Entrevista con el director de la Ursec, León Lev, tras la opción por la tecnología europea de televisión digital.

Televisión digital abrirá el mercado a nuevos operadores

El director de la Ursec, León Lev, dijo que la opción por la tecnología europea en la televisión digital busca potenciar las industrias del software, de los contenidos audiovisuales y la electrónica. Al defender el momento de la decisión afirmó que si Uruguay esperaba, perdía poder de negociación. Agregó que "el 90%" de la gente pide que haya nuevos operadores.

(Emitido a las 9.09)


EMILIANO COTELO:
Pudo haber sido japonesa o estadounidense... Pero finalmente será europea.

Estoy hablando de televisión digital y de la decisión que esta semana tomó el Poder Ejecutivo: finalmente la plataforma tecnológica sobre la que se desarrollará la televisión digital en Uruguay será la que promoverá y, obviamente, aplicará el viejo continente.

¿Por qué razones se eligió este camino? ¿Era este el momento adecuado para resolver? ¿Cómo se entiende esto de que Argentina, Brasil y Uruguay se encaminan a operar con tres sistemas diferentes? ¿Y el Mercosur?

Vamos a conversarlo con León Lev, presidente de la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (URSEC).

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Señor Lev, para empezar, le pregunto algo sobre el momento de la decisión. El miércoles que viene el ministro de Industria, Jorge Lepra, concurrirá al Parlamento, a pedido de legisladores del Partido Nacional, para dar más detalles sobre este asunto de la televisión digital. Según decía uno de los convocantes, el senador Ruperto Long, hablando ayer con la producción de En Perspectiva, el viernes el ministro Lepra había coincidido con él en la necesidad de informar a la oposición sobre el tema antes de tomar una decisión.

Entonces, ¿por qué el gobierno adopta esta resolución sin consultar a la oposición?

LEÓN LEV:
No sé si el ministro dijo que iba a informar antes de adoptar la decisión; primera cuestión, van a tener que preguntarle al ministro.

Fue una decisión justa, oportuna y de gran repercusión. En este país del empate, del más o menos, del más vale tarde que nunca, esta decisión da una tranquilidad, un horizonte y una certeza. Es muy importante saber que este país ha adquirido, en el ranking de las naciones de América Latina, dos hechos que lo ubican en la avanzada tecnológica: el lanzamiento hace pocas semanas por una empresa pública y una empresa privada de la tecnología de tercera generación celular, y la definición del estándar de televisión digital. Esto ubica a Uruguay en la perspectiva de la sociedad de la información y el conocimiento del Siglo XXI.

EC - Entendida la importancia de resolver, que el propio decreto señala (dice: "Resultando que a nivel mundial se están tomando decisiones relativas a la evolución de la televisión analógica hacia la televisión digital terrestre..."), pero teniendo en cuenta que se trata de una resolución de carácter estructural de muy largo plazo, ¿no era conveniente esperar unos días y hablar con la oposición antes?

LL - Si eso fuera un problema político, pero no lo es, es un problema técnico de desarrollo. En agosto del año pasado, hace exactamente un año, el Poder Ejecutivo convocó a una comisión asesora de televisión digital, en la que estaban todos los actores de la sociedad uruguaya, empresariales, tanto del sector público como del privado, de la sociedad civil, todos los actores públicos que tienen que ver con estos aspectos, Antel, Ministerio de Industria y Energía, (Ursec). Desde febrero hasta prácticamente el 3 de agosto se estuvo trabajando permanentemente, y se había llegó a la convicción de que el tema de la oportunidad de la decisión era determinante.

EC - ¿En qué sentido?

LL - En que efectivamente Uruguay tenía una ventana de oportunidad si decidía a tiempo y no esperaba a que terminara el año 2007. Eso fue dicho claramente ya en el mes de julio, no hubo ninguna precipitación. Y hubo consenso entre todos los actores, más allá de las opiniones que pudieran tener.

EC - Mi consulta se refería a los consensos en el ámbito político. Vemos todo el tiempo lo erizado que está el vínculo entre el gobierno y la oposición; ¿por qué, entonces, en un asunto tan delicado no se esperó a tener el contacto con la comisión parlamentaria correspondiente en la que están representados todos los partidos? Días más o días menos, no iba a cambiar.

LL - Si fuera un tema político de otro tipo, es un problema político en términos técnicos, económicos y estratégicos. Acá hay una garantía de transparencia de cómo fue el proceso, hubo un informe elaborado con las distintas ventajas de cada uno de los estándares. Se hicieron dos seminarios de carácter internacional, formamos dos comisiones, una para ver los aspectos técnicos y otra para ver los aspectos económico-financieros, coordinadas por la Ursec. Hubo todo un proceso que garantizó que todos los actores fueran consultados para que la decisión no cayera como un rayo repentino.

Lo peor que nos podía pasar era llegar tarde. En este siglo XXI y en esta sociedad de la información y el conocimiento lo principal era no seguir llegando tarde a la cita de la historia.

EC - ¿Cuáles son las ventajas del sistema europeo sobre las otras dos opciones, la japonesa y la estadounidense?

LL - Principalmente que tiene una mayor flexibilidad para la aplicación de contenidos, que hoy tiene una mayor difusión internacional y, por lo tanto, más allá de que cada uno de los sistemas tiene alguna ventaja respecto de los otros, la visión es que vamos a ir a una convergencia de los tres sistemas, como sucedió con la televisión a color, porque en una época los receptores venían binorma, trinorma, y después sirvieron para todas las normas. Hoy están definiéndose los estándares, se están buscando los mercados y luego se va a buscar una convergencia, porque es natural, hasta para las coordinaciones internacionales. Si un país adopta una norma y el otro adopta otra, no se puede generar una situación de contradicción, tiene que haber una complementación.

EC - Estamos hablando de la televisión aérea, la televisión abierta de carácter digital, no estamos hablando de la televisión cable.

LL - La televisión digital terrestre ofrece una serie de posibilidades en cuanto a sus servicios.

Primero, la posibilidad de contar con más canales de televisión abierta, que en el ancho de banda en que hoy emite un canal, emitan varios.

Segundo, la posibilidad de contar con una televisión de alta definición o con una televisión de definición estándar. Incluso se puede hacer en un período del día en alta definición y en otros períodos tener tres o cuatro canales en el mismo canal.

Tercero, la posibilidad de la interactividad, desde el video a demanda hasta funciones de internet. En general es posible que haya canales que transmitan datos, no solo televisión.

Y cuarto, también es posible contar con información complementaria sobre un programa: subtítulos en distintos idiomas, información meteorológica, económica, canales de audio. Estamos ante un avance tecnológico que se va a ir consolidando y perfeccionando en la medida que esta tecnología se implante en el mundo.

EC - Ha descrito someramente las prestaciones, las ventajas de la televisión aérea digital en general. Pero, ¿dónde están las ventajas del sistema europeo que lo hacen superior a los otros?

LL - Tiene mayor flexibilidad.

EC - ¿Qué quiere decir flexibilidad?

LL - Que permite la adaptación, en determinado momento se le pueden agregar contenidos locales. Si usted depende del operador internacional es una cosa, pero lo puede hacer con industria local. Este es un aspecto que quiero enfatizar, para esta administración el problema no era solo adoptar un estándar tecnológico, sino potenciar las inversiones, empleos de calidad e incluso generar centros de tecnología digital.

Hay tres industrias que queremos potenciar. Primero, la industria del software, la industria de los contenidos audiovisuales y la industria electrónica. Ayer hablaba con el director de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura, que con alegría me dijo: "Lo que tanto me insististe, logramos la financiación para el fondo del cine", para potenciar el cine nacional. Queremos potenciar la industria cultural, los audiovisuales y el cine uruguayo. Si tenemos una tecnología con un estándar de divulgación universal, podremos divulgar nuestros contenidos audiovisuales y nuestro cine.

Segundo, tenemos una potente industria del software. Es bueno tener un estándar que nos permita no solo resolver nuestros problemas con nuestro software sino también exportar.

Y tercero, la industria electrónica. Aspiramos, mínimamente, ya sea en la producción de decodificadores o en otros aspectos que genera la televisión digital, que la industria uruguaya tenga una cuota parte. Somos un mercado muy pequeño pero tenemos una potencialidad internacional y esta es la ventana de oportunidad, Uruguay tiene que abrirse al mundo para generar estas oportunidades de producción en tecnología avanzada que además de producir y exportar permitan una difusión tecnológica al resto de las industrias.

EC - En el caso concreto de la norma europea, ¿hubo algún tipo de compromiso a propósito de posibilidades de negocios para empresas uruguayas que se muevan en esos rubros en las conversaciones que existieron entre la comisión que estudió el tema y los representantes de las tres tecnologías?

LL - En esa área será el Poder Ejecutivo el que informará al Poder Legislativo. Yo no manejo ese aspecto de los compromisos que pueda haber asumido la Unión Europea de posibilidades de inversión.

EC - Porque leía en el diario El País que "una delegación española que visitó Uruguay el año pasado promoviendo la oferta europea agregó a su propuesta la creación de una red de cooperación para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas uruguayas en materia de tecnología y software para sistemas interactivos que puedan luego ser exportados por Uruguay".

LL - Es cierto, hay proyectos de financiación, hay estímulos a las Pymes, pero el paquete negociador lo tenía que dirigir el Poder Ejecutivo. Hay que evitar que la negociación se diluya, preferimos que fuera el Poder Ejecutivo; nuestra comisión asesoró en todos los aspectos técnicos y económico-financieros.

EC - He escuchado estos días varios argumentos como justificación de la decisión. Uno de ellos era este, la posibilidad de desarrollo de empresas uruguayas en software y en contenidos, y el otro venía por el lado de que el sistema europeo permitiría obtener más señales por cada frecuencia actual.

LL - Esa posibilidad está planteada en los tres estándares. Hubo tres ejes principales sobre los cuales nos teníamos que mover, el eje técnico, el costo país y la oportunidad país. Es necesario tener en cuenta el aspecto técnico, mirando las bondades de cada uno; el costo país, en eso tiene que ver el reacondicionamiento de las plantas emisoras, la sustitución de los televisores o la adquisición de cajas receptoras o set up boxes por los usuarios; el pago de licencias y la transmisión simultánea, analógica y digital durante el período de transición. Teníamos que tener en cuenta estos aspectos.

Cada país contaba, cuando todos los vecinos hayan optado por una norma, Uruguay no va a tener poder de negociación, por eso era urgente la definición de la norma a adoptar. Esto lo dijo uno de los actores que participó en la comisión asesora, está en la documentación que elevamos al Poder Ejecutivo.

Brasil ya había definido, cuando nos preguntaban si eso condicionaba, decíamos que era un dato a tener en cuenta.

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EC - Brasil optó hace unos cuantos meses por el modelo japonés.

LL - Que ahora se llama "nipo-brasileño", porque es una adaptación de Brasil, no es un transplante sino una adaptación.

EC - Aparentemente, a partir de una disposición firmada por el ex presidente Carlos Menem, Argentina ya tendría algún compromiso asumido con el modelo estadounidense. Y ahora nosotros elegimos el europeo. ¿Por qué no tuvo lugar una decisión integrada de todo el Mercosur?

LL - Hace tiempo, antes de que Brasil definiera, Uruguay propuso en todos los eventos de coordinación, llámense Regulatel, Citel, los organismos especializados en telecomunicaciones, la aspiración a un estándar común. La realidad demuestra que todavía cada país es un país, aún dentro de la región. En Europa pasa algo parecido.

EC - ¿En qué sentido?

LL - Si bien hay un estándar europeo, cada país define cuál su apagón analógico, su propia fecha, pone horizonte. Se decía que Italia ya había hecho el apagón analógico el año pasado, pero no es cierto.

EC - Apagón analógico es el momento en que deja de emitirse televisión con el sistema actual y se pasa al digital.

LL - Algunas zonas de Italia hicieron el apagón analógico, pero otras no lo han hecho. El modelo de negocios en Europa primero empezó con el inglés, pero fracasó y tuvieron que rectificar rumbo; es un proceso que ya lleva casi diez años en la economía internacional. Cuando planteábamos en la región la necesidad de acordar Brasil adoptó una definición; percibimos que los otros países no estaban esperando por Uruguay ni proponían coordinar una definición común. Tan es así que cuando se hizo una reunión en Barcelona a principios de este año surgió la noticia de que Argentina, Chile y Colombia adoptarían un sistema.

EC - ¿Cuál sistema?

LL - En ese momento se hablaba del sistema europeo, pero hablaban de una potencial coordinación.

EC - Una coordinación que no incluía a Uruguay.

LL - Tenemos que tener las mejores relaciones con los vecinos, pero teníamos que adoptar la decisión con seriedad, con transparencia y aprovechar la oportunidad.

EC - ¿La vecindad no cuenta a la hora de estas decisiones? Por ejemplo, en los canales uruguayos se emiten con mucha frecuencia contenidos provenientes tanto de Argentina como de Brasil, más de Argentina que de Brasil, pero de los dos lados importamos telenovelas, programas, etcétera. El hecho de usar tecnologías diferentes en el futuro, ¿no implicará algún tipo de incompatibilidad para ese tipo de transacciones?

LL - Incompatibilidad no, generará necesidades de mejor coordinación. En todas las áreas de la comunicación es imprescindible la coordinación, estamos permanentemente relacionados. El lunes voy a Buenos Aires a una conferencia sobre sistemas de comunicación inalámbrica a tener contacto con los organismos, tanto con la CNC como con el CONFER para explicar nuestra decisión y hacer las coordinaciones correspondientes, para hablar de los problemas de interferencia que tenemos tanto en el ámbito radial como en telefonía celular de tercera generación. La vida va a ir decantando, tenemos las mejores relaciones. Usted mismo dijo que el gobierno argentino de la época adoptó una decisión sin importarle un pito la opinión de Uruguay. Es evidente que esa resolución hoy por la vía de los hechos está cambiada, es casi seguro que no es el sistema americano el que va a aplicar la República Argentina. Lo mismo pasó en Chile, allí también salieron trascendidos que decían que se adoptaría tal decisión. Nosotros no quisimos jugar a este juego de la mosqueta, en el ámbito internacional vale mucho más que otras cosas ser un país serio, con certidumbres jurídicas, eso le da un respeto muy importante.

EC - ¿Por qué esta decisión implica ser un país serio?

LL - Porque no decimos "va a ser", "va a ser más o menos", "vamos a ver"; llegamos a la conclusión y adoptamos una resolución, sin generar ningún grado de inestabilidad. Incluso a los actores privados les damos un horizonte claro, a partir de ahora empezaremos una fase de negociación para implantar la televisión digital terrestre, que conlleva riesgos empresariales, financiación, todos estos otros temas, cómo potenciar estas tres industrias.

EC - Hablemos de algunos de los temas delicados que vienen. Usted señaló que la tecnología digital, entre otras tantas prestaciones, permite multiplicar las señales, que por cada frecuencia que hoy existe en materia de televisión abierta podrá haber cuatro. En Montevideo, en vez de cuatro señales disponibles, habría 16. ¿Cuál va a ser el criterio para la asignación de esas señales?

LL - Primero, en todo el período de transición, hasta que se haga el apagón analógico, cada canal analógico tendrá que tener en paralelo un canal digital.

Segundo, primero se hizo una definición tecnológica, económica, de estrategia país. Obviamente esto da más oportunidades para que la oferta se amplíe. No se puede sobredimensionar de una manera irresponsable, pero la gente nos está pidiendo a gritos algo mejor que lo que hay ahora, no más de lo mismo, por todos lados lo recibimos de la sociedad uruguaya. El Estado tiene que ser muy prudente y responsable. Es más, cuando recogimos el espectro eléctrico nos encontramos con un hecho consolidado con muchos defectos, con muchos pecados, y en lugar de empezar una revisión del pasado hicimos una apuesta al futuro. Es muy importante mejorar con la competencia la calidad para que los uruguayos y las uruguayas tengan una mejor televisión.

EC - También es cierto que la competencia tiene sus límites, el mercado uruguayo es muy chico y es difícil que pueda albergar una cantidad que implique multiplicar por cuatro, en el caso de la televisión, los contenidos actuales.

LL - En matemática eso se llama reducción al absurdo. Pero tampoco se trata de quedarnos con los cuatro que tenemos, entre lo actual y lo potencial tiene que haber una cuestión de equilibrio que mejore la oferta y garantice que con una mejor competencia, no con situaciones consolidadas, los ciudadanos y las ciudadanas tendremos una mejor televisión.

EC - ¿Ya están definidos algunos lineamientos para la asignación de permisos?

LL - No, vamos a tener que cruzar varios puentes; primero definimos el estándar, cruzamos el primer puente; ahora tenemos que ponernos de acuerdo con los operadores que ya están en cómo vamos a instrumentar la televisión digital terrestre.

EC - Los que hoy tienen permisos, ¿los van a mantener?

LL - Sí.

EC - ¿Es una decisión tomada?

LL - No, pero no está en el horizonte rever los permisos otorgados en televisión abierta. Tampoco está planteado cómo vamos a mejorar la oferta.

EC - Por ejemplo, los que tienen permisos hoy, ¿podrán acceder a más permisos?

LL - No puedo anticiparme, no hay una decisión, pero el talante nacional, lo que la gente nos pide es que no haya más concentración de poder. Nos está pidiendo democratizar el acceso a los medios de comunicación, por todos lados lo recibimos. La gente nos está pidiendo un cambio digital, no un cambio digitado; y no es un juego de palabras. Hemos recibido de la sociedad uruguaya heridas profundas de cómo se repartieron las radios, los canales de televisión para abonados, y nos comprometemos a que esos pecados no se repitan en el presente ni en el futuro.

EC - En resumen, quienes tienen permisos los van a conservar pero no van a poder acceder a nuevos permisos. Esas dos reglas ya están claras.

LL - Es de sentido común, si hiciéramos un plebiscito daría arriba de 90%.

EC - Todavía no está resuelto con qué criterios y de qué manera se van a otorgar los nuevos permisos.

LL - No está resuelto. La gente primero tiene que asimilar esta decisión, que es trascendental, hace varios años que se venía discutiendo internacionalmente. Cuando recibimos el tema no había nada, no había estudios reales y serios sobre televisión digital, comenzamos casi de cero. Hay que tener un poco de humildad y saber en qué condiciones nos dejaron los estudios técnicos en este aspecto.

EC - La última pregunta viene de la audiencia. ¿Cómo se entiende que ahora se tome esta decisión, cuando ya en los sistemas de televisión para abonados existen servicios de televisión digital?

LL - Son dos cosas totalmente distintas.

EC - Supongo que sí, pero varios oyentes lo preguntan.

LL - Es más, planteamos una urgencia política y democrática de definir el estándar porque el sector empresarial privado aspiraba a que la definición se hiciera en 2010. Se hicieron seminarios, los hizo la URSEC y los hicieron sectores privados, y mientras nosotros decíamos que este tema de la digitalización y la definición era urgente, el sector empresarial privado planteaba que era para 2010.

EC - ¿Por qué planteaba eso? ¿El implícito es que querían conservar la ventaja de estar operando ya en televisión para abonados con servicios digitales?

LL - No solo eso. En la medida que el sector de televisión para abonados en lo central tiene una correspondencia con el sector de televisión privada, descremar el mercado, hacer que todas las bondades de la tecnología digital fueran por la televisión para abonados y no hubiera un horizonte concreto en la televisión abierta y gratuita. Esto hacía a poder aprovechar el avance tecnológico, las olimpíadas, los mundiales, que la gente quiere ver con la mejor tecnología. Hoy le decimos a más de 40% de la población que no accede a la televisión para abonados que también serán ciudadanos de primera categoría en este país. El gobierno, el Estado aspira a que todos los ciudadanos accedan a la televisión digital, tengan televisión para abonados o no. Hoy no es así.

EC - Por último: ¿cuándo? ¿Qué fecha aproximada se maneja?

LL - Con la misma seriedad con que adoptamos la definición, cuando tengamos certezas las vamos a decir públicamente. La gente está cansada de promesas, de plazos que luego se prorrogan y se prorrogan. Hoy no tengo esa respuesta.

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LL - Un último mensaje. Estas son herramientas, el objetivo es la gente. Los avances como las tecnologías de la información y la comunicación son herramientas para mejorar la calidad de vida, el destinatario es el ser humano. Si las decisiones no tienen en cuenta al ciudadano común, al hombre y a la mujer de a pie, se quedan en un área demasiado elevada. En esa gente de El baño del Papa, el hombre común, la mujer común, en ellos también estamos pensando cuando adoptamos estas definiciones. Lograr que esa gente salga del analfabetismo digital, y los niños, de aquí a 2009, con el Plan Ceibal, con una computadora portátil de comunicación inalámbrica. Y que los niños, los maestros y los padres también aprendan esto de la revolución informática y digital.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Pablo Melgar