre del año pasado un grupo de gremiales empresariales,
a partir de una iniciativa que surgió del agro y abarcó
también al comercio, presentó un documento titulado
"No va más"; en ese momento el PIT-CNT no fue tenido
en cuenta. ¿Qué pasó?, ¿cómo
lo explica?, ¿de qué manera juega ese antecedente
en este nuevo esfuerzo que ustedes están emprendiendo?
JC - Fue un esfuerzo. Es cierto que no fuimos tenidos en cuenta,
no nos invitaron a participar. Pero nos entregaron el documento
y hablaron con nosotros. El movimiento sindical tiene derecho a
levantar su plataforma, a discutirla, a hacer una propuesta de movilización
y de paros que muy difícilmente se vincule directamente,
si no está rodeada de otras cuestiones, a los sectores más
directamente vinculados a las patronales, al mismo comercio. De
todas maneras el contenido de esos documentos -porque se continuó
elaborando, al punto de que hoy están participando 19 o 20
gremiales- es 80%, 90% compartido por nosotros, es más, muchos
compañeros dicen que es bastante similar a la plataforma
que emana del VII Congreso de la central.
EC - ¿Ustedes están en diálogo con esas gremiales?
JC - Estamos en contacto, con algunas de ellas hemos mantenido
reuniones. Esta semana se concreta otro tipo de reuniones. Algunas
pueden ser más públicas: nos hemos reunido con el
Sindicato Médico del Uruguay, con sectores del agro, con
las entidades gremiales agropecuarias, con el pequeño comercio,
y nos queda pendiente una serie de reuniones más que fueron
evaluadas por el Secretariado del PIT-CNT el día siguiente
a la marcha y la movilización. Creo que se estarán
concretando en el correr de la próxima semana, en los próximos
10 días, lo que hace pensar al movimiento sindical en tener
presente la posibilidad de estar participando juntos en alguna actividad
donde, además de elaborar una propuesta concreta que comprenda
a todos los sectores, el tema en cuestión siga siendo la
política que se está llevando adelante.
EC - Insisto en lo que le planteaba: usted ha mencionado las coincidencias
con documentos que vienen elaborando gremiales del agro y el comercio,
¿esas coincidencias van a terminar traduciéndose en
acciones conjuntas, en firma de documentos de acuerdo, en eventuales
paros nacionales, marchas, actos? ¿A qué van concretamente?
JC - Puede ser que termine de esa forma. Insisto: nosotros vamos
a un trabajo en materia de política de alianzas que nos permita,
por un lado, con los sectores más vinculados, con los que
venimos trabajando y elaborando propuestas, movilizándonos
juntos desde hace un tiempo, entre los que están organizaciones
sociales tales como el cooperativismo de vivienda, las organizaciones
de jubilados y pensionistas, la Federación de Estudiantes...
EC - Claro, pero ésas son organizaciones tradicionalmente
cercanas al PIT-CNT, no marcan un cambio, un avance en la búsqueda
de ese gran acuerdo cívico del que usted ha hablado.
JC - Yo hablaba de política de alianzas; con el otro sector,
con el que tenemos una política de relacionamiento que está
siendo más fluida en los últimos tiempos, la idea
es ver cómo aunamos esfuerzos, cómo elaboramos propuestas
en forma conjunta que no entren en contradicción entre nosotros,
que podamos presentar públicamente y a nuestro juicio por
las que tengamos que movilizarnos. Insisto: no creo que este gobierno
nos tenga en cuenta por la simple presentación de un documento.
EC - Ustedes tuvieron un choque muy fuerte con varias gremiales
empresariales vinculadas al turismo en las últimas semanas.
JC - Sí, pero es una contradicción de las propias
cámaras, no de los trabajadores. Ellas están viviendo
una situación trágica a partir de lo que fue el turismo
este año, que ya no revierte nadie. Le están pidiendo
medidas al gobierno, que el Estado les solucione algo... Por otro
lado creían, no sé, que prácticamente nosotros
nos íbamos a quedar a vivir en Punta del Este, que nos íbamos
a quedar a ocupar.
EC - El argumento era que una marcha que llegara hasta la punta
misma podía afectar la estabilidad, la tranquilidad, el clima
del balneario.
JC - ¿El caceroleo de los argentinos no molestó para
nada a las cámaras de turismo ni al presidente de la República?
Al otro día del intento de marcha de trabajadores uruguayos
hacia Punta del Este, en torno al cual se armó tanto alboroto,
hubo un caceroleo de los argentinos por las calles de Punta del
Este y parece que no hubiese pasado nada.
EC - Está bien, pero yo mencionaba el entredicho que ustedes
tuvieron con esas cámaras empresariales porque ustedes están
buscando alianzas con cámaras gremiales empresariales.
JC - Los dirigentes del PIT-CNT, no entramos en las provocaciones,
los insultos y los agravios por parte de varios antes de la marcha.
Recuerdo y tengo muy presentes -porque participamos en varios debates
públicos- al senador (colorado, Wilson) Sanabria, no directamente
-porque nos ponían hablando a uno primero y al otro después-
al intendente de Maldonado (Enrique Antía)... Nos dijeron
cosas muy duras, ésas sí agraviantes, y no entramos.
Después prácticamente lo único que podía
tener repercusiones, a favor o en contra, era el discurso de la
central, que no fue más que una respuesta a toda esa situación.
EC - Pero concretamente, ¿podemos estar ante una marcha
o un acto conjunto del PIT-CNT y... no sé, la Federación
Rural, la Mesa de Entidades Agropecuarias?
JC - De ante mano no lo estaría sacando como posibilidad,
no estoy diciendo que no, no la estoy augurando; estamos trabajando
hacia la necesidad de hacer una jornada cívica. Para nosotros
una jornada cívica no es la misma expresión de movilización
característica de los trabajadores y de las organizaciones
sociales que participan activamente acompañándonos,
sino una jornada cívica que tal vez podamos realizar entre
los meses de marzo y abril, que queremos que sea el resumen de estas
entrevistas, de estos contactos que estamos manteniendo con las
cámaras vinculadas a la producción, tanto del campo
como de la ciudad, y al comercio.
EC - Entonces la oposición a la política económica
que usted señalaba que se radicaliza o se endurece a partir
de la marcha a Punta del Este va a canalizarse por la vía
de documentos, acuerdos y movilizaciones, no de instancias en las
cuales se pueda efectivamente negociar, coincidir, presentar propuestas,
dialogar con quienes han elaborado la política económica.
JC - Se podría, sería uno de los mejores resultados
de una movilización, de una propuesta: que los gobernantes
responsables de dirigir el país pongan atención a
las demandas de los que somos más. Y somos más hoy
los excluidos, los marginados de la política económica.
En realidad habría que decir que el único sector que
no se enteró de que hay crisis es el financiero, el privilegiado
por las medidas económicas tanto en Uruguay como anteriormente
en Argentina. Si el gobierno, si los responsables de elaborar esta
política económica empezaran por lo menos a decir
que hubo una marcha a Punta del Este -que para ellos es una marchita-,
hubo un documento "No va más" de los empresarios,
protestas de los exportadores, protestas de la Cámara de
Industrias y se preguntaran si no se estarán equivocando...
Sería bueno un baño de humildad por parte de los gobernantes,
sentarse en una mesa y discutir qué podemos hacer y qué
estamos proponiendo, qué podemos hacer para empujar juntos
y revertir esta situación. El problema es que hay gobernantes
y gobernados y se están levantando voces de protesta de quienes,
utilizando el título, no bancan más una situación
que ya es muy difícil.
Esta mañana veníamos a trabajar tres o cuatro compañeros
desde la misma zona de Montevideo hacia el puerto y veíamos
un accidente que obstaculizó bastante el tránsito:
una bicicleta fue levantada por un auto en la carretera. El comentario
que hacíamos es que las bicicletas están inundando
todas las calles de la ciudad. La comparación inmediata que
se me ocurrió es pensar que un boleto sale $ 9,50 y las empresas
de servicio, de seguridad y los supermercados, que son los únicos
tres sectores que están generando puestos de trabajo en los
últimos tiempos, están pagando $ 20 la hora. Los uruguayos
gastan casi tres horas de su trabajo en un boleto de ida y vuelta
y dos o tres horas para poder comer; ¿por qué salen
a trabajar entonces?, ¿por deporte? Esa es la situación
que nuestro país no resiste más. No nos ponemos a
hablar de cada uno de los sectores porque otra gente nos dirá
que por lo menos tiene trabajo, porque hay gente muy conformista,
que se está muriendo de hambre, que no está bancando
más pero que sigue teniendo miedo y dice "no voy a Punta
del Este porque puede pasar algo, porque me pueden decir esto",
o "no me adhiero al paro porque me pueden echar". En realidad
muchas veces no sé si entre tener un trabajo y no tenerlo
no terminamos empatados...
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
Tras
la marcha, el Pit-Cnt busca acciones con otros sectores sociales
Entrevista con Juan Castillo (25.01.02)
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