Bordaberry camino a la candidatura
"Todo hace pensar que el candidato voy a ser yo", dijo el líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry. Sin embargo opinó que aún no es tiempo electoral. Crítico del gobierno, afirmó que el costo de vida subió porque aumentó el gasto público y advirtió que eso está llevando al país de nuevo al "quirófano" del que salió en 2003.
(Emitido a las 8.56)
EMILIANO COTELO:
Recorre el país de arriba a abajo y sigue acumulando adhesiones a su movimiento político, el más "joven" del Partido Colorado (PC).
Podría decirse que de los aspirantes a la Presidencia el doctor Pedro Bordaberry fue el primero en poner en marcha su campaña.
Y si bien empezó con un discurso bastante conciliatorio, en los últimos tiempos se ha ido volviendo cada vez más crítico del gobierno.
¿Hay efectivamente un cambio en el tono del discurso? Además, ¿cómo ve la actualidad del país? ¿Y cómo ve al PC frente a esta realidad?
Vamos a conversarlo con el propio Pedro Bordaberry, ex ministro de Turismo y Deporte, líder de Vamos Uruguay.
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Doctor Bordaberry, desde el lanzamiento de "Vamos Uruguay" usted ha dicho en más de una oportunidad que se trata de un grupo de "propuesta y no de protesta". De hecho, además, hubo un tiempo en que parecía cuidar su discurso para no confrontar demasiado.
Sin embargo, en los últimos tiempos sus columnas de opinión, por ejemplo las que publica en el departamento de Salto, han pasado a incluir todo tipo de críticas al gobierno: a la política económica, a la inflación, al gasto público, al ministro de Economía, al canciller, a la ministra de Salud Pública... y se podría seguir.
Entonces, ¿qué fue lo que cambió?
PEDRO BORDABERRY:
Ser de propuesta no quiere decir que uno tenga que estar genuflexamente diciendo que está todo bien lo que dicen los otros. A veces se destaca más lo que uno critica porque no sé por qué en las noticias la crítica siempre tiene mayor espacio.
EC - Pero yo me refiero a columnas que usted ha publicado. Ahí es usted el que manda, el discurso lo resuelve usted.
PB - Sí, pero también publiqué columnas felicitando al presidente de la República cuando en el Día del Nunca Más resolvió llamar a la conciliación de los uruguayos. También publico columnas felicitando al presidente de la República cuando va a Europa y anuncia que se va a ampliar la terminal de contenedores del puerto de Montevideo. Pero obviamente cuando uno critica tiene más repercusión, no sé por qué. Ser de propuesta no quiere decir que esté vedada la crítica. Y más que crítica estamos haciendo llamados de atención.
Cuando la ministra de Salud Pública no aprueba la vacuna contra el cáncer de cuello de útero está mal, y está bien que nosotros lo digamos. Y cuando la ministra dice que no la aprueba porque es muy costosa y en definitiva los que tienen plata van a Buenos Aires a dársela, no nos podemos callar, tenemos que decir que eso está mal.
Cuando se conocen los números del primer semestre y el gasto público aumentó 8,8% y la inversión bajó 37%, estaríamos mal si no lo dijéramos.
Siempre decimos: esto está mal, tendría que ir por este camino. A veces parece que ser de propuesta es no ser de crítica.
EC - Con respecto al ministro de Economía en particular, usted ha hecho unos juicios muy fuertes en estos últimos días. Por ejemplo: "El contador Astori dejará el Ministerio de Economía el año próximo para ocuparse de su futuro político y empezó sus carnestolendas electorales ahora. Sabe que después del carnaval viene la cuaresma y no quiere quedarse a ella. Por ello debe optar ya: o se queda y cumple su trabajo o se va. De lo contrario seguirá sin reconocer que los precios suben". Es un planteo muy cáustico, por todos lados. ¿A dónde quiere ir con declaraciones como esta?
PB - Le estoy diciendo: señor ministro de Economía, tenemos una inflación que va a estar en dos dígitos a fin de año. Le hemos aumentado a la gente el costo de vida, y cuando se conocen los números del primer semestre se sabe que eso es porque el ministro de Economía aumentó el gasto público.
EC - Es muy discutido ese tema.
PB - No, le digo cómo es porque no soy economista pero tengo un equipo de economistas importantes con los cuales converso. El 63% de la causa es el aumento del gasto público, los consejos de salarios, el 21% es el aumento de los precios del exterior y el resto es el aumento de los precios transables acá. La culpa no la tiene el precio del pollo ni lo vamos a arreglar bajando el precio del pollo, la culpa la tiene el 63% de aumento del gasto público. Lo vemos todos los días, están entrando cinco funcionarios por hora al Estado.
Uruguay es como un enfermo del corazón a quien en los años 2002 y 2003 el doctor Atchugarry, un cirujano muy delicado, le hizo una operación de alta especialidad. Era un país que había estado comiendo con sal, no había hecho energía, no había estado en la Semana del Corazón como estamos hoy, no había salido a caminar, a correr. Se le hizo una operación muy delicada y se dijo: "Casi nos morimos, nos ayudó un cirujano de Estados Unidos". Y ahora resulta que nos curamos y volvemos a las andadas, a comer con sal, a no hacer ejercicio, a llevar una vida sedentaria. Vamos de vuelta al quirófano. Los que estuvimos dentro de ese quirófano no lo queremos, por eso le decimos estas cosas tan duras al paciente, para que reaccione, en especial al médico actual, que lo está llevando otra vez al quirófano.
EC - Hasta ahora al ministro de Economía en general se lo veía bien, incluso desde la oposición, al punto de que más de una vez se ha hablado de "continuismo" en la política económica.
PB - Sí, pero hubo un quiebre muy claro a principios de este año. No lo digo yo, lo dicen los números, las tablas de números. Trajo la reforma fiscal, aumentó la carga impositiva, el dólar sigue bajando, el Banco Central compra dólares por un lado, o sea que inyecta pesos en el circuito, y por otro lado los saca a través de las letras de regulación monetaria y paga un 10% por ello. Está haciendo un fárrago complicado.
EC - ¿No hay consenso con respecto a la política económica, ni siquiera a la macro?
PB - En el aumento del gasto público no hay consenso, no puede haberlo. Porque cuando se ponen en conocimiento los números del primer semestre de este año cambió, aumentó el gasto público. Hay que decirle al ministro Astori que suponemos que quiere seguir diciendo lo que decía antes. A su vez, se anuncia que quiere ser candidato a la Presidencia. En el medio empieza a aumentar el gasto público, y si quiere ser candidato a la Presidencia se va a ir el año que viene, no puede ser ministro de Economía y candidato a la Presidencia.
EC - Estas son todas deducciones suyas.
PB - Claro, son deducciones mías. Pero parece bastante lógico atar una cosa con la otra. El tema del Ministerio de Economía y la economía del país es de todo el Estado, no es un tema de contienda electoral. Es muy grave. Por eso le digo, los que estuvimos en el quirófano en los años 2002 y 2003 operando (yo alcanzaba algún instrumental, el que operaba era otro, pero estaba ahí dentro viendo el problema) no queremos que el paciente vuelva a ese estado.
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EC - Usted marca algunos de los puntos en los que discrepa con el gobierno, se detuvo especialmente en el área económica a partir de una pregunta mía, pero citó antes algunos otros capítulos. También habló de coincidencias, dos o tres. ¿Qué otras?
PB - El anuncio de que se va a ampliar la concesión de la terminal del puerto de Montevideo que se hizo la semana pasada es muy bueno. Que se siga eso y que se siga apostando a eso es muy bueno.
EC - Es una decisión del grupo inversor que está a cargo de la playa de contenedores.
PB - Pero para bailar el tango se necesitan dos, como dicen los americanos. Para ampliar la terminal el Estado tiene que dar la aprobación. Eso es muy bueno.
EC - Ese es un ejemplo que maneja el gobierno con frecuencia, la cantidad de inversiones extranjeras que siguen llegando a Uruguay, que están alcanzando niveles récord.
PB - Pero cuidado, fue a partir de aquella operación de los años 2002 y 2003 que Uruguay empezó a cambiar. No lo digo yo, lo reconoce todo el mundo, incluso el propio gobierno. Hay que cuidarlo. Usted me preguntó cuáles son las coincidencias, en eso coincido con el gobierno, está bien lo que está haciendo y lo aplaudo. Ese es el concepto de país que uno quiere. El negocio portuario no es solo para el que carga el barco, lo llena y le suministra, es un negocio para el país, porque Uruguay está en una posición geográfica para captar todos los bienes que salen de la región, desde Corumbá hasta Asunción, Argentina, el sur de Brasil y Uruguay. Argentina lo sabe, tanto lo sabe que draga el canal Mitre y no draga el canal Martín García, que pone detracciones a la soja para que el polo aceitero se construya en Rosario, no en Nueva Palmira. Cuando tomamos esas medidas hacemos lo correcto y hay que decirlo. Usted me preguntó qué coincidencias tengo con el gobierno y está bueno decirlas.
EC - Hablando de coincidencias, usted citó al pasar su participación en el acto del Día del Nunca Más, el 19 de junio pasado. Una presencia en la Plaza Independencia que sorprendió, quizás hasta el propio presidente Vázquez, a quien usted había llamado el día anterior para avisarle que había resuelto acompañarlo. ¿Qué tipo de diálogo mantiene con el presidente desde aquel momento?
PB - Ninguno.
EC - ¿Ese fue el único?
PB - Sí.
EC - ¿Fue el único contacto?
PB - Es que yo no tengo ningún cargo ni nada, estoy construyendo un nuevo grupo dentro del PC. Pero en ese momento me pareció que había que acompañarlo. La semana pasada el doctor Vázquez anunció que está en contra del plebiscito que se propone contra la ley de caducidad; de vuelta, estoy de acuerdo con el doctor Vázquez. Proponemos una nueva forma de hacer política, de llamar a las cosas por su nombre.
Yo venía para aquí y escuchaba que usted anunciaba que había un diputado del Nuevo Espacio que decía que había que subir los mínimos imponibles del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) porque, si no, lo iban a pagar electoralmente en 2009.
EC - Un diputado del propio oficialismo reclama que ya, ahora, en los próximos meses antes de fin de año, se hagan correctivos a la reforma tributaria.
PB - Eso es un horror, porque el motivo no es que está mal que los mínimos sean tan bajos sino que va a perder votos en 2009. Es una cosa increíble, y la escuchamos y nadie dice nada. Nosotros proponemos una nueva forma de hacer política, llamar a las cosas por su nombre. Si resulta que está mal el mínimo no imponible del IRPF, hay que subirlo. Si es para juntar votos para el año 2009, no. Me alegra que hagan estas confesiones públicas. Supongo que la gente estará atendiendo a esas cosas.
EC - Hace unos minutos En Perspectiva teníamos un contacto con nuestro corresponsal en París que analizaba los primeros cuatro meses de gestión del presidente Nicolas Sarkozy. ¿Es efectivamente Sarkozy una referencia para usted y para Vamos Uruguay?
PB - En algunas cosas sí.
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EC - Tengo varias preguntas de la audiencia para usted.
Por ejemplo, ya que hablamos de inversiones, le preguntan qué opina de las inversiones que vienen a comprar mercado y no generan nuevos puestos de trabajo. Es una alusión a una de las inversiones que se han mencionado últimamente, la compra de frigoríficos, por ejemplo.
PB - Siempre es bueno que venga inversión, en la medida que venga a participar de acuerdo con las reglas de competencia y a no monopolizar. Eso me parece esencial. En algunos sectores hay una cierta tendencia a que haya un solo jugador, por ejemplo el sector de la cerveza y algún otro sector de la actividad agroexportadora. Pero mientras haya competencia no veo problema.
Obviamente que si se invierte se supone que es porque el mercado está creciendo y va a generar más trabajo. Pero si viene exclusivamente para especular no me parece bueno fomentarlas. Pero no las puedo impedir porque la libertad es libre.
EC - En una nota del semanario Búsqueda del 6 de setiembre se señala que en filas de Vamos Uruguay se siguió de cerca el proceso electoral en Francia, en particular la estrategia del candidato ganador, Nicolas Sarkozy, de la Unión por un Movimiento Popular. ¿Por qué? ¿Ustedes entienden que hay identidad ideológica con Sarkozy, o simplemente les interesa examinar la estrategia electoral que siguió?
PB - Sarkozy es uno de muchos que hoy están apareciendo en el mundo, una nueva generación a la que hay que prestarle atención. Es una generación más de hacer y de llamar a las cosas por su nombre. Ahí yo ubico a Sarkozy, pero también a Gordon Brown, el que sucedió a Tony Blair en Inglaterra, que es laborista, y también a Mauricio Macri. Es lo que se va a venir en el mundo entero, vamos a ser más eficientes, dejar de prometer y empezar a hacer las cosas. Sarkozy es un lindo ejemplo a seguir, principalmente en lo que refiere a revalorizar el trabajo, a la cultura del esfuerzo, un hombre que gana una elección proponiendo pasar de las seis a las ocho horas. En el discurso que hizo la semana pasada en el Senado, que no fue oficial porque no puede serlo, dijo cosas muy importantes: tres por dos en el ingreso de funcionarios, que algunos opten por la movilidad, esos van a seguir ascendiendo y se les va a abonar de acuerdo con su rendimiento. Son problemas similares a los que tenemos en Uruguay, sería una falta de responsabilidad no prestarle atención cuando alguien está tratando de solucionarlos en otro lado.
EC - En algunos extremos las propuestas de Sarkozy resultan chocantes.
PB - Hay cosas que no me gustan de Sarkozy. Usted me decía lo del presidente Vázquez, hay cosas del presidente Vázquez que me parece que están bien y las digo. Cuando Sarkozy habla del ADN a los inmigrantes me corre un escalofrío, eso no. O los químicos contra los violadores. Pará, no. Pero hay cosas que están bien, que están buenas.
Cuando uno mira a Gordon Brown, el primer ministro inglés, tiene una cara de bulldog, cero carisma, parece ladrar, no hablar. Pero fue un ministro de Finanzas eficiente, que hizo las cosas bien, entonces vamos a ver qué está haciendo bien, porque se preparó.
EC - Usted menciona un par de fuentes de inspiración para el armado del programa de su grupo político. ¿Ya está trabajando en el programa?
PB - No, nos fijamos tres etapas. Yo escuchaba hoy que usted decía "ya está en campaña".
EC - Eso es para charlarlo también.
PB - Pero no es así, estamos haciendo un grupo desde cero. Cuando uno hace un grupo desde cero tiene primero que darle una organización, aprobar una declaración de principios, tener un código de ética, darse la forma de tomar decisiones como grupo, porque no somos una sola persona, somos muchos. A eso estamos abocados ahora. Tanto que el sábado 6 de octubre en Canelones hacemos nuestra primera asamblea para aprobar el Código de Ética y la declaración de principios en la que estamos trabajando. Están trabajando el doctor Pasquet, un chico Matías Capuccio, y lo pusimos en internet, tenemos una página www.vamosuruguay.com.uy para que la gente opine. Estamos haciendo cabildos abiertos, nos estamos constituyendo, creando la organización. Otros grupos, otros partidos no tienen que hacerlo porque ya la tienen, el Foro Batllista (FB), la Lista 15, el sector tradicional histórico del PC tiene una organización desde hace mucho tiempo. Eso es este año.
La segunda etapa es el año que viene, ahí sí vamos a llenar de contenido programático a nuestro sector. Y el otro año es la contienda electoral, vamos a estar en campaña electoral. Nos estamos preparando para eso, pero todavía falta bastante.
EC - En cuanto al programa, algunos adelantos ha habido, al menos eso es lo que se ha entendido, se ha deducido de escucharlo en algunas conferencias que ha dado, por ejemplo en la Casa del Partido Colorado en la serie El futuro Uruguay. Allí lanzó algunos lineamientos programáticos. Me llamó la atención que propuso hacer un "shock" social para "terminar de una vez con la pobreza y los asentamientos". ¿Cómo se haría una cosa así?
PB - De vuelta, es uno de los problemas que Uruguay tiene que encarar ya, porque si no lo hace vamos a estar en problemas muy serios. Cuando uno mira la región ve que lo que pasa en San Pablo pasa a los cinco años en Buenos Aires, a los diez años en Montevideo y a los quince en el interior de Uruguay. Entonces vemos los problemas que tienen ellos de violencia, etcétera. Tenemos que encararlo ya, los uruguayos tenemos la suerte de que nos van pasando la película por anticipado de los problemas que vamos a tener, podemos anticiparnos a ellos.
¿Cómo se haría? En primer lugar, no como lo está haciendo la señora Arismendi, concentrarse exclusivamente en una cosa donativa estatal no hace más que fijar la pobreza. Porque si usted le da plata a alguien para que no trabaje, esa persona no trabaja nunca más, la mantiene en esa situación.
EC - Desde el Ministerio de Desarrollo Social le van a responder que usted está simplificando, que está caricaturizando el problema.
PB - Puede ser, pero yo recorro todo el país y lo veo, es una de las quejas. Me gusta lo que hizo Tony Blair en Inglaterra, que hoy están haciendo Chile, el programa Puente: se identifica a una familia, los problemas que tiene, las capacidades que le faltan para salir de esa situación de pobreza (capacidad de trabajo, capacidad de salud, capacidad de vivienda), se hace un pacto entre la familia y el Estado, la familia se compromete a adquirir esas capacidades y el Estado a suministrarlas y salir de ello. Es un poco más complejo, quizás no es tan simplificado como darle plata e ir a cobrar un Panes a fin de mes. Sé que no es así, pero deberíamos empezar por ese lado.
EC - Usted habla de un shock social.
PB - Pasa por llenar de deportes todos los asentamientos, por llevar más escuelas a los asentamientos, por invertir realmente en eso. Pasa por dejar de atacar estos problemas como los uruguayos jugamos al fútbol.
EC - Eso requiere gasto y usted está criticando el aumento del gasto, un aumento del gasto que, dice el ministro de Economía, es entre otras cosas porque había que atender realidades sociales muy duras.
PB - Sí, pero si usted lo ve, usted me da 100 millones de dólares y los gasta de esa forma, puede ser. Porque en Uruguay hablamos solamente de gastar más, no de cómo se gasta. Se discutió hasta las lágrimas por aquellos 30 millones de dólares para la educación, me parece bien invertir más en la educación, se peleaba por ello, casi se fractura el Frente Amplio, un legislador lloró y no sé cuántas cosas porque se había salvado la fractura. Alguien preguntó para qué son los 30 millones de dólares y nadie sabía. Primero se conseguían y después se gastaban. ¿Eran para más escuelas? No lo sabemos. ¿Eran para aumentar los salarios docentes? No lo sabemos. ¿Eran para nuevas carreras universitarias? No lo sabemos. Este problema no es solo de este gobierno, no simplifiquemos, es un problema de Uruguay. Es esa falta de cultura del resultado de que habla el presidente Sarkozy.
Tenemos que empezar a hablar de esas cosas y gastar mejor. Es mucho mejor eso. Uruguay aumentó muchísimo el gasto en educación y todo el mundo le va a decir que estamos mucho peor en educación. Hay algo que está mal. En la última reunión de la Organización Internacional de Educación se dijo (creo que fue Gordon Brown) que en Inglaterra se aumentó 100% el gasto en educación, pero mejoró 15%, entonces hay un problema. No es solo gastar más.
En la parte social es eso, no solo gastar. Fíjese qué mensaje da Uruguay hoy cuando por un lado le pone impuesto al que trabaja o trabajó toda la vida y por otro lado le da dinero al que no trabaja. Hay que ayudar al que no trabaja, sin lugar a dudas, porque no puede conseguir trabajo, pero hagámoslo como lo hacía el doctor Atchugarry, que hacía los jornales solidarios, los jornales comunitarios, te doy dinero y arreglá la plaza. ¿Cómo quiere que una sociedad crezca dándole dinero a alguien para no trabajar y castigando al que trabaja? No podemos crecer. Eso no es un problema de Vamos Uruguay, del PC, del Partido Nacional o del Frente Amplio, es un problema de todos los uruguayos. Va por ahí.
EC - Ya que mencionó un par de veces al doctor Alejandro Atchugarry, aprovecho para intercalar una pregunta que viene desde la audiencia.
Álvaro, del Cordón, quiere saber cuál es su ministro de Economía: ¿Bensión o Alfie?
PB - Yo nunca contesto cosas supuestas para las que tienen que pasar una cantidad de cosas. Me pregunta si yo gano la elección dentro de dos años, y resulta que ahí ya nombro un ministro de Economía. Sería una falta de respeto a la gente decirle "voy a ganar y fulano va a ser mi ministro de Economía". Tengo un grupo muy grande de economistas, algunos profesores de la facultad, otros profesionales, con los que estoy trabajando y con los que hacemos un análisis de la realidad profesional, serio. Mi ministro de Economía va a ser la persona con mayor capacidad para eso, sea de mi partido o de otro, no me importa.
EC - Entre los nombres que lo están asesorando no menciona a ninguno, no divulga nombres, no da detalles.
PB - No, porque esta gente está trabajando en un equipo con nosotros y no me parece bien comprometerla en estos momentos públicamente. Pero es gente de primera línea.
EC - Y si mira para atrás, si mira gobiernos colorados, estos nombres que hemos manejado ahora, Atchugarry, Alfie, Bensión, ¿con cuál se queda?
PB - Son distintos ministros para distintas épocas. El economista Alfie fue un buen ministro en la parte de tomar las medidas duras posteriores a la salida de la crisis para que Uruguay creciera, se sentaron las bases para que creciera. El doctor Atchugarry fue un cirujano adecuado para el momento de crisis tan grande que vivió Uruguay. Y el economista Bensión fue una persona que con el tiempo (creo que ya hay un libro de Paolillo) la gente va a valorar. Lo he visto varias veces, hace poco en una conferencia que hizo el Fondo Monetario (FMI) lo vi pararse, agarrar el micrófono y la gente lo aplaudió cuando recordó que el FMI en esos momentos duros le dio la espalda a Uruguay, decía "hagan lo que hizo Argentina", él se paraba firme en eso. Le podría hablar del economista Luis Mosca, a quien le tengo un gran respeto. Y podríamos seguir para atrás. Pero sobre todo hay que hablar de ideas.
EC - En estos últimos días usted retomó con fuerza el tema del tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos. ¿Por qué pretende reinstalar este tema en la agenda, cuando el propio embajador Frank Baxter acaba de decir que hay que dejar de discutir sobre un eventual TLC y concentrarse en el TIFA, que ya existe, para obtener de él los mejores resultados?
PB - Porque necesito 100 millones de dólares para el shock social, y Uruguay está pagando hoy 100 millones de dólares para entrar con su carne a Estados Unidos en recargos aduaneros. Si tuviéramos TLC hoy Uruguay no estaría pagando 100 millones de dólares por año de recargos aduaneros para entrar a Estados Unidos con su carne.
EC - ¿Le parece que todavía hay lugar para negociar ese acuerdo?
PB - Siempre hay margen.
EC - ¿Incluso con el gobierno que hay hoy en estados Unidos, con Bush, con un Congreso con mayoría demócrata?
PB - A ver... ¿cómo es que dicen los muchachos de izquierda en los muros de Montevideo? "La única lucha que se pierde es la que se abandona". En eso coincido con ellos. Es evidente que el canciller (creo que por una concepción equivocada) se opuso a un TLC con Estados Unidos y dejó pasar el tren. En un error histórico. Entre cosas serían 100 millones de dólares más para que el contador Astori pudiera hacer política social sin aumentar el gasto público.
Pero no solo eso. ¿Quiénes no querían que hiciéramos un tratado con Estados Unidos? Brasil y Argentina. Porque quieren que las inversiones se instalen en Argentina y en Brasil. Pongo otra vez el ejemplo del polo aceitero en Rosario. Argentina le pone a su soja casi 30% de detracciones, con lo cual el que instala una fábrica en Rosario tiene la soja 30% más barata que el que la instala en Nueva Palmira. Hay una ventaja ilegal a favor de Argentina de instalarse allá. Se llenó de fábricas de aceite, hay un polo aceitero en Rosario. Hay una barrera de 30%. Si esa barrera de 30% la baja con Estados Unidos estamos en igualdad, y si Argentina hiciera lo que tiene que hacer estaríamos 30% mejor nosotros. Argentina lo hace porque lo sabe, entonces no draga el canal Martín García, draga el Mitre; hace subvenciones ilegales a las provincias argentinas de San Luis, San Juan, Catamarca y La Rioja, para que se instalen allá. ¿Por qué Brasil no quiere? ¿Por qué no nos defiende en el tema de Botnia? Porque mientras Argentina nos ataca y tenemos estos problemas, la gente duda de instalarse en Uruguay, entonces hay diez fábricas de ese tipo instalándose en Brasil.
EC - Estábamos hablando del TLC.
PB - Justamente, Brasil no nos deja hacer un TLC con Estados Unidos y Gargano invita al ministro de Relaciones Exteriores brasileño a hacer una charla aquí para oponerse internamente a la propuesta del doctor Vázquez de hacer un TLC. (Es increíble, el ministro de Relaciones Exteriores invita al ministro de Relaciones Exteriores de Brasil para hacer política contra el presidente de la República, solamente acá puede pasar eso.). Mientras, las inversiones se instalan en otro lado y hay menos trabajo en Uruguay, tenemos pobreza y tenemos que recurrir a un shock social. Hay que empezar a hacer las cosas, ¿es bueno o es malo tener un TLC con Estados Unidos? Es bueno. Entonces, mire, señor canciller, no se quede con los papelitos de los sesenta.
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EC - Le pregunté algo a propósito de lo político-partidario, en qué punto se encuentra el proceso de organización de su movimiento. No estuvo su respuesta concreta sobre si va a ser candidato, es bastante obvio que va a serlo, usted va a decir que no, que no es el momento...
PB - Vamos a llamar a las cosas por su nombre. Unos dicen "si mi nombre es solución"...
EC - Usted ha formado un grupo propio, está recorriendo permanentemente todo el país, haciendo discursos y tejiendo acuerdos con dirigentes locales, sus presentaciones públicas se parecen mucho a las de un candidato: estamos ante un candidato.
PB - Soy bien claro, le digo cuáles son las etapas. Ahora estamos construyendo el grupo, el año que viene lo llenamos de propuestas y contenidos y el otro es de la campaña electoral. Vamos por cada camino sin saltearnos ninguna etapa. Todo hace pensar que el candidato voy a ser yo, llamemos a las cosas por su nombre, pero como es un grupo participativo y estamos invitando a la gente a participar (el otro día el diario publicaba los cientos de dirigentes de todo el país que se han sumado), yo no puedo invitarla y decirle: "Vamos a hacer un grupo participativo pero mirá que no participás en la decisión más importante, que es quién va a ser el candidato a la Presidencia". Esa reunión todavía no se hizo. Todo parece indicar que el que viene perfilado soy yo, pero no nos salteemos esa etapa y concentrémonos ahora en construir el grupo.
EC - En las últimas elecciones nacionales, las de octubre de 2004, el PC tuvo 8% de los votos. Después en las municipales de mayo de 2005, cuando usted fue candidato a la Intendencia de Montevideo, el PC obtuvo en la capital 27% y a nivel nacional 17%. ¿Dónde está la realidad del PC de hoy?
PB - Nadie lo puede saber, está en el trabajo.
EC - ¿En cuál de esos números?
PB - Está en el trabajo. El otro día leía unas declaraciones de un miembro del PC que decía "ahora que Bordaberry está haciendo un grupo tenemos una intención de voto solamente del 17% o el 18%". Y yo digo: cuando empezamos en la campaña electoral municipal teníamos el 5%. Pero todavía no largamos y no nos pueden responsabilizar los que llevaron al partido a octubre de 2004 de la situación en que está hoy.
EC - El diario Últimas Noticias le hace una entrevista hoy, le preguntan algo parecido y usted dice: "Cuando yo acepté ser candidato a la Intendencia el PC tenía el 5% y terminamos en el 27%. Estamos mucho mejor, de cualquier manera creo que recién se va a saber cuando estén los candidatos. Si los candidatos son Larrañaga y Mujica, tenemos chance de ganar". ¿Cómo es esto?
PB - Sin duda, sería muy bueno para el país que fueran Mujica, Larrañaga y nosotros.
EC - ¿Por qué ese es un escenario ideal para usted?
PB - Porque son propuestas totalmente distintas y el elector puede elegir entre una propuesta como la de Mujica, que es lo que es, esa propuesta muy radical y desde la izquierda, la de Larrañaga, que es una suerte de neowilsonismo, y la nuestra, que es moderna y nos parece la mejor. Después el problema es cuando los candidatos se entran a mezclar en sus propuestas. Sería bueno que la gente finalmente tomara esa decisión y el país comenzara a crecer de una vez por todas y les llamemos a las cosas por su nombre.
EC - Usted en el mejor de los casos va a ser el candidato del PC, pero va a necesitar a todo el partido. No se sabe muy bien con quiénes va a competir en la interna, no está definido aún el panorama en el FB, en la 15 y en otras alternativas que se están manejando, todavía se presenta difuso. Sea como sea, para que usted pueda competir con Larrañaga o con Mujica tiene que ser candidato de todo el partido y tiene que tener un partido detrás. ¿Cómo ve al PC y su transformación, su autocrítica, su reestructura después de la derrota histórica de las últimas elecciones?
PB - Ante todo, estamos haciendo futurología, que no me gusta. El partido todavía no tiene muy claro qué va a hacer, incluso ha habido declaraciones de dirigentes del FB y de la propia lista 15 en el sentido de que tienen una posibilidad de llegar a un acuerdo para presentar un candidato único para enfrentar la propuesta de Vamos Uruguay. Lo cual me parecería buenazo, que se juntaran.
EC - Pero le pregunto más en general.
PB - El partido necesita algo que parecería no termina de asumir: muchos candidatos, mucha competencia, mucha discusión, mucha efervescencia. Estamos tratando de refrescar al PC, de abrirle las ventanas y las puertas para que entre un aire nuevo, que no haya unanimidad, que haya unidad pero no unanimidad, que se discuta no que se pelee. Eso es lo que está llegando y es bueno que llegue. Y que finalmente la gente diga: hay un sector tradicional, el FB, la lista 15, tendrá un candidato, tendrá dos, no lo sé, hay un sector nuevo que se llama Vamos Uruguay, decida cuál es la mejor. Si es la nuestra, bárbaro, y si es la otra, la gente querrá la otra y democráticamente lo aceptaremos.
Al partido le está costando dar ese paso todavía. No sé si es porque estuvo tanto tiempo en el gobierno, parecería que no nos animamos a hacer lo que hace Gargano con el presidente Vázquez, que le hace una oposición interna, o no nos animamos a hacer lo que hace este muchacho del Nuevo Espacio que sale a decir que hay que subir los mínimos imponibles del IRPF porque si no van a perder votos en 2009. Parece una especie de unanimidad, de regimentación que había en el partido. Vamos a abrirle las ventanas, de eso se trata. Lo dijimos en esa charla a la que usted hacía referencia: rechazamos el pensamiento único, nos parece muy mal.
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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Pablo Melgar