Entrevistas

Mujica pide nuevas reglas para la lechería

Mujica pide nuevas reglas para la lechería

Para el ministro de Ganadería, José Mujica, todo el sector lechero debe darse otro marco, incluso jurídico. "Uruguay tiene que adoptar un esquema lechero que pueda flotar. Que cuando (el precio) vaya hacia arriba, suba y cuando vaya hacia abajo, baje", opinó y llamó a los actores involucrados a discutir el tema, en lugar de salir a "jetear". Apenas 14% de la leche que se produce en el país va al mercado interno como leche fluida, cuestionó el ministro.

Emitido a las 9.11.

EMILIANO COTELO:
El litro de leche fresca subió a 12 pesos; un aumento que si bien surge de una paramétrica, se aplica en una coyuntura muy especial para la industria láctea uruguaya.

Es una actualidad agitada: los precios internacionales de la leche están por las nubes, asoma preocupantemente el riesgo de desabastecimiento del mercado local y desde el Ministerio analizan medidas para combatir este fenómeno.

Así aparecen en el debate palabras como "subsidio" o "intervención", y un concepto ya más polémico: las "detracciones" a la exportación.

¿Estamos frente a un problema potencial o frente a un problema que ya es realidad? ¿Por dónde pasan los planes del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)?

Vamos a conversarlo con el ministro José Mujica.

***

EC - Yo hacía recién un repaso de la situación del sector lechero de nuestro país. Igual que en algunos otros sectores del campo, los altos precios internacionales de la leche son un problema y obligan a tomar medidas. ¿Cuál es el diagnóstico que hace usted?

JOSÉ MUJICA:
Tenemos un marco global y jurídico que fue pensado y laudado en otro momento. Dio resultado, contribuyó a tener un sector lechero muy importante y básicamente estuvo bien. Pero hoy nos encontramos con los siguientes dos factores. Por un lado, el precio internacional se disparó. Históricamente lo que llamamos la leche cuota siempre estuvo por encima del precio internacional.

EC - Aquí convendría explicar la diferencia entre leche cuota, leche industria, etcétera.

JM - La leche cuota fue una proporción de leche. En su momento, se le dio un sobreprecio para asegurar estabilidad en el abastecimiento del mercado interno; fundamentalmente en los meses de invierno.

EC - Cuando un tambero remite leche a una empresa o a una cooperativa en particular, esa leche termina dividida en dos tipos. Por una parte, la llamada leche cuota, recibe un precio, y por la otra leche, la que va para la industria, recibe otro precio.

JM - Históricamente siempre pasó que la leche cuota estaba por encima de la leche industria, a tal punto que la cuota se llegó a prorratear, a vender en el mercado. Y había una cuota mínima para los tamberos remitentes más chicos. En realidad, era un verdadero valor y hay que reconocer que cuando surgió, en el promediar de la década de los 30, contribuyó a estabilizar un sector que era muy fluctuante y a estabilizar el abastecimiento de leche. Tiene toda una historia positiva.

Pero ahora, apenas 14% de la leche que se produce en el país va al mercado interno como leche fluida. Si hablamos en términos redondos y promedio, entran 4,5 millones de litros a las plantas industriales, de los cuales más de 4 millones es leche industria.

EC - El 14% va para leche cuota y 86% para leche industria...

JM - Por primera vez la leche cuota vale menos, 60 centésimos menos en promedio, de lo que se paga la leche industria. Esto les da una ventaja a las industrias, la mayor parte nuevas, que se dedican pura y exclusivamente a la exportación. Porque pueden pagar algo más que aquellas que a su vez tienen que vender en el mercado interno.

EC - ¿Cómo es eso de que hay empresas que tienen que vender en el mercado interno?

JM - Esto fue regulado en su momento. Hubo un acuerdo. Durante muchísimos años, el mercado interno, fundamentalmente el de Montevideo, correspondía a Conaprole, por su ley de fundación. Después, a mediados de la década de los 70 entraron a coparticipar por acuerdo otras empresas, que no son infinitas, en cuanto al abastecimiento de Montevideo. Todo ha funcionado en términos relativos bastante bien, pero cuando se presenta esta coyuntura, otras empresas (en esto el mercado internacional pasa a ser clave y nos tironea hacia arriba) que se dedican puramente a vender para la exportación o productos industrializados y no participan en el mercado interno pueden pagar precios mayores que aquellas que tienen que cargar con esto, y se nos produce una dualidad de situaciones. En esta última decisión que tomó el Ejecutivo el margen de subsidio, que ya existe, es de 0,71 por litro de leche cuota, de esa que va para el mercado de la leche fluida.

EC - El Poder Ejecutivo fijó el precio de la leche al consumidor y el precio de la leche cuota.

JM - Sí.

EC - ¿Están atados uno al otro?

JM - Sí, uno es consecuencia del otro. En el medio existe una paramétrica que está fijada por ley y que fija esto. Al productor se le paga 6,90.

EC - Ese es el nuevo precio de la leche cuota.

JM - Esa leche tendría que pagar 0,71 como remanente de una cuota acordada por ley de un préstamo, el FAL 1, que tomó el sector para liquidar sus cuentas.

EC - El Fondo Lechero.

JM - Eso se termina en enero. El Poder Ejecutivo ahora decidió cargar con ese 0,71 por litro para que el tambero siga recibiendo por lo menos ese 6,90, que a su vez está 0,60 debajo del precio industria, que anda en 7,50. Hay una diferencia. A pesar del esfuerzo del Ejecutivo hay una diferencia entre el precio de una leche y la otra.

EC - Pasemos en limpio: el nuevo precio de la leche cuota es 6,90; un valor que va a ser neto para el productor. Porque de allí el productor no va a tener que descontar el 0,71 que teóricamente tenía que descontar para pagar el Fondo Lechero. Acaba de entrar en juego un subsidio, el Estado está poniendo esos 0,71 por litro de leche cuota que no va a poner el productor.

JM - Está poniendo un subsidio hasta el mes de enero(*), porque entendió que estaba en peligro (y en alguna medida está, por la fuerza del mercado) el abastecimiento interno. Porque a cualquier empresa le interesa más exportar. Pero además la ley que fija este marco con el que nos estamos moviendo es bastante antigua. Han aparecido en el mercado las leches ultrapasteurizadas, que no están contenidas en la ley, y en el mercado, que en última instancia es el que va metamorfoseando todo esto. Más de 40% de la leche fluida que se consume hoy pertenece a esta categoría que esta está fuera de precio oficial. Entonces las industrias tienden, las que pueden, a retacear la leche fluida pasteurizada tradicional y sustituirla en las góndolas, en los mostradores, por la ultrapasteurizada, que no está tarifada. Eso tiende a pasar.

(*) Nota de R.: El Coordinador de Lácteos del MGAP, Ingeniero Agrónomo Manuel Marrero, informó a la producción de En Perspectiva que esa Secretaría de Estado prevé que el monto total que pagará por subsidios a los productores hasta enero de 2008 será de 1.200.000 dólares, aproximadamente.

EC - Se optó por este precio de 6,90 para la leche cuota con un subsidio de 0,71 al productor. Porque si no habría que haber puesto un valor de la leche cuota mayor para que resultara atractivo para el productor, y eso habría implicado un precio de la leche al público mayor a los 12 pesos que se fijaron.

JM - Sin duda, estamos en un proceso en que tenemos que revisar todo y tenemos que tratar de amortiguar paulatinamente, porque no sabemos si estos precios de película son relativamente estables, hay algunos factores que dan para desconfiar. Ojalá que los precios sean buenos.

Le señalo otro hecho. Si de los 4,5 millones promedio que entran por día, le sacáramos a la leche industria, que es 4 millones y poco, 4 centésimos de peso uruguayo, podemos absorber los 0,60 que hay de diferencia entre la leche cuota y la otra. Cuando dimos opinión nos referíamos a esto.

EC - ¿A qué se refería?

JM - A que con un pequeño esfuerzo de la leche industria compensamos las dos leches y les quitamos la diferencia de capacidad de competencia a las industrias que están distribuyendo por las otras, y nadie tiene necesidad de hacer trampa. Con 4 centésimos de peso uruguayo por litro, que son alrededor de 180.000 pesos por día, daría para cubrir la diferencia entre 6,90 y 7,50.

EC - Por lo que usted decía, pese a que se fijó este nuevo precio de leche cuota, que tiene a su vez incluido el subsidio, esos 6,90 son bastante menos que lo que se paga por la leche industria, que es 7,60.

JM - Es lo que más me preocupa, porque ese 0,60 impulsa a hacer trampa. Yo sé que los precios no se administran desde dentro de una pieza y no es bueno toquetear los precios, pero uno hereda una situación histórica. Si hoy largáramos los precios a que los laude el mercado, probablemente la leche se iría a 18 o 20 pesos. Porque el bolichero no gana nada con la leche y va a buscar la de él, con cierta razón.

EC – Hoy, en algunos supermercados, no se encuentra leche fresca común o hay muy poca. En cambio sí están las otras, las leche ultra, con hierro, con calcio, con vitaminas, etcétera.

JM - Por eso, hablo de esos 4 centésimos de peso uruguayo porque no quiero crear un cuadro en el que el gobierno lauda una cosa y la realidad hace otra. Eso no le hace bien a nadie.

EC - Usted propone ponerle un impuesto a la leche industria...

JM - No propongo nada. Estoy estudiando. Esto no está laudado. Está abierto porque puede haber otras opciones. Planteo que esa es una opción, pero tenemos que discutirlo. Tenemos los meses venideros, el próximo cambio de precio es en marzo.

Toda la lechería debe darse otro marco, incluso jurídico. Con estos precios hoy probablemente la leche compite con la agricultura por la tierra y puede pagar arrendamientos de 200 dólares y más por hectárea, por año. Pero si mañana se derrumban esos precios quienes estén pagando esos 200 dólares tendrán una crisis. Uruguay tiene una lechería francamente exportadora, que surgió en otro marco, que surgió y se consolidó para darle firmeza y continuidad al mercado interno. Pero hoy, al ser tomador de precios, tiene que adoptar un esquema lechero que pueda flotar, que cuando vaya hacia arriba suba y cuando vaya hacia abajo baje. Tenemos que discutirlo con los actores.

EC - ¿Qué pasa si el Poder Ejecutivo no interviene en el mercado? Esa podría ser otra opción. ¿Por qué no dejar que esto se resuelva solo?

JM - La leche se iría a 16, 17 o 18 pesos, tranquilamente.

EC - ¿Cómo que se va? La leche al consumidor está tarifada.

JM - Pero la tarifa que interesa es la que se cumple, no la que se aplica. Por ejemplo, una empresa importante dejó de vender leche fluida y vende leche ultrapasteurizada, porque con ello consigue un par de pesos más.

EC - La leche ultrapasteurizada se está vendiendo a 15,90.

JM - Es una manera bonita de eludir las obligaciones. El Poder Ejecutivo tendría que tomar alguna medida.

EC – Teóricamente, hay empresas que están obligadas a cumplir con una determinada cantidad de leche fluida por día. ¿Qué pasa si no cumplen?

JM - Tendríamos que empezar a controlar, a perseguir. El Ejecutivo hoy no tiene las herramientas que tenía en el pasado, aunque jurídicamente puede intervenir. Pero es mucho más racional construir una realidad de mercado que podamos amortiguar entre todos. Y mientras nos damos tiempo para tener un poco más clara la situación global, que en mucho está atada al mercado internacional.

***

EC - Ante estos problemas que se dan en el mercado interno de los lácteos, desde su cartera, con el apoyo del Poder Ejecutivo, se entiende que hay que intervenir. Una posibilidad es fijar algún tipo de impuesto a la leche industria para, de esa manera, aumentar el precio de la leche cuota y evitar el desabastecimiento o el aumento del precio de la leche fluida al consumidor.

Pero hay quienes dicen que anuncios de este tipo, de cambios en las reglas de juego, de aplicar algo parecido a detracciones a las exportaciones, van a hacer que esas empresas que han venido últimamente, mostrando su interés en nuestro país, y que han resuelto invertir para llevar adelante producción con destino a la exportación, lo piensen dos veces antes de acercarse. ¿Qué responde?

JM - Es una brutal exageración. Es una especie de esquema tabú. Hay empresas y grupos de capital que vienen muy bien, como los neozelandeses, que se pusieron a fundar tambos y a aumentar la cantidad de materia prima. Y otros que vienen a disputar la materia prima, lo que está bien. Tienen todo el derecho del mundo, las puertas están abiertas. Pero si nos pasamos 70 años para construir una lechería no podemos en un momento de pico hacia arriba dejar que se destroce lo que está, porque la diferencia puede ser importante con el correr del tiempo. ¿Qué tenemos que pedirle a la gente?, ¿controlar precios? Tenemos que cambiar de una época a la otra, ir amortiguando los fenómenos y no caer en esquemas de que esto no se puede usar. Yo acabo de tirar cifras. No es una transferencia de valor brutal para un complejo que ha tenido años en que la leche cuota valía el doble que la leche industria, a lo largo de 60 años. Estoy hablando de tres o cuatro centésimos de peso por litro en el mejor de los casos. No es ninguna decisión. En la carpeta hay otras soluciones...Veremos a cuál llegamos. Estamos estudiando. Hay una manía de sacar conclusiones de carácter fatalista. Ninguna industria se va a retirar por esto.

EC - Usted está hablando de sustituir un subsidio por otro. Porque en el comunicado del viernes advertía que durante años, decenas de millones de dólares se transfirieron de los consumidores para construir Conaprole y todo el complejo lechero, que los consumidores de leche pagaron precios muy por encima del valor internacional como parte de aquel esquema...

JM - Es así. Pero en el mismo comunicado yo decía que estaba bien, le dio al país resultados positivos. Ahora que tenemos una situación de tránsito, si uno le pide tres centésimos de peso por litro, cuando la leche vale 29 y 30 centésimos, no es una transferencia de valor desquiciante. A la corta o a la larga vamos a tener que modificar el esquema de la cuota, cambiar el esquema jurídico, pero todo eso lleva tiempo.

EC - La carta abierta que usted divulgó el viernes llamó la atención. No es común que un ministro dé a conocer una carta abierta a todos los uruguayos. Es una carta que suena muy visceral, da la impresión de que estaba muy molesto por cómo venía el debate.

JM – Efectivamente. Porque en términos de pregunta uno plantea un problema que tiene esta franca humildad y le salen a contestar con una literatura que uno conoce: "cuidado, que se van a correr las inversiones". En Nueva Zelandia hay una sola empresa por monopolio para el asunto de la leche y debe ser uno de los países más liberales del mundo. Los tamberos no usan ese esquematismo...Están dentro del grupo de gente más útil que tiene este país.

EC - Usted se preguntó: "¿Por qué los dirigentes gremiales insisten en la estrategia de hacer odiar al campo por los habitantes de la ciudad? ¿Por qué insisten en antagonizar el país? ¿Por qué siempre miden todo con un egoísmo que no es el modo de ser de los paisanos del Uruguay?". Y hubo respuestas. Ayer, en las Cooperativas Agrarias Federadas, había molestia por el hecho de que esa carta incluía una crítica al barrer. Se dijo que no diferenciaba entre dirigentes y dirigentes.

JM - Está bien que se sientan molestos. Pero el hecho es que sobraron las voces que tronaron acusándonos de cosas. Bien me podrían haber llamado por teléfono, saben que tienen un ministerio de puertas abiertas, pero lo primero que hacen es salir a jetear, parece que no les interesa hablar y averiguar las cosas, lo primero que les interesa es hacer declaraciones al barrer. No ayudan a pensar y encontrar soluciones. Y así como hablan los señores dirigentes yo también tengo derecho a hablar y a poner los puntos arriba de las íes, porque si contribuyo a que la leche salte de un día para otro a 16, 18, 20 pesos, lo primero que va pensar el pueblo de Montevideo es contra la gente del campo. Ese tipo de actitudes le hace mucho mal a Uruguay.

EC - Hablando de comportamientos, en la última entrevista que le hice a usted, a propósito de los precios de la carne, confesó que dentro de su estilo de negociación está a veces lo de tirar arriba de la mesa un tema, amenazar con determinado tipo de medidas para de esa forma abrir un espacio para el diálogo, para el intercambio con los actores de un determinado sector. ¿Hay algo de eso también esta vez?

JM - No, yo le tiraba hasta la cifra, 4 centésimos; puede haber otra. ¿Pero por qué no discutimos primero, por qué no hablamos primero antes de hacer declaraciones? Existen organismos, está todo abierto. No es ningún disparate lo que estamos pensando, no estamos pidiendo partir el precio por la mitad ni hacer detracciones como en Argentina, de más de 20%, nada de eso. Estamos hablando de amortiguar una situación difícil por una expresión jurídica que no se adapta a lo que viene hacia delante. El gobierno somos un poco todos...

Ya que me hizo memoria, lo que yo no podía saber era que en plena crisis forrajera los animales iban a engordar y al asado le iban a crecer costillas.

EC - ¿Cómo que le crecieron costillas al asado?

JM - Cuando todos los asados, los más baratos, estaban a 60 pesos nadie chillaba, ni por la grasa ni por las costillas, pero bastó con que se arreglara un precio de 44, 45 pesos para que de golpe el asado estuviera tapado de grasa y de huesos. ¿Vio? ¡Qué cambios tiene la naturaleza!

EC - ¿En qué queda el tema? ¿Ha fijado algún plazo para acordar medidas con relación al sector lácteo?

JM - No, hay una Junta Nacional de la Leche, vamos a analizar, allí están los distintos intereses, tendremos que hablar con Economía. Veremos. Yo tengo otras tres soluciones, no las vuelco porque se enreda mucho la información, tenemos que trabajar sobre el asunto.


Decreto del Poder ejecutivo por el que se fija a partir del 1º/09/07 el monto de retención con la que se financia el fondo de financiamiento de la actividad lechera


Decreto del Poder Ejecutivo por el que se fija el precio de la leche apta para el consumo que las usinas pasteurizadoras adquieran a partir del 1º/09/07

Comunicado del ministro de Ganadería, José Mujica, sobre la situación del sector lechero


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Edición: Ma. Eugenia Martínez