Ramela: cambios demuestran que ministros eran "moderadores políticos"
"Esto ratifica que estos ministros no estaban en sus cargos por eficiencia sino cumpliendo un rol de moderadores políticos de disensos dentro de la fuerza de gobierno", dijo el ex asesor de Jorge Batlle Carlos Ramela, al comentar los movimientos en el gabinete. Sin embargo, señaló la "cuota de satisfacción y de esperanza que genera ver un gabinete un poco más joven". "Ojalá, por el bien del país y de ellos mismos, los nuevos ministros puedan seguir gobernando y hacer cosas útiles", planteó alertando sobre "la tradición política nacional" de resignar el 40% del período de gobierno por lo electoral.
(Emitido a las 8.53)
EMILIANO COTELO:
La República: "Dieciséis cambios, una sola convicción. En sus marcas, para que todo siga como va". El título de portada va acompañado de las fotografías de quienes se integrarán al gabinete del presidente Tabaré Vázquez.
El País: "Vázquez alinea al gobierno y al Frente para la elección del año 2009. El presidente admitió que cambios apuntan a seguir en el poder. Los entes continuarán con una integración 100% vinculada al partido de gobierno, va a completar los cargos de la minoría".
El Observador (título más destacado en tapa): "Mujica larga la campaña. El líder del MPP vuelve al llano para recorrer el país de norte a sur".
Últimas Noticias (tema central): "Vázquez busca que la lucha electoral no contamine su gestión. El presidente pretende que los nuevos ministros no hagan política partidaria".
Estamos analizando estos cambios desde distintos puntos de vista. Vamos hacia el Partido Colorado (PC). Estamos con el doctor Carlos Ramela, de la lista 15, asesor presidencial durante el gobierno del doctor Jorge Batlle.
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Doctor Ramela, ¿cómo observó la reforma del gabinete?
CARLOS RAMELA:
Desde distintos ángulos. Por un lado, es el propio presidente quien anuncia que es un cambio con un sentido político y preparándose para la etapa electoral que se avecina. Esto ratifica que estos ministros no estaban en sus cargos por eficiencia o buena gestión, sino cumpliendo un rol de moderadores políticos de disensos dentro de la fuerza de gobierno.
Por otro lado, con la cuota de satisfacción y de esperanza que genera ver un gabinete un poco más joven, un poco más técnico, en el que priman elementos, en principio, de lo que uno podría llamar la línea moderada de gobierno. Uno espera que varias áreas en las que había un fracaso rotundo y gestiones muy negativas para el país, que habrían merecido recambios anteriores, tengan ahora un cambio sustancial.
EC - ¿Cuáles son esas áreas para usted?
CR - La más notoria es el Ministerio de Relaciones Exteriores. El doctor Gonzalo Fernández se encuentra con un ministerio devastado, prácticamente destruido por Gargano, con un país que ha perdido en tres años toda una tradición de manejo de política exterior, de presencia, de equilibrio, de ubicación en el contexto internacional. Esto es algo que admite la propia fuerza de gobierno, por eso digo que los cambios no se dan por eficiencia sino por tiempos políticos. El ministro Gargano, que está enfrentado hasta con el propio presidente de la República desde hace varios años, tendría que haber sido sustituido antes. Es el área donde todos los uruguayos visualizamos que puede haber un cambio más inmediato y más rápido. Entra un profesional, un abogado, un hombre de la izquierda, pero reconocidamente moderado, moderno en su visión del mundo. Uruguay tiene ahí un debe, una situación que a todos nos preocupa, que es su inserción internacional, y es quizás la materia fundamental de este cambio.
EC - Al producirse el cambio, y teniendo en cuenta además que Gonzalo Fernández pertenece, igual que Gargano, al Partido Socialista, pero a otra corriente la corriente "renovadora", desde el Poder Ejecutivo, e incluso desde el entorno presidencial, se ha insistido mucho en destacar que la cancillería va a seguir el programa del Frente Amplio (FA).
CR - Esos son los discursos. Vázquez ayer también dijo que ningún ministro era sustituido por una mala gestión, que todos habían cumplido una excelente labor, cuando todos sabemos que el presidente y Gargano no tienen casi diálogo desde el episodio del TLC. Son mensajes políticos, discursos políticos y eslóganes. No tengo dudas de que si bien ya no tenemos posibilidad de llegar a un TLC, el doctor Gonzalo Fernández dentro de la línea de gobierno estaba alineado con Astori y con Lepra en la búsqueda de un mayor acercamiento con Estados Unidos, una mayor apertura al mundo. Estoy convencido también, porque se lo he escuchado, que considera peligroso y fuera de contexto el acercamiento con Chávez. En fin, hay una línea que va a provocar cambios.
Por cierto, queda muy poco, lamentablemente el anuncio de Vázquez constituye la apertura oficial de los tiempos políticos. Uruguay ha oficializado ya que un 40% del tiempo de un gobierno es para la lucha electoral, lo que es una barbaridad. Pero esto no es simplemente una característica de este gobierno, sino del sistema político uruguayo, por lo cual a estos ministros que ahora vienen se les podrá reclamar eficiencia, pero van a estar condicionados por los tiempos y por las circunstancias.
EC - ¿Le parece saludable el criterio de que el gabinete esté integrado por figuras mayoritariamente técnicas, que no estén involucradas en la campaña electoral ni en el debate político más cotidiano e intenso?
CR - Es positivo aunque siempre tiene que haber un equilibrio entre lo político y lo técnico, porque lo puramente técnico, sin respaldo político, no sobrevive en la selva política nacional. Pero me parece bien que los ministros tengan un perfil más técnico, más profesional, y que no sean meramente ministros por el hecho de que encabezaron una lista en algún momento. Porque entonces serán personas ocupando un ministerio sin ningún conocimiento profesional ni ningún tipo de solvencia al respecto. El hecho de ocupar una lista, si bien da derecho a ser legislador, no necesariamente permite ser buen ministro en determinadas áreas. Es positivo, pero es también una lectura de la realidad que ahora la atención nacional se pasa adonde están las cabezas partidarias. No hay que olvidar que el FA es gobierno y oposición a la vez, prácticamente agota toda la gama de posiciones. Ahora lo que va a primar va a ser la gestión de Mujica en su carrera presidencial o no, lo que pase con Astori.
El país entra en un período lamentablemente de parálisis. Ojalá, por el bien del país y de ellos mismos, porque merecen tener una oportunidad, los nuevos ministros puedan efectivamente seguir gobernando y hacer cosas útiles. En ese sentido es positiva la apuesta a una mayor juventud, a una mayor tecnificación, el perfil moderado del cambio. Uno advierte que dentro de la izquierda hay muchos matices y en estos cambios en general triunfa el matiz moderado, el más identificado con el presidente y con la línea de Astori y de Nin, no con otros sectores más radicales, que también han querido marcar su impronta.
Trato de verlo desde el punto de vista del país, no tanto de análisis político meramente, y en ese sentido el cambio de gabinete me abre una perspectiva favorable y espero que se puedan concretar, por lo menos en algunas áreas, cambios importantes en el poco tiempo que queda por delante.
EC - Y con esta conformación y esa filosofía que hay detrás de la renovación, ¿qué puede esperarse en cuanto al diálogo gobierno-oposición?
CR - El diálogo global va a ser muy difícil, no se ha dado en tres años y no depende tanto de los ministros sino de una definición política del FA y del presidente de la República, que por un lado ha hablado de diálogo pero por otro no lo ha ejercido ni permitido. Quizás sea bueno que en algunas áreas particulares volvemos al ministerio de Relaciones Exteriores, donde un país como Uruguay tiene que tener una política exterior de Estado, de consenso, de unidad se pueda lograr por lo menos un acercamiento, al menos algún diálogo que haga que Uruguay tenga más fortaleza. Uruguay como país chico necesita que sus decisiones en temas clave, como el conflicto con Argentina, el Mercosur, el relacionamiento con Estados Unidos, tengan cierta dosis de respaldo general. Son temas que están más allá de la coyuntura política del partido de gobierno o del alineamiento que cada uno tiene. Sería muy saludable en ese sentido, Gonzalo Fernández es un hombre de diálogo, toda la vida lo ha sido, que hubiera por lo menos en esa materia un diálogo más profundo. Los otros ministerios quizás son materia más técnica, más interna, más de economía doméstica. Si no ha habido hasta ahora un mayor acercamiento, si no hubo integración en el tema de los entes, no la va a haber ahora, va a ser más difícil de lograr, se entra en una etapa más de campaña electoral.
Cuando el PC estuvo en el gobierno con el doctor Batlle, cuando faltaban dos años para las elecciones ya estábamos absolutamente solos en la noche. Los eventuales aliados se alejan, cada uno busca su perfil. Este país tendría que replantearse esa realidad, no es lógico que un gobierno que tiene cinco años ya esté anunciando, por su propio presidente, que los últimos dos, que son nada menos que el 40% del tiempo total, se van a dedicar a defender el poder y a mostrar las virtudes del gobierno, cuando el gobierno debería estar 100% dedicado a gobernar y a generar la prosperidad del país. Son costumbres que no son de este gobierno sino de la tradición política nacional.
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Edición: Mauricio Erramuspe