URUGUAY
SIN GRADO INVERSOR (1)
Porzecanski:
tras la "bofetada" de la región,
S&P señala las vulnerabilidades conocidas
Arturo Porzecanski, economista jefe para países emergentes
del ABN-AMRO Bank, en Nueva York, advirtió que el mercado
ya había rebajado de hecho la calificación de Uruguay.
Desde el default argentino, los bonos uruguayos se cotizan a una
tasa de 1 o 1,5% por encima de la anterior. "A menos que la
decisión de S&P produzca un círculo vicioso de
expectativas desfavorables, pudiera ser que las tasas de interés
no aumenten mucho más", estimó.
EN PERSPECTIVA
Viernes 15.02.02, Hora 7.40.
EMILIANO COTELO:
La calificadora internacional Standard
& Poor's (S&P) rebajó la calificación
de la deuda uruguaya en moneda nacional y extranjera, tanto a largo
como a corto plazo. Algo que se temía desde hace semanas,
ahora se concreta. De esta manera Uruguay pierde su grado de inversión
o "investment grade", con esta agencia. No se sabe todavía
qué pasará con las otras agencias calificadoras. Uruguay
había conseguido el investment grade en junio de 1997 y esto
le había permitido endeudarse a tasas significativamente
más bajas en comparación con los países de
la región. Con esta
decisión la calificación sobre el endeudamiento
en moneda nacional a largo plazo pasó de BBB+ a BBB-, y en
moneda extranjera pasó de BBB- a BB+, según la escala
que maneja esta agencia. Se agrega que en cuanto al endeudamiento
a corto plazo en pesos, la categorización pasó de
A2 a A3, mientras que en moneda extranjera pasó de A3 a B.
Según
declaró al diario El País, Lisa Schineller,
analista de S&P para la deuda uruguaya, la nueva calificación
refleja la estimación de que las medidas de ajuste fiscal
que negocia el gobierno con el Partido Nacional no alcanzarán
para equilibrar las cuentas públicas. Además dijo
que, en la medida en que se prevé una caída del Producto
Bruto Interno (PBI) de 2% para este año, el aumento de impuestos
y la creación de otros es algo contraproducente y puede profundizar
la recesión. Según dijo esta analista, "vemos
que el gobierno está trabajando duro, pero a nuestro juicio
el recorte planteado por la administración de Jorge Batlle
es muy similar a los que se plantearon en años anteriores,
que no llegaron a dar los resultados esperados". En particular
S&P es poco optimista en cuanto a los efectos que tendrá
lo que se planifica en materia de baja del gasto. Por otro lado
se critica la recurrencia a creación o aumento de impuestos.
Esta analista expresó que Uruguay tiene una estructura muy
rígida en sus gastos, dado que la enorme mayoría de
estos se aplica al pago de sueldos públicos y jubilaciones.
"Una posibilidad sería reducir los salarios del sector
público, aunque sabemos que es muy difícil de concretar"
dijo.
"Nos gustaría haber visto un ajuste estructural, que
fuera persistente en el mediano y largo plazo, además de
una respuesta más rápida por parte de las autoridades",
señaló.
En cuanto al impacto que esto tendrá sobre el endeudamiento
afirmó que "posiblemente aumente los costos de las emisiones.
Al mismo tiempo, los bonos seguramente desciendan en el corto plazo".
Schineller sostuvo que la perspectiva "negativa" de la
deuda pública implica que "existe la posibilidad de
que si el déficit fiscal no baja y si prosigue la presión
en el sistema financiero por la situación de los bancos Comercial
y Galicia (que afecta la imagen de Uruguay como refugio financiero),
se baje nuevamente la calificación".
El comunicado que divulgó ayer la calificadora indica que
la rebaja refleja la dificultad del gobierno en resolver significativamente
la debilidad fiscal y estructural del país.
"Estas debilidades han sido incrementadas por las mínimas
perspectivas de crecimiento, dada la inherente dependencia del Mercosur
y la fragilidad en el sector financiero", explica.
Además el comunicado sostiene que el déficit fiscal
del gobierno solamente "puede bajar marginalmente en el 2002
(a pesar de su intención de llevarlo a 2,5% del PBI, desde
el 4,5% en que se ubicó a fines del año pasado)".
El comunicado también considera que la depreciación
del peso, el aumento en el ritmo devaluatorio, aumentará
el costo del servicio de la deuda.
A juicio de S&P la debilidad estructural de Uruguay impide
al país sobreponerse a los severos shocks externos.
Vamos a averiguar cuáles son las repercusiones de este pronunciamiento
desde dos puntos de vista.
En primer lugar vamos a consultar a un representante de quienes
utilizan estos informes de las agencias calificadoras de riesgo
como insumo relevante en su toma de decisiones, me refiero a quienes
aconsejan a inversores dónde colocar su dinero.
El diálogo es con el doctor Arturo Porzecanski, economista
jefe para países emergentes del ABN-AMRO Bank, en Nueva York.
Porzecanski, ¿usted está de acuerdo con los argumentos,
con el análisis de S&P?
ARTURO PORZECANSKI:
Sí, el informe de S&P menciona las vulnerabilidades que
todos en nuestro corazón sabemos que existen en el caso uruguayo
y el hecho de que el país ha sido abofeteado por toda una
serie de circunstancias adversas, contra las cuales las autoridades
han reaccionado de una forma muy responsable. Lamentablemente las
fuerzas que se han movido en contra del país han sido muy
poderosas y, como se advierte allí, el déficit fiscal,
pese a los mayores esfuerzos realizados, aumentó mucho en
los años 2000 y 2001, por lo que estamos comenzando el año
2002 con la necesidad de minimizarlo nuevamente.
EC - ¿Qué peso cree usted que tuvo en la definición
de S&P la reciente crisis del sistema financiero uruguayo? Se
lo pregunto porque este factor aparece mencionado en el comunicado.
AP - Creo que las últimas noticias relacionadas a los bancos
Comercial y Galicia acabaron por colocar a Uruguay dentro del radar
de los preocupados. Si no hubieran ocurrido los últimos acontecimientos,
probablemente S&P no hubiera tomado la decisión que tomó
ayer. Claramente estamos todos operando bajo el supuesto de que
son casos aislados y de que el sistema financiero sigue muy sobrio,
pero no cabe duda de que lo ocurrido con las dos instituciones bancarias
puso al país en una situación que llamó la
atención sobre su vulnerabilidad frente a los acontecimientos
en la otra orilla del Río de la Plata.
EC - ¿Hay que esperar que las otras agencias calificadoras
de riesgo, Moody's y Fitch Ibca, hagan lo mismo que hizo ayer S&P
con Uruguay?
AP - En general las agencias de calificación tienden a moverse
de forma coincidente, aunque obviamente no coordinada porque compiten
entre sí. De las tres agencias principales, Moody's todavía
ni siquiera ha alertado oficialmente de que hay problemas cada vez
más serios. Mientras tanto la otra agencia, Fitch, ya tomó
la decisión que había tomado S&P hace unas semanas:
alertó que podía cambiar su calificación. Por
ende, si hubiera una secuencia lógica, lo más probable
es que la agencia Fitch también rebaje su calificación
en las próximas semanas. La gran pregunta es si Moody's seguirá
esta corriente o se conformará con un alerta, sin hacer la
rebaja.
EC - ¿Cuáles son las consecuencias inmediatas de
esta nueva situación para Uruguay?
AP - Parte de las consecuencias ya llegaron. Si vemos la cotización
de los bonos de la República Oriental del Uruguay en los
mercados internacionales, prácticamente desde principios
de año, es decir desde que las cosas se descontrolaron en
Argentina, han empezado a cotizarse con un descuento, como si hubieran
perdido el grado de inversión. Los mercados ya han dado su
veredicto: el país ya no es de grado de inversión.
Obviamente, los mercados tienden a ser más volátiles,
a reaccionar más rápidamente en una u otra dirección,
de manera que no es un fallo definitivo. Se diría que el
fácil acceso que el país tenía a tasas de interés
muy bajas en los mercados de capitales internacionales se ha comprometido
desde hace ya varias semanas, que los mercados ya han dado su veredicto.
EC - ¿Esta situación es inamovible? ¿Qué
debería hacer Uruguay para cambiarla?
AP - Hay dos tipos de elementos, algunos exógenos y otros
endógenos, que podrían hacer cambiar la situación.
Si los problemas en Argentina se resolvieran en los próximos
meses, si Brasil saliera adelante sin mayores consecuencias a pesar
de la incertidumbre política que vivirá en los próximos
meses, si la economía mundial reflotara, impactando favorablemente
sobre los precios de las materias primas y la demanda de los productos
que exporta Uruguay, la situación se podría revertir,
si no este año al menos el que viene.
Por otro lado, están los factores endógenos, la política
económica. En ese sentido el comunicado de S&P apunta
a los problemas que han ocurrido, en particular a las reformas estructurales
del país, que han sido mínimas en los últimos
años, tan difíciles, y claramente insuficientes para
paliar la situación de un vecindario tan difícil.
EC - ¿Cuáles serán las consecuencias prácticas,
en lo inmediato y en el corto y mediano plazo? ¿Qué
aumento de tasas hay que esperar?
AP - Como mencioné, los mercados ya han empezado a descontar
los bonos a una tasa que implica que Uruguay ya no tiene el grado
de inversión. Por ejemplo, bonos de mediano y largo plazo
ya se cotizan a una tasa de interés de 1%, 1,5% por encima
que antes de manera que a menos que la decisión de S&P
produzca a su vez un círculo vicioso de expectativas desfavorables,
pudiera ser que las tasas de interés o de los bonos no aumenten
mucho más.
Antía:
fomentar concesión de obra pública y, con devolución
de impuestos, mejorar competitividad.
Entrevista con el economista Fernando Antía
Lista
general de países calificados por Standard & Poor's
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
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