La candidatura presidencial del Frente Amplio
Análisis político de Oscar A. Bottinelli.
(Emitido a las 8.31)
Versión preliminar
EMILIANO COTELO:
En la última semana se produjeron tres hechos importantes relacionados con la fórmula presidencial del Frente Amplio. Uno, el discurso de Rodolfo Nin Novoa en el Congreso de la Alianza Progresista. Dos: el discurso de Enrique Rubio en la reunión de la Vertiente Artiguista. Y tres: el trascendido de una conversación entre el presidente Tabaré Vázquez y el secretario general del Partido Socialista, Eduardo Fernández. A partir de estos hechos, el politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum, nos propone analizar el tema en toda su perspectiva. El título: "La candidatura presidencial del Frente Amplio".
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EC - Viejo asunto ya... La fórmula presidencial del Frente Amplio tiene por lo menos dos años y pico. Viene casi desde las elecciones pasadas.
OSCAR A. BOTTINELLI:
En Uruguay, las candidaturas presidenciales se empiezan a discutir la noche de los escrutinios, cuando termina una elección. Es un país muy altamente politizado.
Pero ahora hay una diferencia muy importante. Recordemos una frase muy original de Raúl Sendic de hace seis o siete meses. Dijo algo así como que el Frente ganaba aunque llevara a una heladera de candidato. El panorama cambió y el Frente tiene que competir en serio. Con buenas probabilidades, pero los datos son muy claros: va a tener competencia y el candidato va a ser decisivo (además de lo que resta de la gestión de gobierno).
Por otra parte, empieza a discutirse algo que estaba mucho más soterrado, que salió a la superficie a raíz del discurso de Nin Novoa: que hay una fórmula presidencial. Por lo tanto, la cuestión no es sólo quién es el candidato a presidente sino también quién es candidato a vicepresidente. Esto ha agitado las aguas en los últimos seis, ocho, 10 días.
EC - Vamos a repasar esos tres hechos que tú proponías, en orden cronológico. El jueves de la semana pasada, Búsqueda publicó trascendidos de una conversación entre el presidente Tabaré Vázquez y el Eduardo Fernández, secretario general del Partido Socialista.
OAB - Vamos a analizar los trascendidos que han sido publicados, sin agregar más nada de todo lo que anda por los pasillos. Se atribuye a Tabaré Vázquez considerar la dificultad o improbabilidad de la candidatura de Danilo Astori por la falta de consenso que tendría su nombre en el Frente Amplio. Más aún, una resistencia mayoritaria. A lo cual otros agregan una figura que ha sufrido en los últimos meses un desgaste espectacular, que no es aquel Danilo Astori que era la figura que tenía mejor imagen del Frente Amplio en todo el país.
Luego también se desliza de José Mujica, que llegaría con 74 años a las elecciones, lo que afectaría sus posibilidades.
No es menor que se digan estas cosas. Porque hasta ahora los dos candidatos que la gente consideraba más obvios eran José Mujica y Danilo Astori... Si iba uno o iba otro, si competirían, si se harían elecciones abiertas, si se haría en el Congreso del Frente, si sería por Congreso... Pero era este o aquel. Y el presidente aparentemente (porque es un trascendido, porque no están respaldados oficialmente por nadie estos trascendidos, aunque todo el mundo los da por válidos) habría dado argumentos para descartar a ambos.
Y aparece con mucha claridad que el tema son los que podemos llamar "los terceros en discordia". Hay que buscar por otro lado nombres que estén fuera de una polarización, como Astori y Mujica, que presenten una mayor renovación y que obtengan los consensos. Por ahí estaría el camino.
Pero hay un tema, cuando se leen afinadamente las cosas, estos trascendidos de Búsqueda y otros de largo tiempo, uno diría que la reelección desde el 19 de junio está en un plano muy secundario. No es la opción uno. Pero tampoco puede decirse que esté descartada. Es una carta en reserva que está ahí y podría ser, si se agotan los tiempos y no aparecen los consensos, que surja como el camino casi único y natural. A medida que se agotan los tiempos va quedando un único camino para esa reelección, que es el proyecto de voto por un sistema vigente y un sistema proyectado en forma simultánea. La comisión constituyente está llegando casi a su imposibilidad por lo menos si esto se sigue seis u ocho meses más.
EC - Pasemos al segundo de los tres hechos políticos: el posicionamiento que asumió Rodolfo Nin Novoa, el vicepresidente de la República, el fin de semana pasado durante el congreso de delegados de su sector, la Alianza Progresista.
OAB - Rodolfo Nin Novoa siempre estuvo en la partida, para la gente el candidato a vicepresidente siempre es un nombre que está ahí en la sucesión presidencial. Con mayor o menor grado de validez, lo que se ha analizado desde 1985 a la fecha es que siempre el nombre del vicepresidente está. Y Rodolfo Nin Novoa en esta polarización Astori-Mujica siempre apareció más o menos en un tercer lugar en las encuestas, nunca desapareció. Tras estos trascendidos del presidente de la República, otra señal que largó el presidente hacia otros lados, hace una aparición muy fuerte.
En primer lugar, hay una señal que yo llamaría interna, no sólo de la Alianza Progresista sino de su entorno. Sabemos que se han manejado muchos otros nombres de la Alianza y de ligados a la Alianza. Aquí el grupo aparece proyectando a Rodolfo Nin Novoa, lo cual es un hecho muy importante para que su candidatura esté en el tapete.
Segundo, se está posicionando en un vicepresidente de la República que hace una serie de definiciones de liderazgo político y que da el paso de agregar otra carta más al debate: oficialmente, en discusión, la candidatura vicepresidencial. Y proponer que vaya una mujer.
EC - Nin Novoa dijo que en la fórmula presidencial tenía que ir una mujer.
OAB - Sí, pero dicho como está, da la impresión de que es la vicepresidencia. Así fue leído e inmediatamente empezaron a salir al ruedo los nombres de Daisy Tourné, Lucía Topolansky y María Julia Muñoz, que no son las únicas. Van a aparecer hasta cuatro nombres más, posiblemente. Dijo que tendría que estar en la fórmula, pero la lectura del contexto de ese discurso en que se está posicionando como un candidato presidencial. Porque gestualmente fue eso, gestualmente está diciendo "mi candidata a vice será una mujer". Esa es la lectura más lineal de todo el lenguaje de lo hablado y de lo gestual.
EC - Pasemos al tercer hecho.
OAB - El mismo domingo, Enrique Rubio, el director de Planeamiento, salió muy fuerte. Recordemos que Enrique Rubio, que había tenido una gestión importante en el Senado, pero con los problemas de estrellato, de salir al primer plano que da el Parlamento, que cada vez es más amortiguado por la opinión pública, desde que entró a la dirección de Planeamiento adquirió un peso político significativo. Cuando entró al cargo hicimos un análisis. Decíamos que apareció rompiendo la polaridad que se veía dentro del gabinete. Por un lado era Astori y Gargano, que se amortiguó muchísimo a partir del mes de marzo.
Aparece Enrique Rubio planteando posturas intermedias, discutiendo con el ministro de Economía en varias oportunidades la línea política, de alguna manera el mensaje fue "no tiene el monopolio de las definiciones económicas ni financieras de este país". Salió a cuestionar algunos elementos de la reforma tributaria y a reclamar algunos cambios importantes, recibió el malestar de los sectores de asalariados de más nivel y de las capas medias. Rubio se posiciona como una figura que - sin decir que está en la carrera presidencial -claramente es visto como otro que se posicionó en la búsqueda del candidato de consenso o el candidato que podría apoyar Vázquez para una solución.
EC - A partir de estos distintos episodios, el análisis tampoco se completa... Porque a eso habría que agregarle otros actores que también están haciendo su juego. Ahí la lista ya es mucho más larga.
OAB - La lista es muy larga. Además hay un juego muy interesante de Mujica, que cada tanto larga nombres, uno tras otro. Muchos dicen que con el efecto de que con eso va agotando la lista. Porque después de que Mujica larga un nombre al ruedo ese nombre desaparece de las conversaciones. Pero viene largando un nombre tras otro desde hace tiempo a raíz de la necesidad de una renovación. El problema es que eso juega a que tire prematuramente nombres.
EC - ¿Cuáles serían las conclusiones?
OAB - Sin duda es muy difícil el camino de una salida consensuada (o se está dificultando y exponiendo voluntad de dificultar) hacia cualquiera de los dos candidatos más polarizantes y más naturales, como Danilo Astori o José Mujica. Las señales serían que no hay interés en que se vaya a un juego de elecciones internas abiertas, fuertes, en las que el que gana ganó y el que perdió, perdió, sino en ir por la tradición frenteamplista de que el candidato es algo buscado por un alto consenso. En ese consenso empiezan a aparecer nombres, y ahora aparecieron con muchísima fuerza dos: Rodolfo Nin Novoa y Enrique Rubio.
Y en última instancia, dependiendo de que se alcancen con mayor facilidad o no se alcancen los consensos en torno a los "terceros en discordia", y a los resultados de la gestión de gobierno, no desaparece del todo la carta de una reelección presidencial. Pero la reelección tiene un problema si se hace por el sistema de doble candidatura, por régimen vigente y régimen proyectado, dejando de lado toda la discusión jurídica, desde el punto de vista político y para el partido de gobierno: que si hay un presidente que va a la reelección y a su vez un candidato fuerte, hay como una competencia de imágenes y liderazgos. Y eso se resuelve mucho si el presidente de la República que busca la reelección lleva como vice a la misma persona que iría como candidato a presidente por el régimen vigente (eso lo hizo Pacheco). Con lo cual deja claramente establecido que el líder es uno, que el candidato a presidente por el régimen vigente es un sucedáneo del que sería su candidato a vice si no se aprueba la reforma y hay que ir por el régimen vigente. Ese número dos lo suple y no hay competencia. Eso no hay que descartarlo como una de estas cosas que están ahí, hoy en un plano más secundario pero como cartas de reservas por las dudas.
Y mientras tanto, dos nombres nuevos al ruedo en torno a los cuales empezarán las especulaciones, las mediciones, el auscultar a la gente, a ver cómo repercuten en la opinión pública y qué consenso se puede lograr en torno uno y otro.
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