La desilusión que ve respecto a la gestión del Frente Amplio y el "congelamiento" de la interna blanca entre Larrañaga y él, hacen que Luis Alberto Lacalle decida lanzarse a la carrera por la c

Lacalle y las circunstancias que lo hacen candidato

Lacalle y las circunstancias que lo hacen candidato

La desilusión que ve respecto a la gestión del Frente Amplio y el "congelamiento" de la interna blanca entre Larrañaga y él, hacen que Luis Alberto Lacalle decida lanzarse a la carrera por la candidatura. Dice que un eventual 30% de intención de voto en la interna es "una muy buena plataforma" y se muestra confiado en llegar a "una cantera importante de opinión pública". "Vamos a buscar ese centro en el cual la gente quiere que las cosas se hagan y se hagan bien. Eso es la alternativa, no usar la palabra ‘contra’ sino la palabra ‘mejor’. Las cosas se pueden hacer mejor, nosotros creemos que las podemos hacer mejor", sentenció.

(Emitido a las 9.12)

EMILIANO COTELO:
Se veía venir. En las últimas semanas cobraba cada vez más cuerpo la posibilidad de que Luis Alberto Lacalle reviera su decisión de junio pasado y se lanzara a competir nuevamente por la candidatura presidencial del Partido Nacional (PN).

Por eso había generado mucha expectativa la reunión que el Herrerismo realiza todos los años en enero en las costas de Rocha. El cónclave se cumplió el sábado pasado y, si bien no terminó con una resolución formal, todos salieron convencidos de que ya es un hecho que Lacalle será el precandidato del sector.

Los primeros en admitir el nuevo escenario fueron Luis Alberto Heber y Juan Chiruchi, dos de los nombres que habían desafiado a Lacalle dentro de su propio grupo.

El tercer desafiante, Carmelo Vidalín, no asistió a la asamblea, argumentó que tenía otros compromisos asumidos previamente. Ese día mantuvo reuniones políticas en Tacuarembó, donde confirmó lo que ya había anunciado previamente: si el candidato es el ex presidente, él se aparta del Herrerismo y se postula también, pero encabezando un nuevo movimiento político.

Sobre estas dos novedades que dejó el fin de semana, vamos a entrevistar en los próximos minutos al doctor Luis Alberto Lacalle.

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Doctor Lacalle, le propongo volver al 8 de junio de 2007; la carta que usted dirigió entonces al Comité Ejecutivo del Herrerismo decía: "En las actuales circunstancias he resuelto no comparecer como precandidato del Herrerismo en las elecciones internas del Partido Nacional a celebrarse en 2009".

¿Qué pasó? ¿Qué circunstancias cambiaron desde junio hasta ahora?

LUIS ALBERTO LACALLE:
Son múltiples, diversas, algunas de natural apreciación por todo el mundo, por ustedes los periodistas especializados quizás más que para la opinión en general, y para nosotros que estamos en esto también. Ha habido cambios importantes en el ámbito nacional y en la gestión de gobierno, creemos que se ha habilitado un momento de análisis crítico del gobierno a partir de carencias ya largamente anunciadas pero demostrables en la mitad del período. Dentro del PN hay reacomodamientos y movimientos horizontales que cambian las circunstancias internas, y dentro de nuestro sector, después del análisis de los seis meses transcurridos entre junio y fin de año, también hay nuevas circunstancias. Todo ello lleva a esta que no es una decisión personal sino colectiva luego de un análisis serio, como corresponde, del momento actual.

EC - No fue muy claro en la explicitación de esas razones.

LAL - ¿Le parece que no?

EC - No.

LAL - Es una cuestión de percepción.

EC - Por ejemplo, con respecto al gobierno, ¿qué es lo distinto con relación a hace seis meses?

LAL - Hay un episodio de desilusión, de agotamiento del capital de ilusión. Hace unos días escribí en el diario El País que el gobierno tenía tres capitales que ha ido dejando por el camino, lo que motiva que un importante segmento de la opinión pública esté a la búsqueda de un cauce. Ese es el cambio más importante que percibimos. Esto siempre tiene un grado de subjetivismo muy grande, pero nos parece que ese segmento electoral buscará respuestas, experiencia, solidez en los conceptos, que nosotros podemos suministrar.

EC - ¿Cuánto juega en su decisión el hecho de que la posibilidad de la reelección del doctor Tabaré Vázquez no termine de descartarse?

LAL - Poco y nada, es un tema que nos tiene que preocupar más allá de lo electoral, porque una decisión del presidente –que espero que no sea en ese sentido– a favor de buscarla, dadas las circunstancias constitucionales en que se mueve el doctor Vázquez, va a acarrear una rispidez, una dureza en el debate político que esperemos que nos podamos ahorrar entre todos.

EC - En cuanto a la situación interna del PN, ¿cuánto jugaron en su decisión las encuestas, por ejemplo?

LAL - Lo hemos discutido delante y fuera de micrófonos con ustedes, las encuestas son un termómetro, una fotografía, marcan un momento. Hay la movilidad natural en la vida política, y esa movilidad y esa búsqueda de reacomodamiento horizontal dentro del partido también tienen su importancia en esta decisión.

EC - La última Encuesta Factum que dio a conocer Oscar Bottinelli aquí en El Espectador el 28 de diciembre muestra en el PN a Jorge Larrañaga con el 51%, a Luis Alberto Lacalle con el 21%, a Carmelo Vidalín con 7% y con 5% o menos a Chiruchi, Gallinal y Luis Alberto Heber. En esa oportunidad Bottinelli destacaba: "Los otros candidatos sumados están por debajo de Lacalle; los tres que venían compitiendo en el Herrerismo, Vidalín, Chiruchi y Heber, más el líder de Correntada Wilsonista, Francisco Gallinal, sumados, están debajo de Lacalle". ¿Cómo incidió ese factor?

LAL - Otras mediciones muestran la misma tendencia, aunque quizás las cifras varíen. Esa especie de congelamiento alrededor de Lacalle-Larrañaga parece estar más allá de la voluntad de uno, todo el mundo sabía en estos seis meses que yo estaba excluido de esa carrera y sin embargo reiteradamente –y en algo que mucho me honra y me compromete– mucha gente seguía insistiendo en el apoyo. Entonces también pesó un poquito, no del todo, este factor.

EC - Pero su actitud, la decisión de ser precandidato por el Herrerismo en la interna del PN, parece que va a provocar una división en el Herrerismo. Carmelo Vidalín, uno de los tres aspirantes a esa precandidatura, anuncia que si usted se postula nuevamente él crea un nuevo movimiento partidario y también compite por la candidatura presidencial.

LAL - Es una decisión de alguien a quien mucho aprecio, lo conozco de tiempo atrás, desde muy joven actuó en el ámbito departamental dentro de nuestras líneas, desde el tiempo en que era secretario de la Intendencia. Es una persona joven, con muchos valores, con mucho atractivo y va a elegir un camino propio, que seguramente formalizará en estos días, porque hasta ahora tenemos nada más que esas noticias, y en las conversaciones que yo he tenido con él –almorcé con él el lunes pasado– lo ha anunciado pero no lo ha concretado todavía. Parece ser un hecho, así va a ser.

EC - Mi pregunta iba en el sentido de que una de las cosas que lo preocupaban cuando tomó la decisión de no presentarse como candidato del Herrerismo era la posibilidad de divisiones dentro del sector.

LAL - Sí.

EC - Y ahora el hecho de que usted se presente provoca una división.

LAL - Uno no puede medir las consecuencias totales de sus actos. Yo tengo que agradecerle mucho a Carmelo Vidalín, que siempre ha dicho que yo soy un elemento positivo de la vida partidaria, pero si considera que eso no se traduce en lo electoral, es el camino que ha seguido él como han seguido tantos otros que me acompañaron en otros tiempos. Esta es una actividad dinámica y tenemos que desearle el mejor de los éxitos, porque esto es un tema de partido primero y luego de sector.

EC - ¿Cómo analiza el impacto dentro de su grupo político de este alejamiento de Vidalín?

LAL - Puede tener cuenta corriente positiva y negativa, todavía no lo hemos podido medir del todo, pero no va a ser obstativo de nuestras decisiones colectivas.

EC - Por ahora, entonces, el PN tendrá por lo menos tres precandidatos presidenciales: Larrañaga, usted y Vidalín: y además, eventualmente, Gallinal. ¿Cómo observa ese escenario?

LAL - Uno simplemente es observador de las actitudes ajenas, no puede incidir en ellas. Demuestra que hay un gran deseo de participar y eso siempre es bueno para una colectividad política. Que haya mucha gente que aspire dinamiza, provoca una sana competencia y es la prueba de que el partido se tiene confianza.

EC - Pero el hecho de que Vidalín se vaya del Herrerismo y cree un movimiento propio, ¿a quién favorece? ¿A Larrañaga o a usted? ¿A quién le saca votos Vidalín?

LAL - No lo sabemos, puede haber especulaciones, hay trabajos bastante afinados en un sentido y en el otro. Trato de no mirar para el costado sino para adelante.

EC - Pero tiene que haber hecho estos cálculos usted.

LAL - Por supuesto, hago mis cálculos. Pero una cosa es lo que hago en mi fuero interno y otra cosa es lo que manifiesto en el fuero público.

EC - ¿Vidalín era un hombre de la médula del Herrerismo?

LAL - Sí, se formó al lado del doctor Raúl Iturria, que es un antiguo referente, fue ministro del Interior conmigo y es un amigo de toda la vida. Así que sí, pertenece en su formación, y en su propio estilo es notoriamente proveniente de nuestra marca.

EC - Volviendo a la Encuesta Factum, los números le daban muy bien a usted en la competencia con los otros desafiantes del Herrerismo, porque usted alcanzaba el 21%, pero Larrañaga aparecía con 51%, cómodamente primero. La pregunta es: ¿cómo hace usted para remontar desde el 21% y llegar al 51%, o para pasar a Larrañaga? ¿Cuál es su estrategia?

LAL - La estrategia no se describe sino que se pone en funcionamiento.

EC - Si se suman las adhesiones de Heber y Chiruchi...

LAL - Nunca se suma de esa manera.

EC - Pero si hacemos esa suma mecánica, usted llega al 30%, más o menos.

LAL - Me parece una muy buena plataforma para empezar.

EC - ¿Cuáles son sus otros planes?

LAL - Todavía estamos lejos del momento, pero hay que empezar a formar los cuadros. Lo importante es experiencia, equipo, ideas claras, una visión del país, de la región y del mundo que hemos trasmitido desde siempre, tratando de ser profundos y al mismo tiempo entendibles en las propuestas. Hay una cantera importante de opinión pública a la que podemos llegar.

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EC - Desde la audiencia vienen algunas preguntas. Por ejemplo, Álvaro, de Laguna del Sauce, consulta qué pasó con la renovación: "¿No es bueno dejar paso a los jóvenes?".

LAL - El tema de la renovación puede tener dos mediciones, uno puede medir cronológicamente o en el campo de las ideas. Es más válido el campo de las ideas, la actitud ante el mundo, ante la realidad, la captación de nuevas corrientes, que lo meramente cronológico, tanto de edad como de estadía en la actividad política, porque todos los que estamos en esto tenemos 20 o 25 años de actividad. La renovación proviene de ser capaz de adaptarse a los tiempos, de tener espíritu innovador –algo que nos ha caracterizado–, no ser conservadores en el sentido de mirar para atrás y sobre todo tener visiones válidas del presente y del futuro inmediato. La conducción, si no proviene de la descripción de una meta y de una visión de futuro, es simplemente presencia.

EC - Renovación, ese era uno de los argumentos que manejaban quienes impulsaban otros nombres dentro del Herrerismo. Y otro argumento era "con Lacalle el Herrerismo tiene el riesgo de perder otra vez frente a Larrañaga". ¿Qué dice a esto último?

LAL - El que crea que va a entrar en esto con seguro de vida que se dedique a otra cosa. Ganar y perder es una alternativa, tenemos que aceptarla, como dice Kipling, con el mismo rostro.

EC - La interna de hace cuatro años terminó en una proporción de dos a uno a favor de Larrañaga sobre usted.

LAL - Sí, pero si nos vamos a quedar en eso yo pasaría a retiro definitivo, cosa que no pienso hacer.

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EC - ¿Cómo se va a plantar como candidato en la interna? ¿Cómo administrará su discurso? ¿Cuál será su posicionamiento?

LAL - Eso lo va a ir viendo la opinión pública, es un trabajo que ya está adelantado. Va a cumplir una misión importante el Instituto Manuel Oribe, donde vamos a mostrar que este no es un emprendimiento individual sino colectivo y con capacidades y personalidades de primer nivel vinculadas con todos los aspectos de la actividad nacional. Yo he estado dentro de la gestión de gobierno y sé que no es un emprendimiento individual, es cada vez más complejo y uno tiene que tener cada vez más respaldo técnico y mental, cuatro ojos ven más que dos, no puede ser una cuestión individual ni individualista, el Instituto Oribe va a formar parte esencial del planteamiento.

Y luego un aggiornamento de la convocatoria, porque en el país se ha producido un fenómeno. Fíjese lo que pasó en la elección de jóvenes, que propuse hace tiempo y llevé a cabo, finalmente el partido la aceptó, se dio la oportunidad y aparecieron 53.000 chicos que nadie sabe quiénes son con nombre y apellido, simplemente una tendencia y una corriente. Creo que va a pasar algo parecido en el electorado en general a partir de ese guarismo, que no podemos fijar exactamente pero que debe ser superior a los 200.000 votantes, que le dio un apoyo al Frente Amplio en la última elección pero que no lo hizo a partir de un convencimiento sino de dar una oportunidad. La ilusión con que llegó a esa disposición y decisión se ha ido agotando, entonces el PN tiene que ser cada vez más PN y tiene que ser atractivo para quienes no buscan ni tradición ni pasado, sino propuestas concretas y viables para hoy y para mañana. En ese sentido hemos tratado de ser siempre avanzados y jugarnos más a la propuesta que a los recuerdos.

EC - ¿Eso quiere decir que el Herrerismo como tal va a quedar a un lado?

LAL - No hay que ser conservador y quedarse pegado a las cosas por el mero recuerdo. Las reformulaciones van a estar a la orden del día dentro del PN, sobre todo atendiendo a que porque es la alternativa tiene que tener una presentación atractiva y convincente para mucha gente a la que no se va a llegar en función de tradiciones sino de presente y de visión de futuro.

EC - Usted decía ayer en Índice 810: "Hay que ensanchar la convocatoria, no hay que ser prisioneros del pasado, si no padres del futuro". Daba a entender que el grupo político con el cual va a ser candidato no va a ser el propio Herrerismo.

LAL - En el año 89 fui el candidato de Renovación y Victoria, encabezada por el doctor Aguirre, y del Herrerismo. Ahí hay una prueba de que a una candidatura se puede y a veces se debe llegar por distintos caminos para facilitar el apoyo de base.

EC - Concretamente, ¿el Herrerismo como tal seguirá existiendo?

LAL - No creo que desaparezca nunca, empezó en 1922 y ha seguido, con distintas alternativas. Hablo más bien de la presentación y de no atarse a una grifa o a una marca sino a los conceptos que implica.

EC - Y en cuanto a la búsqueda de socios en el PN, ¿en quiénes está pensando?

LAL - Eso se va a ir produciendo, se va a saber cuando las cosas se produzcan o no. Efectuar anuncios es una falta de respeto hacia los compañeros que uno pueda mencionar.

EC - ¿Ya tiene conversaciones avanzadas?

LAL - No sé, no recuerdo, si las tengo en este momento no las tengo en la memoria.

EC - Le vino un ataque de amnesia.

LAL - Una amnesia momentánea y circunstancial.

EC - El doctor Ignacio de Posadas escribió el 10 de enero en Búsqueda que "el dilema para el PN está entre plantarse firme y claramente como lo opuesto a lo actual [el gobierno actual] o temer a las fuerzas culturales clásicas del Uruguay socialdemócrata-batllista-popular-utópico-facilongo, y pretender disputar un centroizquierda difuso, con un discurso del mismo tenor".

LAL - Yo corregiría a mi estimado amigo, pariente y colaborador, que tuvo una importante actuación el sábado pasado; diría alternativa. Alternativa viene de otro, de alter, y creo que el PN tiene ese deber: mostrarle a la opinión pública: aquí está la coalición de izquierda y aquí está lo otro, en el mejor de los sentidos, lo distinto en cuanto a la visión y en cuanto a la manera de llevarla a cabo.

EC - Lo distinto, no lo opuesto.

LAL - Estoy cada vez más convencido de que el país no quiere aquello de acá están los buenos y allá están los malos, hay un centro fortísimo que lo que quiere es que las cosas se hagan y se hagan bien, más allá de quién las haga. Esa es la manera de encarar este momento político, en estas recorridas de La otra campana cuando hago alusión a esto –y hay un público bastante heterogéneo, que por suerte y con respeto asiste– es impresionante la respuesta: "Che, vamos a terminar con esto de yo soy bueno y los otros los malos", esa divisoria. Vamos a buscar ese centro en el cual la gente quiere que las cosas se hagan y se hagan bien. Eso es la alternativa, no usar la palabra "contra" sino la palabra "mejor", que me parece la más linda del idioma castellano. Las cosas se pueden hacer mejor, nosotros creemos que las podemos hacer mejor.

EC - En esa misma columna del 10 de enero De Posadas decía: "Seguir por los carriles de discutir solo y siempre temas económicos pondría al partido en el riesgo de aparecer como una suerte de fotocopia del Frente". Algo de esto dijo también el sábado cuando hizo uso de la palabra en Costa Azul, dijo que el Herrerismo tenía que salir de la exclusión economicista y discutir sobre otros temas, además de los económicos, "porque la vida es más que eso". En su opinión, si bien los próximos dos años no van a ser fabulosos, sí van a ser buenos económicamente, por lo que la agrupación tendría que poner otros temas sobre la mesa, vinculados con la propiedad, la libertad y la seguridad.

LAL - Y agregó el concepto de nacionalidad y de nación, que es lo primero que hay que mencionar, porque estamos en una circunstancia de peligro de la independencia política del país. Coincido con el doctor De Posadas en un 99%.

EC - ¿A qué alude con el peligro de la independencia?

LAL - Notablemente hemos entrado en un sistema político de alianzas que se llama Parlamento del Mercosur, del que ya hemos hablado bastante. Estas asociaciones políticas en función de  pretendidas identidades ideológicas son peligrosas para el país, que hoy se encuentra en un esquema internacional sin muchas apoyaturas de alianzas o de coincidencias. Me parece notoriamente desfavorable para el interés nacional.

EC - ¿Usted va a atender ese consejo de De Posadas de no discutir solamente temas económicos?

LAL - Nunca lo hemos hecho. Si usted mira nuestra propuesta del 89, la del 99 y la de 2004 fueron muy amplias, no se ciñeron a los resultados. Aunque yo considero que la mejor política social es una política económica eficaz, lo nuestro siempre ha sido mucho más amplio, por suerte.

EC - ¿Cómo y cuándo van a resolver, ya de manera formal, que usted será el precandidato del Herrerismo?

LAL - Hay dos pasos, el primero es el 14 de febrero en el Comité Ejecutivo, y de ahí se producirá la convocatoria a los organismos que tienen la representación directa mediante el voto de los compañeros. Eso se hará en la fecha que se fijará, supongo que en el mes de marzo. Tenemos tiempo para preparar y ajustar los detalles.

EC - ¿Cuán amplio será el ámbito donde se tome la resolución? Porque mientras había tres precandidatos, cuando estaban Heber, Chiruchi y Vidalín corriendo, se discutió mucho sobre diferentes alternativas, incluso Vidalín había propuesto realizar una elección a padrón abierto para definir el precandidato del Herrerismo.

LAL - Hay que descartar eso, eso les quita legitimidad a los organismos representativos. Si el PN tiene una convención y el sector herrerista, como los otros, tiene su convención, son esos compañeros los que tienen la legitimidad proveniente del voto. Se ha pensado en extender la base convocando a todos los que ocupan cargos electivos, como los ediles y los jóvenes que participaron en la elección juvenil, para darle una ancha base, pero siempre sobre la base de lo que es la esencia de nuestra manera de organizar la vida política, el gobierno representativo.

EC - ¿Se resuelve antes de Semana Santa?

LAL - Vamos a ver, el 14 va a ser la reunión. Yo no puedo indicar más detalles porque son decisiones colectivas, no individuales.

EC - ¿Se va a encontrar mano a mano con quienes hasta ahora figuraban como aspirantes a la candidatura del Herrerismo, con Heber, con Chiruchi, con Vidalín?

LAL - Me he encontrado todos estos días, en casa, en San José, en Montevideo, hemos comido, hemos charlado, hemos tomado mate. Hay una vieja amistad que nunca ha sido obstativa en estos meses de competencia, siempre con buena amistad.

EC - Pero después de la reunión del sábado, en la que quedó claro que el ambiente era favorable a su candidatura, ¿va a haber nuevos encuentros para afinar detalles con Heber y Chiruchi, que habían iniciado la competencia pero quedó claro que se bajaban de ella y lo apoyaban a usted?

LAL - Sí, seguramente. Esa tarde hablé con los dos compañeros y estaré mañana en Montevideo trabajando en ese sentido. Nunca se ha perdido esa buena onda, por suerte.

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Edición: Mauricio Erramuspe