(Emitido a las 7.47)

JOSÉ IRAZÁBAL:
El vicepresidente Rodolfo Nin Novoa dio un paso que había sido reclamado desde la oposición: informó sobre lo que ha sucedido en los últimos días en la relación tan complicada, tan caliente con Argentina y los episodios de Santiago de Chile. Ayer comenzó a citar a algunos de los líderes políticos para darles esa información.

ANDRÉS GIL:
Ayer, el presidente en ejercicio, Rodolfo Nin Novoa, mantuvo dos reuniones separadas, de aproximadamente media hora cada una, con el líder del Foro Batllista, senador Julio María Sanguinetti, y con el presidente del Directorio del Partido Nacional (PN), senador Jorge Larrañaga.

JI - Y hoy se va a reunir con los representantes del Partido Independiente.

AG - El doctor Sanguinetti no hizo declaraciones ayer a la salida de la reunión.

Estamos en diálogo con Jorge Larrañaga.

***

Senador Larrañaga, ¿quedó conforme con las explicaciones que le dio Nin Novoa?

JORGE LARRAÑAGA:
Siempre es importante que el Poder Ejecutivo converse con la oposición. De la misma forma como el 3 de octubre el presidente nos recibió en Suárez para informarnos sobre ese tema, ayer nos reunimos con el presidente en ejercicio, Rodolfo Nin, a pedido suyo, para comentar y recibir información sobre los últimos acontecimientos que se dieron en la Cumbre Iberoamericana de Presidentes y lo que tiene que ver con la medida de cierre de frontera, la asunción de la nueva presidenta en la República Argentina y los hechos de notoriedad que nos involucran en este conflicto.

El partido ha tenido una posición muy firme para criticar –se critica para intentar cambios y rectificar–, pero también de responsabilidad para ayudar, porque en este momento es necesario mantener el frente político interno, lo sustancial es el apoyo a lo medular, que es el derecho al desarrollo y a la dignidad nacional de nuestro país para construir su futuro, más allá de lo accesorio que supone la crítica al accionar de ministros que mantenemos y que hemos vertido en su momento.

JI - ¿Qué explicación le dio el presidente en ejercicio sobre la decisión del presidente Vázquez desde Chile de habilitar el funcionamiento de Botnia en plena cumbre aquel jueves de noche?

JL - Poca cosa más que lo que nos ha llegado en forma pública a través de los medios de prensa. Fundamentalmente lo conocido sobre este tema, la postergación del 1 de noviembre, en plena conferencia de prensa del ministro de Vivienda, explica lo que sucedió después en Chile, la habilitación del emprendimiento, que también generó controversia. Son hechos que están, el PN en su momento criticó muy fuertemente la postergación, más allá de la conveniencia o inconveniencia de la decisión definitiva, porque siempre se nos dijo que no iba a estar supeditada a proceso electoral alguno ni a la Cumbre Iberoamericana de Presidentes. Y luego se dio la habilitación definitiva; más allá de la conveniencia del momento y el lugar en que se dio, lo concreto es que estamos ante hechos asumidos y como tal los hemos recibido.

Por otra parte, está la información sobre el cierre de frontera por motivos de precaución. El presidente Nin nos dijo que va a ser temporal, por pocos días más, para ver cómo va evolucionando la situación de riesgo potencial de los asambleístas de Gualeguaychú, en el entendido de que se sabe que es una medida adoptada por el gobierno, que además se practica con elasticidad frente al corte de los asambleístas del otro lado.

AG - ¿No hay una contradicción en criticar la forma como el gobierno resolvió la habilitación de Botnia, por un lado la conferencia de prensa fallida, y después que el presidente Vázquez haya resuelto, en forma acelerada o expeditiva, la puesta en marcha de la planta? En un momento se critica que el gobierno fue demasiado conservador y en otro momento que fue demasiado arriesgado.

JL - No es para nada contradictorio, criticamos la postergación porque entendíamos, como mucha gente, que no era conveniente. Y también hay críticas desde el punto de vista formal a la habilitación definitiva, porque no era necesario proceder a efectivizarla desde la cumbre. Pero ante todo hemos dicho que no por criticar al gobierno vamos a debilitar al país. Ayer hablábamos con el presidente en ejercicio y le expresábamos que en lo sustantivo, en lo medular, en la defensa de la posición del país, en la defensa del gobierno, en la defensa del derecho al desarrollo de la comunidad de Río Negro, en la defensa del gobierno departamental de Río Negro, el PN anteponía el interés del país a todas sus críticas. No hay contradicción, muy por el contrario, la crítica es para intentar cambiar y la responsabilidad es para ayudar. Es lo que aplica en uno y en otro caso el PN en su legítimo derecho como oposición a criticar lo que entiende que está mal, como lo ha hecho. Esa crítica no enerva ni los cuestionamientos que hacemos a la política exterior, ni las idas y vueltas, ni las marchas y contramarchas, pero llega un momento en que no podemos hacer muchos cambios más, porque entramos en la zona donde la responsabilidad indica que hay que ayudar al país, que es lo que le hemos comunicado al gobierno y lo que le hemos dicho a la población.

AG - El lunes pasado ustedes pidieron la renuncia del ministro Mariano Arana, y también han pedido la renuncia del canciller Gargano. ¿Esos pedidos de renuncia se mantienen, o en esa intención prioritaria de no debilitar al país se ponen en el freezer?

JL - Lo de la Cancillería ya tiene bastante tiempo, yo mismo encabecé una interpelación conjunta al canciller de la República y al ministro de Economía por la política exterior y el tratado de libre comercio con Estados Unidos. Con respecto al ministro de Vivienda, salió mal parado después de aquella conferencia de prensa frustrada. Mantenemos la convocatoria a los ministros para que informen al Senado de la República.

AG - Pero no el pedido de renuncia.

JL - Los cuestionamientos están, eso para el PN es accesorio. Lo principal, lo sustantivo, lo trascendente es afirmar que pese a los cuestionamientos, el PN les dice al país y al gobierno que su posición es ayudar en este conflicto. Entendemos que el gobierno debe mantener la cohesión del frente político interno, porque hoy tenemos un proceso delicado en la relación bilateral con la República Argentina, como hace décadas no se veía, y hay que restablecer el camino de entendimiento.

Por otra parte, es importante tener una hoja de ruta sobre cómo resolver este tema, no seguir con las críticas, con la atribución de responsabilidades, hemos visto en la prensa en las últimas horas que el canciller persiste en ese camino, que no creemos que sea el más conveniente. Vamos a estar a lo que suponga la resolución de la Corte Internacional de Justicia, vamos a tener un nuevo gobierno en la República Argentina, es necesario reencauzar la relación bilateral luego de lo que sucedió en Chile, que no fue bueno para esa relación bilateral, no fue bueno para el proceso de integración regional, ni es bueno para los intereses nacionales. Es en ese camino que queremos estar, más allá de los cuestionamientos muy fuertes que le hacemos al gobierno. En lo sustantivo el partido se para en la cancha y expresa que tiene la intención de ayudar al gobierno, pero que nos ayude a darle una mano, que nos ayude a ayudarlo.

AG - A principios de diciembre va a asumir la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner. Hoy el diario El País maneja que en el gobierno se tiene la sensación de que las relaciones con Argentina no van a ser sencillas y no van a mejorar tanto con la asunción de Cristina Fernández como en un principio se había pensado. ¿Nin le trasladó esa preocupación?

JL - Hablamos sobre el cambio de mando en la República Argentina. Nuestra modestísima opinión es que el presidente tiene que comparecer, es inevitable hacerlo, es fundamental. Segundo, no podemos entrar en esa guerra de trascendidos de gobierno, porque la señora presidenta electa de la República Argentina hizo declaraciones tremendamente importantes, dijo que si la planta contamina quizás haya que cerrarla, pero que si no contamina va a funcionar. En su momento eso supuso una suerte de cambio en la tesis de la relocalización, y eso debió haber sido aprovechado por el gobierno uruguayo como un signo tremendamente positivo. No creemos que sea conveniente que desde el gobierno se emitan trascendidos en el sentido de que con el futuro gobierno no va a haber muchos cambios en la relación con Uruguay. Por el contrario, hay que tener la expectativa de que eso va a suceder con el cambio de la dirección política en la República Argentina, más allá de la relación del presidente que se va con la presidenta que viene, y hay que buscar restablecer un camino que es imprescindible y que se dañó de manera importante en la Cumbre Iberoamericana, hay que reordenar en la relación bilateral con Argentina.

--------------
Edición: Mauricio Erramuspe