Referéndum por Antel: las firmas exceden largamente el requisito
constitucional
La Comisión de Defensa del Patrimonio Nacional, promotora
de una consulta para derogar los artículos del Presupuesto
que reformaron la carta orgánica de Antel, entregó
684.000 firmas. Así superó las 598.000 que exige la
Constitución para habilitar una consulta popular.
Entrevista con Carmen Zurano, presidenta de Sutel.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 20.02.02, Hora 8.10.
EMILIANO COTELO:
684.000. Esta es la cantidad de firmas que la Comisión de
Defensa del Patrimonio Nacional informó que había
presentado ayer ante la Corte Electoral. De esa forma se dio el
primer paso con vistas a la realización de un referendo que
intenta derogar los artículos
612 y 613 de la ley de presupuesto. Las disposiciones
cuestionadas son las que, entre otras cosas, habilitan al Poder
Ejecutivo a vender el 40% del paquete accionario de Ancel, derogan
el monopolio ostentado por Antel en todos sus servicios, salvo la
telefonía básica, y permiten la asociación
de la empresa de telecomunicaciones del Estado con capitales privados.
Las firmas todavía deben ser verificadas, pero el total
de 684.000 sobrepasa casi en 100.000 el mínimo exigido por
la Constitución para habilitar una consulta popular.
¿Qué viene ahora? Vamos a conversarlo con Carmen
Zurano, presidenta del sindicato de Antel, Sutel.
Zurano, antes que nada, ¿se entregó todas las firmas
en el día de ayer?
CARMEN ZURANO:
No, en la fecha vamos a estar haciendo una entrega final, unas 6.000
más, porque el plazo vence legalmente hoy. Más allá
del intensísimo trabajo de los últimos días,
algunas ingresaron antes pero no tuvimos tiempo de procesarlas y
revisarlas adecuadamente. De modo que casi con seguridad estaremos
completando las 690.000 y sobre el mediodía o un poco más
tarde estaremos haciendo entrega del resto.
EC - ¿Qué balance hacen ustedes de la campaña
de recolección de firmas?
CZ - Muy positivo, realmente cumplimos el objetivo de esta primera
etapa. Fueron 10 meses de recolección que tuvieron sus altibajos.
Al principio hubo momentos de dificultad, sobre todo para organizarnos
y para alcanzar la cantidad necesaria de gente cubriendo todo el
país para poder llegar a la población. Es la primera
vez que se realiza un referéndum por esta vía, con
la nueva reglamentación, y es realmente una tarea ardua.
EC - Hasta fines del año pasado la campaña de recolección
iba muy lenta, incluso se llegó a dudar de su resultado final.
¿Cuántas firmas tenían a principios de diciembre,
por ejemplo?
CZ - En diciembre se levantó muchísimo, a partir
de noviembre comenzó un ritmo ascendente, en esos dos meses
se trabajó muy bien.
EC - Algunos analistas y también algunos dirigentes sindicales
y políticos entienden que la recolección de firmas
se vio favorecida por la crisis argentina.
CZ - Lo que sucede es que la crisis argentina generó en
la población, que la vivió tan de cerca en función
de las coberturas periodísticas, la reflexión en cuanto
a la crudeza de lo que estaba viviendo el pueblo hermano. Es un
país donde se había aplicado a fondo las privatizaciones.
La reflexión era prácticamente instantánea:
para que no nos pase lo que a ellos... Hubo incluso muchísimos
argentinos entre nosotros que participaban de la misma idea: "Ustedes
que pueden, hagan algo, no dejen que les vendan todo", nos
decían. Pero ésa no fue la llave que dio vuelta la
campaña, aunque sí generó una ola relativamente
importante en cuanto a la mayor facilidad en las adhesiones.
EC - O sea que influyó, pero usted dice que no fue "la
llave" que dio vuelta la campaña. ¿Cuál
fue esa llave?
CZ - Hubo varias, pero la población en general desde el
comienzo siempre tuvo una muy buena aceptación. La dificultad
no estaba en que la gente no quisiera firmar, no entendiera el tema
o rechazara el recurso, el problema estaba en nosotros. Hay que
recordar que tuvimos que hacer una campaña casi sin recursos.
La difusión se fue logrando a través del tiempo, es
decir que nuestros brazos eran para todo: para recolectar las firmas
y simultáneamente para hacer finanzas, para con ellas poder
hacer algún mínimo de propaganda que obviamente se
necesitaba para que la gente supiera de qué le estábamos
hablando y por qué íbamos a ir a buscar su firma.
EC - ¿Qué espera que ocurra ahora en la verificación
de las firmas? ¿Ustedes han tomado precauciones para asegurarse
de que no hay una proporción importante de firmas inválidas?
CZ - Sí, hemos tomado precauciones para que no haya un porcentaje
importante de firmas inválidas. Probablemente haya algunas,
pero vamos a estar entregando por lo menos 90.000 por encima de
las necesarias. No sabemos cuál será exactamente el
cierre del padrón al momento de la entrega, eso lo definirá
la Corte que seguramente en el día de hoy indicará
un cierre ficto. Por ahora nos manejamos con una cifra de 598.000
y no pensamos que vaya mucho más allá de 600.000,
porque nuestro padrón no tiene una fluctuación tan
importante en un par de meses. De modo que creemos que los descartes
-que los va a haber, es bastante obvio que sería muy difícil
que hayamos hecho todo tan perfectamente, aunque intentamos la mayor
rigurosidad en la recolección- no van a afectar el recurso
en sí, no van a impedir alcanzar el porcentaje.
EC - La Corte Electoral tiene 150 días para expedirse.
CZ - Exactamente, 150 días hábiles.
EC - Por un lado hay que verificar si la cantidad de firmas es
suficiente de acuerdo al mínimo requerido por la Constitución,
pero por otro está pendiente la discusión a propósito
de si este recurso de referéndum es pertinente.
CZ - Sí, simultáneamente la Corte -que según
tenemos entendido se reunirá en el día de hoy- definirá
las dos tareas. De acuerdo a la reglamentación que rige,
se forma una comisión que se encargará de estudiar
la procedencia del recurso, que no tiene, dentro de esos 150 días
hábiles, un plazo específico menor establecido para
expedirse. Todo parece indicar que no utilizará el plazo
máximo, o sea que tendrá que hacer sus análisis
y sacar sus conclusiones, pero en un plazo muchísimo menor
a aquel en que tendrá que dar la respuesta. Para el resto
de la tarea, que se va haciendo simultáneamente -cotejar
las papeletas-, seguramente tendrá que usarse el plazo en
su totalidad.
EC - ¿Qué pasa si la Corte considera que no es pertinente
el recurso de referéndum debido a que las disposiciones cuestionadas
están en la ley de presupuesto, que es de iniciativa privativa
del Poder Ejecutivo, cuando para ese tipo de iniciativas la Constitución
aclara que no vale el referéndum?
CZ - No tenemos definido qué actitud vamos a tomar, qué
acciones vamos a llevar adelante. Sin duda hay varias cosas que
están un poco en la tapa del libro. En primer lugar consideramos
bastante difícil, más allá de que incluso algunos
integrantes de la Corte han expresado algunas dudas al respecto.
Desde el punto de vista legal todo tiene una lectura y otra, porque
dijimos muy claramente desde el comienzo de la discusión
de estos artículos que lo que no se debió haber hecho
nunca fue incluirlos en el presupuesto, ya que expresamente la Constitución
indica cuáles son las materias que deben contener este tipo
de leyes, y nada tienen que ver los dos artículos impugnados
con esa materia es estrictamente presupuestal. Esa es una de las
razones por las cuales no deberían estar incluidos. Utilizar
desde el poder político esta especie de "trampa"
de incluirlos en la ley de presupuesto para después argumentar
como si se tratara de una ley de presupuesto normal, cuyos artículos
no se pueden plebiscitar, parecería ser un procedimiento
no demasiado adecuado ni democrático. Por lo tanto pensamos
que la Corte no se guiará sólo por argumentos legales
desde una óptica, porque también están los
otros, que también son legales: esos artículos jamás
debieron haberse incluido en una ley de este tipo. En el fondo de
todo esto están las 690.000 voluntades que están reclamando
una consulta popular. Creo que eso también debe ser considerado
y merecidamente evaluado.
EC - ¿Qué pasó con la presentación
de un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte?
CZ - No se ha efectuado todavía, lo estamos manejando como
otra posibilidad.
EC - ¿Sería un recurso a utilizar en caso de que
la Corte fallara negativamente a la pretensión de un referendo?
CZ - Podría ser. Como sindicato lo tenemos definido, pero
habrá que evaluar, en caso de presentarlo, cuál es
el momento apropiado. No tendría demasiado sentido presentarlo
si vamos a ir a un referendo, en ese caso dejaremos que las urnas
sean las que definan si se derogan los artículos, el recurso
ya no tendría razón de ser.
EC - ¿Qué es lo que ustedes impugnarían por
inconstitucional?
CZ - Son varias cosas. Como decía antes, hay inconstitucionalidad
en haber incluido en una ley de presupuesto aspectos no estrictamente
presupuestales. Nuestra Carta Magna indica incluso que las disposiciones
del presupuesto no pueden superar, en su vigencia, el período
de gobierno del que se trate, cosa que ocurre con esto, es clarísimo.
Las leyes de presupuesto rigen durante los cinco años de
mandato del gobierno al que corresponde el presupuesto que se aprueba
en el Parlamento. Esta no es la situación de los artículos
612 y 613.
Además, tratándose del patrimonio de los entes hay
artículos específicos en la Constitución que
requieren determinadas mayorías que no fueron las que se
tomó en cuenta en el Parlamento. Ese aspecto fue expresado
formalmente en la discusión en una de las cámaras;
en la primera de las cámaras la ley se aprobó con
serias dudas y al borde del plazo constitucional, la población
recordará también que se aprobó muchísimos
artículos de golpe, en una votación muy rápida
por zonas temáticas, y en la otra cámara se suscitaron
algunas dudas en cuanto a que las mayorías especiales no
habían sido tenidas en cuenta. Todo eso quedó para
resolver después y no se resolvió.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Mauricio Erramuspe
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