Antía: proyecto del gobierno para la salud no reconoce el esfuerzo privado
Si bien apoyó la ley de descentralización de ASSE, el Partido Nacional discrepa con el Sistema Nacional Integrado de Salud que propone el gobierno. Según el senador Enrique Antía, "este tema va a tener en los próximos meses un gran impacto. Hay nuevos impuestos, nuevos impuestos sobre los sueldos, hay sectores de la atención privada a la salud que son básicos, como las emergencias, que van a tender a desaparecer".
(Emitido a las 7.50)
EMILIANO COTELO:
¿Cómo se observa desde el Partido Nacional (PN) este paso que se acaba de dar?
Estamos con el senador Enrique Antía.
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Senador Antía, ustedes también votaron a favor de este proyecto ayer.
ENRIQUE ANTÍA:
Sí, votamos a favor de este proyecto, que no fue el que vino del Poder Ejecutivo, vamos a aclarar esto en primera instancia. En diciembre cuando vino era un proyecto completamente distinto, con un montón de irregularidades, ilegalidades e inconstitucionalidades que en la Comisión del Senado se cambió radicalmente.
Hubo opiniones de juristas, de especialistas, del doctor Delpiazzo, del doctor Gonzalo Aguirre, que fueron contundentes y obligaron a cambiar el proyecto. Incluso el proyecto venía solo con la firma de la ministra de Salud Pública, no participaba el Ejecutivo, tenía claroscuros por donde se lo mirara. Pero no podemos dejar de compartir la idea de descentralizar la gestión de ASSE y administrar mejor los hospitales públicos, en eso el PN siempre estuvo de acuerdo.
EC - Pese a que, según entiendo, ustedes no comparten la idea del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) tal cual se lo está formulando.
EA - Son dos cosas distintas. Por supuesto que compartimos la necesidad de un sistema nacional de salud, pero discrepamos rotundamente en algunos puntos de este sistema que presentó el gobierno. Para no entreverar los cables, lo que se votó ayer, que fue la ley de ASSE, el PN la apoyó en la instancia del Senado y en la instancia de Diputados, difiriendo solo en un par de artículos que tienen que ver con la constitución, con la formación, y con las características que tenían que tener los integrantes del sistema de salud, de los que ocupan la dirección de ASSE. El proyecto que vino del Poder Ejecutivo, y que fue totalmente transformado en el Senado, ya había sido votado por el PN y por los diputados en Cámara de Representantes, donde se le incluyó otra serie de elementos que también fueron respaldados ayer por el PN.
EC - Con la idea de ASSE transformada en un servicio descentralizado ustedes están totalmente de acuerdo.
EA - Estamos de acuerdo, hace diez o doce años ASSE era un servicio desconcentrado que tenía tres directores, un director y dos subdirectores, y hoy pasa a tener cinco directores de los cuales tres son del Poder Ejecutivo y dos serán nombrados por usuarios y trabajadores, no sabemos cómo ni cuándo, hay un plazo para eso. Ese es el punto que nos diferencia. Sí estamos de acuerdo en que haya consejos locales y consejos honorarios locales de apoyo en el área de la salud. Quienes vivimos en el interior tenemos muy buenas experiencias de trabajo coordinado con los hospitales locales y sabemos lo que significa un hospital para la comunidad, sobre todo cuando coordina con las instituciones del sector público y del sector privado. Es una gran apuesta, el partido siempre estuvo de acuerdo en que la salud pública a nivel nacional fuera lo más eficiente, llegara a la mayor cantidad de gente, atendiera lo mejor posible a todos quienes llegaran ahí. Y se atiende a todos los que llegan, no queda nadie sin atender, con las privaciones y dificultades que hay hoy en día.
EC - Esta ASSE transformada en un servicio descentralizado termina siendo una institución más del esquema que se compone, por otro lado, por instituciones privadas. De hecho, va a estar compitiendo con las instituciones privadas. ¿Cómo ven ese escenario?
EA - Ahí empieza a haber algunas dificultades. Hay instituciones de ASSE, hospitales de ASSE que no están suficientemente equipadas como para competir en este nuevo contexto. Ahí habríamos pretendido, pero no fue el criterio del gobierno, generar primero toda una potenciación del hospital público, un mejor funcionamiento del hospital público dentro de este esquema de ASSE, para después iniciar el proceso de integrarse al SNIS. Porque ahora, si le damos a elegir a la gente entre ir a un hospital público o a una mutualista, todos van a querer ir al Británico, a la mutualista de su departamento, porque está mejor equipada, porque resuelve mejor las cosas, porque hay una mejor eficiencia. El Estado no está en condiciones de competir, en ese sentido hay una discrepancia con los tiempos.
De todas maneras, en el SNIS hay otras discrepancias mayores. Esto se va a votar en la primera quincena de agosto, tenemos una gran discrepancia en el fondo del asunto porque percibimos que el proyecto del Poder Ejecutivo parte de un análisis equivocado de la realidad de salud del país, que le hace cometer errores.
EC - ¿Cuál es el análisis equivocado?
EA - Parte de que estamos a fojas cero, no valora lo que ha significado el desarrollo de todo el sector mutual del país, lo que ha aportado todo el sector privado a la salud en Uruguay, sobre todo en el interior, donde se notan avances significativos en atención al público, en instrumentos, en metodología, en técnicas, en los últimos 20 años. Nos da la sensación (tenemos la casi certeza) de que este mecanismo va a emparejar hacia abajo la calidad de salud, con el gran riesgo de que el mutualismo a nivel nacional sufra un golpe decisivo. No va a ser parejo para todas las instituciones, capaz que a unas les sirve más que a otras, pero el Estado se mete a tomar decisiones y arma un cuello de botella con una Junta Nacional de Salud que tiene superpoderes y que decide todo, no solo a quién le paga y a quién le deja de pagar, sino quién puede importar un aparato y qué tipo de aparato puede importar y quién puede remodelar un local y cómo lo puede hacer, todo tiene que pasar por ese cuello de botella que es la superpoderosa Junta de Salud que va a administrar un fondo inmenso, que le va a bajar al sector privado el incentivo de la competencia, de la inversión, de ir para adelante, de la mejor administración.
Este tema va a tener en los próximos meses un gran impacto. Hay nuevos impuestos, nuevos impuestos sobre los sueldos, hay sectores de la atención privada a la salud que son básicos, que surgieron solos, como las emergencias, que van a tender a desaparecer. Algunas mutualistas han dicho "si sale esto yo le entrego la llave a Olesker, que la administre él, porque esto mata el esfuerzo de 25 o 30 años". Va a haber toda una gran discusión en ese sentido, el gobierno equivoca el camino y el método al generar un gran aparato central, poderoso, del Estado que administra todo lo que hasta ahora ha sido progreso en función del desarrollo, de la voluntad, de la imaginación, del empuje, del riesgo del sector privado mutual que todos los uruguayos quieren.
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Edición: Mauricio Erramuspe