Talvi: el crecimiento tiene poco mérito doméstico
"Hay muy poco mérito doméstico en la performance económica", dijo el economista Ernesto Talvi, director de Ceres, al comentar un estudio que presentó ese instituto. "El 85% de las fluctuaciones económicas del país se explica por factores externos: la evolución de la economía mundial, las economías regionales, los precios de los commodities y las condiciones financieras internacionales", consideró. Así graficó lo que para él es uno de los problemas más importantes de la economía de Uruguay. "El país es muy vulnerable a cambios repentinos en la situación externa".
(Emitido a las 8.49) EMILIANO COTELO: "Nuestros niveles de imposición fiscal equivalen a los de Suecia aunque nuestros servicios públicos sean de calidad latinoamericana." "No firmar un TLC con Estados Unidos fue un grave error estratégico para Uruguay." "Las reformas laborales no son reformas de suma cero, en la que unos ganan (presuntamente los trabajadores) y otros pierden (presuntamente los empresarios). Son reformas de suma negativa. Todos pierden, los trabajadores, los empresarios y el país." Estas son algunas de las conclusiones que presentó este martes el doctor Ernesto Talvi durante una conferencia que ha dado mucho que hablar y que se tituló: "Los diez temas candentes de la economía uruguaya: diagnóstico de una realidad inquietante". ¿En qué se basan estas sentencias? ¿Cuáles son las propuestas alternativas del director ejecutivo de Ceres? Vamos a preguntárselo al propio Ernesto Talvi. *** EC - Empecemos por explicar el objetivo de esta conferencia. ¿Cuál es la frecuencia de las conferencias que organiza Ceres? ERNESTO TALVI: EC - ¿A qué apuntaba esta conferencia en particular? ET - Apuntaba a evaluar integralmente la marcha de la economía y a hacer una evaluación a fondo de las principales políticas gubernamentales y sus efectos, tras casi tres años de gobierno y por ende con una base ya mucho más sólida para hacer una evaluación seria. EC - ¿Y con qué enfoque, desde qué punto de vista se analiza la situación económica del país? ET - Siempre decimos que hacemos nuestros análisis desde el punto de vista del ciudadano común. El objetivo de Ceres es promover el debate, proponer iniciativas y hacer un análisis crítico de las iniciativas de las autoridades a los efectos de ver si contribuyen o no a mejorar la calidad de vida del ciudadano común. EC - Se lo preguntaba porque más de una vez Ceres ha sido calificado como neoliberal. Sin embargo, en esta conferencia usted dijo frontalmente: "Compartimos con el equipo económico el mismo modelo de país: un socialismo a la española o a la chilena". ¿Cómo es esto? ET - Esto es lo que venimos diciendo desde hace diez años, no me puedo hacer cargo de las etiquetas que otros nos ponen. Compartimos el socialismo a la chilena o a la española, creemos en la democracia, en el Estado de derecho, en la economía de mercado y la iniciativa privada, algo que el socialismo moderno ha asumido. Creemos en la integración de la economía a la economía global, algo que los socialismos modernos han aceptado. Y además creemos que el socialismo moderno tiene un mix adecuado de racionalidad económica y sensibilidad hacia los temas sociales. Temas en los cuales Ceres ha trabajado intensamente, en temas de educación, en temas de pobreza. En el año 2002 Ceres planteó, durante el gobierno del doctor Batlle y en plena crisis, algo casi idéntico al Plan de Emergencia que a la postre el gobierno frenteamplista lanzó cuando asumió. Ese es nuestro modelo, lo hemos sostenido en los últimos diez años y lo compartimos plenamente. EC - Pasemos a alguno de los diez capítulos de la conferencia del martes. Empecemos por una foto de cómo está el país hoy en materia económica. Usted sostuvo que "la economía uruguaya despliega desde el año 2003 un crecimiento formidable", "muy superior al promedio histórico e incluso al que se verificó en las últimas dos expansiones, la del 91 al 97 y la del 74 al 81". Sin embargo, advirtió que esa performance obedece solamente al efecto rebote de la crisis y a la "notable mejora de la situación externa". ¿Cómo llega a esa conclusión? ET - A la conclusión llegamos a través de un trabajo técnico que está publicado, que ha sido presentado en congresos internacionales, que ha sido sometido a la crítica académica más seria. Esto no quiere decir que sea la verdad, pero es lo que obtenemos de estos resultados. Cuando uno proyecta, Uruguay ha crecido históricamente a 2,6%, y en los últimos cuatro años hemos crecido a casi 7% como promedio. Y cuando uno le pregunta al modelo que construimos para proyectar la evolución de la economía uruguaya qué habría previsto si hubiéramos sabido que las condiciones externas iban a mejorar de la forma que mejoraron, tan excepcionalmente, cuánto habría crecido la economía, obtenemos que habríamos previsto el crecimiento que efectivamente fue: 7%. Esto no quiere decir que sea malo, tenemos que disfrutar que tenemos un buen entorno externo y por ende gozar que nos está yendo bien en ese sentido. EC - ¿Este gobierno no tiene mérito alguno en esa performance? ET - Lamentablemente hay muy poco mérito doméstico en la performance económica que tenemos actualmente. Pero lo mismo puedo decir del período 91-97. Si yo proyecto con este modelo el crecimiento de Uruguay del 91 al 97, que también fue excepcional respecto de su promedio histórico, en buena medida se debió a la mejora notable que hubo en ese momento en las condiciones externas. No tan buena como la que tenemos ahora, pero a las mejoras de las condiciones externas. La conclusión es muy simple: el 85% de las fluctuaciones económicas del país se explica por factores externos: la evolución de la economía mundial, las economías regionales, los precios de los commodities y las condiciones financieras internacionales. Nuestra economía crece históricamente a 2% por año y fluctúa alrededor de ese 2,6% sobre la base, fundamentalmente, de las fluctuaciones externas. Ese es uno de los problemas que tiene el país, es muy vulnerable a cambios repentinos en la situación externa. EC - Usted, además, hizo una "invitación al gobierno" esa fue la expresión que utilizó "a hacer lo necesario para poner al país a resguardo de una crisis si la situación internacional cambia para peor". Concretamente, ¿qué es lo que debería hacer el gobierno? ET - Lo primero, en los períodos de expansión la recaudación aumenta significativamente. Entre 2004 y 2007 la recaudación va a haber aumentado alrededor de 2.400 millones de dólares. De esos 2.400 nos vamos a haber gastado 2.100 millones de dólares. Quiere decir que durante los períodos de vacas gordas nos dedicamos a gastar la plata, en lugar de tratar de bajar el endeudamiento, que en Uruguay es muy alto, es el más alto de América Latina y ha estado en la base misma de todas las crisis. Por eso siempre digo que bajar el endeudamiento no es una política financiera, es una política social, porque ese endeudamiento que ha estado en la base de las grandes crisis es lo que ha provocado los descalabros sociales que a la postre el país tuvo en las crisis de los ochenta y de 2002. La pregunta que me hago es: ¿cómo es posible que este gobierno y los anteriores, porque esto trasciende gobiernos termine haciendo del gasto público una suerte de montaña rusa que sube cuando los recursos son abundantes y luego tenemos que contraerlo de manera dramática cuando los recursos caen, siendo el Estado parte del problema en lugar de parte de la solución de la crisis? ¿Por qué no hacer lo que hacen los chilenos, que mantienen una conducta de gasto sumamente disciplinada, en la que este crece paulatinamente, al ritmo que crece la economía, en tendencia, y no crece junto con los recursos ni cae cuando los recursos se vuelven más escasos? EC - En este equipo económico hay una preocupación por las cuentas fiscales, por la responsabilidad en el manejo de los recursos que ingresan al Estado. Es más, el propio ministro Danilo Astori decía hace pocos días en una entrevista aquí que su aspiración es que el año que viene tengamos superávit, que logremos llegar a un superávit. El argumento central que se ha dado para gastar lo que se ha gastado hasta ahora es que esta administración cuando asumió encontró al país con problemas muy serios y que hubo que priorizar el gasto social, porque había emergencias que atender hubo que priorizar el gasto social por sobre el ahorro. ¿Qué dice de ese argumento? ET - Es cierto, la crisis dejó unas secuelas que hacían indispensable un aumento del gasto público, pero el aumento fue de 2.100 millones de dólares entre 2004 y 2007. Con la regla a la Chile habríamos indicado un aumento de 1.500 millones de dólares, para nada despreciable. El costo del Plan de Emergencia fue 250 millones de dólares. Y cuidado, con esto no pongo en duda en lo más mínimo la seriedad del equipo económico, es un equipo económico serio, integrado por gente que técnicamente valoro, que tiene prestigio en el exterior y creo que es un equipo bienintencionado, con el que puedo tener diferencias técnicas, pero no diferencias filosóficas. Creo que apuntan a un socialismo a la chilena, a la española, del mismo modo que nosotros. Pero las presiones de gasto de los intereses corporativos, que tienen un gran poder en este país, hacen que Uruguay padezca esta patología que trasciende gobiernos, que es gastar en tiempos de vacas gordas en lugar de ahorrar lo suficiente para bajar los niveles de endeudamiento y evitarnos problemas financieros cuando la situación de vacas flacas llega con virulencia. EC - Si entendí bien, usted no dice que había que congelar el gasto. ET - Para nada. EC - Admite un aumento, pero plantea seguir el criterio chileno, que es aumentar el gasto sobre una determinada base. ¿Cuál es esa base? ET - Sobre la base del nivel de los ingresos tributarios que uno puede sostener a lo largo del tiempo, no los que tiene en un determinado momento por un boom excepcional que al otro día se puede revertir. Es lo que hace una familia prudente, si usted circunstancialmente tiene un ingreso extraordinario porque gana la lotería, no se lo gasta todo de golpe, sino que lo invierte en una casa o lo va gastando a lo largo de los años. Si tenemos ingresos excepcionales podemos gastar una parte, 1.500 millones de dólares en vez de 2.400, pero no debemos gastarlo todo, el resto debe ir a bajar deuda. EC - El destino alternativo para ese dinero para ustedes es bajar la deuda. ET - En este momento, cuando Uruguay tiene los niveles de deuda más altos de América Latina, tenemos 70% del ingreso nacional de deuda, cuando los niveles que hoy se consideran prudentes para una economía emergente están en el entorno del 20%. Con esta regla a la Chile, llegaríamos a eso en 20 años. Estamos muy lejos de ese objetivo. Si usted me pregunta qué me gustaría priorizar, me gustaría priorizar el gasto en infraestructura, el gasto en inversión, el gasto que impulse y complemente emprendimientos productivos. Pero en este momento la mejor política social que puede hacer el país es ponerlo a resguardo de crisis como las de 2002 y 82 que dejaron el tendal y destruyeron la fibra social, que fueron la madre de la pobreza y la marginalidad que hoy tiene Uruguay. *** EC - Este gobierno, este equipo económico creó una oficina destinada especialmente al manejo de la deuda pública. Si entiendo bien, usted cree que se ha orientado demasiado al reperfilamiento de la deuda y no al abatimiento. ET - La oficina de manejo de deuda está haciendo un trabajo técnico excelente, pero su trabajo es reperfilar los plazos, mejorar la denominación, tratar de bajar los niveles de dolarización. El trabajo de bajar la deuda implica generar mayores superávits fiscales, lo que implica controlar el crecimiento del gasto. Eso no es tarea de la oficina de deuda, es tarea del ministro de Economía y del gobierno en general, porque la responsabilidad del gasto no la tiene solo el ministro de Economía, la tienen el ministro de Economía, el resto de los ministerios que son parte de los elementos del gasto y el Parlamento, que es el que a la postre vota esos gastos y los artículos que contiene la ley de rendición de cuentas. *** EC - Algunas de las críticas más severas que usted lanzó el martes se concentraron en la reforma tributaria que rige desde mediados de este año y, sobre todo, en el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sostuvo que "la reforma tributaria es una reforma de suma negativa. En el proceso de sacarles a unos para darles a otros, perdemos todos, muy especialmente el trabajador de menor calificación". ¿Cómo se llega a una afirmación tan contundente? ET - Permítame decir dos cosas respecto de la reforma tributaria. Era necesaria una reforma tributaria en el país, el sistema que teníamos era ineficiente, injusto, estaba perforado por todas partes, trataba de manera desigual a los iguales. Entonces creo que se perdió la oportunidad de hacer una reforma más adecuada que la que se hizo, aunque estoy de acuerdo en que se haya intentado hacer una reforma. En primer lugar, las tasas de imposición que han quedado sobre el ciudadano de ingresos medios son inmensas. El ciudadano de ingresos medios, entre los aportes a la seguridad social, el IRPF, los impuestos que gravan los activos, la Patente de Rodados, la Contribución Inmobiliaria, el Impuesto de Primaria, los impuestos municipales y los impuestos que gravan el consumo, el IVA y el Imesi, llega a un total de aportes que implica un 41% del ingreso inicial. Son impuestos suecos. EC - Ustedes hicieron estos cálculos ya con la reforma funcionando. ET - Para un ingreso de 21.600 pesos mensuales, ya incluyendo aguinaldo y salario vacacional, con la reforma vigente y la anterior es más o menos lo mismo, 41%. No es que antes no fuera alta la carga tributaria, lo era, simplemente esta reforma no la bajó para el ciudadano medio. Son niveles de imposición suecos, cuando el gobierno ofrece servicios de calidad latinoamericana, y eso es lo que deslegitima al sistema, lo que hace que la gente finalmente lo evada y trate de sacarse de encima esa fuerte imposición, porque la clase media de Uruguay no recibe a cambio los servicios públicos adecuados para compensar esos impuestos. Tiene que volver a pagar la educación mandando a sus hijos al colegio privado, tiene que volver a pagar la salud, tiene que volver a pagar la seguridad poniendo rejas y alarmas, porque los servicios públicos en muchos casos son disfuncionales. Lo segundo tiene que ver con que esta reforma aumentó fortísimamente la imposición en los niveles de calificación medio, alto y muy alto, y perdió la oportunidad de bajar los impuestos sobre las rentas empresariales. Usted dirá que bajaron de 30% a 25% del IRAE, pero se incluyó el impuesto a los dividendos, con lo cual en vez de bajar la imposición subió marginalmente las rentas empresariales. Y si uno toma en cuenta el impuesto al patrimonio que pagan las empresas, llega a tasas de imposición de alrededor del 40%. Lo que quiere decir que alguien que piense poner un negocio en Uruguay, si va a pagar todos los impuestos, arranca siendo socio del Estado en un 40%. En otras palabras, el capital empresarial, la capacidad gerencial y los conocimientos son fuertemente discriminados por esta reforma tributaria. ¿Qué ocurre cuando uno discrimina la capacidad empresarial, la capacidad gerencial y los conocimientos? Castiga la inversión, al castigar la inversión castiga el empleo y al castigar el empleo termina castigando el salario del trabajador no calificado. Tenemos simulaciones muy interesantes al respecto, el salario del trabajador no calificado por concepto de esta reforma va a bajar más que el salario del trabajador calificado sobre el cual presuntamente recayó el impuesto. EC - ¿Cómo esto? Porque según las estimaciones que ha hecho el gobierno y que han sido difundidos en los últimos meses, el IRPF no se aplica para cerca del 70% de los trabajadores. Son datos que divulgó el presidente del BPS, Ernesto Murro. ET - Así es, son los datos contables. A nivel contable los sectores de bajos ingresos y los sectores de ingresos medio bajos van a pagar menos que antes, el sector medio paga lo mismo y los sectores medio altos y altos pagan más. Eso estatutariamente. Permítame poner un ejemplo. Supongamos un estudio contable, un estudio jurídico que emplea abogados, contadores, un montón de personal calificado que ahora tiene que pagar una enormidad de IRPF. La empresa o el estudio, para no perder a su personal, porque el personal calificado puede emigrar de manera mucho más fácil porque tiene oportunidades, va a tener que compensarle en parte la suba del IRPF. Pero si sube el salario del personal calificado, le suben los costos a la empresa. Para compensar esos costos, en vez de tener un asistente cada dos abogados o contadores, tiene uno cada cuatro, o en vez de un administrativo cada dos abogados, uno cada cuatro. Reduce la demanda de personal de menor calificación y por ende esas personas pueden quedar sin empleo y tener que salir a buscar empleos que van a ser compensados con salarios más bajos. Eso es lo que en economía se llama la incidencia. Por eso es tan peligroso el voluntarismo, y el voluntarismo bienintencionado. Uno puede creer que hace justicia social bajando los impuestos a los que menos tienen y subiéndoles a los que más tienen, pero cuando termina de ver todos los efectos eso es lo que vimos ve que discrimina en contra de quien se supone quiso proteger. Por eso decimos que no son reformas de suma cero, son reformas de suma negativa, pierde el trabajador calificado, pierde la empresa que emplea mano de obra calificada, pierde el trabajador no calificado, y en mayor medida que el trabajador calificado. EC - ¿Se arregla esto con los ajustes que el equipo económico dice que está estudiando y que puede llegar a ejecutar en los próximos meses, una vez que evalúe el impacto de la reforma? ¿Por ejemplo, con medidas como mayor posibilidad de deducciones, elevación del mínimo no imponible, que son algunas de las que se han manejado? ET - Depende. Si el gobierno está abierto a revisar la reforma, deberíamos hacer seriamente estos cálculos de impacto. Nosotros aportamos esto, no pretendemos tener la verdad, pero como profesionales tenemos el deber ético de hacer estos cálculos de impacto. Porque estos son trabajos serios y estamos discriminando en contra de la mano de obra de menor calificación. Si vamos a subir los mínimos no imponibles y para compensar esa suba, para que el impuesto no recaiga tan fuertemente sobre la clase media, vamos a subir los impuestos sobre los que más tienen, de nuevo, vamos a seguir repitiendo el error. Yo digo y lo digo seriamente el eslogan de la reforma de la reforma, porque a esta reforma más temprano que tarde va a haber que reformarla, no debe ser que pague más el que más tiene, debe ser que gane más el que menos tiene, y para eso paradójicamente va a haber que bajarles los impuestos a los que tienen capacidad empresarial, capacidad gerencial y conocimientos para impulsar emprendimientos productivos. EC - ¿Ustedes van a presentar una reforma tributaria alternativa? ET - La vamos a presentar, estamos en proceso de elaboración, espero que la tengamos para el primer semestre del año que viene, como una contribución al debate, a la generación de intercambio de ideas, no con la presunción de que somos poseedores de la verdad. Esto tiene como base un trabajo analítico riguroso y serio. Lo planteamos a la sociedad para estimular el debate, con el afán de que el ciudadano común mejore su calidad de vida, porque este país puede lograrlo. *** EC - Otra de las críticas frontales que incluyó su conferencia del martes se centró en las reformas laborales que lleva adelante el gobierno. Dijo: "Las reformas laborales no son reformas de suma cero, en las que unos ganan (presuntamente los trabajadores) y otros pierden (presuntamente los empresarios). Son reformas de suma negativa. Todos pierden, los trabajadores, los empresarios y el país". ¿A qué reformas se refería concretamente? ET - Me refiero a los consejos de salarios. La negociación por rama de actividad es un error, los consejos de salarios deben ser utilizados en tiempos excepcionales como fue el caso de la salida de la dictadura hacia la democracia y quizás a la salida de la crisis, pero en tiempos normales la negociación debe ser por rama de actividad. No se les puede imponer a todas las empresas de un sector un laudo que puede no reflejar la realidad de cada una y que para poder salirse de ese laudo uno tenga que revelar que está en dificultades financieras. EC - El gobierno defiende los consejos de salarios, entre otras cosas por lo que han permitido a los trabajadores en cuanto a recuperación del nivel de ingresos y otro tipo de conquistas laborales. Usted, casualmente, en la propia conferencia del martes manifestaba su preocupación por cómo ha evolucionado el salario en los últimos años, decía que ha evolucionado menos de lo que debió haber evolucionado, lo que a su vez tiene un impacto en los niveles de pobreza. ¿No hay una contradicción entre su crítica a los consejos de salarios y ese otro planteo? ET - Al revés, todas estas normas, los consejos de salarios, la ley de tercerizaciones, la ley de fuero sindical, la ley de inversiones que aumentó de dos a cinco años la prescripción de los créditos laborales, aumentaron los costos laborales para las empresas. Cuidado, no toda decisión que aumente los costos laborales es contraproducente. Por ejemplo, comparto plenamente el reciente decreto que limitó a 25 kilogramos el peso que puede transportar un trabajador, del mismo modo que un trabajador de la construcción tiene que usar un casco para protegerse de la posibilidad de un accidente. Eso aumenta los costos de las empresas pero son medidas compartibles. Pero estas otras aumentan los costos laborales de las empresas y reducen la demanda de empleo. A eso se sumó el decreto que regula las ocupaciones, que ha resultado en un aumento de la conflictividad muy importante. De acuerdo con los cálculos que hacemos, dado que el país está en una fuerte expansión y normalmente la conflictividad cae mucho en tiempo de expansión, deberíamos tener niveles de conflictividad cuatro veces inferiores a los que tenemos hoy. Quiere decir que entre el aumento de los costos laborales que implicaron algunas normas y el aumento de la conflictividad que ha traído este cambio en el paisaje de las relaciones laborales, las empresas han perdido rentabilidad. Si usted tiene un capital instalado, una dotación de mano de obra y puede trabajar menos días al año, le saca menos rentabilidad a su empresa. Si ahora por las normas laborales tiene que pagar más costos laborales, de alguna forma se va a acomodar. Nuestros cálculos son que este conjunto de normas le bajaron la rentabilidad a la empresa un 3%, que por esa razón Uruguay va a perder alrededor de 300 millones de dólares al año de inversiones, y que como resultado en los próximos cinco años se va a reducir la creación de empleo en unos 80.000 puestos. Como resultado de eso, va a bajar el salario del trabajador no calificado, va a ser 14% menor de lo que habría sido de no estar este conjunto de normas. Creemos que es por ese motivo que aunque la actividad económica está 10% arriba de lo que estaba en el 98 y el empleo está arriba de lo que estaba en el 98, el salario del sector privado está 16% debajo de lo que estaba en el año 98. Y como el salario es la principal fuente de ingreso de los hogares más pobres, los niveles de pobreza, si bien han bajado de 32% a 25%, están 10 puntos arriba de lo que estaban en el año 98. El rezago salarial explica la pobreza y tiene muchísimo que ver con todo este cambio del paisaje laboral, que ha aumentado los costos laborales y la conflictividad y ha bajado notoriamente la rentabilidad empresarial. EC - ¿Dónde está la alternativa? ¿Cómo se hace para recuperar salario, si no por la vía de estas reformas que se aplicaron en los primeros meses de este gobierno? ET - De no haber habido estas reformas y sobre la base de lo que ha sido la experiencia histórica de la evolución de la actividad y el salario en Uruguay y en otros países, en tiempos normales y en tiempos de crisis, estimamos que a esta altura el salario estaría a los niveles del año 98. Se habría recuperado por la propia evolución de la actividad económica, que habría empujado con mucho mayor fuerza la demanda de empleo de no haberse aprobado todo este conjunto de normas laborales. Este conjunto de normas laborales puede haber aumentado el poder de los sindicatos, y de hecho la sindicalización aumentó en tres años del 18% de la mano de obra a casi el 30%. Pero no aumentó el bienestar del trabajador común, por el contrario, lo perjudicó severamente. *** EC - Otro de los capítulos fue la inserción internacional del país. Cuando habló de estas cuestiones usted dijo: "Estamos convencidos de que no firmar un TLC con Estados Unidos fue un grave error estratégico". Este tema se ha discutido mucho, pero ¿por qué fue un grave error estratégico? ET - Fue un error estratégico porque es hacia allí que va el mundo. La negociación multilateral está estancada, los acuerdos regionales como el ALCA y el Mercosur se están deshilachando, lo único que está funcionando en el plano de la integración son los acuerdos bilaterales de comercio. El mundo se está organizando en una suerte de centro-periferia alrededor de cuatro grandes centros económicos: Estados Unidos, Unión Europea, Japón y China, y los países de la periferia procuran acuerdos bilaterales de comercio con esos países para lograr acceso preferencial a esos mercados y para transformarse en plataformas de inversión para luego reexportar hacia esos mercados. La cuenca del Pacífico Chile, México, los países de América Central, Perú y Colombia ya ha firmado acuerdos bilaterales de comercio con Estados Unidos; México y Chile lo han hecho con la Unión Europea y con Japón; y Chile tiene un acuerdo de preferencias arancelarias con China, con la India y con muchos otros países. Esos países están jugando ese juego, el Mercosur no tiene previsto hacer negociaciones inmediatas con Estados Unidos, las negociaciones con la Unión Europea están en el tapete desde el año 2000 y completamente estancadas. Corremos el riesgo de quedar aislados del mundo. EC - ¿Qué tiene que hacer Uruguay, desde su punto de vista? ET - En mi opinión, Uruguay debió haber firmado un acuerdo con Estados Unidos y haber negociado en el contexto del Mercosur. EC - Pero para firmar un acuerdo con Estados Unidos necesitaba el visto bueno de los países del Mercosur. ET - Necesitaba el visto bueno de los países del Mercosur, pero ningún país se suicida por los acuerdos internacionales que tiene. Cuando Chile decidió optar por esta política comercial era parte del Pacto Andino y finalmente decidió abandonarlo. Uruguay no habría necesitado abandonar el Mercosur, no fue el Mercosur, aunque jugó un rol, lo que impidió que se aprobara el TLC, la dinámica política interna fue muchísimo más importante que eso. El presidente apoyaba el TLC, el ministro de Economía apoyaba el TLC, el Parlamento mayoritariamente apoyaba el TLC. Si hubiéramos hecho una votación hipotética, el Partido Nacional, el Partido Colorado, el Partido Independiente y dentro del oficialismo Asamblea Uruguay, Alianza Progresista y el Nuevo Espacio lo apoyaban, habría tenido más del 60% de los votos. EC - Usted habla de una votación hipotética, pero no era concebible que el Frente Amplio votara dividido una cuestión como esta. ET - De acuerdo, para el presidente era muy difícil llevar esto por la vía parlamentaria y tener que acordar con los partidos tradicionales para ratificar un TLC. Ese es uno de los motivos por los cuales a la postre optó por renunciar a algo que quería. Tampoco optó por la vía del referendo, a pesar de que casi el 60% de la opinión pública, de acuerdo con una encuesta que Equipos hizo cuando esto estaba en el tapete, apoyaba un TLC con Estados Unidos. La vía del referendo habría implicado movilizaciones de los grupos que se oponían, que tienen un enorme poder de movilización, y habría corrido el riesgo de debilitar su gobierno. La posición del presidente era muy compleja, pero esto revela también que hay grupos que tienen bajísima representatividad en el Parlamento, como el Partido Socialista, el Partido Comunista y otros grupos de izquierda radical, que representan el 10% de la Cámara de Senadores y el 12% o 13% de la Cámara de Diputados, que son capaces de vetar iniciativas que la mayoría de la ciudadanía quiere e incluso de promover iniciativas como las ocupaciones, pese a que de una encuesta reciente en el contexto de la encuesta mundial de valores surgió que el 87% de la ciudadanía las rechaza. Yo me pregunto cuál es la representatividad de ciertas decisiones fundamentales que toma el país cuando se toman de espaldas a la mayoría ciudadana y a la mayoría de los representantes electos por la ciudadanía. EC - En la conferencia del martes usted reconoció que el nivel de inversión extranjera directa alcanza niveles históricos, incluso si se dejan de lado la instalación de Botnia y las compras de empresas locales por capitales brasileños, por ejemplo. El nivel de inversión extranjera directa está muy alto, pero a usted le llama la atención lo que está pasando con la inversión local, con la inversión nacional. ¿Cuál es su conclusión allí? ET - Negar que la inversión está aumentado sería tonto, porque se ve a simple vista, invertíamos 1.200 millones de dólares en el año 2002, cuando la crisis, y ahora invertimos más de 3.000 millones de dólares, se ve a simple vista paseando por la ciudad, por las ciudades del interior, por el campo. Pero en volúmenes físicos todavía invertimos 11% menos que en el 98, en porcentaje de la economía estamos invirtiendo un 14,3% del producto, que está dos puntos por debajo de lo que invertíamos en el 98. Estamos en el último lugar de América Latina, todavía hoy y a mayor distancia del líder, que es Chile, que en el 98. En términos relativos al resto de América Latina Uruguay se ha rezagado, y estamos rezagados respecto de los niveles de inversión que teníamos en el 98 en un contexto internacional que era muy inferior en cuanto a las condiciones favorables. La pregunta es cómo puede ser que la inversión total del país esté por debajo de los niveles del 98, cuando la inversión extranjera está muy por encima de los niveles de ese año. Como la inversión total es la suma de la inversión extranjera más la inversión nacional, lo que ocurre es que la inversión de origen nacional está muy deprimida con respecto a los niveles del 98. Está deprimida porque los empresarios locales basta con hablar con ellos encuentra que el clima de inversión que ha creado todo este conjunto de medidas del gobierno es inamistoso y se ven escépticos, dubitativos a la hora de invertir, a pesar de que en muchos casos las empresas están trabajando en tres turnos. Y muchos están considerando la posibilidad de radicarse en otros países, y muchos lo están haciendo. Estamos creando un clima inamistoso para los inversores de origen nacional y por ende saliendo al mundo a buscar inversiones que luego atraemos con tratamientos preferenciales, exoneraciones tributarias y otro tipo de ventajas. Inversiones que además son de un tamaño grande, que vienen con el apoyo implícito de los países de origen, muchas veces con el apoyo de las organizaciones de crédito multilaterales y por ende con un blindaje que el inversor local no tiene. Uruguay está empezando a desarrollar los primeros síntomas de una economía de enclave. EC - ¿Qué es una economía de enclave? ET - Es una economía en la que uno finalmente crea condiciones adversas para la inversión local, entonces tiene que terminar atrayendo inversiones extranjeras grandes que se ubican en determinados enclaves y dinamizan determinados polos pero que crean un crecimiento inarmónico y desigual que en mi opinión no le sirve al país. La inversión extranjera que le sirve al país no es la que viene a sustituir la de origen nacional, es la que viene a complementarla. Siempre pongo el ejemplo de Cuba, Cuba no es el lugar más apropiado para estimular la inversión privada, sin embargo sale a buscar inversión extranjera para desarrollar grandes complejos turísticos. Eso es lo que llamo una economía de enclave. Estamos desarrollando los primeros síntomas, porque, lamentablemente, con todo este conjunto de normas y medidas hemos creado un clima muy inamistoso para el inversor nacional, cuando el inversor extranjero ve a Uruguay como un país muy amigable. Se produce esa discrepancia real entre las percepciones de unos y de otros. *** EC - El diagnóstico que usted planteó en la conferencia del martes y que resumió en esta entrevista es inquietante, lo plantea como inquietante. Es muy severa la crítica a la forma como se está manejando la economía del país. ¿Entonces? ¿Qué futuro avizora usted, avizora Ceres con estos estudios que realizó para la disertación? ET - A pesar de esto, soy optimista respecto del país, porque Uruguay es pura posibilidad. Con un poquito de sensatez Uruguay se puede transformar en un paraíso, en una perla de América Latina, sin duda. La gente revela esa sensatez a través de sus opiniones, la gente está mayoritariamente a favor de integrarnos con Estados Unidos y con los grandes centros de comercio en el mundo, la gente está 74% a favor de atraer inversión extranjera, 87% en contra de las ocupaciones, en más del 70% la gente se autodefine ideológicamente como de centro, está ajena a todas las posiciones extremas. Finalmente, creo, de verdad, que la frustración que tiene la gente es porque también ve esas posibilidades, las presiente, pero siente que no se están haciendo las cosas que las hagan florecer. Finalmente, lo que me hace optimista es esa confianza que tengo en la sensatez del ciudadano común. Esa sensatez finalmente va a tener que permear a la clase política para que las decisiones que Uruguay necesita se tomen y las cosas cambien de manera drástica, rápida y para bien. Enlaces relacionados --------------
"La performance de la economía uruguaya es excepcional, pero se debe íntegramente al efecto rebote de la crisis, a la notable mejora de la situación externa y al aumento del precio de los commodities."
Depende, un poco en broma, un poco en serio, siempre decimos que somos como La Vela Puerca: tenemos un tiempo de producción y un tiempo de realizar conciertos. Cuando el proceso de producción termina y estamos en condiciones de presentar el disco, salimos a escena para presentarlo. Acabamos de presentar el trabajo de un equipo formidable, de chicos jóvenes y colaboradores externos, que nos llevó alrededor de seis meses. Lo terminamos y decidimos presentarlo. Usted sabe que nuestra agenda está guiada por nuestros tiempos intelectuales, no por los tiempos políticos.
Curriculum de Ernesto Talvi
Página de Ceres
Documento: Los diez temas candentes de la economía uruguaya: diagnóstico de una realidad inquietante
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Pablo Melgar