Entrevistas

Preocupación en Codicen por paros zonales de maestros en Montevideo

El consejero Héctor Florit reconoció que los paros zonales realizados por la Asociación de Maestros del Uruguay (ADEMU) Montevideo generan "preocupación" en el Consejo Directivo Central (Codicen). Asimismo, descartó la posibilidad de alcanzar el 6% del PBI. "No es un objetivo para este período", sostuvo, y dijo que el reclamo de aumento de los docentes (que implicaría duplicar el salario líquido) también está fuera de las posibilidades.

(Emitido a las 8.37)

EMILIANO COTELO:

A los paros zonales que están realizando los maestros de Montevideo, se suma hoy el paro de los profesores de los liceos de la capital.

La primera paralización en Secundaria, la que se desarrolla hoy, afecta a 16 centros de estudio en los barrios Prado, Atahualpa, Aires Puros, Sayago, Cerrito, Instrucciones, Sayago, Peñarol, Colón y Melilla.

Los docentes de Secundaria reclaman un 6% del Producto Bruto Interno (PBI) para la educación pública y un salario de 16.000 pesos para los profesores de primer grado con 20 horas asignadas.

Mientras tanto, continúa el calendario de paros rotativos que dispuso la Asociación de Maestros del Uruguay (ADEMU) Montevideo, que hoy afecta a escuelas de los barrios Atahualpa, Paso de las Duranas, La Floresta, Prado, Lavalleja, Aires Puros, Miguelete, Cuchilla de Pereira, Municipal, Unidad Casavalle, Parque Posadas, Millán y Raffo y Nuevo Ellauri.

¿Cómo se observa desde el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Enseñanza Pública (ANEP) este panorama que no afloja en materia de protestas y movilizaciones de los gremios docentes?

Estamos con el consejero Héctor Florit.

¿Qué análisis hacen ustedes de la situación?

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HÉCTOR FLORIT:

Hay preocupación. Más allá de que son medidas o paralizaciones que afectan estrictamente a una parte de la matrícula montevideana y en el resto del país el funcionamiento ha sido normal, es evidente que por el impacto que tiene en los medios de comunicación y en la opinión pública lo que se gesta en la capital, genera inestabilidad en el funcionamiento del sistema educativo y también preocupación.

Preocupación al menos en tres niveles. Uno, porque desde fines del año pasado se han venido haciendo todas las previsiones para que el comienzo de este año fuera normal y parecería que un trabajo muy preciso y arduo de varios meses queda por el camino. En segundo lugar, porque hay un acuerdo y hay formas de trabajar en el ámbito del Consejo de Salarios del sector público, y particularmente en el Consejo de Calarios del sector enseñanza, que establecen, entre otros compromisos, que las medidas de fuerza deben tener un preaviso a los efectos de que se convoquen diferentes instancias de conciliación, de arbitraje e incluso de convocatoria al Consejo Superior de Salarios, para asegurar la normalidad de los servicios en los sectores. Y en tercer lugar, porque es evidente que todo este esfuerzo de la sociedad en transferir recursos crecientes, de la administración, de las familias, de los docentes, tiene que terminar en que se cumpla un año lectivo, que tiene objetivos, y que tiene que satisfacer las necesidades de aprendizaje de 700.000 estudiantes que dependen de la ANEP. Y en el día de hoy algunas decenas de miles se ven afectados; eso es motivo de preocupación.

EC - Llama la atención que este estado de cosas se mantenga. ¿Qué líneas de acción está siguiendo el Codicen para enfrentar esta inestabilidad en el comienzo de las clases tanto en las escuelas como en los liceos?

HF - La línea que hemos venido desarrollando es ser coherentes con los compromisos asumidos frente a la opinión pública, frente al Parlamento y frente a los sindicatos en el año 2005. Uno de esos compromisos era presentar proyectos de Presupuesto y de Rendición de Cuentas que alcanzaran el 4,5% del PBI. En esa línea nos vamos a mantener; la aspiración del 6% seguramente es legítima.

EC - Usted descarta cualquier posibilidad de acceder a lo que reclaman los docentes de Secundaria, el 6% del PBI.

HF - Eso está fuera del compromiso que hizo la fuerza política que tiene las mayorías legislativas y que nos honró en proponernos en el Codicen. Está por fuera de lo que el Codicen se comprometió a hacer y por fuera de lo que los sindicatos saben que se va a cumplir. No es un objetivo para este período.

En segundo lugar, desde el año 2005 hasta hoy hemos desarrollado un programa de mejoras crecientes en lo que hace a los salarios y a los ámbitos de negociación, de discusión y de acuerdos firmados con los sindicatos. Acuerdos firmados en noviembre último para la reestructura no docente; el 28 de diciembre último para los aumentos salariales; el 31 de enero último en el Consejo de Salarios, con la presencia del Ministerio de Trabajo, de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y del Ministerio de Economía, que ratifica el aumento salarial e incorpora un criterio de distribución de los 22 millones de dólares adicionales que serían transferidos desde otros incisos del Presupuesto a la ANEP.

JOSÉ IRAZÁBAL:

¿Cuánto gana hoy un docente con 20 horas asignadas? El sindicato de profesores –y también el de maestros– reclama 16.000 pesos como sueldo básico para quien comienza. ¿Cuánto ganan un maestro y un docente de Secundaria con esas características?

HF - El salario básico de un maestro por todo concepto y de un profesor de primer grado, no con horario extendido sino con la hora de 40 minutos, es de 9.126,50 pesos nominal, algo menos de 8.000 pesos líquido.

JI - Está muy lejos de los 16.000 que reclaman los sindicatos.

HF - Sí, sobre todo si hablamos de líquido, en la mano, se está lejos. Es un objetivo que implica duplicar el salario líquido.

EC - Sí, los dirigentes sindicales de ADEMU reconocen que el planteo apunta a duplicar lo que hoy se gana.

HF - Eso está descartado.

JI - ¿Por qué los gremios de Montevideo? ¿Qué lectura hace el Codicen de que sean los profesores y los maestros de Montevideo los que están impulsando las medidas?

HF - Es una vieja tradición del movimiento sindical, del movimiento obrero, que ha tenido características fundamentalmente urbanas e incluso fabriles –en este caso urbanas y capitalinas– en todos los países de América Latina. No es de extrañar que en general las medidas de mayor combatividad estén en los centros urbanos de mayor concentración obrera. Pero específicamente hay algunas explicaciones de carácter más político, más ideológico, de conformación de las mayorías sindicales, que no son iguales en todo el país. Estoy haciendo una lectura absolutamente externa.

EC - Usted fue dirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), así que conoce el gremio.

HF - Sí, pero cualquier observador atento lo puede ver, no precisa haber sido dirigente sindical.

Por otro lado, es cierto que la canasta básica en Montevideo es más alta que en el interior, entonces se puede percibir diferente la capacidad de compra de un salario que en Uruguay tiene carácter nacional. En otros países no es así, para nosotros es un orgullo que haya un único escalafón salarial para todos los docentes de la misma categoría del país.

EC - Entendido cómo se planta el Codicen frente a estos reclamos, ¿hay alguna manera de establecer una mesa de diálogo, de negociación, que destrabe esta coyuntura, esta seguidilla de paros?

HF - Las mesas están funcionando normalmente. Yo hacía un racconto de las reuniones –que usted no me permitió terminar porque es largo–. Pero en febrero pasado se firmó otro acuerdo complementario con los sindicatos de la enseñanza por una diferencia de medio punto, el 28 de febrero hubo una sesión entre el Codicen y la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza (CSEU), el 5 de marzo la Comisión de Seguimiento del Presupuesto se reunió en el Codicen con los delegados de la CSEU, una vez por semana se reúne la bipartita entre el Codicen y la CSEU –la última fue el viernes anterior a Turismo y la próxima es dentro de 45 minutos–.

Así que espacios y ámbitos son muy frecuentes y habituales. Es más, reitero que los aumentos han sido firmados y los acuerdos han sido suscritos. Por lo tanto, nos queda a cada una de las partes cumplir con lo que está firmado.