"La idea no es generar una estructura de 'amuchamiento', sino leer la seguridad pública desde distintas percepciones", explicó Washington Abdala.

Abdala propone crear un Consejo de Seguridad Ciudadana

El diputado colorado Washington Abdala propuso crear un Consejo de Seguridad Ciudadana para analizar la evolución de los delitos de mayor impacto. "La idea no es generar una estructura de 'amuchamiento' colectivo, sino generar la posibilidad de leer la seguridad pública desde distintas percepciones", explicó.

(Emitido a las 8.50)

EMILIANO COTELO:
La rapiña, el copamiento, el hurto, los homicidios y las violaciones. Son categorías delictivas que disparan la inseguridad ciudadana.

Desde la oposición surge un plan para reducir estos delitos más graves. La propuesta incluye la creación de un Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana que tiene como una de sus fuentes de inspiración la experiencia chilena, según informó El País este domingo.

La idea es del Foro Batllista, del diputado Washington Abdala.

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Diputado Abdala, ¿cuál es el análisis que usted toma como punto de partida?

WASHINGTON ABDALA:
Los datos del Observatorio de Violencia y Criminalidad, del Ministerio del Interior (MI), muestran que en general hay delitos que están cayendo, pero no el de mayor impacto, que es la rapiña, ni los hurtos, en los que si bien ha habido alguna caída la cosa no es demasiado estimulante todavía.

Si se miran los ejemplos de la región y el mundo de cómo se arman políticas para tratar de achicar este tipo de flagelo, se verá que se hacen planes de algún tipo con ciertos niveles de involucramiento multisectorial que hacen que la cosa funcione mucho más.

Lo que le armamos al ministerio es una serie de cinco o seis propuestas que van en la línea de establecer una serie de objetivos. Si no, nos va a pasar como tantas veces en el país, los objetivos no son medibles y no se sabe si se está recorriendo una pauta determinada o es una cosa muy abstracta. Si a la rapiña no se le da una pauta de determinado porcentaje de caída no sabemos si estamos actuando bien o mal. Esto se parece a un plan que pueden hacer una universidad, una empresa, una ONG, hay que recorrer ciertas pautas para llegar a una serie de objetivos. Por ahí va la propuesta.

EC - ¿Cuáles son las líneas de trabajo?

WA - Lo primero es establecer cuál es la posibilidad real. Un objetivo medible es una reducción de 5% acumulativo anual de caída de los delitos de mayor impacto social, principalmente la rapiña. Esto de delito de mayor impacto social es un concepto chileno que está muy bueno. Los chilenos dicen que importan todos los delitos, pero los que más importan son la rapiña, el hurto, el copamiento, las lesiones, los homicidios y las violaciones. Todos importan, pero estos son los centrales, los que le amargan la vida a la gente.

EC - ¿Son los que generan la famosa sensación térmica?

WA - No la sensación, la convicción. Si usted tiene, como tenemos, 107.700 hurtos y 10.000 rapiñas deja de ser sensación para transformarse en realidad.

EC - Son los que más impactan en la cabeza de la gente.

WA - Yo miro a los chilenos porque están cerca. Hace 20 años los mirábamos con distancia y hoy los tenemos que mirar con admiración. La tasa de los delitos de mayor connotación social en Chile es interesantísima, cada 100.000 habitantes hay 2.500 y aquí hay 3.987, cerca del doble.

EC - Si tomamos esa referencia, estamos notoriamente mal.

WA - Estamos mal, pero lo importante es ver qué se puede hacer, qué camino recorrer. Algunas cosas son de sentido común, un plan de esa naturaleza se puede armar. Está muy bueno el libro Agenda 2020, hay un artículo de (Rafael) Paternain, con quien uno puede no coincidir pero es un experto en materia de seguridad pública, habla de la multisectorialidad. Desde ese ángulo y mirando la experiencia peruana y algo de la legislación francesa, propongo crear un Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, con un montón de instituciones.

EC - El Consejo estaría conformado por los ministerios del Interior, de Educación y Cultura, de Desarrollo Social y de Turismo, más la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

WA - La idea no es generar una estructura de "amuchamiento" colectivo, sino generar la posibilidad de leer la seguridad pública desde distintas percepciones. Eso es lo que está faltando, la lectura se hace solo en clave de ley y orden, que es sensata, los ciudadanos también pedimos eso, pero para generar una especie de polea de trasmisión que pueda coordinar las políticas que surgen del Poder Ejecutivo, del MI, con el resto, hay que involucrar a todo el mundo. Negar esto es taparse los ojos. El problema de la seguridad pública es de primer orden, todo el mundo debe dar una mano en la creación de políticas en este asunto, hay que involucrar a todo el mundo, tenemos que estar mano a mano con la SCJ, entender que también hay un tema de legislación imprescindible, de actualización. ¿Cuánto hace que se habla de la reforma del Proceso Penal?

EC - Todos hemos perdido memoria con respecto a eso.

WA - Yo ya perdí memoria de los proyectos. Hay en carpeta en el Parlamento en las dos cámaras un proyecto de reforma del llamado Código del Procedimiento Policial, seguimos esperando. Es un gran proyecto del gobierno, que lo ha mejorado, pero va pasando el tiempo y nuestras vidas se siguen complicando. Se puede armar un plan de reducción quinquenal de los delitos de mayor impacto social, si lo pudieron hacer algunos países de la región y algunos países europeos, lo podemos hacer. Se pueden crear instituciones como la que proponemos, se puede crear un foro de expertos, salir de la cosa "chantunesca", porque está fantástico que opine todo el mundo pero un tema tan complejo requiere expertos que trabajen con profundidad, en su ángulo, de modo de tener insumos para ir armando políticas. No es un tema de poner cuatro policías más en mi barrio, es bastante más complicado, hay una policausalidad muy compleja.

Los programas de seguridad ciudadana de los años 1998 a 2000 y pico iban en esa línea y aportaron algún elemento que sirvió. El foro de expertos, el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, un plan que permita medir cada año si llegamos o no a los objetivos planteados. Y algo que es importante, en vez de esa cosa de la preocupación y la convicción de inseguridad –o la sensación, como dice el gobierno, con lo que discrepamos–, información, información cada tres meses, saber cómo se están haciendo las cosas.

No soy un neoliberal ni cerca pero se puede apuntar a que el mercado funcione, generar un ejercicio de competencia interna y de comparación entre los distintos sectores de la Policía: en tal lugar se está actuando mejor, vichar la experiencia comparada de un lugar con otro, que haya indicadores objetivos que permitan medir este tipo de cosas. Cuando uno tiene un problema de esta dimensión tiene que mirar el mundo, en Uruguay tenemos el riesgo de ser muy creativos en nuestras cosas pero no hemos mirado el mundo para extrapolar experiencias buenas de otros lados, y es difícil inventar.

EC - Usted propone integrar ese Consejo con cuatro ministerios, la SCJ y la ANEP. Me llamó la atención que no reclame ninguna presencia de partidos de la oposición, de representantes de la oposición.

WA - No es un tema político. Estamos en tiempos complejos, el gobierno y la oposición pensamos muy distinto.

EC - ¿Entonces?

WA - Entonces hay que ser muy aséptico en estas cosas. En este momento la ministra está convocando a un foro con el aval de las Naciones Unidas para conversar sobre temas de inseguridad pública. Es un buen ámbito. De allí a la institucionalidad de la oposición, no es así. Este es un tema del gobierno, a este gobierno lo votaron para resolver estos problemas, debe resolverlos. Lo cual no implica que uno con buena voluntad no diga: "Mirá, me parece que tenés que trabajar el tema de la seguridad pública también desde la ANEP, los chicos en las escuelas no saben lo que es la seguridad pero la viven sus padres y la viven ellos".

Es imprescindible que el Ministerio de Desarrollo Social, con todos sus recursos económicos que le ponemos, también tenga una veta para que el tema de la seguridad pública se empalme en las distintas barriadas, en las distintas localidades con las políticas de que va a implementar la Policía para generar una cierta sinergia, que es imprescindible. Por ahí, tratar de integrar el concepto de multisectorialidad, en los lugares en el mundo donde las cosas andan bien en seguridad pública es porque se logró involucrar a un ámbito importante de las instituciones públicas, también de la sociedad civil, que se mete en el tema y se siente convocada. Paternain trabaja esto muy bien. En algún tiempo habíamos recogido la experiencia inglesa, aquel concepto de vecino alerta, neighborhood watch, un concepto muy preciso, no vecino que está con la ratatán militando para que no pase nada en el barrio sino el vecino involucrado con la Policía, que tiene una tarea de colaboración, que genera toda una dinámica muy atractiva. Estos conceptos no son un invento, funcionan bien en algunos lugares, hay que vicharlos y tratar de insertarlos.

EC - ¿Ha hablado con la ministra o con otras autoridades del ministerio?

WA - Se lo dije a ella.

EC - ¿Hay un ambiente favorable a un planteo como este?

WA - Quiero creer que sí.

EC - ¿Dónde va a presentarlo?

WA - La ministra nos invitó para el jueves a las 17 horas en el edificio de Naciones Unidas. Supongo que va a ser una reunión inicial. Le dije que me venía bárbara la invitación porque estaba preparando un documento, que es este. No va a ser una única tenida, van a ser varias, y seguramente también otra gente llevará material. Me agarró casualmente trabajando en eso, se lo dije y me dijo que lo presentara, a ver qué puede salir.

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Edición: Mauricio Erramuspe