Entrevistas

Lacalle: no estaré ausente de las contiendas que se avecinan

Lacalle: no estaré ausente de las contiendas que se avecinan

"Nunca dije que no quería", aclaró hoy el líder herrerista Luis Alberto Lacalle, consultado sobre las posibilidades de ser candidato en las próximas elecciones. De todas maneras, agregó que la decisión será colectiva y tomada con la máxima seriedad. "No puedo revelar el estado actual de las conversaciones porque no corresponde", se excusó. Lacalle confesó que considera votantes cercanos a los "300.000 que votaron al FA para darle una oportunidad". Y, adelantó, entre otras cosas, que en cualquier caso va a ser candidato al Senado.

(Emitido a las 9.10)

JOSÉ IRAZÁBAL:
Estamos en un año preelectoral, un año que comienza a tomar color, que ha comenzado con mucha información política. Una de las definiciones que todos estamos esperando en el ambiente político es la del líder del Herrerismo, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, sobre si será precandidato en la interna nacionalista. Un Luis Alberto Lacalle que en los últimos días se ha venido moviendo en una gira que ha denominado La otra campana, que ha ido siguiendo los pasos que ha dado el presidente Tabaré Vázquez en sus presentaciones.

Les proponemos avanzar en algunos conceptos vinculados con el escenario político-electoral con el doctor Luis Alberto Lacalle.

***

JI - Se inicia un año preelectoral...

LUIS ALBERTO LACALLE:
Sí. Sigo mi lucha -un poco difícil- para que no sea así. Porque no puede ser "año preelectoral". Vamos a hablar en función del calendario. Las internas son en abril o en junio, de acuerdo con la ley se pueden cambiar y ya se cambiaron una vez. Podríamos empezar un año antes de las internas, de modo de tener seis meses de este año libres. Pero son ilusiones.

JI - Este año se van a ir acomodando las fichas, aunque de repente sea lentamente...

LAL - Cada año tiene sus peculiaridades.

JI - Usted en algún momento se mostró bastante lejano de la posibilidad de ser precandidato, incluso presentó una carta en la cual declinaba participar en la contienda electoral. Pero en los últimos tiempos manejó la frase "han cambiado algunas circunstancias". O "algunas circunstancias están cambiando". ¿A qué se refería concretamente?

LAL - Ante todo, vamos a recordar el contenido conceptual de la carta. En el mes de junio yo decía: "En las actuales circunstancias no voy a competir". Siempre tuve el deseo de hacerlo, pero las circunstancias de aquel momento lo volvían más complicado. En el segundo párrafo decía: "No voy a dejar de hacer lo que he hecho toda mi vida, que es ser un activista político". Y en el tercer párrafo: "Me parece que estos –hablando de junio, y diría que todavía hoy– no son tiempos preelectorales o electorales sino tiempos políticos". La carta era muy explícita y era una fotografía de aquel momento. La recuerdo para que se vea cuáles eran los puntos en los que yo apoyaba esa determinación.

He cumplido cabalmente con el segundo punto, que es seguir teniendo actividad, y creo firmemente que la tarea política es antecedente de la electoral. Si quiere, podemos ingresar en esa explicación en la que nos cuesta ser claros pero que todo el mundo tiene clara.

JI - ¿Cuál es la frontera entre activista político y precandidato?

LAL - En un momento dado se vuelve borrosa por el calendario, pero actividad política es todo lo referente al ejercicio y contralor del poder en un sistema democrático en el que el partido de gobierno y los partidos de oposición tienen roles claramente definidos, mucho más en esta oportunidad en la que hay un gobierno con mayoría absoluta y por lo tanto con responsabilidad absoluta, en la formación de la opinión pública. Es decir, cuando un edil, un intendente, un diputado, un senador, el propio presidente o un ministro hablan sobre alguna obra o hacen una crítica hacia una determinada acción de gobierno están formando opinión pública en lo que es acción política. Si un legislador presenta un fantástico proyecto de ley está tratando de modificar la realidad en ese sentido.

Todo esto es como una siembra. Usted siembra en la opinión pública sus actitudes, la profundidad de sus dichos, la inteligencia de la percepción de la realidad, la capacidad de interpretar a la gente, todo eso va siendo sembrado. Y llegado un momento dice: "Ahora sí, en función de esto pido que se me acompañe". Entonces empieza la cosecha. La gente dirá: "este presentó aquel proyecto", "ha tenido buena gestión" o "es un incapaz que no tiene una sola idea". Llega un momento en que todos nos ponemos ante el juez (que es la opinión pública) y él nos da la nota, desde sobresaliente a deficiente.

JI - ¿Usted está tomando la temperatura en cada lugar del país que visita para definir si va a ser candidato o no?

LAL - No es una decisión personal de Luis Alberto Lacalle. Comprendo que en el titular, en el artículo y en la pregunta la manera de plantearlo sea: "¿Usted va a ser, sí o no, candidato?". Pero en el fondo, en esencia y seriamente, es una decisión colectiva. Es una decisión colectiva que se va a adoptar, como siempre ha sido dentro de nuestra corriente política, de acuerdo con el panorama que analicemos. No es cuestión de que Luis Alberto Lacalle un día se despierte con ganas y otro día sin ganas y sea o no candidato. Es hasta una frivolidad plantearlo de esa manera. Va a ser una decisión colectiva y tomada con la máxima seriedad, porque no es un paso cualquiera el que vamos a dar.

FERNANDO ROSENBLATT:
Usted plantea que es una decisión colectiva. De todos modos, aparentemente los otros líderes o precandidatos del herrerismo sí están esperando una definición individual de su lado.

LAL - Por supuesto. Si yo no quiero no me van a arrastrar a lo que no quiera. Nunca dije que no quería. Dije que en ese momento las circunstancias me obligaban a dejar de lado esa posibilidad. Y además yo, sin ser precandidato a presidente –eso sí, declaro y digo–, voy a ser candidato al Senado, los compañeros ya lo saben y está aceptado desde el primer día. No voy a estar ausente en las contiendas electorales que se avecinan.

FR - De hecho, uno de esos líderes, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, se ha manifestado respecto de la posibilidad de que usted fuera candidato. Aquí En Perspectiva señaló que si bien usted fue el mejor presidente del siglo pasado, no sería el mejor candidato en las condiciones actuales. Los otros líderes se están expresando respecto de la posibilidad de que usted se postule como candidato o no.

LAL - Me parece muy bien. Esas cosas conviene más conversarlas primero. Lo que le digo a mi amigo Carmelo Vidalín es que quizás convenga conversar estas cosas. Pero él es muy dueño de opinar lo que quiera. Me parece muy bien que opine y que opine todo el mundo. Nadie está preso de nadie, ni nadie está atado a nada. A la opinión de Carmelo la valoro en la medida que es un gran activista político del Partido Nacional (PN).

JI - ¿Qué tan representativos cree que son los dirigentes del Herrerismo que en su momento le plantearon que su candidatura no era lo mejor?... Algunos que se han presentado como precandidatos. Porque usted puede recoger otra temperatura de la gente...

LAL - El que tomó la decisión fui yo. Nadie me pidió que tomara la decisión.

JI - Usted puede percibir que los militantes, los seguidores, los que están en la actividad en el Herrerismo lo quieren a usted como precandidato, y sin embargo en la cúpula la dirigencia del sector piensa otra cosa.

LAL - No puedo revelar el estado concreto, actual, al día de hoy de las conversaciones porque no corresponde. Me permito señalar lo que dije al principio: va a ser una decisión colectiva, de la más amplia base y tomando en cuenta las mejores posibilidades.

JI - Una encuesta de Factum presentada aquí sobre el cierre del año sobre la interna de los sectores políticos lo sigue mostrando por encima del 20%, mientras que los otros precandidatos del Herrerismo aparecen muy por debajo, en 6%, 8%, aproximadamente.

LAL – Sí. Y tengo otras en mi poder que, poquito más, poquito menos, dan esas cifras.

JI - ¿Qué quiere decir eso?

LAL - Creo que mucha gente cree que Luis Alberto Lacalle es un buen candidato. Yo no puedo obligar a esa gente a que diga que no.

FR - ¿Eso no lo impulsa a acercarse a la posibilidad de postularse como precandidato?

LAL - Por supuesto. Y voy a decir algo que puede sonar un poco presuntuoso, pero creo que me merezco un cierto apoyo, porque he luchado mucho. Me lo he ganado en buena ley. Mucha gente recuerda un buen gobierno presidido por mí. Me ve como intérprete de una manera de pensar. Eso es muy gratificante y ha sido ganado en buena ley. Tiene que juntarse todo eso más algún otro tipo de consideración.

FR - ¿Cómo analiza ese argumento que se ha manejado dentro del propio Herrerismo que dice "Lacalle es un líder, nadie lo desconoce, es nuestro líder, pero no tiene oportunidades con Larrañaga en una interna del PN, de modo que por ese lado no tiene demasiado futuro en el sector"? ¿Cómo ve esa lectura de la interna del PN y que las encuestas no le darían posibilidades frente a Larrañaga?

LAL - Me parece un poco triste abandonar la lucha porque las posibilidades o los porcentajes sean tales o cuales. Entonces yo habría recomendado a Leandro Gómez arreglarse con Venancio Flores y no morir en Paysandú. Habría sido más práctico para él y para toda la gente que murió. No lo quiero poner en términos dramáticos sino bien gráficos: en abril del año 89 yo tenía 20% del partido y en noviembre tuve 49%, casi 50%. Además, eso es creer que la gente no cambia de opinión es una falta de respeto a la gente. Mucha gente es conquistable, a mucha gente se la puede hacer razonar. Salvo que suspendamos las elecciones y hagamos encuestas, que es mucho más barato para todo el mundo y mucho más rápido.

FR - Usted decía que también tenía que tomar en cuenta otras consideraciones. ¿A qué se refiere?

LAL - A una serie de consideraciones que uno tiene en su fuero íntimo que tienen que ver con el posicionamiento del país. Yo creo que el país es muy distinto hoy de lo que era en junio cuando mandé la carta. Entre junio y enero han pasado seis meses. El país es distinto, el gobierno tiene un gran desgaste, han cambiado muchas cosas. Todas ellas van a ser tenidas en cuenta.

JI - ¿Cómo ve la interna del PN en estos momentos como para encarar la puja entre los dos sectores mayoritarios?

LAL - La palabra "interna", que hemos importado de Argentina, la tenemos que interpretar. En el mecanismo constitucional actual, que hemos probado en el 99 y en 2004, que tiene dos períodos de prueba, lo primero que hay que señalar y recordar es que votar en la elección interna del partido implica una preferencia, una adhesión al partido. Es decir, "yo dentro del PN prefiero a fulano". Pero notoriamente, siendo el voto voluntario, es "prefiero que el partido vaya delante". Con ese espíritu lo hicimos en 2004. No en 1999, en 1999 cuando yo gané la interna hubo sectores que no comparecieron. No presentaron listas, no llevaron candidatos porque no les gustó que hubiera una victoria nuestra. En el año 2004 fue muy distinto. A las 23.20 me presenté ante las cámaras y dije: "Viva el candidato único Jorge Larrañaga". Porque había ganado en buena ley y yo lo iba a acompañar y lo acompañé, como debe hacer un buen integrante del PN.

***

JI - Usted decía que en la elección pasada fue el primero en decir claramente que su respaldo a Larrañaga estaba sobre la mesa. Sin embargo, en una nota que el pasado lunes publicó el diario El País el senador de Correntada Wilsonista Francisco Gallinal planteaba que en la elección anterior tras la disputa interna usted no formó parte de un esquema global del partido.

LAL - Pancho Gallinal da por sabidas cosas que no todo el mundo sabe. Pancho Gallinal recuerda que yo no fui incluido en el esquema electoral y estratégico del candidato a presidente y tuve que hacer una campaña separada. Hice 174 asambleas en todo el país promocionando al doctor Larrañaga y a la lista al Senado del Herrerismo. No quiero entrar en detalles porque todo el mundo los conoce y no corresponde.

JI - Un oyente dice: "Si usted está exigiendo a Tabaré Vázquez que aclare si va a ser candidato o no ¿por qué usted no aclara si va a ser candidato o no?".

LAL - Porque hay una diferencia. Yo no soy presidente actualmente. Yo no le exijo, le pido –exigir es un poco duro– al doctor Vázquez, que está impedido de ejercer actividad electoral por la Constitución y que es presidente en ejercicio, que aclare si va a ser o no, porque es una situación distinta. Yo soy un ciudadano libre, no tengo ningún constreñimiento, ningún impedimento, ningún freno, ningún retaceo de mi libertad por la Constitución. Es claro que una cosa es que un presidente diga: "Sí, voy a buscar la reelección"... Algo que hace entrar al país en una situación muy compleja, como la que se vio en el 71, y otra cosa es un ciudadano libre.

FR - Con relación a lo que veníamos comentando sobre su actividad política, que usted señalaba que nunca cesó, más allá de ser candidato o no. Decía que uno va sembrando para después cosechar en la opinión pública la actividad que desarrolló. Con relación a eso, usted viene desarrollando la gira La otra campana, y en esta estrategia se vislumbra cierta diferencia con la estrategia de oposición que viene desarrollando el resto del PN. ¿Usted también lo ve así?

LAL - Sí, es notorio. No olviden que yo no tengo una situación política institucional. No soy senador, entonces tengo que buscar la oportunidad para comparecer ante la opinión pública para expresarme. Me cuesta más que a aquellos que tienen una posición en el Senado de la República. Yo no tengo el banquito para subirme todas las mañanas. Tengo que buscar un banquito para subirme y decir lo mío.

Segundo, es cierto, porque creo interpretar que en nuestro país hay una enorme mayoría de gente, que corta a través todos los partidos, un 60% o 70% de gente, que quiere que las cosas marchen bien sin importarle qué partido sea el que haga las cosas bien. Esa gente seguramente no tiene el complejo que tenemos a veces los dirigentes políticos de no reconocerle nada al otro. Esa gente no cree que todo lo bueno está de un lado y todo lo malo del otro. Y yo trato de interpretar a esa gente. Cuando dije en Santa Lucía hace unos días: "Vamos a dar un aplauso al programa Una computadora por niño" y la gente aplaudió, no hice otra cosa que trasmitir e interpretar a esa gente que lo que quiere es que las cosas anden bien, en vez de decir: "Todo es malo porque lo hace el Frente Amplio (FA)", "todo es bueno porque lo hace el PN", o viceversa. Interpreto una manera de sentir que seguramente ustedes –aunque no me lo van a decir– también comparten.

FR - ¿Por qué no ha tratado de incidir en esa estrategia de oposición que, por lo que usted dice, es más frontal que la suya?

LAL - ¿Cómo voy a incidir sino opinando?
No tengo otra manera. En el PN no hay reuniones de estrategia, no hay reuniones para decir "se va a adoptar este o aquel tono" como no las hay en el Partido Colorado ni en el FA. Los nuestros no son partidos como los europeos que tienen jefaturas verticales, que tienen una organización en la cual el partido opina como cuerpo. Los nuestros son partidos mucho más laxos, más compuestos por sectores agregados que por partidos. Quizás el Partido Comunista sea mucho más organizado radicalmente, pero en general los partidos uruguayos no. Entonces cuando el doctor Larrañaga hace un reportaje y dice una cosa u otra no está incluido en una estrategia, es lo que él en ese momento interpreta. No es una cosa indebida, simplemente es describir la realidad como es.

JI - Larrañaga se presenta hoy con un discurso de mucha esperanza, muy exitista. Se muestra convencido de que el PN va a ganarle al FA en las próximas elecciones. Según él están dadas las condiciones y se pone al frente de ese barco.

LAL - Por supuesto, hace bien el doctor Larrañaga. El único matiz que yo tendría –porque creo que el PN va a ser, es ya, la gran alternativa– es no apurarnos a considerar que ya está todo el pescado vendido. Falta mucho, prácticamente dos años, 20 meses es mucho tiempo, pero si quiere le hago una rebaja: 12 meses es mucho tiempo en política.

JI - Algunos oyentes siguen mandando mensajes.

LAL - Mándeme algún mensaje, alguno lindo...

JI - El último que entró, no sé si es lindo o no, pero nos puede servir para alguna definición suya. Dice: "¿No cree que su postulación, de ser para la unión del Herrerismo, puede terminar siendo motivo del quiebre del sector?".

LAL - Omití decir, porque no quiero hacer planes a demasiado largo plazo, que creo no sería bueno estratégicamente que el Herrerismo tuviera un candidato que solamente el Herrerismo acompañara. En el PN tenemos que ampliar las bases para tener más solidez.

JI - ¿A qué se refiere concretamente?

LAL - A que hay muchísima gente que no participa de nuestras ideas en lo que tiene que ver con lo interno del partido, pero que sería votante del Herrerismo o del candidato del Herrerismo. Entonces hay que tratar de buscar alianzas y que el partido sea más Partido Nacional que Partido Blanco. Porque mucha gente va a votar al Partido Nacional, no al Partido Blanco, y nosotros podríamos cosechar dentro del partido ese tipo de votantes.

JI - ¿Usted dice unirse con otros sectores para la interna?

LAL - Buscar corrientes de opinión, no todos son sectores.

JI - ¿A quién ve cercano?

LAL - Veo cercanos a 300.000 que votaron al FA para darle una oportunidad. Esos 250.000, 300.000 que inclinaron la balanza no lo hicieron con una convicción. Lo hicieron para dar una oportunidad. Cuando esa gente, que es totalmente independiente, a la que no le pesan Wilson Ferreira, Luis Alberto de Herrera ni Aparicio Saravia, que va a buscar respuestas, que es lo que el dirigente político tiene que dar, respuestas a las interrogantes de la gente, vuelva a pensar, seguramente va a buscar un lugar donde acompañar.

JI - ¿Cree que el Herrerismo puede ir a una interna con varios candidatos, con usted incluido?

LAL - No entiendo mucho la pregunta.

JI - Hoy hay tres posibles precandidatos del Herrerismo. ¿Usted se sumaría como un cuarto sin problemas, o cree que el herrerismo tiene que tener uno solo?

LAL - A la elección interna el Herrerismo tiene que llegar con un solo candidato. Le pongo un ejemplo: en el año 89 yo fui candidato del Herrerismo y de Renovación y Victoria, el grupo que orientó el doctor Gonzalo Aguirre, mi querido amigo y compañero de tareas de gobierno, se hizo una base bien amplia para que mucha gente entrara por otra puerta a esa candidatura.

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Edición: María Eugenia Martínez