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Cuáles
fueron las claves del mensaje de Bush
Con
un intenso año de mandato en sus espaldas, Geroge Bush (foto)
pronunció el tradicional discurso sobre el "Estado de
la Unión". Allí apuntó los lineamientos
de la política exterior estadounidense y mencionó
al "eje maligno", compuesto por Irak, Irán y Corea.
El corresponsal en Washington, Fernando López Alves, opinó
que Irak "es el primero en la lista" en cuanto a una posible
respuesta bélica. Respecto a América Latina, se puede
esperar un rol más activo de la primera potencia mundial.
EN PERSPECTIVA
Jueves 31.01.02, Hora 9.09.
EMILIANO COTELO:
El primer año de George Bush al frente del gobierno de Estados
Unidos fue muy intenso. Parece obvio por qué, basta una rápida
enumeración de hechos: los atentados del 11 de setiembre,
la guerra en Afganistán y su posible expansión, el
escándalo de Enron, etcétera. La lista podría
seguir.
Este martes Bush dio su primer
discurso sobre el Estado de la Unión. En ese discurso,
unánimemente catalogado como el del presidente de un país
en guerra, dijo, entre otras cosas, que Irak, Irán y Corea
del Norte conforman un "eje maligno".
Nos proponemos analizar este discurso, la reacción que ha
despertado dentro de Estados Unidos y en el resto del mundo y conocer
las perspectivas de la política exterior de la administración
Bush para América Latina.
Estamos en diálogo con Fernando López Alves, corresponsal
en Washington.
Fernando, ¿cuántas horas de diferencia tenemos ahora
con Washington?
FERNANDO LÓPEZ ALVES:
Ahora tenemos nada más que dos horas.
EC - ¿Cómo está el tiempo?
FLA - Hemos tenido una racha de suba de la temperatura, la nieve
se ha derretido, el hielo se ha ido, estamos completamente convencidos
de que el asunto de que el clima está subiendo de temperatura
a nivel del planeta es cierto. Hemos tenido un invierno un poco
frío al principio, pero ahora se ha mantenido en 6º
C, 7º C, lo cual es una temperatura muy alta para esta época
del año por aquí.
EC - Vamos al tema de nuestra convocatoria. Antes que nada una
pregunta general: ¿cómo lo viste a Bush en su discurso
sobre el Estado de la Unión? ¿Tú coincides
con la precisión de que fue el discurso del presidente de
un país en guerra?
FLA - El presidente tuvo un discurso con mucho énfasis en
el terrorismo, que trajo otra vez a colación. No fue tanto
el discurso del presidente de un país en guerra sino el discurso
de un presidente que le recuerda a su país que está
en guerra. Esa es una de las impresiones más destacadas que
el discurso tuvo aquí en los círculos de Washington,
fue un recordatorio constante de que estamos en guerra, de cuáles
son los posibles enemigos que tiene en la lista, fue un presidente
que también habló de la economía de una manera
un poco más pesimista de lo que realmente es -creo que los
indicadores económicos no coinciden plenamente con lo que
el presidente nos dijo en su discurso-, enganchó algunos
temas de política doméstica de una manera muy light,
muy liviana... En general fue un discurso bien hecho en el sentido
de que el presidente ha aprendido a dar discursos; no sé
si allí han tenido la misma impresión que aquí,
de que apareció con más aplomo, con más sabiduría,
más presidencial; se ha negado a usar la corbata roja en
esta ocasión, como se le recomendó -decidió
usar una corbata celeste-, cosa que no parece importante pero que
aquí en el círculo de Washington es muy importante
para marcar la diferencia entre el Bush del año pasado y
el actual. Esos son los puntos más importantes en cuanto
al discurso.
EC - Antes de pasar al tema central, al que ha tenido más
repercusión internacional y que utilizáramos para
titular esta entrevista, una pregunta sobre otro capítulo.
Tú decías recién que el presidente trató
de una forma bastante light algunos temas de la política
doméstica; te refieres, por ejemplo, al escándalo
Enron.
FLA - Sí, me refiero justamente al escándalo Enron.
Hay dos razones por las cuales ha sido así: una es que el
presidente no va a traer a colación el escándalo de
esa corporación que había dado a políticos
de su propio partido para poder tener un lobby más propicio
dentro de Washington; por otro lado Enron representa malas noticias
para la gran mayoría de los estadounidenses que creen que
no pueden confiar en estas corporaciones y que la compra y venta
de acciones no es un mercado confiable. El tema se esquivó.
EC - Directamente no lo mencionó, no figuró de manera
explícita. (*)
FLA - No, no figuró para nada. Figuró el tema de
las corporaciones en el sentido de que el gobierno va a ayudar a
una serie de corporaciones; hay que tener en cuenta que las corporaciones
emplean al 75% de la fuerza de trabajo de este país, son
el empleador más grande de Estados Unidos. Bush prometió
ayuda a estas corporaciones para poder seguir con el mismo nivel
de empleo o aumentarlo, al mismo tiempo que promete ayuda a los
desempleados. Promete cosas para los dos lados. Pero el asunto Enron
estuvo completamente ausente del discurso del presidente, lo cual
dio mucho para hablar a los medios en este país.
EC - Anunció mayores regulaciones en el funcionamiento de
ese tipo de compañías.
FLA - Sí, anunció regulaciones; hay un proyecto de
ley en el Congreso que se va a debatir no la semana que viene sino
la próxima; también hay medidas con respecto a las
auditorías, a las compañías que auditan a las
grandes corporaciones, hay cosas que van a cambiar. Ayer se descubrió
que 1000.000 de dólares más había pasado a
manos de políticos del Partido Republicano. Cuando uno mira
cuánto le tocó individualmente a cada político
ve que las cifras no son tan grandes como se podría pensar
desde el punto de vista de América Latina: U$S 10.000, U$S
7.000, U$S 20.000. Son grandes sumas, pero en comparación
de lo que podría haber sido en países como México,
Brasil y Argentina no son tan enormes. Lo que sí es enorme
es el hecho de que esta gente estaba recibiendo un pago por una
actividad que se supone no debería ser paga, ése es
el gran escándalo del día dentro del círculo
político más allegado al presidente.
EC - Pasemos a la política exterior, particularmente a la
afirmación del presidente Bush en cuanto a que Irak, Irán
y Corea del Norte conforman un eje maligno. ¿Cómo
se explica la inclusión de Corea del Norte, que seguramente
fue lo más inesperado del planteo?
FLA - Sí, fue lo más inesperado. Tres días
antes del discurso hubo un gran debate dentro del gabinete; la inclusión
de Corea del Norte fue un poquito más apresurada, se hizo
tres o cuatro días antes de discurso. Una de las razones
fue que no se quería poner la atención solamente en
países musulmanes, se quería salir un poco de allí;
se eliminó lo que era una alusión a países
africanos como Sudán y Namibia, que también estaban
en la lista del presidente. Se decidió incluir a Corea del
Norte no solamente porque ésta sí plantea un problema
en cuanto a tener armamento nuclear y saber que va a traficar su
venta a terroristas, pero también para no enfocar toda la
atención en países musulmanes, justamente en un momento
en que el presidente, como lo dijo en el discurso, se esforzó
por ser claro en cuanto a que su guerra no es contra el islamismo,
que no es contra los países musulmanes nada más, sino
que es contra el terrorismo. Una de las pruebas de esto es que el
primer ministro de Afganistán estaba allí presente
y se lo reconoció, hubo aplausos y demás. O sea que
la inclusión de Corea del Norte tiene no solamente el significado
concreto de avisarle a ese país que Estados Unidos lo está
mirando y observando, sino también el de decirles a los países
musulmanes que no son el único blanco de la política
exterior de esta administración.
EC - Paso a otro de los países que mencionó: Irán.
Supongo que también fue complicado para el presidente Bush
incluir a ese país en el eje maligno que mencionó,
porque Irán cooperó en las primeras etapas de la guerra
contra el terrorismo e incluso en las gestiones para la instalación
de un gobierno postalibán en Afganistán.
FLA - Sí. Irán fue incorporado por dos razones que
fueron tan debatidas como las que llevaron a la inclusión
de Corea del Norte en la lista. Una de las razones es una presión
muy grande por parte de Pakistán para poder delinear sus
relaciones con Irán; está claro que Pakistán
es el favorito de Estados Unidos y que Irán no está
en un lugar de tanto favoritismo. La segunda razón vino de
Rusia, también está canalizada a través de
India y es el conflicto por Cachemira; es una cuestión un
poco complicada, pero en el fondo fue un mensaje, fue como decir
que Irán ayudó al principio, que es un país
que tiene mucha potencialidad, pero se le advierte que puede estar
en la lista del eje. Hay que tener en cuenta una cosa un poco peligrosa:
una vez que uno dice en un discurso público como el del presidente
este tipo de cosas y hace una lista de países, la opinión
pública estadounidense espera que para el año que
viene, en el próximo discurso, cuando el presidente salga
a dar cuenta de lo que hizo en el año, dé cuenta de
qué hizo con estos tres países.
EC - Ahí viene la pregunta elemental: ¿qué
cabe esperar, a partir de la afirmación de Bush, en cuanto
a resultados prácticos, qué tipo de acciones pueden
venir?
FLA - Los consejeros están divididos en dos: por un lado
está Donald Rumsfeld, que está a cargo de la ofensiva
contra el terrorismo a nivel doméstico, del Pentágono;
y por otro lado está Collin Powell, el ministro de Defensa,
con quien Rumsfeld no se lleva nada bien, el que hace equilibrio
en el medio es el vicepresidente Cheney. ¿Qué se puede
esperar de esa combinación, junto con Condoleezza Rice, que
es la otra asesora del presidente en asuntos de defensa exterior?
Creo que se puede esperar una prioridad enfocada en Irak, para el
próximo mes tenemos que esperar una política muy agresiva
con respecto a Irak, habrá otras dos misiones de Estados
Unidos y de Naciones Unidas que tratarán de meterse y ver
si pueden hacer ahora la inspección aquella que nunca tuvo
lugar, habrá una serie de operaciones bajo cuerda en ese
país. Irak va a ser el primer target, el primer blanco de
la atención, sobre todo porque ahora se sospecha que gran
parte del ejército talibán que escapó de Afganistán
y Pakistán está en ese país.
EC - Leía declaraciones que formuló el portavoz oficial,
Ari Fleischer, ayer, descartando la inminencia de acciones militares
contra estos tres países, aclarando que el mensaje implícito
en el discurso de Bush no era que una operación militar pudiera
resultar inminente.
FLA - Estoy de acuerdo, pero decirles a los países "los
vamos a invadir" no es decirles "los estamos mirando,
los estamos observando, estamos siendo vigilantes"; es decirle
a Irak "vamos a tomar acciones concretas, acciones que no se
tomaron antes, y lo vamos a hacer rápidamente", en el
término de este año. Ése es el mensaje.
EC - Tú dices que ése es el mensaje sobre todo con
respecto a Irak; ¿y los otros dos países?
FLA - Creo que Irak es el primero en la lista y que con los otros
dos países se van a establecer lazos diplomáticos;
los países ya están pidiendo explicación de
por qué están en la lista. Irán dos enviados,
uno a Corea del Norte y otro a Irán. Esta semana, antes del
viernes, se va a decidir quiénes serán. Poner a esos
países en la lista fue provocar una pregunta por parte de
los mismos, se los pone en la lista para que pregunten por qué
y luego producir una respuesta. Creo que es parte del juego, se
los puso allí para que justamente pase lo que está
pasando y se abra un diálogo un poco más serio y un
poco más allá de la diplomacia rutinaria, un poco
más hacia ver cuáles son las posibilidades de que
pueda haber una confrontación militar entre Estados Unidos
y esos países. El mensaje no es, por supuesto, "vamos
a invadir militarmente", pero es "estamos mirando, tenemos
una lista de prioridades y vamos a seguirla, primero con una diplomacia
un poco pesada y si las cosas se ponen mal puede ser que haya una
acción militar".
***
EC - Después de un año de gestión, tanto a
partir del discurso de esta semana como de las últimas decisiones
que ha tomado el presidente de Estados Unidos, ¿qué
es lo que cabe esperar en cuanto a la política hacia América
Latina? ¿Cómo juega en particular la designación
de Otto Reich como subsecretario de Estado para asuntos hemisféricos?
FLA - Aquí hay dos o tres percepciones erróneas del
impacto que ha tenido el 11 de setiembre en la política de
la administración Bush hacia América Latina. Evidentemente
el interés del presidente en América Latina estaba
muy enfocado en México antes del 11 de setiembre, aquí
la figura más popular, el presidente más querido en
Washington antes del 11 de setiembre había sido Vicente Fox,
que había sido un paso adelante en el interés que
la administración Bush había puesto en América
Latina. Después del 11 de setiembre hubo algunos cambios,
no dramáticos pero cambios al fin.
La primera pregunta es si por la tensión que ahora Estados
Unidos debe poner en Oriente Medio y otras partes del mundo, América
Latina va a ser relegada casi a un papel irrelevante. La otra opción
es que Estados Unidos incluya a América Latina en la estrategia
mucho mayor, mucho más amplia contra el terrorismo global.
Sería el caso de Colombia, que hoy no está incluido
en la estrategia de antiterrorismo global. Cabe preguntarse si por
lo tanto América Latina tampoco será incluida en la
estrategia o si después del 11 de setiembre Estados Unidos
tiene una gran oportunidad de engancharse mucho más proactiva
y constructivamente en la agenda económica, política
y social de América Latina.
Creo que la realidad será un viaje entre las tres. Evidentemente
Estados Unidos considera que América Latina tiene que estar
dentro de la estrategia de combatir al terrorismo internacional.
Anteayer se votó nuevamente un incremento de la ayuda que
recibe Colombia para el combate a la guerrilla, ahora entendida
como acción terrorista.
El tema del fast-track, o sea la capacidad que tiene el presidente
para tomar decisiones para negociar acuerdos de comercio sin tener
que consultar al Congreso, que le fuera negado a Clinton, ha sido
obtenido por Bush por un margen muy pequeño -215 contra 214
votos-, entonces hay mucha esperanza de que el acuerdo de las Américas
se haga realidad, que el presidente pueda ir a convenciones, hablar
con presidentes latinoamericanos y tomar resoluciones que hasta
ahora han sido un poco marginales. Las últimas resoluciones
respecto del acuerdo de las Américas no fueron muy claras,
por ejemplo las condiciones especiales para importar productos latinoamericanos
a Estados Unidos, como textiles, azúcar, acero y frutas cítricas,
tuvieron tantas barreras y tantos impedimentos que se las vio más
bien como un movimiento hacia el proteccionismo que hacia un área
de libre comercio.
EC - ¿Qué significa la designación de Otto
Reich como secretario adjunto para asuntos hemisféricos?
Recordemos que Reich es un embajador de origen cubano, considerado
un duro, un hombre de acción. Durante el gobierno del presidente
Ronald Reagan estuvo a cargo de la Agencia Internacional para el
Desarrollo y de la Oficina de Diplomacia Pública para América
Latina y el Caribe del Departamento de Estado, desde la cual, con
la colaboración del coronel Oliver North, dirigió
una campaña ilegal de propaganda encubierta en Estados Unidos
para fomentar el apoyo tanto de miembros clave del Congreso como
de la prensa a la guerra que la contra libró en Nicaragua
contra el régimen sandinista.
FLA - Sí, ése es justamente el gran problema con
la designación de Otto Reich. Si hacemos un poquito de historia,
ese cargo estuvo acéfalo más de ocho meses, lo que
es absolutamente increíble cuando uno lo ve desde el punto
de vista de la importancia que tiene. Nadie se ponía de acuerdo
en cuanto a quién tenía que ser el hombre para ese
trabajo. Se designó a Otto Reich de forma temporaria, hay
que tener en cuenta que su designación dura hasta que dure
la cesión del Congreso que empieza ahora; cuando esta sesión
termine, en junio, habrá que renovar la designación.
Pero como tú decías, Reich es una persona muy controversial,
hay una resistencia enorme a que sea quien tome decisiones con respecto
a América Latina. No veo en esta designación mucha
cosa de que hablar, que comentar, porque Reich va a tomar las riendas,
ya las tomó, hay movimiento en el sentido de algunos de los
impedimentos administrativos, por ejemplo la acción de esta
comisión sobre América Latina, que estaba en el Departamento
del Tesoro, ahora se instaló en el Departamento de Estado
con la llegada de Reich... Son cosas buenas que van a agilizar esto,
pero Reich va a encontrar y está encontrando tantos obstáculos
en su administración, tanto obstáculos políticos
por parte de los demócratas y tantos obstáculos por
parte de los diplomáticos latinoamericanos que tienen que
lidiar con él, que creo que muere en este período,
que en junio va a tener que ser sustituido por otra persona. No
le veo demasiado futuro a esta designación en cuanto a que
pueda cambiar muchas cosas respecto a la política latinoamericana,
que debe ser mucho más y más efectiva. No se la ha
tenido hasta ahora, una de las vergüenzas de Washington en
cuanto a su política exterior es que no tiene política
para América Latina, es una política muy laxa, que
trata de favorecer la democracia, el libre cambio, que trata de
influenciar las decisiones del Fondo Monetario Internacional para
lo que sea que esté en el tapete en el momento. Su actitud
con Argentina ha sido muy de medias tintas... La designación
de Otto Reich trató de solucionar esto, pero creo que Bush
va a tener que buscar otra persona a partir de junio.
(*) "Los empleados que han trabajado arduamente y ahorrado
todas sus vidas no deberían tener que arriesgar perder todo
si su compañía quiebra. Por medio de normas más
estrictas de contabilidad y requisitos más estrictos de divulgación,
el mundo corporativo de Estados Unidos debe hacerse más responsable
hacia sus empleados y accionistas y estar sujeto a las más
altas normas de conducta." (Fragmento del discurso "El
estado de la Unión", del martes 29 de enero de 2002)
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
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