Rubio: No tengo miedo de perder la elección
Para el director de la OPP, Enrique Rubio, el balotaje es malo porque "no introdujo nada" en cuanto a la gobernabilidad. Por eso propone derogarlo, además de juntar las elecciones nacionales y municipales permitiendo el voto cruzado. "Dicen que tenemos miedo de perder; yo no tengo miedo", afirmó. El entrecruce de las reformas en marcha, dijo, "va a tener una aceptación tan importante que dará una mayoría electoral nítida", dijo.
(Emitido a las 8.56)
EMILIANO COTELO:
Diez años después de la última reforma constitucional, ¿es necesario introducir nuevos cambios en la Carta Magna?
El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Enrique Rubio, entiende que sí, y el jueves pasado sorprendió a todos con una propuesta que pretende sea discutida por el Frente Amplio (FA) en su congreso de diciembre.
El planteo, que incluye la eliminación del balotaje, armó un gran revuelo. Los dirigentes de la oposición lo vieron como la prueba de que el FA no siente seguro su triunfo en 2009, y en el oficialismo las reacciones fueron variadas, desde el apoyo, pasando por la frialdad y llegando al rechazo.
Ayer de mañana, tras la reunión del Consejo de Ministros se aclaró que este asunto no figura en la agenda del gobierno. Y por la noche Rubio presentó su documento en la mesa de su sector, la Vertiente Artiguista (VA), que decidió impulsar un debate sobre este tema dentro del Frente.
¿Por qué una reforma constitucional ahora? ¿Qué posibilidades tiene este borrador?
Vamos a preguntárselo al propio profesor Enrique Rubio, con quien vamos a conversar en los próximos minutos.
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Profesor Rubio, la pregunta que se hace mucha gente desde el jueves: ¿por qué aparece usted con este tema? ¿Lo hace como director de la OPP o como dirigente de la VA?
ENRIQUE RUBIO:
Lo hago como dirigente político, más allá de la situación en la OPP e incluso de la VA, con la cual recién anoche hicimos un intercambio. Llegué a la conclusión de que era necesario comenzar a agendar en mi fuerza política, el FA, para que sea estudiada en un ámbito programático y posiblemente también en la Fundación Liber Seregni, la cuestión de la reforma constitucional, para que sea considerada con buenos y sólidos fundamentos en el curso del año 2008.
EC - Es una propuesta para el congreso del FA, pero no en su edición de este año sino en la del año que viene.
ER - Por eso le planteé al presidente de la fuerza política, Brovetto (que estuvo de acuerdo), que el ámbito más adecuado era la Comisión de Programa, no las comisiones que preparan el congreso de este año, las de balance y perspectivas del gobierno y de la fuerza política.
EC - Ya vamos a volver sobre el fondo de su propuesta, pero a propósito de por qué usted, dos o tres matices más. Ha estado corriendo la interpretación de que Rubio genera este hecho político para terminar de ponerse en carrera como posible candidato presidencial del FA.
ER - Eso es excesivo, hay la libertad de hacer las especulaciones que se quiera, pero yo llegué a esta conclusión. Estas posturas no pueden sorprender, vengo exponiéndolas y debatiendo desde el año 95.
EC - Pero a usted se lo esperaba en estas últimas semanas, en estos meses, con ideas, proyectos de la OPP, donde acaba de asumir.
ER - Sí, y tengo muchas más en la OPP, muchas han sido expuestas y otras se van a exponer.
EC - ¿Por qué distrae esfuerzos y tiempo en un tema que en principio no es de la OPP?
ER - Porque muchos de los que integramos el Ejecutivo estamos jugando dos roles al mismo tiempo, ha sido así desde el principio, el rol de miembros del Ejecutivo y el rol de dirigentes de sectores y de fuerzas políticas, y más que de fuerzas de corrientes dentro del FA. La fuerza política debe irse haciendo la idea de cosas, y esta es la mejor manera de acompasar al gobierno. Algunas cosas tienen unos tiempos, otras tienen otros, pero jugamos esos dos roles. Si no, vea lo que hace Mujica, lo que hacen otros dirigentes, esto es tomado como natural. Dije desde el primer momento, en dos medios de comunicación, que esto iba dirigido a la fuerza política, no al gobierno. A nadie se le ocurre que el Consejo de Ministros pueda considerar este asunto.
EC - El presidente Tabaré Vázquez, ¿le hizo saber alguna opinión después de haber leído y escuchado su planteo?
ER - No, ninguna opinión.
EC - ¿No lo charló con él?
ER - No, no discutí este asunto de la reforma constitucional con el doctor Tabaré Vázquez. Es una conclusión personal a la que llegué, hay que comenzar a agendar la cuestión de fondo, tanto en mi sector político como en el conjunto de la fuerza política, para que esto tenga actualidad en el curso del año que viene. Si las cosas no se introducen, si no se corre la frontera, si no se tiene la audacia de plantear nuevos temas, no terminan nunca de instalarse o se instalan de maneras inconvenientes y sin estudio previo. Voy a enviar una carta, todavía no el documento de fondo.
EC - ¿Hay un documento? No hemos podido acceder a él.
ER - No, porque no está pronto todavía. Lo he pensado de esta manera: primero una nota en la que planteo estas cosas en general pero brevemente, y después expondré, si me habilitan, en la Comisión de Programa o en otro lugar por qué creo que hay que comenzar a estudiar este tipo de cuestiones en la fuerza política. Esta es la idea, hasta ahí va, no compromete al gobierno, no compromete al sector político que integro, que recién empezó a considerar estas cuestiones en términos generales. Me compromete exclusivamente a mí, corro con los riesgos que significa asumir posturas con mucha convicción. Tengo muy fuertes convicciones en estas cuestiones, el sistema diseñado en 1996 tiene serios problemas. Tuvo también grandes avances, como las internas. Además no hay que limitarse a lo electoral, hay que pensar el aspecto institucional como parte de una cuestión programática hacia un próximo gobierno que incluya otras cosas. Por ejemplo, debe ser revisada la inserción institucional del sistema judicial, hay que buscarles otro formato a las fiscalías.
EC - ¿A qué se refiere?
ER - Desconcentrado o autónomo.
EC - No dependiente del Ministerio de Educación y Cultura.
ER - No dependiente. He llegado a esa conclusión, incluso he tenido algún intercambio con fiscales sobre esto. Deberían ser jerarquizadas institucionalmente y con una inserción distinta.
EC - ¿Para qué? ¿Para una mayor independencia en el trabajo de los fiscales?
ER - Para darle, como tiene en otros países, mayor jerarquía. Y, segundo, todo el tema de los organismos de contralor, que está mal resuelto, pésimamente resuelto.
EC - La Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas.
ER - Sí. Hace años que escucho los lamentos de los ministros de la Corte, que envían 20.000 mensajes por año al Parlamento y quedan en nada. Estamos empantanados desde el año 95 con los mismos ministros, incluso con molestias de varios de ellos, es un problema que termina afectando a las personas y no tenemos capacidad para resolverlo, tenemos bloqueos institucionales. Se plantea que no tenemos mayorías especiales para esto; habrá que pensar cómo se resuelve. El gobierno planteó la posibilidad de instalar autoridades locales en todo el país, lo que llamamos municipios; en la sustancia podemos no estar en desacuerdo los partidos, pero en el tema constitucional estamos en desacuerdo. El Partido Nacional, me lo ha transmitido: tiene cinco constitucionalistas (que nombró, figuras muy notorias de este país) que opinan que no se puede hacer esto si no es con iniciativa de los intendentes. Si pasa por la iniciativa de los intendentes no va a haber autoridades locales en todo el país, en forma extendida. Ninguna cosa que requiera mayoría especial sale, el voto epistolar es una cuestión democrática básica que tenemos que resolver por la vía constitucional. Nunca se va a hacer una ley que diga que con dos tercios se puede instalar la candidatura única a intendente, si la Constitución o un plebiscito no lo determinan.
EC - Ahí está el punto, usted habla de un sistema democrático bloqueado.
ER - Que tiene algunos bloqueos.
EC - En algunas declaraciones suyas aparecía planteado de otra forma, "esta propuesta de reforma constitucional apunta a desbloquear a nuestro sistema democrático". Ahora se concentra en algunos problemas.
ER - En algunos, porque en realidad estamos haciendo grandes reformas y grandes transformaciones.
EC - Se detiene en algunos asuntos que están bloqueados porque según la Constitución requieren mayorías especiales que no se logran. Entonces, ¿la solución es cambiar la Constitución o que los partidos políticos uruguayos aprendan a dialogar y negociar de otra manera?
ER - Llevamos dos años y medio en esta tentativa.
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EC - Usted decía que su propuesta de reforma constitucional procura desbloquear una serie de asuntos que no ha habido manera de resolver en los últimos tiempos.
ER - No solo eso, propone desbloquear algunas cosas, porque parecería que se agotaron todos los tiempos, estamos a mitad del mandato y no hemos logrado esto, aun cuando hemos flexibilizado enormemente las propuestas sobre la Corte y el Tribunal de Cuentas. Son temas institucionales muy delicados.
Hay un tema democrático fuerte. Por ejemplo, ¿no hay que introducir el plebiscito consultivo? No sabemos qué piensa la gente sobre una cosa, se debate en el Parlamento, tenemos que guiarnos por encuestas. ¿No tiene que haber, con una exigencia alta en el umbral de entrada, por ejemplo con la firma de 10% de los habilitados para votar, que la gente se exprese como en tantos países democráticos en el mundo? ¿No hay que considerar que el país no resiste el calendario electoral que se creó con la reforma? Cuatro eventos electorales de corrido, que son dos años, porque no me digan que esto se hace en un año calendario, son dos años de campaña cada cinco, no resultan. Es un enorme costo en términos no solo materiales, de dinero y demás, sino un enorme costo de desgaste para gobernar y para los partidos. Y para la opinión pública, que termina harta y saturada de mensajes. A fin del año que viene va a comenzar la campaña y va a terminar a mediados de 2010 con la instalación de los intendentes. Es un error, hay que ir a un sistema mucho más simplificado.
Sé que hay opiniones distintas en el FA, en la propia VA puede haberlas, y en otros sectores, pero son problemas de ciudadanía que uno discute y en algún momento encuentra ingenierías que resultan más convincentes o mayoritarias. Creo que hay madurez en Uruguay para que en el mismo acto, en noviembre o en octubre, en hoja separada, por voto cruzado, se elijan un candidato a presidente, los miembros del Parlamento, un candidato a intendente y ediles. Que no sé si tendrían que ser tan numerosos como son en todas las poblaciones del país, dicho sea de paso. Hay departamentos en que los propios intendentes y los propios ediles entienden que 31 es un poco exagerado. Pero ese es un tema más pequeño.
EC - Usted ha ido enumerando varios de los puntos que según anticipa estarán incluidos en ese borrador, en ese anteproyecto de reforma constitucional que impulsa.
Vamos a detenernos en algunos. El primero de los que mencionó es un nuevo procedimiento para designar a los integrantes de la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas, sortear la mayoría especial que hoy se requiere según la Constitución y que no es posible alcanzar, como muestra la experiencia.
ER - Desde el año 95 estamos con los mismos miembros en la Corte Electoral y el Tribunal de Cuentas.
EC - ¿Qué propone para ese problema?
ER - No he llegado a una propuesta definitiva, pero puede ser escalonar en el tiempo las mayorías, se espera seis meses y después la mayoría puede bajar; puede ser que intervengan otros actores. En el caso del Tribunal de Cuentas quizás pueda intervenir una esfera técnica, del sistema académico, por ejemplo. Para la Corte Electoral quizás pueda intervenir otro poder, un ex miembro notorio, personalidades notorias de otros ámbitos, del Poder Judicial o de otro. Hay que verlo, no tengo conclusiones, tengo una agenda.
EC - ¿La cuestión es cambiar las mayorías que exige la Constitución, o negociar de otra manera? ¿El gobierno ha sido suficientemente flexible en las conversaciones?
ER - Ha sido muy flexible, hizo propuestas, se modificaron, se dijo que no podía haber mayoría del lado del gobierno (aunque esta es la historia, por primera vez se les ocurre que no pueden ser mayoría los miembros políticos de la Corte Electoral ni los del Tribunal de Cuentas). Se hicieron propuestas más flexibles, que hubiera un neutral, por ejemplo; porque tampoco puede ser un órgano de la oposición, partidizar esto extremadamente, aunque siempre tiene un componente político. Pero hasta este momento tampoco ha caminado. Se dijo "resolvamos primero el problema del fiscal de Corte", se resolvió, y se suponía que inmediatamente después se iban a resolver estas otras cuestiones, pero estamos a meses y no se han resuelto. Y ya nos vamos al año preelectoral. ¿Entonces cuándo se van a resolver?
EC - Yo le preguntaba si la solución pasa por modificar las mayorías que requiere la Constitución, porque puede pensarse que si dejamos las mayorías especiales y vamos a sistemas de resolución por mayoría simple, vamos a terminar en un país dividido en dos en el que la fórmula va a ser esperar que pase el tiempo para resolver por mayoría simple, sin incentivos para el diálogo, para el acercamiento de las posturas entre el gobierno y la oposición.
ER - Busquemos una combinación de ambas cosas, pero es complicado. Estoy dispuesto y abierto a buscar las mejores ingenierías, las que den más garantías a todos. Pero no nos engañemos, hay cosas sobre las cuales se ha hecho experiencia. Por ejemplo, el tema más polémico, en el que tengo convicciones muy fuertes desde el año 95, el balotaje, ¿para qué le sirvió desde el punto de vista de la gobernabilidad al doctor Batlle el balotaje? Yo vi cómo su principal articulador político (el doctor Alejandro Atchugarry) corría detrás de la cuestión del acuerdo. Fue penoso, absolutamente penoso, tuvimos que darle gobernabilidad desde la oposición para que se aprobara un presupuesto, tuvimos que borrarnos de la lista de oradores porque se vencían todos los tiempos y no llegaban a acuerdo entre los miembros de la llamada coalición de gobierno. Después votaron en dos actos 400 artículos. Al poco tiempo el doctor Larrañaga dijo que no formaba parte, con su corriente, ni de la coalición ni del pacto ni de nada.
Los dos partidos tradicionales tienen un problema, nuestra fuerza política tendrá otros problemas, pero desde el punto de vista de la gobernabilidad del país el balotaje no introdujo nada nuevo. Salvo un dispositivo que en aquella oportunidad permitía sumar los votos. Algunos dicen que tenemos miedo de perder la próxima elección; yo no tengo miedo.
EC - Ese es el comentario más inmediato que surgió desde la oposición cuando usted hizo conocer esta propuesta.
ER - Y se equivoca la oposición, es ella la que está asustada por la posibilidad de perder un plebiscito en el que se debata si hay balotaje o no, entre otros cambios constitucionales. Porque hay que ir también a derechos, deberes y garantías, tal vez haya cosas de sustancia a considerar. No tengo la cabeza cerrada a algunas modificaciones, vamos a estudiar. Está asustada por la posibilidad de perder el plebiscito. Un plebiscito que es más exigente que un balotaje, porque hasta el voto nulo cuenta.
EC - ¿Está pensando que la disposición que elimine el balotaje en caso de que el plebiscito ocurra junto con las elecciones nacionales ya entre en vigencia en esa misma elección? Supongamos que el plebiscito se aprueba, se valida la reforma constitucional que elimina el balotaje, y paralelamente el candidato del FA tiene 47%, ¿queda consagrado como presidente? ¿Eso es lo que está pensando?
ER - Estoy pensando en una nueva ingeniería y una nueva institucionalidad. Lo más probable es que este tema no esté planteado en esos términos.
EC - ¿Por qué?
ER - Porque no están considerando el conjunto de las reformas que se están produciendo y su impacto en los sectores más numerosos de la sociedad.
EC - No entiendo qué quiere decir eso.
ER - Que la conjunción de las tres reformas de impacto social que se están haciendo, que son la tributaria, la de la salud y la que tiene que ver con la minoridad y las asignaciones familiares, va a tener un impacto extendido en la sociedad que va a lograr niveles de aceptación tan importantes, más allá de problemas puntuales que habrá que ir corrigiendo, porque siempre dijimos que eran evolutivas. Vamos a hacer ese balance en octubre y noviembre, de la tributaria, y de la reforma de la salud en el curso del año que viene. Lo interesante es el entrecruce de las tres, va a producir un impacto en la sociedad, va a tener una aceptación tan importante que va a dar una mayoría electoral nítida.
EC - Para usted, más allá de las turbulencias, de las quejas o de los desconciertos que la reforma tributaria ha generado en las primeras semanas de aplicación, el balance de las tres reformas sumadas le va a dar al FA un apoyo importante en las próximas elecciones. ¿Le va a dar 50% sin problemas?
ER - Sin problemas, como pasó en la Intendencia de Montevideo, me atrevería a pronosticarlo. El FA va a desbordar (si no comete errores de otro tipo) nítidamente la mitad de los uruguayos. Porque su programa de cambios tiene una aceptación social muy importante, más allá de que hoy tenga problemas en algunos aspectos puntuales en algunas de sus reformas, que veremos y examinaremos. Dijimos que no queríamos hacer una reforma tributaria para recaudar más, por ejemplo, entonces si recaudamos más, veremos, esto es evolutivo. En la reforma de la salud estamos discutiendo la mejor implementación y el cruce de las reformas. Para estas elecciones vamos a tener mayoría para ganar, y no solo eso, también para hacer las transformaciones con una reforma que hay que hacer ahora.
EC - Si está tan seguro de ese resultado, ¿por qué propone una eliminación del balotaje que entre en vigencia ya en la próxima elección? ¿Por qué no lo propone para más adelante?
ER - Porque es un sistema malo, estoy en contra de ese sistema. Las reformas podrían entrar en vigencia de acuerdo con su contenido, por ejemplo los plebiscitos consultivos pueden entrar en vigencia de inmediato, pero otras cosas no. Además esto es un planteo a la fuerza política, vamos a ver qué decide.
EC - En la fuerza política han surgido opiniones de dirigentes frenteamplistas que comparten que salir a proponer una eliminación del balotaje que se haga efectivo en la próxima elección es una señal de debilidad.
ER - Para nada, se equivocan. Eso es aceptar el discurso de la oposición, que es radicalmente equivocado sobre este punto. Se puso muy nerviosa, porque son dos partidos que después hacen acuerdos y si no suman no tienen la menor chance. No saben cómo gobernar después, ya lo probaron antes, porque no tienen un programa común. ¿Se imagina un mandato de largo plazo con una gobernabilidad entre Alianza Nacional y el grupo que orienta Bordaberry? No es tan sencillo. Tienen un gran problema en su formación de partidos, pero son problemas de ellos, que los resuelvan como les parezca más conveniente. Yo hago un planteo que incluye estos temas y puede incluir otros, es un tema a examen, veremos qué considera la fuerza política que el año que viene hay que plantearle al país, y veremos cómo dialogamos con la oposición en ese momento. Podemos tener temas comunes, yo sé que la agenda de la reforma va a estar porque el doctor Sanguinetti ya dijo en alguna oportunidad que el Partido Colorado va a instalar el tema jubilados y Reforma Tributaria como parte de la reforma constitucional. Reforma va a haber.
EC - Intentos de reforma va a haber, proyectos de reforma va a haber, entonces usted suma otro, entiende que se puede sumar otro.
ER - Lo más probable es que haya varios y es altamente conveniente que mi fuerza política agende en su interna este tema, no para hacer un debate antes de hacer estudios en profundidad, para que decida en el curso del año que viene y lo plantee a la sociedad y al sistema político con temas de sustancia.
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EC - Más allá de algunas preguntas generales, quiero consultarle por algún otro de los puntos que incluye su borrador. Usted decía que es insostenible que el país enfrente ambiente electoral durante tanto tiempo como ocurre en la medida que las elecciones municipales están separadas de las nacionales. ¿Qué cálculo hacía?
ER - Que dura dos años, un poco más o un poco menos. En octubre de 2008 no va a haber convención, congreso o cosa por el estilo que no esté a full.
EC - Ayer entrevistábamos al diputado José Amorín Batlle, que a propósito de esta preocupación suya decía que los tiempos electorales se alargan, entre otras cosas, porque alguien como el profesor Rubio tira una propuesta como esta de reformas electorales. "Él está creando ambiente electoral", decía.
ER - Yo le contestaría: ¿qué hizo usted en el año 1995? Al día siguiente de las elecciones del 94 el doctor Julio María Sanguinetti instaló el tema reforma constitucional, antes de comenzar el gobierno. Esta es la historia de este país, hay temas que se plantean antes, siempre ha estado planteado este tipo de cuestiones en los períodos de gobierno, a veces se los ha descartado, pero normalmente están, porque Uruguay ha resuelto mal, no tiene un sistema satisfactorio y el problema se ve después en el funcionamiento. Hay cosas que admiten más de una salida.
EC - Las elecciones municipales...
ER - Algunos han contestado que lo mejor es correrlas hacia delante, hacia mitad del mandato.
EC - Sería otra posibilidad.
ER - No la descarto, es un poco más complicada desde el punto de vista de la gobernabilidad, no sé si no se convierte en un juicio a favor o en contra del gobierno del momento.
EC - El mecanismo que usted propone es que las elecciones municipales vuelvan a ser simultáneas con las elecciones nacionales, aunque permitiendo el voto cruzado, que el ciudadano pueda votar a un partido para cargos municipales y a otro para cargos nacionales.
ER - Y otro para su municipio.
EC - Porque también se desarrollarían las elecciones para los gobiernos locales. Pero ese sistema también tiene sus inconvenientes.
ER - No hay sistema que no los tenga.
EC - El inconveniente más serio es el que vimos en el pasado mientras existió el tema anterior, que el debate sobre los temas nacionales desplaza, anula el debate sobre las cuestiones municipales, no puede discutirse todo al mismo tiempo.
ER - Lo municipal adquirió, en forma irreversible, un protagonismo y una jerarquía que no tenía en el pasado. Esta es mi experiencia después de andar por todo el país, de ver lo que pasó en las últimas elecciones municipales. Lo municipal está muy fuerte y va a seguir creciendo en protagonismo en el país, los intendentes van a ser cada vez más importantes, y si logramos los gobiernos locales va a pasar lo mismo. La gente sabe discriminar. Se subestima la inteligencia de la gente cuando se cree que va a pasar lo mismo que en el pasado muy lejano, cuando unas elecciones arrastraban a las otras totalmente. El sistema hacía que las arrastrara porque se votaba al mismo tiempo todo en la misma hoja y no se podía cruzar. Pero si lo local se jerarquiza, como ha sucedido, lo municipal crece en fuerza y va a seguir creciendo, y al mismo tiempo se habilita que el ciudadano vote un intendente de un partido y el candidato al presidente o al Parlamento de otro partido, no le veo dificultades básicas.
EC - Gabriel, del Cordón, dice que la propuesta de reforma constitucional de Rubio "es para distraer de una cuestión que se ha instalado, del debate sobre la valija de Antonini Wilson".
ER - No merece respuesta este punto, es absolutamente increíble el circuito que tuvo esta cuestión. Los argentinos nos tiran a los uruguayos una valija que pasó por allá, terminamos inducidos por esta picardía (para decirlo en forma elegante, dado que hay muchos problemas con Argentina) y lo instalamos acá. Vamos a no subirnos a los bolazos que pasan en todas las direcciones.
Discutimos los temas de fondo, que son las reformas sociales, el gobierno comenzó con cinco grandes temas, la herencia del pasado, los derechos humanos, el diálogo social en los consejos de salarios, el Plan de Emergencia y despejar la incertidumbre en cuanto a su capacidad para la política macroeconómica. Ya logró todo esto, ahora entró en el ciclo de las reformas, de las tres o cuatro grandes reformas que están en este momento, que son el cambio, esto es el cambio. Luego de que haga esto necesitará ingresar en otro tiempo, el año que viene, que será la consolidación del proceso de reformas y la introducción de algunos temas de agenda político-institucional, porque hay problemas institucionales que abordar. Entraremos en ese tiempo que va a ir junto con un tiempo mucho más electoral. Pero ninguna fuerza política puede hacer esto seriamente si no lo prepara en sus laboratorios internos.
EC - ¿Cómo calcula que va a darse el trámite de una propuesta de reforma constitucional como la que ha presentado?
ER - Se va a ir instalando progresivamente.
EC - Ahora va a presentarla en la Comisión de Programa del FA.
ER - Si me habilitan, en la Comisión de Programa del FA, que recién comenzó a funcionar de vuelta. No es casual que hayamos planteado esto en estas circunstancias, fue reconvocada, está el doctor Lescano ahí.
EC - Su idea es que el destino final de un borrador como este, con todo el debate que se genere dentro del FA, sea el congreso de fines de 2008.
ER - De fines de 2008, y que haya laboratorios, grupos de trabajo sobre diversos temas. El FA ingresa en los balances, pero más que nada tiene que ingresar en la prospectiva, como fuerza política tiene que ingresar en la elaboración del programa para el segundo gobierno, para 2010 en adelante. Y eso no se hace si no es con un par de años de anticipación.
EC - ¿Cómo entra la oposición en este cuadro? Usted se ha referido a cómo se procesaría esta discusión dentro del partido de gobierno, pero ¿qué tipo de acuerdo se va a intentar con el Partido Nacional, con el Partido Colorado, con el Partido Independiente?
ER - Hoy podemos buscar acuerdos en temas que tenemos en la agenda inmediata. Como director de la OPP hemos estado haciendo un esfuerzo, que vamos a seguir haciendo, en el tema de los gobiernos locales, veremos hasta dónde llegamos. Quizás sea una ley que resuelva algunas cuestiones y no otras, en este período. Como dirigente político creo que lo conveniente sería que en el curso del año que viene el FA decida, defina su programa mirando a las elecciones de 2009, y que al mismo tiempo, como parte de ese programa, en el mismo acto, resuelva qué reforma constitucional va a hacer y lo dialogue con la oposición. Ahí va a haber un espacio de diálogo con la oposición, no es este el momento.
EC - Cuando el FA tenga aprobada una reforma de la Constitución.
ER - Cuando tenga los fundamentos básicos de lo que quiere hacer.
EC - La idea es plebiscitar en octubre de 2009, ¿pasando antes por una ley constitucional en el Parlamento?
ER - Una ley constitucional sería una cosa muy conveniente en Uruguay si lográramos mayorías como se lograron en otras oportunidades, una mayoría especial para hacer una reforma en la fecha que fija la ley. Parece difícil ese camino, pero no descarto ningún camino. En febrero de este año planteé que para mí lo mejor desde el punto de vista de los caminos (planteé la reforma constitucional en febrero de este año) era una asamblea constituyente. Se me contestó que tenía el problema de que llevaba dos actos electorales y que sería en el mismo momento en que estaríamos con las reformas, la tributaria y las otras, que iba a ser una complicación política. Yo admití el argumento, bajé la asamblea constituyente, no la planteé más. Me quedan dos caminos: o dos quintos del Parlamento o un acuerdo con la oposición y una ley constitucional por dos tercios que someta una reforma constitucional a la ciudadanía en la fecha que fije. Eso, si es posible, bienvenido.
EC - Si se lograran dos tercios habría un plebiscito incluso antes de las elecciones nacionales, y si no se logran, por dos quintos del total de componentes de la Asamblea General, que el FA tiene, puede someter el proyecto a votación junto con las elecciones nacionales.
ER - También por firmas. Además va a haber iniciativas de la gente, de algunos sectores, de actores sociales, como hubo en otras oportunidades, por ejemplo sobre el tema jubilados o los sistemas de actualización en el 89, o el problema de la enseñanza en algún momento; algunas salieron, otras no. Es natural que junto con los grandes pronunciamientos electorales haya otros pronunciamientos simultáneos. Si es por acuerdo de partidos, mejor, tendrá gran viabilidad. Mi fuerza política, en el momento que llegue a conclusiones, deberá estar abierta a los intercambios con la oposición. Pero eso será después, yo quiero instalar un diálogo desde el punto de vista programático sobre estas cuestiones desde ahora.
Vea un fragmento de la entrevista
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Edición: Mauricio Erramuspe