15.02.2002

 


URUGUAY SIN GRADO INVERSOR (2)

Antía: fomentar concesión de obra pública y, con devolución de impuestos, mejorar competitividad

Fernando Antía, coordinador del Area de Coyuntura Económica en el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, opinó que el impacto de la decisión de S&P estaría en un mayor esfuerzo fiscal para cumplir con los compromisos de deuda. No es esperable un nuevo aumento de tasas, vaticinó. "Quizás haya algún efecto de menor entidad sobre las tasas de interés del sector privado, pero no en lo doméstico sino en el caso de algunas empresas que accedían al financiamiento externo", explicó.

EN PERSPECTIVA
Viernes 15.02.02, Hora 8.01.


EMILIANO COTELO:
La calificadora Standard & Poor's (S&P) redujo ayer la nota de la deuda pública de largo plazo en moneda extranjera de Uruguay, desplazando a nuestro país del último escalón del grupo de países con grado inversor al primero entre las naciones con grado especulativo.

Vamos a una segunda óptica con el economista Fernando Antía, coordinador del Area de Coyuntura Económica en el Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económica de la Universidad de la República.

Antía, antes que nada un comentario rápido a propósito de la concreción del comunicado de S&P; había especulaciones, trascendidos, temores desde hace semanas, pero ahora es un hecho. ¿Usted esperaba que realmente ocurriera?

FERNANDO ANTÍA:
De alguna forma muchos analistas lo habíamos previsto. En setiembre, en el Informe de Coyuntura, advertimos que en la hipótesis de una devaluación en Argentina el país enfrentaría dificultades múltiples, entre ellas, quizás, la pérdida de la condición de investment grade. Luego lo reiteramos en el informe de diciembre.

EC - Usted lo relaciona directamente con la situación argentina.

FA - Sí, la situación del país era complicada antes. Venimos de una larga recesión, con una situación fiscal frágil, con déficit fiscal muy alto, sobre todo lo cual opera el nuevo escenario que plantea la situación argentina, creando dificultades en todos los terrenos: en el sector externo, en el plano fiscal, en el plano de la actividad económica y con coletazos en el sistema financiero.

EC - El doctor Porzecansky decía recién que seguramente el comunicado con la resolución de S&P se precipitó por los problemas de los bancos Comercial y Galicia en las últimas semanas.

FA - Es muy posible que sea así. Confieso que esperaba que esto sucediera dentro de algún tiempo, no tan tempranamente. Es muy posible que tenga que ver con las dificultades que plantean, de alguna forma como un efecto colateral de la crisis argentina, dos bancos privados, los dos más importantes del ranking. Situación que en el caso del Comercial ya estaría resuelta, pero que sin duda afectó la percepción de la estabilidad de la plaza financiera uruguaya.

EC - ¿Qué consecuencias imagina, a partir de este escenario, tanto para los papeles del Estado como para las necesidades de endeudamiento del sector privado?

FA - Coincido con Porzecansky en que en alguna medida los mercados se habían anticipado, el riesgo país subió algo más de 100 puntos en enero. Es posible que habiendo sucedido ese movimiento, quizás haya alguna suba adicional en la tasa de interés y el riesgo país de Uruguay, pero imaginamos que no muy pronunciada. De modo que habrá algún impacto. Pero antes de 1997, cuando el país tuvo acceso al grado inversor, había una situación bastante fluida en lo que hace al acceso al financiamiento por parte del sector público: colocando bonos, letras u otros instrumentos de deuda. Presumimos que esa situación, que ya entonces era privilegiada en el contexto regional, se va a mantener.

EC - En lo interno, ¿qué pasa con las empresas uruguayas que requieran financiamiento?

FA - El país todo pasa a ser visto como más riesgoso. Las empresas que obtenían financiamiento en el exterior conforman un grupo reducido, Uruguay no tiene empresas de grandes dimensiones capaces de acceder fluidamente al financiamiento externo, pero creemos que las que lo hacían, sea colocando obligaciones negociables o instrumentos con créditos externos, también tendrán algún efecto similar al que vivirá el sector público.

EC - ¿Cabe prever algún problema con las tasas en el sistema financiero nacional? ¿Habrá algún aumento en las tasas?

FA - En el plano doméstico no debiéramos esperar cambios, el aumento en las tasas ya se ha producido.

EC - Mis preguntas van sobre todo a saber cuáles son los efectos del pronunciamiento de una calificadora importante como S&P en la vida de la gente, si habrá consecuencias en la vida del uruguayo común y corriente que nos está escuchando en este momento.

FA - Llega como un impacto negativo a través del efecto que tiene sobre el encarecimiento del financiamiento del sector público, en la medida en que el Estado tendrá que pagar tasas algo más altas. Constituye un impacto negativo porque el esfuerzo fiscal para pagar esas tasas de interés va a ser mayor.

EC - Ese es el efecto que usted visualiza.

FA - Ese es el canal dominante, quizás haya algún efecto de menor entidad sobre las tasas de interés del sector privado, pero no en lo doméstico sino en el caso de algunas empresas que accedían al financiamiento externo.

EC - Entre los comentarios que ha formulado la analista de S&P, Lisa Schineller, señala que para recuperar el grado inversor Uruguay debe reducir fuertemente su deuda, que este año llegaría a ser el 60% del Producto Bruto Interno, y mejorar significativamente su situación fiscal, que el año pasado llegó a ser de más de 4% del PBI. El gobierno quiere bajar el déficit a 2,5% del producto, pero S&P no comparte la forma elegida para llevar adelante el ajuste. La calificadora cree que las medidas de recorte del gasto tendrán un efecto tenue y por otro lado no parece saludable introducir nuevos impuestos o aumentar los existentes en un contexto recesivo como el que vivimos.

A partir de ese planteo, ¿qué habría que hacer para recuperar el grado inversor? Por lo visto, desde esa óptica, el ajuste que el gobierno está encarando no sirve.

FA - S&P cree que no sirve. Muchos analistas creemos que el ajuste en buena medida va a encontrar dificultades por el lado de la actividad económica, que podrá evitará un alza mayor del déficit o incluso, si las cosas salieran bien, reducirlo levemente. Pero parece bastante improbable que en un cuadro recesivo como el que el país enfrenta pueda bajarlo sustancialmente. De alguna forma, lo que está revelando el juicio de S&P es esa visión, con la que en lo personal coincido. Creo que la posibilidad de tener una posición fiscal más holgada estará muy asociada a la recuperación de la actividad económica y que sólo entonces el país podrá volver a tener un desequilibrio mínimo, como el que tuvo en los años de expansión económica, hasta 1998.

EC - ¿Qué hay que hacer? ¿Hay que dejar de lado el ajuste que se está negociando, que no resulta convincente para esta calificadora y encarar otra forma de enfrentar la situación?

FA - Como consecuencia del cuadro que estamos describiendo el país se enfrenta necesariamente a algún tipo de apriete del cinturón en materia fiscal. Pero me parece improbable que como consecuencia de ese ajuste se alcance una situación equilibrada. Creo que el déficit va a subsistir, en un cuadro recesivo como el actual el propio gobierno plantea alcanzar un déficit de 2,5%. Ojalá se alcance un resultado de esa índole, es probable que a pesar de los esfuerzos realizados el déficit supere esa situación. El punto es que en una proyección pasiva, dado el impacto del nuevo cuadro regional sobre la actividad económica a través de múltiples mecanismos, quizás ese déficit hubiera subido significativamente; en ausencia de las medidas que se está manejando, u otras, el país iría, quizás, a una situación fiscal aun más complicada a un déficit mayor al del año pasado, de 4,5%.

EC - ¿Qué hay que agregar, en todo caso, al ajuste? Usted hablaba de la reactivación; ¿cómo se logra esa reactivación? El ministro Bensión rechazó la idea de políticas proactivas, ¿entonces?

FA - El gobierno está alentando las exportaciones. Todo el esfuerzo que está haciendo el presidente en materia de negociaciones económicas internacionales apunta a abrir mercados con la idea de que el sector exportador sea el que lidere una nueva fase de crecimiento, ya en parte estimulado por la mejora de la competitividad derivada de la modificación de la política cambiaria.

EC - ¿Hay que tomar otras medidas? Hoy un colega suyo, el economista Nelson Noya, dice en el diario El País: "Evidentemente se necesita tomar medidas para reactivar la economía, aunque en realidad hay poco margen. Para mí no hay otra alternativa que tener una política cambiaria más agresiva, quizás debiera deslizarse más rápido la banda de flotación".

FA - Es una opinión. Yo creo que el esfuerzo que el país debiera hacer tiene más que ver con usar la potencialidad que todavía tiene de tener una situación financiera y un acceso al financiamiento interno y externo holgado y a tasas que todavía son sensiblemente menores que las que enfrentan los países vecinos.

EC - ¿Qué quiere decir con eso? Endeudarse, ¿para qué?

FA - No que el Estado se endeude, sino que induzca a acciones al sector privado, a partir de la enorme capacidad que tiene para estimularlo.

EC - ¿En qué está pensando concretamente?

FA - Por ejemplo, en todo lo que es la línea de la concesión de obra pública, en la que tardíamente se pondrían en marcha este año algunas acciones de significación que presumo abren un campo de acción mucho más vasto, en la que el país podría capitalizar en términos de actividad económica y empleo esta ventaja que todavía tiene.

EC - O sea que un camino sería incentivar la concesión de obra pública, apretar el pie en ese acelerador.

FA - Creo que este camino complementa la preocupación por la dinamización de las exportaciones y da un mayor balance en términos de demanda externa y demanda interna.

EC - ¿Con eso alcanzaría?

FA - No.

EC - Además difícilmente las concesiones de obra pública se tramiten de manera rápida, ya estamos promediando febrero. ¿Qué habría que hacer para lograr efectos en este año 2002? ¿Subsidios, algún tipo de medidas de apoyo a la producción?

FA - No lo descarto, aunque tenemos una enorme recesión fiscal. Creo que hay dos terrenos, en lo que tiene que ver con el gasto público, en los que el Estado puede hacer cosas: uno es no reducir la inversión pública de la forma que se plantea en el ajuste fiscal, creemos el ajuste no debe ir por ahí; y el otro es lo que se pueda hacer para mejorar la posición competitiva de las empresas a través de instrumentos como la devolución de impuestos a las exportaciones, que son muy eficaces en la medida en que si bien significan un esfuerzo fiscal están asociados a realizaciones concretas en el campo de la exportación y la producción y sólo se pagan cuando hay efectivamente un aumento en las exportaciones. Es cierto que significan recursos, que hoy son muy escasos, pero me parece que de forma muy selectiva y con una austeridad muy pronunciada en otros terrenos, el país debiera privilegiar la inversión pública y el aliento a las exportaciones, así como los mecanismos de concesión de obra pública y otros que estimulen la actividad del sector privado, que es clave para recuperar la actividad económica y la solvencia fiscal.

Porzecanski: tras la "bofetada" de la región,
S&P señala las vulnerabilidades conocidas.
Entrevista con el economista Arturo Porzecanski.
Lista general de países calificados por Standard & Poor's

 

------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe






En perspectiva
l Dinámica Rural l Deportes l Página principal

Para escuchar la radio en vivo necesita el Real Player
Optimizado para Internet Explorer a 800x600
Copyright Espectador.com All Rights Reserved