Si de generación de energía se trata, "Uruguay está en una crisis latente, una crisis estructural que se agrava o no según determinadas circunstancias". Ese es el diagnóstico del diputado nacionalista

Delgado propone medidas para ahorrar electricidad

Delgado propone medidas para ahorrar electricidad

Si de generación de energía se trata, "Uruguay está en una crisis latente, una crisis estructural que se agrava o no según determinadas circunstancias". Ese es el diagnóstico del diputado nacionalista Álvaro Delgado. Y para revertirlo propuso un plan de ahorro y eficiencia en iluminación, la renovación de calentadores y refrigeradores eléctricos y la promoción del desarrollo de paneles solares para calentar agua. Una de ellas ya fue aceptada: el suministro de lámparas de bajo consumo. Para él, además, sería necesario duplicar la generación. "Tenemos 700 y necesitamos 600 megas más de potencia firme", estimó.

(Emitido a las 8.55)

EMILIANO COTELO:
Por ahora, las autoridades han intentado llevar tranquilidad a la población asegurando que no se vislumbra una crisis energética a corto plazo. De todos modos, sí han advertido que es necesario tomar medidas que generen un ahorro significativo en los hogares, en las empresas y en el propio Estado.

Buscando, justamente, fomentar ese ahorro, está vigente ya desde hace varias semanas el plan de ahorro de energía propuesto por el Ministerio de Industria, Energía y Minería.

Pero la preocupación no es sólo del gobierno. El tema ha sido motivo de análisis también en la oposición y, concretamente, el diputado Álvaro Delgado, de Correntada Wilsonista, Partido Nacional (PN), ha venido planteando una serie de propuestas que se encaminan en ese sentido.

Buscando apoyos para implementarlas, Delgado se reunió ayer con el presidente de UTE, Beno Ruchansky, a quien le entregó un documento que va a ser el tema de conversación en los propios minutos, con el propio legislador.

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Diputado Delgado, antes de entrar de lleno en el asunto, una consulta previa. Usted es médico veterinario y este es su primer período como legislador. De todos modos, ya ha tenido actividad pública, por ejemplo, entre 2000 y 2004 fue inspector general de Trabajo en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Sin embargo, en su etapa como diputado ha tenido un interés especial en los temas de energía: integra la Comisión de Industria, Energía y Minería, aparece habitualmente en discusiones que tienen que ver con los precios de los combustibles, con la política en torno al fomento de biocombustibles y también, como en este caso, cuando se habla de ahorro o generación de energía eléctrica. ¿Por dónde viene su vinculación con los asuntos energéticos? ¿Por qué le interesan especialmente?

ÁLVARO DELGADO:
Es un tema que siempre me interesó, es un tema estratégico para Uruguay; para todos los países, pero particularmente para Uruguay, si hay un tema estratégico de aquí para adelante va a ser el de la energía. Cuando empezamos este período legislativo nos pusimos en la Comisión de Industria, Energía y Minería, me tocó presidirla, estamos representando al PN ahí. Nos interesa el tema, nos vinculamos con muchos asesores, yo hice un posgrado en gerencia vinculado con el tema industrial. Cuando uno se mete en este tema no se va más, es un tema sin retorno. Es un tema muy amplio, muy lindo, y además se empieza a ver la cantidad de características y aristas que tiene y lo decisiva que es cada una de las decisiones en materia energética, cómo afecta todo el resto de la economía nacional o de la actividad productiva nacional.

Además, lo hemos hecho en un sentido bastante propositivo en muchas cosas. En el tema combustibles, con aquella propuesta vinculada con el cambio impositivo en el gasoil, para que los productores, los industriales y los transportistas pudieran descontar. Lo hemos hecho en materia de biocombustibles, lo estamos haciendo en materia de energía eléctrica.

EC - Y ha tenido eco más de una vez en el gobierno, por lo visto usted tiene un buen diálogo con el Poder Ejecutivo.

AD - Sí, cuando empezamos la actividad legislativa, por primera vez a los 35 años, en un gobierno que tenía mayoría parlamentaria, nos dijimos: ¿cómo podemos incidir, en el buen sentido, en el gobierno, más allá de la opción de la oposición, que va a ser muchas veces de control y de crítica cuando las cosas no estén bien? ¿Cómo podemos tener una actitud distinta, no ser simplemente espectadores o críticos, sino también incidir? Hemos tratado de generar una cantidad de iniciativas, muchas veces en diálogo con el gobierno, alguna vez en solitario, pero tratamos de que en todos los casos sean ideas fundamentadas, lógicas, posibles. Y la verdad es que en muchas de las iniciativas que hemos presentado, en muchos temas, hemos tenido bastante eco en el gobierno.

EC - Ayer mantuvo esta reunión con el presidente de UTE, Beno Ruchansky, en la que le presentó un documento con propuestas tendientes a lograr un ahorro importante de energía eléctrica y, por otro lado, a generar más electricidad. Antes de meternos en las propuestas concretas, ¿cuál es su diagnóstico? ¿De qué magnitud es el déficit en generación de energía eléctrica que hay que enfrentar?

AD - Uruguay está en una crisis latente, una crisis estructural que se agrava o no según determinadas circunstancias. Hay un déficit importante en la generación de energía, sobre todo en lo que tiene que ver con potencia firme –potencia firme es la que se genera en cualquier circunstancia, que se genera cuando se necesita–, y para solucionarlo se requieren muchas inversiones. Nuestra matriz energética depende demasiado de la energía hidráulica, más de un 70%, y cuando las lluvias no nos acompañan tenemos situaciones como la que vivimos hoy y como la de 2006, bastante críticas. Además las tenemos en el contexto de una región que, en términos positivos, tampoco es confiable en el sentido de la estabilidad del suministro. Muchas veces se solucionó con acuerdos de suministro con Argentina y Brasil, y si bien Argentina se ha portado muy bien –en esto ha habido un diferencial con respecto a lo que ha ocurrido en otros carriles–, también es verdad que muchos de los contratos finalmente se incumplen. Entonces, si bien Argentina nos ha solucionado muchas veces y hemos recurrido a ella, tenemos que empezar a pensar en soluciones que dependan menos de los demás y más de nosotros mismos. Por ahí va el sentido amplio.

EC - ¿Con qué números a la vista? ¿Cuál es la referencia que ustedes toman? ¿Qué es lo que hay que lograr en cuanto a generación y en cuanto a ahorro, la suma de las dos cosas?

AD - Necesitamos un aumento de generación de potencia firme de más de 600 megas.

EC - ¿Qué porcentaje representa ese incremento con respecto a lo que tenemos hoy?

AD - Es casi el doble, tenemos 700 y necesitamos 600 megas más de potencia firme. Entre otras cosas, para optimizar el recurso hidráulico, para manejar y consumir mejor el recurso hidráulico, para turbinar mejor el agua de los embalses. Porque cuando uno tiene respaldo puede aprovechar mejor el agua de los embalses, ser más eficiente en eso. Y a la larga es mucho más barato. La potencia firme no es para usarla, es para tenerla por las dudas, pero nos permite trabajar con mayor soltura y optimización la energía hidráulica para turbinar, sobre todo en lo que tiene que ver con la represa del río Negro.

EC - Usted propone llegar a esa cifra por dos caminos.

AD - Sí, por el ahorro y la eficiencia, que son dos conceptos diferentes que van en el mismo sentido, ahorrar energía y consumirla mejor, y por otro lado aumentando la generación.

EC - Usted insiste mucho en que el ahorro en el consumo de energía no debe ser una actitud ahora, en estos días o en estas semanas porque estamos con falta de lluvias, para usted el aumento del consumo de energía en un país no es necesariamente una buena señal; al revés, hay países que se jactan de haber bajado el consumo de energía. ¿Cómo es este concepto?

AD - Si Uruguay toma algunas medidas puede pasar a ser un exportador de energía en la región. Por sus condiciones geográficas, por las situaciones de interconexión potenciales que tiene, en una región deficitaria de energía, Uruguay puede pasar a tener una actitud diferente, puede pasar de esta crisis latente a exportar energía. Hay decisiones que tienen impacto y producen beneficios 20 años, diez años, cinco años más tarde. Seguramente no los va a ver este gobierno, los va a ver el que venga o los otros.

Desde que empezó el gobierno hemos planteado una comisión multipartidaria en materia de energía para empezar a pensar el desarrollo energético del país a 2030 y 2050. El año pasado el gobierno la instaló, hay técnicos de todos los partidos trabajando hacia 2050. Es una muy buena señal, porque si hay algo que debe estar fuera del tiroteo político es eso, y debería ser una buena política de Estado. A veces cuesta asumir en Uruguay que algunos temas tienen que salir del debate, del tiroteo permanente. Este es uno. Desde la oposición, o por lo menos en lo personal desde la oposición, intentamos dar esas señales, presentando propuestas, y también criticando algunas decisiones que nos parecen equivocadas.

Tenemos que empezar a pensar que el ahorro debe ser intemporal, debe ser una actitud permanente, sobre todo en el concepto vinculado con la eficiencia. Cuando uno consume mejor energía, ahorra, y además paga menos a fin de mes y evita subas como la que hubo a principios de febrero, que era innecesaria o por lo menos era innecesario hacerla en febrero, cuando hay todo un año por delante, hay tiempo para tomar algunas medidas para cambiar el curso de los acontecimientos y bajar el consumo. Este aumento de más de 8% de las tarifas de UTE se fundamentó en los extracostos que va a haber durante el año por la generación térmica, sobre todo en lo que tiene que ver con el gasoil. Entonces proponemos medidas para que esto no ocurra, para tener que recurrir menos a la generación térmica.

EC - Usted dice que consumir energía de manera más racional es por un lado un ahorro para las personas, para las familias, para las empresas, pero también para el país, porque si se consume la energía necesaria, si no se despilfarra, hay que invertir menos en generación. En ese caso en particular es interesante el ejemplo de las lámparas de bajo consumo, que permitirían ahorrar en inversiones en nuevas plantas de generación.

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EC - Repasemos el documento que usted le entregó al presidente de UTE, Beno Ruchansky, veamos las medidas que incluye. Comencemos por las que apuntan a un ahorro en el consumo de energía eléctrica.

Usted sugiere tres líneas de acción: un plan de ahorro y eficiencia en iluminación, la renovación de calentadores y refrigeradores eléctricos de uso doméstico y la promoción del desarrollo de paneles solares para el calentamiento de agua.

En el primer caso –el plan de ahorro y eficiencia en iluminación–, el gobierno ya ha anunciado que en los próximos meses entregará dos lámparas de bajo consumo para cada domicilio particular, para cambiarlas por las convencionales. Usted ya había hablado de esto, ¿quién lo planteó primero, usted o el gobierno?

AD - A principios de año, cuando se vio venir un año complicado en materia hídrica –incluso ya se había empezado a hablar de la posibilidad de suba de la tarifa eléctrica–, planteamos la necesidad de un plan de ahorro y eficiencia energética. Y una de las ideas que lanzamos públicamente fue el recambio de bombitas domiciliarias. No lo inventamos nosotros, ha sido exitoso en México y en otros países latinoamericanos.

EC - Ahora se está ensayando en Argentina.

AD - Sí; después el gobierno aceptó la iniciativa y propuso el recambio de dos bombitas. Nos parece bien, va en la misma línea, lo compartimos y además valoramos que el gobierno haya aceptado la propuesta, pero tenemos que ir a algo más profundo. Nosotros planteamos –se podrá discutir el número– que es necesario recambiar cinco bombitas por domicilio.

EC - ¿Por qué cinco y no dos? ¿Cuál es la ventaja?

AD - Estamos hablando del impacto en el ahorro. El gobierno quiere regalar dos lamparitas de bajo consumo por domicilio, y nosotros planteamos regalar dos y descontar las otras tres de las tarifas, en acuerdo con el usuario. Esto implica que la gente no tenga que poner plata, simplemente se amortiza en poco tiempo, porque UTE las financiaría, y con el menor consumo que se va a tener ya se financian a sí mismas, se repagan a sí mismas, se amortizan.

UTE es un ente estatal y monopólico, está en condiciones de liderar un proceso de recambio de luminarias como ningún otro organismo del país. Hoy en el mercado hay cantidad de bombitas de bajo consumo, las hay de buena, de mala y de regular calidad. Muchas veces –nos lo han dicho a raíz de que hemos salido en la prensa con este tema– la gente se queja de que compra bombitas y alumbran poco, se queman muy rápido o no tienen el efecto. El problema es la calidad de la bombita, las bombitas de buena calidad, testeadas, chequeadas, certificadas, que pueden reducir el consumo de energía eléctrica en 80% con respecto a las bombitas comunes y que duran hasta cinco años, no son baratas en el mercado. Apostamos a ese tipo de bombitas de bajo consumo, y estamos planteando que UTE haga una licitación internacional –porque el mercado uruguayo ni siquiera nos da para el suministro de esa gran cantidad de bombitas– e importe entre siete y ocho millones de bombitas para entregar cinco a cada hogar. UTE tiene 1.120.000 hogares clientes, con factura.

EC - En el informe que usted presentó los números están muy detallados. No vamos a poder profundizar, pero en síntesis, ¿qué dan los cálculos?

AD - Si cambiamos cinco lamparitas comunes por lamparitas de bajo consumo en cada hogar cliente de UTE se logra un ahorro de más de 10% en el consumo de energía eléctrica.

EC - ¿Cuánto pesan esas bombitas en la cuenta de una familia? ¿Qué porcentaje de la cuenta representan?

AD - Hicimos promedios vinculados con el consumo y con las horas pico. Si recambiamos cinco bombitas en 200.000 hogares –no en los 1.120.000– el ahorro equivale a una turbina y media de la represa de Terra o de Baygorria o a media quinta unidad de la Central Batlle. Para que veamos el impacto.

EC - ¿En qué bombitas está pensando? En sustituir bombitas de 60...

AD - Estamos pensando en sustituir bombitas incandescentes de 60 por lámparas de bajo consumo de 11 voltios.

EC - Se pasa de un consumo de 60 a un consumo 11 voltios por cada lámpara.

AD - Esta proporción de impacto en el ahorro se da si se hace el cambio en 200.000 hogares; si lo multiplicamos por cinco o un poquito más, se va a llegar a un ahorro de más de 10%. No es un tema fácil, se puede hacer por etapas, por zonas, para llegar a todos los domicilios del país.

EC - ¿Usted dice que se puede lograr un ahorro del 10% en el consumo total de energía eléctrica?

AD - En el consumo de los domicilios. Y a esto le sumamos dos cosas más que me parecen importantes. En primer lugar, que el Estado dé una señal muy fuerte y lidere un proceso de recambio de luminarias en las oficinas públicas. Con el recambio en los domicilios y en las oficinas de la Administración Central, entes autónomos, hospitales, liceos, escuelas, intendencias, en todas las oficinas que uno ve cuando circula, se lograría un ahorro de entre un 15 y un 20%. Para eso se necesita voluntad política, respaldo político, que estamos dispuestos a dar, porque lo estamos proponiendo. Le vamos a plantear al ministro entrante de Industria que haya un decreto del Poder Ejecutivo que obligue al cambio de bombitas comunes por bombitas de bajo consumo en todas las oficinas públicas que dependan del Poder Ejecutivo y que en las demás haya una exhortación muy fuerte a hacer convenios con UTE para entrar en un plan recambio.

Esto va de la mano con otro componente que tiene que ver con el incentivo al recambio. Más allá de estas cinco primeras bombitas, que serían a través de UTE, planteamos eliminar el IVA de las bombitas de bajo consumo de los comercios para que la gente que quiera avanzar en el proceso de recambio en sus hogares no tenga que pagar por esas bombitas de buena calidad, que no son baratas, un costo muy alto. Y paralelamente una campaña masiva de educación, para mejorar los hábitos de consumo.

Además hemos propuesto el recambio de algunos electrodomésticos que utilizan mucha energía, sobre todo cuando se trata de tecnologías viejas. Me refiero sobre todo a calentadores y refrigeradores, hay algunas experiencias bien interesantes de UTE, que ha promovido y financiado planes de recambio por electrodomésticos nuevos de buena tecnología. Las tecnologías nuevas consumen energía en forma más eficiente, una heladera nueva con freezer gasta mucho menos que una vieja, según nos han dicho técnicos con los que estamos trabajando y que han estado evaluando los programas anteriores de recambio.

EC - Entre otras cosas, hay diferencias en la aislación de la heladera.

AD - Sí, y en los calefones.

EC - ¿En los calefones qué se busca corregir?

AD - Se busca corregir el tipo de calentamiento de energía, cómo se aísla la energía para calentar agua, sobre los sistemas de aislamiento y de calentamiento de agua. Son medidas de alto impacto, sobre todo el recambio, que se puede hacer ya este año, con una voluntad política manifiesta del Estado para las oficinas públicas y con una voluntad política de UTE para los hogares.

EC - Este año se puede hacer el recambio de las lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo.

AD - En invierno se dan los picos más altos de consumo –que han venido aumentando, estamos cerca de 1.600 megas de pico de consumo–, entonces se puede trabajar para que este invierno haya un impacto favorable en el consumo de energía, cambiando para ser más eficientes por bombitas de bajo consumo. Si a eso le sumamos que el Estado esté dispuesto a hacer el recambio y a tomar algunas medidas a mediano plazo, Uruguay puede comenzar a transitar un camino que le dé mayor solvencia, mayor seguridad y la posibilidad de manejar con mayor tranquilidad los recursos. El tema de los apagones, de las subas, las restricciones, está latente todos los inviernos, sobre todo cuando hay poca lluvia. Con estas cosas el 8% de aumento de las tarifas eléctricas de febrero se podría haber evitado, mitigado o diferido.

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EC - Usted también habla de promover la instalación de paneles solares para calentar agua. ¿En qué está pensando?

AD - Lo vimos en una visita que hicimos invitados por el Parlamento Europeo a Europa. En España, particularmente, se están usando muchísimo los paneles solares urbanos. Uruguay está acostumbrado a usar los paneles solares en el campo, para alambrados eléctricos o para iluminación, pero en Europa se utilizan mucho, cada vez con mayor fuerza, los paneles solares urbanos para edificios, incluso vi venecianas que son pequeños paneles solares, que sirven sobre todo y en primer lugar, más allá de la generación, para el calentamiento o precalentamiento de agua. No es lo mismo entrar a un termotanque con un agua precalentada, que utiliza mucho menos energía, que entrar con agua fría.

EC - No necesariamente el panel se utiliza para llevar el agua a la temperatura en la que después se va a usar para una ducha, pero sí para lograr un primer calentamiento, para que cuando esa agua pase por una caldera consuma menos energía.

AD - Sobre eso estamos buscando material, nos hemos reunido con varias personas que están trabajando en este tema. Esa tecnología no está avanzada en Uruguay, es más, son muy escasas las situaciones en que se usan paneles solares urbanos; algún club deportivo para calentar el agua para las duchas, para las calderas. Es una tecnología que en Uruguay está virgen y que tenemos que poner arriba de la mesa en el menú de opciones para empezar a utilizar en un contexto nuevo, en el que hay que empezar a pensar diferente.

EC - Usted está pensando también en que desde UTE o desde el Poder Ejecutivo se facilite este tipo de inversiones.

AD - Sí, en primer lugar que se pongan a estudiarla. UTE está muy rezagada en este tema y es importante que esté arriba de la mesa como opción. Y después ver cómo se instrumenta. Los paneles solares no son baratos, muchas veces en el mundo empiezan a introducirse en los mercados en forma subsidiada, pero siempre con la cuenta de que el subsidio es menor que el kilovatio que se deja de gastar.

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EC - Ha provocado una catarata de llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, mensajes de texto, con consultas y opiniones.

Por ejemplo: "Entre las lámparas comunes, los tubos lux y las lámparas de bajo consumo, ¿cuál es la diferencia en lo que uno gasta?".

Y aparece el planteo a propósito de los colgados del sistema eléctrico de UTE: "Los que pagamos quizás ahorremos, ¿pero qué pasa con los que no pagan, los que están colgados, en los asentamientos y no solo?".

Es todo un problema.

AD - Es un gran problema. Quizás empecemos a pensar en otras opciones, quizás los paneles solares sean una buena solución para los asentamientos.

EC - Suministrar paneles solares...

AD - No, buscar alguna solución por esa vía; siempre con experiencias piloto, para ver si funcionan. Digo los asentamientos como otras opciones, pero ahí hay una gran concentración de habitantes –dicho por los propios técnicos de UTE– que usan indiscriminadamente la energía, porque no la pagan. Es energía que se gasta pero no se factura.

EC - Mauricio: "Tengo un amigo alemán que colocó en su casa de Ciudad Vieja un calentador de agua de energía solar. Y le cobraron los impuestos para la importación como si fuera un objeto suntuoso".

Leo: "Ojo, el impuesto de importación es exorbitante, pese a que el aparato es barato".

Es todo un tema, habría que actuar sobre la tributación de estos artefactos.

AD - Es absolutamente cierto, nos hemos reunido con gente que los importa y está muy preocupada por los sobrecostos que tiene la importación de una tecnología que en sí no es demasiado cara. Hay que tener una política en esto, si lo vamos a estimular, estimulémoslo.

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EC - Veamos lo que usted ha propuesto en cuanto a incremento de la generación de energía eléctrica. En el primer punto del documento propone instalar nuevas unidades térmicas que funcionen con fuel oil. Eso puede llamar la atención, porque en el mundo más bien se tiende a abandonar las fuentes de energía que usan el petróleo como matriz principal. ¿Cuál es el sentido de esta propuesta?

AD - El gobierno cuando inició esta administración hizo la licitación para la construcción de una central en Puntas del Tigre, que funciona a gasoil, de 100 megas, ahora de 200 megas. Fue muchas veces cuestionada en algunos aspectos, nosotros habríamos preferido avanzar en una central de ciclo combinado, que era un tema que hacía tiempo que se estaba trabajando, había en carpeta un pedido de licitación del gobierno anterior que al final se desestimó. Hoy es una realidad, es una potencia firme que se sumó a la red de opciones de UTE, pero no alcanza.

Entonces tenemos que empezar a generar iniciativas para aumentar la generación de potencia firme. Una son las centrales térmicas. Ayer le planteé al presidente de UTE que si están pensando en nuevas inversiones en centrales térmicas –que están pensando, sobre todo en algunas centrales más chicas vinculadas con algunos tipos de motores–, den la flexibilidad de la utilización de combustible. No quiero quedar abrazado al gasoil porque sabemos lo que cuesta en primer lugar conseguirlo y luego importarlo, por los costos en el mundo. Tenemos que utilizar dos componentes importantes de los que Uruguay dispone o va a disponer. Uno son los biocombustibles, que tienen que estar insertos en la matriz energética para la generación; se aprobó la ley de biocombustibles, va a haber un desarrollo en Uruguay, tenemos que tener abierta la opción de utilizarlos. Y en segundo lugar el fuel oil, sobre todo el residual. El fuel oil es un subproducto de la destilación del petróleo, alcanza entre 25 y 30% del producto procesado. Se utiliza en las usinas de Central Batlle, y cuando no se utiliza se exporta a precios irrisorios.

EC - A Uruguay le sobra fuel oil.

AD - Le sobra y lo exporta a precios irrisorios. Ahí tenemos un potencial de uso de un combustible pesado, de una calidad determinada, que es residual del funcionamiento de la refinería. Aprovechemos eso, en vez de seguir invirtiendo en centrales que utilizan gasoil, que es el gran componente crítico en materia de combustibles en Uruguay.
 
EC - En Uruguay ya hace unos años que se está tratando de desalentar el uso de automóviles a gasoil, porque consumimos más de lo que podemos producir o porque para poder producir el gasoil que necesitan todos los motores a gasoil terminamos produciendo un exceso de nafta.

AD - Se consume casi 2,7 veces más gasoil que nafta en Uruguay. Es de las cosas que todos estamos de acuerdo en cambiar. Podemos coincidir o no en las metodologías o en las vías que se utilizan para el cambio, pero no parece un buen criterio seguir invirtiendo en centrales que funcionen a gasoil. Nosotros proponemos invertir en centrales –cuando se decida invertir en centrales, no es la única propuesta que hacemos– que puedan utilizar biocombustibles y fuel oil residual. Ya hay antecedentes, la Central Batlle utiliza fuel oil residual, nosotros formulamos algunas posibilidades vinculadas con unas centrales usando la logística que ya se tiene, y eventualmente gas en un futuro.

EC - Además usted propone impulsar la participación de privados en la generación de electricidad a partir de la biomasa. Sin embargo, el gobierno ya ha dado pasos en esa dirección. De hecho, ha licitado y adjudicado varios proyectos en distintos puntos del país. ¿Qué más hay que hacer?

AD - El gobierno dio un paso interesante al hacer algunas licitaciones vinculadas con las energías renovables: biomasa, sobre todo residuos forestales, cáscaras de arroz; energía eólica y pequeñas usinas hidráulicas. Pero el paso que se ha dado ha sido medio restrictivo, finalmente se adjudicó la mitad de la potencia que se había licitado. Porque faltan reglas de juego claras. Hay mucho interés en inversores privados, nacionales y extranjeros, que están esperando sobre todo que el gobierno y en este caso la UTE den señales claras y marquen reglas de juego para poder hacer rentable, pero sobre todo estable, la inversión.

EC - De las tres formas que usted mencionó recién, solo las centrales que funcionan con biomasa pueden proporcionar potencia firme.

AD - Es importante cambiar los criterios de pago. Hay que segmentar según las condiciones en las cuales UTE va a comprar energía. No es lo mismo la biomasa, que proporciona potencia firme, que se genera cuando se necesita, que la eólica, que está sujeta a una cantidad de imponderables que no van en concordancia con la necesidad. Hay que definir los criterios, tipo de generación de energía a nivel privado, los peajes que UTE va a cobrar por la distribución y el tema del despacho de cargas, que determina qué energía entra al sistema en cada momento. Está establecido que el despacho de cargas esté a cargo de la Administración del Mercado Eléctrico (ADME), pero en realidad funciona en UTE; nosotros proponemos que pase a ADME y sea una institución independiente que controle. UTE no puede ser juez y parte.

EC - Eso está previsto en la ley, no se ejecuta.

AD - Ya está previsto, sobre todo cuando va a haber generación privada. Es parte de la transparencia necesaria para trabajar en ese sentido.

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EC - ¿Quedó un buen ambiente ayer tras su reunión con las autoridades de UTE?

AD - Sí, empezamos diciendo que íbamos, como siempre, con un criterio propositivo, a tratar de aportar. Valoramos que el gobierno haya adoptado la iniciativa del recambio de bombitas que habíamos propuesto, y le dijimos que tenemos que ponernos de acuerdo en algunas medidas porque los efectos algunos pueden ser este año, pero los de fondo van a afectar a gobiernos que van a venir. Vamos a seguir reuniéndonos. Es más, le propuse ir al Parlamento a explicar en la Comisión de Industrias las perspectivas que UTE ve para este año, para que la gente conozca esas perspectivas, los planes de contingencia para las diferentes eventualidades y la política tarifaria. El objetivo de esto es que la gente pague menos luz utilizando mejor la energía.

Lea la propuesta que le realizó Delgado al presidente de UTE, Beno Ruchansky

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Edición: Mauricio Erramuspe