A mitad de período, el ministro de Industria, Jorge Lepra, está "luchando contra las chacras" y se siente "muy cómodo" en el gobierno.

Un ministro contra las "chacras"

No se define como frenteamplista y dice que su mayor fortaleza es la independencia. A mitad de período, el ministro de Industria, Jorge Lepra, está "luchando contra las chacras" y se siente "muy cómodo" en el gobierno. Anunció que se comienza a trabajar en la energía nuclear, defendió los negocios con Venezuela y dijo que no se debe intervenir en la "extranjerización" de parte de la industria.


(Emitido a las 8.48)

EMILIANO COTELO:
En este período de gobierno, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) aparece más poderoso que en el pasado.

Jorge Lepra maneja, naturalmente, las políticas en materia de industria, energía y minería, pero además incide efectivamente en Ancap, UTE y Antel, influye mucho en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, abarca también a la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones y hasta pilotea el Plan Ceibal.

Pero, como contracara de ese mayor protagonismo, Lepra ha sido uno de los ministros más convocados por la oposición al Parlamento, si no fue "el" más convocado. Y ha enfrentado esos temporales desde una posición política especial, porque no integra ninguno de los grupos del Frente Amplio (FA) y no tiene tampoco trayectoria en la izquierda, pero sí cuenta con la confianza personal del presidente Tabaré Vázquez, que sorprendió a todos cuando decidió nombrarlo en el verano de 2005.

¿Cómo llega a la mitad del período de gobierno este ministro de Industria "recargado"?

Vamos a averiguarlo en la entrevista que ahora iniciamos con Jorge Lepra.

***

Ministro Lepra, yo decía recién: da la sensación de que en este período de gobierno hubo un redimensionamiento de la figura del ministro de Industria. Un cargo que en otras administraciones aparecía mucho más subordinado al ministro de Economía de turno (en algunos casos, incluso, enfrentado al ministro de Economía), pero que en los últimos 30 meses lo ha tenido a usted involucrado en una cantidad enorme de temas. Exagerando un poco, se podría decir que es una especie de "superministro". ¿Usted reconoce un cambio en ese sentido, una "ampliación" del cargo?

JORGE LEPRA:
Más de una vez lo he analizado con mi amigo el doctor Sergio Abreu, que también estuvo en esta cartera. Sin duda hemos avanzado desde la época en que él estuvo con respecto a lo que él definía como el ausentismo de las empresas públicas. Hemos hecho un equipo de trabajo tanto con UTE como con Antel y Ancap.

EC - ¿Cómo funciona la relación entre el ministerio y estas empresas? ¿Cuál es el límite entre la autonomía de esos entes y la coordinación con el Poder Ejecutivo?

JL - Empecemos por lo que está arriba de la mesa en estos días; después iremos a Ancap y a UTE. Por las declaraciones del asesor de Antel con respecto al tema de la prensa tuve reuniones con María Simón y Edgardo Carvalho, en las que claramente el directorio tomó distancia, ante todo porque es un asesor, no tiene autoridad para hacerlas, un asesor no debe hacer ese tipo de declaraciones, y el directorio en este momento está estudiando una redefinición drástica de su rol dentro de Antel.

EC - Según lo que El Espectador informaba ayer de tarde, desde el directorio de la empresa se ha llamado a Michel Visillac a silencio. Aparentemente también se le ha dispuesto continuar con la licencia y ahora se estudia en qué posición va a quedar dentro de la empresa.

JL - Esos detalles son tema del directorio. Tenemos un equipo, el directorio de UTE, de Antel y de Ancap son autónomos, pero conversamos, sugerimos, trabajamos en equipo. Y sin duda en lo que va a suceder estamos involucrados nosotros con María Simón y Edgardo Carvalho, presidenta y vicepresidente de Antel.

EC - Hay que entender que en este episodio concreto y ante las declaraciones de Visillac hubo iniciativa suya para que en Antel se tomaran medidas.

JL - No, la iniciativa fue del director Edgardo Carvalho, que salió el viernes de mañana a desmarcarse de esas declaraciones, y también de la ingeniera Simón. Es un tema que el directorio, como tantas otras cosas en dos años y medio, va a manejar con total profesionalidad y solvencia.

EC - ¿Qué fue lo que hizo usted, en todo caso?

JL - Nos reunimos para intercambiar opiniones. Como lo hago con el directorio de UTE, como lo hago con el directorio de Ancap. Estamos continuamente haciendo reuniones.

EC - Por otro lado, a usted no se lo ha escuchado criticar la política macroeconómica, algo que fue clásico en varios ministros de Industria en los últimos 20 años. Yo mismo entrevisté a ministros de Industria que manifestaban su preocupación por la inflación en dólares o el atraso cambiario. Usted podría estar diciendo algo de eso en este momento, porque algo de eso tenemos. O ministros que criticaban los cambios en la devolución de impuestos o la tributación de tal o cual sector de actividad. ¿Por qué se da esta diferencia en este caso?

JL - Precisamente, el viernes 11 de noviembre de 2005, en el acto conmemorativo del Día de la Industria (va a hacer dos años), me refería al tipo de cambio, que ya era un tema en ese momento, al inicio del gobierno. En ese discurso en la Cámara de Industrias decía que el equipo económico hacía un seguimiento permanente de la situación, que el Banco Central aumentaría sus compras de dólares de allí a fin de año. Desde el principio del gobierno pensamos en el tipo de cambio para todo el país, para todo Uruguay, y esta política económica y esta política monetaria han beneficiado al total del país. Quizás algunos sectores hayan sido perjudicados.

EC - Pero yo le preguntaba en general, citaba esto del tipo de cambio como un ejemplo de asunto que en el pasado generó diferencias entre ministro de Industria y ministro de Economía.

JL - No es el caso, hemos formado un equipo, a varios ministros no los conocía hasta que el presidente Tabaré Vázquez nos nombró, pero desde allí se ha formado un equipo e interactuamos mucho, nos ayudan mucho esas reuniones de los lunes del Consejo de Ministros en las que intercambiamos la información de cada ministerio. Nos han ido permitiendo ensamblar el equipo. Es un equipo, a veces interactuamos con Economía, a veces con Ganadería y Agricultura. Insisto, quizás en el futuro haya que pensar en un ministerio de la producción. Sé que el ministro Mujica también ha pensado en esto, empezamos con una interacción muy importante con Ganadería porque en el Hotel Presidente, en aquellos dos meses cuando nos preparábamos estábamos en el mismo piso. Eso permitió una interacción muy importante. Siempre me pregunto si en el edificio de Ancap no podría haber dos o tres ministerios de la producción.

EC - ¿Pero cómo fue que usted terminó involucrado en el Plan Ceibal?

JL - Negroponte, que fue el creador en el Instituto Tecnológico de Massachussets de esto de un computador por niño, con toda la tecnología de ese instituto tan prestigioso, cuando tuvo diseñado el programa vino a América del Sur pensando en los grandes mercados. Pensó en Brasil, en Argentina, en Venezuela y en Colombia. Y vino aquí, tuvimos oportunidad de tener una reunión con él y lo convencimos de que el tamaño de Uruguay (algo que hacemos aquí y cuando estamos fuera del país mucho más) es una ventaja, no una desventaja. Lo convencimos de que en tres años se podía extender el plan a toda la población escolar de Uruguay, que cada niño y cada niña en la escuela pública podría tener su computadora en tres años, logramos el compromiso del presidente de la República. Eso lo convenció, porque un país de 600 kilómetros de largo por 400 de ancho, prácticamente con red digital en todo el territorio (quizás lo podamos hacer un país sin cables, wireless), quizás sería el único en el mundo donde se podría implementar el plan para toda la población escolar en tres años.

EC - Pero la pregunta era cómo es que usted, ministro de Industria, está metido en un tema estrictamente educativo.

JL - Precisamente, porque hicimos un equipo con el ministro Brovetto, el ministro Mujica, el ministro Astori cuando se estaba gestando la Agencia de Innovación, Ciencia y Tecnología. Allí interactuamos mucho, hay gente como Bresner, del LATU, hay un equipo. Ahora estamos creando algo muy importante con la ministra Arismendi, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, la Asociación de Dirigentes de Marketing, la Asociación Cristiana de Jóvenes y DERES, la organización de Responsabilidad Social; que todas juntas, con el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), hagamos un programa piloto con respecto a responsabilidad social privada y pública. Tengo eso de tratar de luchar contra las chacras, somos muy pocos, tenemos muchas organizaciones haciendo lo mismo, juntemos esas organizaciones y hagamos algo. Estamos tratando de armar para mediados de octubre un gran evento con participación de todas estas organizaciones, más el MIDES, para ver qué podemos hacer el año que viene, un proyecto piloto entre el MIDES y las organizaciones empresariales.

***

EC - ¿Lleva la cuenta de cuántas veces fue convocado al Parlamento a dar explicaciones sobre distintos temas?

JL - La verdad es que no la llevo, pero ha sido una experiencia interesante.

EC - Debe de ser de los ministros que han sido más convocados.

JL - Será por esas distintas tareas que estoy tratando de cumplir en beneficio del país. La semana pasada estuvimos en la Comisión de Industria de Diputados, la semana que viene estamos en la Comisión de Industria del Senado, y veo en la prensa que se me convocaría otra vez. Es una de las grandes fortalezas de la democracia, que representantes de la oposición nos convoquen y quieran informarse, es totalmente una fortaleza. Además, como la oposición no integra los entes autónomos es una forma de enterarse.

EC - En el oficialismo muchas veces hay disconformidad con la catarata de llamados al Parlamento. Se los ve como una tranca, como un obstáculo, como un palo puesto en la rueda.

JL - Sin duda que nos quitan tiempo, tenemos que prepararnos para esas reuniones, los miembros de la oposición saben que cada vez que me convocan trato de que sea temprano. Hacerlas más cortas sería ideal, porque la vez pasada estuvimos cuatro horas y personalmente después de cuatro horas sin duda hay un cansancio físico.

EC - Cuando asumió su cargo, ¿creyó que por no ser un militante del FA y provenir del sector privado la oposición le iba a hacer la vida algo más fácil?

JL - No, la oposición tiene que hacer su papel dentro de un régimen como el nuestro, que por suerte lo tenemos, es un régimen democrático. Conozco gente de la oposición como también gente del Frente, hay una convivencia democrática importante.

EC - ¿Se sintió siempre respaldado por el FA en el Parlamento?

JL - Ah, sí, siempre. Algunas veces me he quejado de que la bancada no ha estado más activa, el Parlamento es un lugar importante donde oficialismo y oposición se encuentran, los ministros vamos a rendir cuentas, pero si, como se da en el caso de UTE, de Antel, de Ancap, hay una mayoría de gente profesional, sin trayectoria política, nos resulta difícil contestar algunas aseveraciones que ya no salen de la parte profesional técnica y entran a rozar la parte personal.

EC - ¿Falta un papel más activo de la bancada en esas comparecencias?

JL - Sí. Y aprovecho a exhortar a la bancada a que se mueva un poco más.

EC - Hay un dato, usted no pertenece a ningún sector del FA. Es más, cuando se lo nombró, fue toda una sorpresa, porque no se lo ubicaba como frenteamplista. ¿Eso pesa de alguna manera en su relación con los diputados y los senadores del Frente?

JL - No...

EC - Suele decirse que un ministro es más fuerte si tiene un partido detrás. Usted no lo tiene.

JL - No...

EC - Usted tiene el apoyo del presidente.

JL - A esta altura, por lo menos de los compañeros de gabinete el apoyo es total, hemos hecho un equipo. Lo que sucede con respecto al apoyo en mi caso es que muchas veces se presta a confusiones en el sentido de que se ha dicho que a veces la bancada como, estoy solo, no... Pero no es así, han salido ministros a apoyar estos comentarios, a veces hay soledad de los ministros con respecto a la bancada. Y lo han hecho personas como la ministra Arismendi, como el ministro Gargano. Mi sentimiento es compartido por otros integrantes del Ejecutivo.

EC - A propósito, ¿qué filiación política tiene? Se lo preguntan desde la audiencia. ¿A quién votó?, le pregunta Edgardo de Solymar.

JL - Yo le contestaría a Edgardo lo mismo que te contesté a ti hace tres años cuando tuvimos la primera entrevista (esta es la tercera): soy independiente. Mi fortaleza es la independencia. Y el voto es secreto.

EC - ¿Pero tan independiente como para ni siquiera definirse como frenteamplista?

JL - No estoy definido como frenteamplista.

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EC - Edgardo de Solymar le había preguntado qué filiación política tenía; yo le trasladé la pregunta. Ahora mandó otro mensaje: "Qué hábil declarante es el señor ministro".

JL - No, quiero decirle a Edgardo de Solymar que me siento muy cómodo trabajando en el gobierno frenteamplista, estoy ayudando al gobierno frenteamplista con todo mi conocimiento y mi experiencia, y sin duda quiero que este sea uno de los mejores gobiernos que ha tenido el país, trato de ayudar porque creo que todo lo que se está haciendo está bien. Estamos creciendo con equidad, que era muy importante, quizás en el pasado el país creció a tasas importantes pero con inequidad. Estoy acompañando todas estas reformas importantes, como la reforma tributaria, la reforma de la salud. Edgardo, estoy muy conforme, estoy muy cómodo y estoy ayudando al gobierno frenteamplista.

EC - Si le pido que destaque cinco grandes cambios estructurales o decisiones que entienda fundamentales que se tomaron en este período de dos años y medio y que tienen a su cartera como protagonista, ¿cuáles elige?

JL - Sería muy importante resaltar el tema energía; lo que se ha tratado de hacer en la industria de pequeñas y medianas empresas; en minería también se han hecho tareas importantes; el LATU, que había perdido dinero en el pasado, ahora es mucho más transparente; en energías renovables hemos lanzado el tema; la ley de marco regulatorio estaba desde el año 97, se ha empezado a transitar en el marco regulatorio para que privados produzcan y le vendan energía a UTE.

EC - ¿Qué sensación le dejó ese proceso en particular? ¿No se debió haber dado un paso un poco más audaz, licitando algo más que 60 megavatios como se hizo?

JL - Aclaremos a la población que todos estos proyectos de energías renovables que estamos impulsando y estamos convencidos de que hay que impulsar, en este momento son muy caros. Se está pagando el megavatio entre 60 y 80 dólares, cuando en condiciones hidráulicas buenas el país produce a entre cinco y siete dólares. Son energías renovables, las queremos impulsar, pero en este momento son muy caras, y si licitamos mucho después eso incide en las tarifas. Hemos licitado exactamente el mismo porcentaje que licitó en su momento Brasil, que en ese sentido consideramos un país ejemplar.

También vamos a ir a la eficiencia energética, algo que necesitamos fundamentalmente, con el cambio de horario se puede llegar a ahorrar un 1%, que significa dos días y medio del consumo de Montevideo. Estamos atacando todos los temas. En energía renovable, por ejemplo, el gran futuro de Uruguay está en alcohol a partir de madera, dadas las 800.000 hectáreas que ya están plantadas. Es un alcohol de segunda generación, que se saca de un procedimiento con enzimas. Es un procedimiento caro, pero de aquí a ocho o diez años va a ser una gran energía renovable para Uruguay.

EC - ¿Cómo queda plantado Uruguay en materia de generación de energía eléctrica? ¿Qué riesgos corremos ahora después de las medidas que se tomaron, si miramos el mediano plazo?

JL - En el mediano plazo está prevista la interconexión con Brasil, de 500 kilovatios entre San Carlos y Candiota, hemos hecho un acuerdo con el gobierno de Argentina para la planta regasificadora en Montevideo. Eso está muy avanzado, los dos gobiernos, tanto el argentino como el uruguayo, estamos muy comprometidos en hacer rápidamente ese proyecto, y quizás también algún respaldo térmico para los próximos dos años. Pero atención, hemos tenido picos de consumo históricos debidos al frío y a la buena situación económica que pasa el país, y UTE los ha podido abastecer. Eso es muy importante.

EC - ¿Pero estamos a cubierto de lo que pueda ocurrir en el futuro con situaciones de sequía o con problemas de abastecimiento del gas argentino, por ejemplo?

JL - En este momento estamos a cubierto. Aun en los peores momentos Argentina ha mantenido el suministro a Uruguay. Al mismo tiempo, Uruguay ha suministrado energía eléctrica a Argentina. Las interconexiones eléctricas con Argentina y con Brasil funcionan muy bien.

EC - En materia de energía nuclear, que no es un debate para hoy ni para mañana, es un debate bastante a largo plazo, ¿se está trabajando también? ¿Es una posibilidad que el ministerio considera?

JL - Yo firmé con el gobierno argentino hace dos meses un intercambio entre la Comisión de Energía Atómica argentina y la nueva Agencia de Innovación uruguaya para que técnicos uruguayos empezaran a viajar al Instituto Balseiro en Bariloche a entrenarse, a adquirir conocimientos en este tema. Además aquí tengo el documento del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena. Este documento, hecho por la máxima autoridad en el mundo, dice que entre que se empieza a considerar la energía nuclear hasta el inicio de las operaciones de su primera central transcurren entre diez y quince años. Recomienda no ir más allá del 10% de la capacidad instalada, y necesitamos formar entre 200 y 1.000 personas en Uruguay. Desde el punto de vista técnico la estamos atacando, pero esto lleva tiempo, no es una energía que estemos viendo en el corto plazo, porque si bien hay centrales nucleares pequeñas, todavía no están en su etapa comercial.

EC - Por lo que usted dice, ¿es una alternativa que se considera y en la que se está empezando a trabajar?

JL - Desde el punto de vista técnico, en la Dirección Nacional de Energía hemos empezado con este tema. Prueba de ello es ese convenio que firmé con el gobierno de Argentina. Ahora, instalada la Agencia de Innovación en Uruguay, vamos a empezar a enviar técnicos uruguayos a prepararse.

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EC - Le quedó algo por agregar sobre energía nuclear.

JL - Sí, una primicia para En Perspectiva. El director general de la OIEA, Mohamed Elbaradei, ha confirmado su visita a Uruguay para el 3 de diciembre, y la semana pasada le hizo saber al doctor Alejandro Nader, que también depende de nuestro ministerio, que es la máxima autoridad reguladora nacional, la seguridad radiológica que ofrece Uruguay.

***

EC - Yo decía al pasar que usted estuvo en primera fila en temas que en principio nunca tuvieron una participación importante del titular de Industria. Estoy pensando, por ejemplo, en el debate sobre la firma de un tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, ahí usted tuvo un rol activo. Tal vez por su pasado como dirigente de la Cámara de Comercio Uruguay – Estados Unidos.

JL - Mi rol muy activo tuvo y tiene que ver con aumentar el comercio de nuestro país. En ese momento, a principios de 2005, cuando hicimos nuestro primer viaje como ministro a Washington y nos entrevistamos con distintas personas del Departamento de Estado, junto con nuestro embajador recién nominado, Carlos Gianelli, el objetivo era (y lo sigue siendo) aumentar el comercio. Con Estados Unidos yo podía ayudar más que con otros países.

Pero la semana pasada tuve una satisfacción muy importante. En marzo fui a hacer una presentación de Uruguay a la Cámara Japonesa en Buenos Aires, y como resultado ahora hay una empresa japonesa, Bonset, que tiene una planta en Japón y otra en Estados Unidos, y va a poner la primera en América Latina en Uruguay por esa presentación.

EC - ¿Qué tipo de empresa es?

JL - Es una empresa de etiquetas termocontraíbles. Va a hacer una inversión de unos 10 millones de dólares, con una ocupación de entre 35 y 40 personas. También la empresa Yazaki, que es una asociación japonesa-mexicana que se instaló en Colonia. Aumentar el comercio, aumentar las inversiones, aumentar la cantidad de empresas que vengan al país. La semana pasada Volt Autologic me hizo saber que quiere aumentar sus inversiones en Uruguay, y tenemos el caso de Atento, que pertenece al grupo Telefónica. Sin duda que mi experiencia ayudó y ayuda mucho más con Estados Unidos pero, como declaré el otro día en un medio de prensa, trato de moverme por todo el frente de ataque.

EC - Volviendo al TLC, ¿puede decirse que ahí tenemos una de sus frustraciones en estos dos años y medio de gestión? Porque usted fue uno de los promotores.

JL - Sin duda, pero tenemos que tener en cuenta que en ese momento tampoco podíamos lograrlo por razones internas y externas, entonces había que buscar otros caminos. Desde el principio (recuerdo la reunión de marzo del año pasado en Washington, con gente de cancillería y del Ministerio de Economía) dijimos: aumentemos donde podamos nuestro comercio.

EC - ¿Cómo ve el anuncio reciente del embajador de Estados Unidos, Frank Baxter, que la semana pasada dijo que hay que olvidarse del TLC y concentrarse en el TIFA, que es lo que existe, y sacarle el mayor rendimiento?

JL - Es lo que estamos haciendo. El gobierno de Estados Unidos va a cambiar, ya cambió el Congreso, se hace difícil la autorización rápida que tiene el presidente. Pero además, como yo decía la vez pasada con algún dirigente del PIT-CNT, ahora el Partido Demócrata incluso ha agregado en los futuros TLC condiciones favorables para los obreros de los países que firmen tratados con Estados Unidos. El Partido Demócrata está más preocupado por trabajo infantil, por el trabajo mal remunerado. Quiere decir que en el futuro, si se vuelve a dar esta vía, va a tener mejores condiciones para trabajadores y obreros.

EC - Cambiando de tema, ¿puede decirse que su gran "dolor de cabeza" de estos 30 meses son los negocios con Venezuela y todas sus derivaciones?

JL - No, de ninguna manera. Lo que firmamos el 2 de marzo de 2005 entre los dos gobiernos es un excelente negocio, que es comprar petróleo. En ese momento Venezuela le otorgó a Uruguay unas determinadas condiciones que tenía con otros países. Esas condiciones que nos dio, de pago 75% contado a 90 días y 25% a 17 años con 2% de tasa, fueron extraordinarias, le permitieron a Ancap salir de su crisis económico-financiera, saldar su pasivo, saldar las cuentas, pagarles a los bancos, y ahora le permiten negociar con Venezuela mejores condiciones.

EC - Pero al mismo tiempo Ancap está generando una deuda.

JL - Lo hemos explicado en el Parlamento y la explico acá, esa deuda es perfectamente manejable para el volumen de Ancap.

EC - ¿Qué quiere decir con eso?

JL - Que Ancap puede manejar la deuda. Además hemos estado con el Ministerio de Economía para ver si esa deuda se puede pagar con bonos del Estado uruguayo o buscar otra forma. En este momento estamos tratando de cambiar las condiciones.

EC - ¿En qué sentido? Porque en definitiva implica agrandar la deuda externa del país, un tema que siempre es motivo de preocupación.

JL - Si hablamos de la deuda externa, lo que ha hecho Uruguay es espectacular en cuanto a negociar toda la deuda externa con el Fondo Monetario, con el Banco Mundial y con el BID, pagar, seguir teniendo buenas relaciones y no estar comprometidos con los organismos. La deuda es completamente manejable, los términos de la deuda, el monto de la deuda.

EC - Cuando le preguntaba por los negocios con Venezuela no me refería solo a aquel acuerdo para compra de petróleo.

JL - Espero que te refieras a todos.

EC - Usted ha sido convocado al Parlamento en numerosas ocasiones por distintas líneas de acuerdos, negocios que están en consideración.

JL - Le he contestado al Partido Nacional (PN) por escrito las preguntas del diputado Pablo Abdala, y también al diputado Washington Abdala. Pero fundamentalmente resalto lo del PN porque ese partido tuvo una reunión conmigo en la que manifesté (ya lo había manifestado en la Cámara) que en todo lo que hemos firmado está el respeto a la ley del año 1931 de creación de Ancap, y no vamos a hacer ninguna cosa que se aparte de la legislación vigente en Uruguay.

EC - Usted contesta concretamente a los cuestionamientos a propósito de la asociación de Ancap con Pdvsa para la ampliación de la refinería de La Teja.

JL - Exactamente, porque también se nos ha otorgado en Venezuela la posibilidad de explorar en la faja del Orinoco, que es muy importante. Ya hay técnicos de Ancap trabajando en Venezuela. Además no es lo único que Ancap está haciendo, en este momento hay un barco explorando la plataforma continental uruguaya, haciendo estudios de segunda dimensión para ver qué posibilidades hay. Y Ancap no compra solamente a Venezuela, en cada caso hace un llamado internacional para comprar al mejor precio.

EC - ¿Le parece conveniente que Uruguay siga incrementando sus negocios con Venezuela?

JL - No le veo ningún problema.

EC - ¿Qué análisis político hace del rumbo que sigue ese país? ¿Le parece conveniente seguir dependiendo de Venezuela en esas condiciones?

JL - Los análisis políticos y de política exterior los dejo para el canciller Reinaldo Gargano.

EC - Pero tiene que ver con los negocios, cualquiera que hace negocios tiene en cuenta los contextos políticos.

JL - En este momento los negocios y el contexto político son favorables para Uruguay y Venezuela.

***

EC - Ya que hablábamos de combustibles, aprovecho para preguntarle por una noticia de hoy. Esso decidió seguir los pasos de Shell y Texaco y abandonará el mercado uruguayo, donde posee la segunda mayor red de estaciones de servicio del país, con 121 bocas. La noticia está hoy en el matutino El País, que agrega que esta operación se enmarca en una decisión estratégica de Esso de salir del Cono Sur para emprender nuevos negocios en el sudeste asiático, un mercado en expansión. Esso se desprendería de sus negocios en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Y otras versiones ubican a Pdvsa como uno de los principales interesados en adquirir esa red. ¿Cómo ve este nuevo cambio en el escenario?

JL - Demuestra que la decisión de Ancap de intentar comprar la red de Shell y luego de comprar la red de Texaco fue acertada.

EC - ¿Por qué?

JL - Porque los otros jugadores fuertes de la región, que son Pdvsa, Petrobras e YPF-Repsol, se están moviendo fuertemente en lugares que las multinacionales han decidido dejar. Recuerdo hace años, debe hacer cinco o seis años, cuando otra multinacional importante (ninguna de las que hemos mencionado) decidió que su estrategia iba a ser lo que se conoce por BRIC, Brasil, Rusia, India y China. Son movimientos de empresas multinacionales muy grandes, pero nosotros tenemos que proteger a Ancap actualmente y en el futuro. Quiere decir que la compra estuvo bien hecha.

EC - Ancap en particular, ¿puede llegar a pulsear por la compra de estas estaciones de servicio también?

JL - No, para Ancap en este momento la red que tiene es suficiente para tener un papel importante en la distribución de combustible en el futuro, con o sin monopolio.

EC - Después de varios meses de debate a propósito de este tema, ¿cuál es su resumen sobre los cuestionamientos que recibió por el hecho de que Ancap, una empresa en la cual usted desde el MIEM tiene influencia, haya comprado la red de estaciones de servicio de Texaco, donde usted trabajó durante años y fue gerente general hasta muy poco antes de ser ministro?

JL - Las mismas conclusiones que tuve en su momento hace unos meses. Le agradecí al diputado Abdala que hubiera levantado esa pregunta porque de repente mucha gente se la estaba haciendo y no la manifestaba, él la manifestó públicamente. Si bien era el gerente general y un empresario aquí en el empresariado uruguayo, era un empleado de Texaco, nunca tuve ni tengo acciones. E incluso cuando empezaron estos movimientos le dije al directorio de Ancap, como le había dicho cuando consultó conmigo el tema Shell, que me parecía apropiado, pero en ningún momento quise intervenir. Podía haber intervenido porque cuando uno pasa de la compañía uno a la compañía dos en general la compañía dos se beneficia de lo que uno aprendió en la compañía uno. Pero no quise intervenir en las negociaciones, no quise intervenir en precios, plazos, nada. Pero sí en la decisión estratégica, que acompañé y acompaño, y ese título del diario de hoy de la posible venta de otra red confirma que la decisión fue acertada.

EC - Y hablando de compras y ventas de empresas, ¿cómo observa la extranjerización creciente que se viene dando en la industria, y en especial en industrias estratégicas de nuestro país? Por ejemplo la industria frigorífica, por citar un caso nada más. ¿Es algo que lo preocupa? ¿Entiende que debería tomarse alguna medida, incidir en ese proceso?

JL - Preocupa pero creo que no debemos incidir. En definitiva, la última compra de estos dos frigoríficos por parte del grupo brasileño abarca compras también en Argentina. Son movimientos económicos que se hacen y que vienen por todo lo que el país ofrece como estabilidad política, económica. Es un tema que es parte de la economía. La semana pasada hablaba con el ex ministro José Villar, que fue el dueño de Maestro Cubano por tantos años, y también él vendió, hablábamos de este tema, era una empresa tradicional en Uruguay y ahora vino la empresa mexicana y la compró. Es parte de algo que se está dando y que se dio también en otras partes del mundo, empresas familiares que son compradas por otras.

EC - ¿Desde el gobierno hay que intervenir en ese proceso?

JL - Creo que no, no debemos intervenir, porque en definitiva está bien definidos los intereses estratégicos del país, en energía, seguridad, salud pública, son intereses realmente estratégicos y el Estado uruguayo los tiene bajo su control. La Secretaría de Energía argentina más de una vez me ha manifestado que ellos en este momento desearían tener una empresa como UTE o una empresa como Ancap porque frente a los vaivenes del mercado no pueden tratar de regular o de estabilizar precios a través de una empresa. En cambio para Uruguay en este momento eso es un activo.

***

EC - Hemos hablado de unos cuantos temas, no todos los que usted ha manejado en estos 30 meses de gestión. En el final la pregunta apunta más bien hacia delante, ¿alguna prioridad, por lo menos en el futuro inmediato?

JL - A través de la Agencia de la Innovación concurrimos con empresarios uruguayos al Foro de Competitividad en Atlanta hace un par de meses, organizado por el secretario de Comercio norteamericano, Carlos Gutiérrez, persona con la cual hemos desarrollado una muy buena relación profesional y personal. Él visitará Uruguay la semana que viene y allí vamos a establecer que la Agencia de la Innovación de Uruguay va a organizar un foro en marzo-abril del año que viene de innovación como seguimiento de aquel foro de Atlanta. Es muy importante que Montevideo sea la sede de ese foro.

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Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Pablo Melgar