¿Qué expectativa tienen los uruguayos sobre la reforma de la salud?
Análisis político del profesor Oscar A. Bottinelli.
(Versión preliminar)
(Emitido a las 8.33)
EMILIANO COTELO:
Cuando están en pleno auge las polémicas sobre la reforma tributaria y sus efectos, el gobierno se prepara para acelerar los trámites de aprobación y puesta en marcha de la reforma de la salud, la que crea el Sistema Nacional Integrado de Salud, que se prevé que entre en vigor el próximo 1 de enero. Entonces, más allá de la polémica política y corporativa sobre este tema, ¿qué piensan los uruguayos? ¿Creen que la reforma de la salud es buena o mala para el país? ¿Creen que los va a beneficiar directamente o los va a perjudicar en lo personal? Sobre estas preguntas trabajó Factum en su Encuesta Nacional de setiembre, que hoy va a presentar y analizar su director, el politólogo Oscar Bottinelli. El título: "¿Qué expectativa tienen los uruguayos sobre la reforma de la salud?".
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EC - Estamos hablando de una reforma importante en este período de gobierno.
OSCAR A. BOTTINELLI:
Es una de las leyes, normas o medidas a las que el gobierno apuesta como un hecho fundamental de este período, del mismo modo que la reforma tributaria y el Plan de Emergencia. Muchos, además, la ven como una reforma que podría contrarrestar algún malhumor con relación al impuesto a la renta, en particular al Impuesto a la Renta de las Personas Físicas.
El tema de a quiénes puede beneficiar y a quiénes perjudicar lo analizamos bastante extensamente hace un mes, el 21 de setiembre, ahora vamos a ver qué piensa la gente, no importa con qué grado de información, pero cuál es el estado de espíritu con que ve la proximidad de esta reforma de la salud.
Hemos planteado dos preguntas diferentes, una con relación a cómo la persona ve esta reforma para el país, y otra con relación a cómo la ve para sí o para su familia, si piensa que personalmente la va a beneficiar o la va a perjudicar, lo que no da respuestas exactamente iguales.
EC - Los resultados corresponden a la Encuesta Nacional Factum de setiembre. Agreguemos algún otro dato desde el punto de vista de la ficha técnica.
OAB - La Encuesta Nacional Factum es representativa de todo el país, tanto urbano como rural y asentamientos, y por lo tanto corresponde al 100% de la ciudadanía activa, al 100% del electorado.
EC - Pasemos a la primera de las dos preguntas que mencionabas.
OAB - La primera pregunta que se hizo fue: "Sin tomar en cuenta si a usted lo beneficia o perjudica, ¿usted cree que la reforma de la salud va a ser buena o mala para el país?".
EC - Las respuestas se repartieron de esta manera:
- Buena o muy buena: 45%
- Ni buena ni mala: 12%
- Mala o muy mala: 14%
- No opina: 29%
OAB - En primer lugar hay una gran diferencia con respecto a lo que sucedía con la reforma tributaria varios meses antes de su entrada en vigencia. En ese caso había una cierta paridad entre quienes estaban a favor y quienes estaban en contra, entre quienes consideraban que los iba a beneficiar y quienes consideraban que los iba a perjudicar, y prácticamente medio país no se pronunciaba. Incluso prevalecía levemente la opinión negativa sobre la positiva.
Aquí tenemos un escenario diferente. Por un lado, los que consideran que no los afecta y los que directamente no opinan son un segmento importante, cuatro de cada diez personas, pero casi la mitad, el 45%, considera que la reforma va a ser buena para el país y un 14% que va a ser mala, hay 31 puntos de diferencia. Es verdad que ese 41% que tiene una opinión neutra puede o no volcarse, y si se vuelca para un lado, más el 29% que hoy no opina, puede inclinar la balanza, incluso cambiar la inclinación actual. Pero arranca con un piso muy bueno de expectativas.
EC - ¿Qué decía la segunda pregunta?
OAB - La pregunta que acabamos de ver decía "sin tomar en cuenta si a usted lo beneficia o lo perjudica". La idea era que la persona tratara de ser objetiva, porque podía pensar que la reforma era buena para el país pero que a ella la perjudicaba, o a la inversa, podía pensar que la beneficiaba pero que era mala para el país, se buscaba una disociación.
La segunda pregunta es directa: "¿Y cree que a usted personalmente y a su familia la reforma de la salud lo va a beneficiar o a perjudicar?".
EC - Las respuestas son:
- Beneficiar: 39%
- Ni beneficiar ni perjudicar: 18%
- Perjudicar: 8%
- No opina: 35%
OAB - Aquí también tenemos cifras un poco menores que las anteriores, aunque también con una diferencia de 31 puntos. Hay 35% que no opina y 18% que en principio cree que va a ser neutra, por lo tanto cualquiera de las dos preguntas, cualquiera de los temas, si va a ser buena o mala para el país o si personalmente lo va a beneficiar o lo va a perjudicar, lleva a dos conclusiones de números.
Primero, que el tema está abierto, porque son muchos los que todavía tienen que pronunciarse, y segundo, que se parte, ya sea en el concepto beneficio personal o en el concepto beneficio para el país, con un piso muy elevado de expectativas favorables. Es un escenario muy distinto de aquel del cual partió la reforma tributaria.
EC - ¿Conclusiones?
OAB - La reforma de la salud implica un aumento de la tributación de entre 1% y 3%, según la situación familiar de cada uno, y puede dar lugar groseramente a tres situaciones. Una, la de los que tienen hijos menores de 18 años que estén en el mutualismo o se pasen al mutualismo, esos probablemente serán beneficiados netos; dos, la de los que no tienen hijos menores de 18, que serán perjudicados desde el punto de vista tributario, no les afecta en el tema salud en sí mismo; y tres, los que están en Salud Pública y van a seguir en Salud Pública, o tienen hijos menores de 18 años que van a seguir en Salud Pública, que pueden considerar que para ellos la reforma es neutra o que los perjudica porque van a estar en el mismo lugar y van a pagar un impuesto. La aspiración del gobierno es que a la larga, si siguen en Salud Pública, si mucha gente se va y aumentan los recursos, van a recibir un beneficio porque el sistema va a ser mejor. Si eso es así o no es una gran discusión política, no van a ser resultados inmediatos ni a corto plato, implica una gran expectativa de cambio sobre el sistema de Salud Pública pero no va a impactar en lo inicial de la reforma, porque la gente va a sentir que va a la misma policlínica, al mismo hospital y en semanas o meses no va a cambiar la atención. El tema es si genera alguna expectativa de cambio por otras razones. En principio tenemos estas tres categorías.
Por otra parte, el gobierno maneja como concepto que una cantidad de gente que antes estaba excluida se va a incorporar ahora al sistema de salud en Uruguay. Eso es un juego publicitario, desde el punto de vista técnico todo el mundo está cubierto porque Salud Pública es universal. La que parecería que puede considerarse beneficiaria neta desde un punto de vista tangible es la gente que está en Salud Pública y va a pasar al mutualismo, porque en Uruguay se considera una ganancia pasar al mutualismo. También es el caso del que está en el mutualismo pero tiene a los hijos en Salud Pública y los va a pasar al mutualismo, y el del que aun estando él y sus hijos en el mutualismo, por más que tenga un aumento tributario va a tener una descarga de costo muchísimo mayor que lo que le significa el sistema de salud.
Lo importante es ver que esto es transversal, no va por niveles socioeconómicos, influyen muchísimo tener o no hijos y pasarse al mutualismo o no.
EC - A partir de estos números que dan las encuestas, ¿qué puede ocurrir?
OAB - Si no hay sorpresas, si no hay cambios, la reforma de la salud viene con una expectativa favorable, en principio no parece que vaya a afectar más al gobierno, y una de las probabilidades es que neutralice algunos de los efectos negativos del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, sobre todo en las franjas más bajas, en los sectores trabajadores asalariados que se han visto afectados por el impuesto y que se pueden ver mucho más beneficiados por la reforma de la salud. Ahí puede estar la ganancia desde el punto de vista de la opinión pública para el gobierno.