Lacalle apela al voto extrapartidario para las internas
"Para este tiempo nuevo necesitamos un recipiente de mayor amplitud", dijo el ex presidente Luis Alberto Lacalle. Y con esa premisa encara esta etapa electoral: sumar el apoyo de organizaciones sociales y de otros sectores políticos para extender la base del Herrerismo. "No ha habido innovación que no haya contado ya no con mi apoyo sino con mi iniciativa, con nuestra iniciativa. Todas las transformaciones desde el año 85 tienen nuestro sello: abrimos el camino a la informática, a las desmonopolizaciones, a la desburocratización, a la libertad económica. La gente busca ese capital de ideas y ese espíritu de innovación", afirmó.
(Emitido a las 8.51)
EMILIANO COTELO:
Dando vuelta la página de un debate interno que insumió tres años, el Herrerismo confirmó el sábado que Luis Alberto Lacalle será su precandidato en la elección interna del año próximo en el Partido Nacional (PN).
Al formalizarse la nominación de Lacalle, quedaron por el camino los nombres de Luis Alberto Heber, Juan Chiruchi y Carmelo Vidalín, que habían desafiado al ex presidente.
Pero además, el propio Herrerismo se corre a un costado, deja de presentarse como sector y sale a conformar un movimiento más amplio, al que se da como un hecho que adherirán otras agrupaciones blancas, corrientes coloradas e incluso fuerzas sociales.
Sobre este paso que se dio el sábado, sobre la estrategia que queda planteada y sobre las gestiones que se vienen en las próximas semanas, vamos a conversar con el doctor Luis Alberto Lacalle.
***
Doctor Lacalle, el sábado usted no fue proclamado sino "nominado" candidato a la Presidencia. ¿Cuál es la diferencia?
LUIS ALBERTO LACALLE:
En primer lugar, la pompa, la circunstancia y el entorno de una proclamación no se hace con 1.500 personas, siempre se hace en un entorno más festivo, más demostrativo de presencia numérica; lo del sábado fue presencia cualitativa, no cuantitativa, porque asistieron 1.044 convocados sobre 1.200.
En segundo lugar, la proclamación será cuando se constituya -esa es la novedad importante- esa nueva fuerza dentro del PN que estamos impulsando a partir del sábado. Así que nominación, para no llamarla proclamación, aunque fue una lucha perdidosa desde el principio porque "proclamación" es la palabra que surge naturalmente, aunque nosotros tratamos de distinguirla como acabo de hacerlo.
EC - En su discurso usted insistió en que Uruguay vive "un tiempo nuevo" que justifica que su sector dé los pasos que está dando: proponerlo a usted como candidato presidencial, y no a otro dirigente, y, por otro lado iniciar gestiones para conformar un movimiento político más amplio. ¿Qué es lo que caracteriza a ese "tiempo nuevo" que usted percibe?
LAL - Es constatable por todos los analistas y por el ciudadano normal que hay un fenómeno notorio y evidente que va a tener una gran influencia en el panorama político, que es que ya todo el mundo ha estado en el gobierno. El Frente Amplio (FA) ya lleva 40 meses al frente del gobierno y no han aparecido los famosos cambios, las transformaciones que harían temblar hasta las raíces de los árboles, nada de aquello que hacía augurar un codo en la historia, un ángulo de 180 grados, una transformación. Ha sido un gobierno más bien con un déficit de aprovechamiento tanto de la oportunidad política de tener mayoría como de la oportunidad económica fantástica que ha tenido.
EC - Aquello de que iban a temblar las raíces de los árboles había quedado por el camino hace tiempo. El propio Vázquez en la última campaña electoral dijo que los cambios no iban a ser profundos.
LAL - Iban a sacudir las raíces, vamos a poner un poco menos. Ellos han cambiado, pero no ha cambiado el país, como se había prometido. Esto es un dato de la realidad que lleva a que haya un plano de igualdad en la consideración de las colectividades aspirantes a conducir el año que viene en la campaña electoral.
EC - Hay un plano de igualdad entre los partidos porque todos fueron gobierno.
LAL - Todos han pasado por esta experiencia; hasta antes de este gobierno había una especie de reserva de ilusión, de esperanza, como un depósito bancario de reserva, "está el Frente, todavía falta el Frente, no le ha tocado al Frente; vamos a ver cuando le toque al Frente". Esa reserva ya se gastó.
La primera constatación: hay un plano de igualdad en la consideración, todos han estado, no hay magia, ninguno la tiene, no hay magos. Segunda constatación, vinculada con la primera: el electorado independiente, que seguramente crece, va a ser muy avaro en entregar su apoyo. Todo el electorado es independiente, me refiero en particular a aquellos que no están predeterminados por una tradición, por una costumbre, por un recuerdo, por una atadura, que llegan al supermercado electoral y pasan frente a las góndolas con su carrito con total indiferencia de color, marca, envase, que van a ver el producto, quieren ver qué hay dentro. Ese electorado, que seguramente es apreciable, es determinante, para empezar, de si habrá una o dos vueltas en la elección del año que viene. Y va a ser muy analítico, va a estar muy atento a la esencia del contenido más que al envoltorio.
EC - ¿No pasa eso siempre en las elecciones?
LAL - No, es muy difícil cuantificarlo, por más que los encuestadores siempre dan alguna cifra, pero notoriamente hay electorados cautivos. Yo estoy cautivo, no voy a votar otro partido que no sea el PN, y conmigo unos cuantos; y otros dirán lo mismo del Frente y del Partido Colorado (PC). Hay una mayor movilidad en equis, pero existen.
Estos dos datos de la realidad nos llevaron a modificar, a ensanchar la propuesta, a agrandar la puerta de ingreso al PN. Agrandarla en el sentido de liberarnos de lo estrecho de una definición como Herrerismo, y ampliarla en el sentido de incluir en la convocatoria no solo fuerzas político-electorales, sino también ingresar en la coincidencia en este camino de fuerzas sociales. La combinación va a responder a la realidad, por eso hay que adecuarse, no hay que mirar atrás sino adelante y consideramos que este episodio es un paso en ese sentido.
EC - Me surgen varias preguntas a partir de su planteo. La primera: ¿cómo se entiende que para ese tiempo nuevo el mejor presidente posible sea un dirigente que ya pasó los 65 años y que además ya fue presidente hace 20 años?
LAL - Es una pregunta o una objeción importante solamente a primera vista. Luis Alberto de Herrera llegó a la Presidencia en la séptima intentona y Jorge Batlle Ibáñez en la quinta; y podría seguir con una enorme cantidad de figuras. Lo cronológico es un poco estrecho. ¿Cuántas veces hay que ser diputado para ser antiguo y no poder seguir? ¿Cuántas veces intendente? ¿Cuánto tiempo en la mira? La gente apela a otra cosa.
EC - En su propio sector político en estos tres años se discutió mucho sobre renovación.
LAL - No digo que no se discuta; al contrario, yo discuto todo, y contesto. Hay gente que discute enojándose o adjetivando; yo trato de razonar, lo mío es creer que la gente piensa y alimentar el pensamiento. Yo tengo 66 años, empecé en 1966 a ser candidato, siempre he estado adelante en las innovaciones, no ha habido innovación en el país que no haya contado ya no con mi apoyo sino con mi iniciativa, con nuestra iniciativa. Todas las transformaciones desde el año 85 para acá tienen nuestro sello: abrimos el camino a la informática, a las desmonopolizaciones, a la desburocratización, a la libertad económica. La gente busca ese capital de ideas y ese espíritu de innovación que no está prisionero de la edad. De modo que me atrevo a desmentir esa objeción, incluso con esta creatividad, estamos discutiendo unas ideas nuevas para un tiempo nuevo. Estamos tranquilos de que la gente lo va a interpretar.
EC - Otro enfoque posible es: como no pudo haber una renovación en la dirigencia, se renueva el sector.
LAL - ¿Por qué no?
EC - Se renueva la agrupación partidaria.
LAL - Puede haber una opción de ese tipo.
EC - ¿Qué pasa? ¿El Herrerismo suena como algo anacrónico?
LAL - No creo, suena a insuficiente porque es una definición más estrecha que una que apele a los otros sectores del PN y a otros sectores de opinión. No lo desechamos, queda allí como nuestro sublema, como nuestra definición; pasamos a ser socios de otras fuerzas en la creación de una entidad que está por encima, como un gran paraguas, como una gran lona que nos abarca a nosotros y a los demás que se van a acercar y acordar con nosotros. No es algo nuevo, la Unión Blanca Democrática fue eso, el Encuentro Progresista fue eso.
EC - Toma como referencia incluso la transformación del FA en Encuentro Progresista.
LAL - ¿Por qué no? No soy anti ninguna de las cosas que me parecen buenas. No tengo complejos, estoy tranquilo y seguro de las ideas; si no se puede poner al Frente como ejemplo, estamos en un radicalismo que no es lo que el país quiere.
***
EC - Cuando usted dice que van a iniciar gestiones para ensanchar la base del Herrerismo...
LAL - No, la base de lo nuevo; el Herrerismo va a ser parte de una convocatoria mayor. Nos va a costar a usted y a mí, mire que a mí me cuesta, porque son 25 años repitiendo una misma formulación. Eso es lo fantásticamente novedoso, que después de 25 años somos capaces de hacer un análisis crítico y decir: para este tiempo nuevo necesitamos un recipiente de mayor amplitud.
EC - Pero en los hechos va a ser eso, una base más ancha.
LAL - Que integran el Herrerismo, equis, doble ve, y griega y zeta.
EC - Usted anuncia esas gestiones porque seguramente ya tiene algunos caminos trazados.
LAL - Seguramente.
EC - ¿Con quiénes?, ¿con quiénes en el PN?, ¿con quiénes en el PC?, ¿con qué fuerzas sociales?
***
EC - Yo decía que si ustedes emprenden estas gestiones es porque algún camino trazado ya tienen, algunos nombres en la agenda, algunas conversaciones. ¿Qué se puede saber en ese sentido?
LAL - Por supuesto, esto es una vida dinámica, no compartimentada; estamos manteniendo conversaciones con distintas personas, personalidades y agrupaciones, que debidamente y a su tiempo, cuando se logren los acuerdos, se darán a conocer. Nuestro próximo paso formal es el jueves, cuando se reúna el Comité Ejecutivo del Herrerismo y se inicien formal y definitivamente varios caminos que están trazados, pensados, y que van a traer el aporte de personalidades, agrupaciones políticas, fuerzas que provienen de la actividad social no trasladadas a lo electivo sino meramente de opinión pública.
EC - ¿Cómo un movimiento político-partidario incorporaría organizaciones sociales? ¿En qué está pensando?
LAL - Estamos pensando más en un movimiento político que en una agrupación política. Las agrupaciones políticas son las que están y seguirán estando en la carrera electoral, presentándose, queriendo acumular la mayoría de los sufragios, y las fuerzas sociales van a formar opinión, que se reflejará en esto. Por ejemplo, hay un movimiento muy adelantado en materia de pasivos relativo al tema jubilatorio, que tiene planteos interesantes y se va a formalizar como fuerza social acompañando a Luis Alberto Lacalle, pero no plebiscitándose. Esa es la diferencia, no va a haber la lista de los jubilados número 429, va a ser un centro de captación de opinión, de difusión de ideas, pero sin ingresar en una competencia de carácter electoral. Para distinguir una vez más lo político de lo electoral, que es una de mis diferenciaciones preferidas.
EC - Me queda una duda, ¿está hablando de incorporar instituciones que ya existen?
LAL - No, son instituciones nuevas.
EC - No habrá gremiales, por ejemplo, apoyándolo.
LAL - Puede haber, pero ninguna de las que existen ahora. Porque no son tanto gremiales en el sentido de defensa de los intereses, sino agrupaciones políticas que confían en nuestra candidatura pero que no se plebiscitan y focalizan su acción en un segmento de la sociedad o de la opinión.
EC - Un movimiento de pasivos es un ejemplo; ¿qué más?
LAL - Algo relativo al campo, y alguna otra cosa que se está preparando.
EC - Y dentro de los partidos, empezando por su propio partido, el PN, desde hace tiempo se da como un hecho que el doctor Francisco Gallinal y Correntada Wilsonista se incorporarán al movimiento que ustedes están empezando a armar. ¿Es así? ¿Cómo están esas gestiones?
LAL - Ustedes van a ser de los primeros en saberlo, va a tener la primicia en el debido momento.
EC - ¿No lo confirma?
LAL - La seriedad en esta materia es, primero, las cosas habladas y luego informadas. Hacer lo contrario implicaría violentar la independencia de la gente; francamente, prefiero seguir con el sistema de la palabra cumplida y después publicitada.
EC - Por lo visto, se mantiene reticente a manejar nombres.
LAL - No es reticente, es una manera de ser. Nos conocemos desde hace tiempo, usted sabe que yo quizás no soy buen alimento, buena materia prima para el periodismo, pero he mantenido una seriedad en mi manera de conducirme respecto de mis iguales que a la larga se aprecia y se respeta.
EC - Por el lado del PC en las últimas semanas circularon algunos nombres de figuras que lo apoyarían: Federico Bouza, por ejemplo.
LAL - Sí, ha estado en casa, lo puedo confirmar; es una persona con quien tengo una relación muy antigua, de adversario, pero que me va a acompañar.
EC - Bouza fue un senador importante de la lista 15 al regreso a la democracia, pero después cuando se distanció del doctor Jorge Batlle y conformó un grupo no tuvo mayor éxito electoral. ¿Qué puede significar una adhesión como la de Federico Bouza?
LAL - Si vamos a contar por el resultado electoral quizás no estemos comprendiendo lo que es formar opinión. En el caso de una persona como Federico, que ha actuado brillantemente -fue un muchacho destacado del equipo de Jorge Batlle-, que da este paso y dice "no dejo de ser colorado, sigo siendo colorado, doy este paso como colorado", no es la cantidad de votos, no le vamos a pedir que se plebiscite. Pero nadie puede decirme que no es un punto focal en la opinión pública en el que podrán mirarse otros ciudadanos colorados de a pie que quieran acompañar, esas personas verán que no están solas en el emprendimiento desde el momento que alguien con prestigio ha dado el mismo paso.
EC - También se ha mencionado el nombre del ingeniero Alejandro Végh Villegas.
LAL - Lo que importa es el mecanismo y que a medida que estas noticias se vayan confirmando se vayan sabiendo en forma oficial. En ese terreno nos vamos a mover con mayor certeza y seguridad.
EC - También circuló el nombre del doctor Leonardo Guzmán, pero pocos días después de que saliera publicado en la prensa él mismo, en su columna de los viernes del diario El País, descartó que fuera a dar ese paso.
LAL - Por eso, ¿para qué vamos a lograr el efecto contrario al que queremos -por lo menos al que quiero yo- dando nombres?
EC - ¿A qué apuesta con nombres colorados como los que dentro de algunos meses se van a conocer? ¿Apuesta al voto extrapartidario en la interna?
LAL - El nuevo mecanismo constitucional-electoral lleva a la polarización, al bipartidismo, al sistema binario, uno o dos, y hay mucha gente que espera a la última instancia, si la hay, de balotaje, en la que se busca la polarización; en cambio otros quieren adelantar esa decisión incidiendo en las internas de los partidos. De la misma manera pueden incidir en la interna del FA, si la hay, mañana. Son modalidades de actuación en un tiempo en el cual los partidos están vigentes, pero creemos que en ese nuevo tiempo que señalamos como vigente la decisión va a depender mucho más de las personas y de las propuestas que de la definición partidaria. Van no a licuarse, sino a pasar a un plano secundario frente a una crisis que el país va a vivir frente a la cual va a haber que tomar determinaciones centrales en cuanto a valores y propuestas.
EC - Hay implícita una invitación al voto extrapartidario a favor de su candidatura en la interna del PN.
LAL - ¿Y quién no lo ha hecho?, ¿quién ha dicho "yo no quiero la mayor cantidad de votos"? Muéstreme uno de mi profesión y lo guardamos dentro de un frasquito, alguien que diga "yo no quiero que me voten". No existe. En 1958 el doctor Herrera, junto con Benito Nardone, abrieron el Nuevo Tiempo y miles y miles de ciudadanos votaron dentro del PN, provocando la transformación más grande político-electoral de poco más de la mitad del siglo, que fue el cambio y la rotación de los partidos en el poder. No es algo nuevo. ¿Para qué se formó la denominada Columna Blanca dentro del Frente? Son mecanismos de captación que por ser voluntarios no obligan a nadie, son legítimos.
EC - Está bien, pero ahora estamos hablando de un sistema en el cual primero hay una elección interna. La estrategia que usted está definiendo sonaría mucho más lógica y consolidada si estuviéramos pensando en la elección nacional, si usted ya hubiera sido ungido candidato del PN.
LAL - A lo mejor es para que sea ungido. ¿De qué valdría tener la voluntad de votar a Luis Alberto Lacalle en octubre si Lacalle no está en octubre? La gente puede legítimamente querer asegurarse de que Lacalle sea una de las opciones. No es ilógico, ni siquiera poco común ese razonamiento.
***
EC - Le decía que la estrategia que usted definió el sábado parece apuntar más a un candidato presidencial que ya hubiese sido designado por el PN que a lo que es, un precandidato que todavía tiene que pelear para conseguir la candidatura del partido. ¿No se está salteando una etapa? Ahora tiene que competir con Jorge Larrañaga y aparentemente con Carmelo Vidalín, y ganarles. ¿Dónde está contemplada esa primera fase del proceso electoral?
LAL - A veces hay que señalar el final del camino para que la gente sepa adónde uno quiere llegar. Lo otro sería decir: "Vótenme en la interna, después les explico". Es una actitud de otro tiempo, del tiempo caudillista: "Vótenme porque soy fulano, y hagan fe en que después les explico". Prefiero mostrar el final del camino, las estaciones intermedias, el camino por donde vamos a ir, la velocidad a la que vamos a ir y el vehículo. La franqueza y la claridad en la explicitación del camino, de la meta y de cómo se quiere llegar a ella forman parte de un tiempo político que ya no será de líderes, va a ser de candidatos. Con eso cumplo con un deber de honestidad conmigo mismo y con la ciudadanía; no hay sorpresas en esto. Es un camino que la gente, aunque no lo siga, va a apreciar por su claridad, por la franqueza del planteo.
EC - En los hechos, usted se plantea a sí mismo como la alternativa al FA.
LAL - Sí.
EC - Al punto de que también convoca a figuras del PC o quiere captar apoyos en el PC, y más allá.
LAL - Votantes independientes... Es una apelación a los ciudadanos; de dónde vienen nadie va a saber, no les vamos a pedir el carné de afiliación.
EC - Pero antes tiene que pasar por la elección interna.
LAL - Es para esa elección interna que estamos convocando, es la primera que tenemos que encarar.
EC - Pero ¿cómo se va a comparar con sus competidores? ¿Cómo se va a comparar con Jorge Larrañaga, con Carmelo Vidalín, si se confirma su candidatura?
LAL - Como todo el mundo sabe, lo que tenemos de nuestro lado; primero, en una competencia que tiene que ser fraterna y por una preferencia, no por una derrota de nadie. Estoy autorizado a decirlo, proponerlo y aun a exigirlo porque todo el mundo sabe cómo me comporté en 2004: siendo minoría, después de haber sido mayoría, inmediatamente acudí a acompañar al doctor Larrañaga, no solamente en la felicitación sino en la campaña.
EC - El viernes en el análisis político de En Perspectiva, Oscar A. Bottinelli decía: "El Partido Nacional tiene todo para disputar la elección presidencial" porque, de acuerdo con las encuestas de Factum, "es el único partido con una intención de voto superior a la de las pasadas elecciones", y además "cuenta con una elección interna atractiva, con figuras de primerísimo nivel y con gran fuerza lideral". Sin embargo, advertía, dependerá de los propios dirigentes blancos que no se reedite una contienda interna similar a la de 1999, que llevó a una "debacle" de esa colectividad".
LAL - Don Oscar no se estaría dirigiendo a mí, yo no tengo que cambiar ni una coma en mi actitud, en mi fervor ni en mi grado de caballerosidad para hacer la actividad política. En eso estoy tranquilo.
EC - ¿Va a promover alguna forma de pacto de no agresión con los otros precandidatos?
LAL - Yo no necesito pactar eso; y si alguien me lo viene a pedir como pacto, me está ofendiendo. Yo soy quien soy y la gente sabe quién soy; yo no tengo que acordar los buenos modales, ni la buena educación, ni el grado de señorío con que me he movido, por suerte, en la vida. Eso no depende de que nadie me lo exija o me lo pida, ni de que se lo tenga que conceder.
EC - ¿No ha habido ni habrá conversaciones con Larrañaga, por ejemplo?
LAL - Sí, pero no para un pacto; conversaciones tenemos todos los días, dentro de un rato estaremos en el directorio y muchas veces en el cuarto del fondo, donde está su despacho, charlamos de estos temas. Pero no un pacto, a mí nadie me tiene que pedir un pacto para que me comporte como debe comportarse una persona.
EC - Estábamos hablando de un extremo, de por dónde podía complicarse el debate interno del PN rumbo a la definición del candidato. Sin llegar a ese límite, ¿cómo va a ser la polémica? ¿Cómo va a hacer usted para sobreponerse a Larrañaga, teniendo en cuenta cómo le dan las encuestas a Larrañaga? Larrañaga lidera cómodo la interna del PN.
LAL - Si seguimos pendientes de las encuestas, la propuesta sería "suprimamos las elecciones", que cuestan dinero, que cuestan dolores de cabeza, y hagamos que Factum, el otro, el otro y el otro resuelvan quién es el presidente de la República y entramos en un sistema mucho más cómodo. Resignarse frente a las encuestas es típico de quien no conduce sino que es conducido. Según usted, el doctor Larrañaga lidera cómodo -el adjetivo es suyo-; entonces, ¿qué actitud tendría que tener yo frente a ese liderazgo cómodo? ¿Resignarme? No me parece una actitud democrática, ni republicana, ni propia de quien tiene una idea clara de dónde tiene que ir el país.
Vamos a ir describiendo serenamente, como es nuestra costumbre, sin gritos, sin desplantes, un país, una región, un modelo de país, los valores a los que queremos llegar, mostrando nuestro equipo, mostrando nuestra experiencia y esperando el veredicto de la gente. El camino es clarísimo, de a poco lo vamos a ir desgranando. Y, por supuesto, estaremos sometidos a ese veredicto, que no tomamos como una catástrofe ni vamos a caer en la tontería de decir "la gente se equivoca", típico de las minorías iluminadas. Pertenezco a un partido en el cual cuando la gente opina en la urna se acata y se sigue adelante.
EC - Por ejemplo, ideológicamente, ¿qué diferencias podrá percibir el electorado entre usted y Larrañaga?
LAL - Por suerte, las definiciones ideológicas no son mi especialidad. El partido tiene ideas que son comunes a todos sus sectores.
EC - En términos muy simplificados: para mucha gente usted es un ejemplo de neoliberalismo y Larrañaga es un ejemplo de una corriente más volcada a lo socialdemócrata.
LAL - Claro; yo soy como Astori, por ejemplo: neoliberal. No se sonría, no es una treta, le estoy demostrando hasta qué punto son engañosas las etiquetas. Entonces nuestro amigo Astori, a unas cuadras de aquí, en la gestión que ha tenido en el Ministerio de Economía es neoliberal; entonces Lacalle y Astori son parecidos. A esas trampas lleva la manía de etiquetar.
Tenemos una visión del país clara, completa, proveniente de habernos cultivado durante años con lecturas, con conocimiento de la realidad y con experiencia, que podemos describir claramente. Hemos tenido una separación nítida del FA, nunca hemos aproximado nuestras propuestas porque en la sustancia de la diferencia está la elección, y creemos que le hemos impuesto de tal manera nuestro sello, nuestra manera de hacer las cosas al país, que el propio Frente hoy es neoliberal: asociación con empresas privadas, continuación de la incorporación de capitales privados en todas las actividades... ¿Dónde están las etiquetas? Ofrecemos experiencia, un buen equipo y, cuando llegue el momento, una propuesta justa y posible, como me gusta decir. Esa es la oferta, no va a haber milagros, no va a venir Mandrake, no existe, va a haber serenas propuestas y serenas reacciones frente a esas propuestas.
EC - Da la impresión de que usted ha limado algunas de las aristas más filosas de su perfil político e ideológico cuando llegó al gobierno.
LAL - ¿Cuál, por ejemplo?
EC - Se lo ve más corrido al centro; es más, en algunos de los artículos de prensa que ha escrito en los últimos meses incluso ha utilizado ese término con frecuencia.
LAL - "El país centrado" se llama. Es un razonamiento de la virtud que tiene mirar desde el centro las cosas para poder apreciar todos sus ángulos.
EC - Aquí tengo el párrafo: "Se necesita una visión desde el centro, desde la ubicación que mira las cosas en la perspectiva total y abarcante de sus matices, que no se condiciona a esquemas rígidos".
LAL - Si algo ha sido el Herrerismo, si algo he sido yo y si algo creo que tiene que ser un político moderno es no cautivo de las etiquetas, no arrinconado sino mirando la realidad en su totalidad. Porque a la larga, ¿cómo encasillamos determinadas actitudes? Bajar la inflación, ¿es de derecha o de izquierda? Combatir la pobreza, ¿es derecha o de izquierda? Cuando uno se plantea los temas así parece tan banal, tan antiguo, tan pretérito lo de derecha e izquierda, centro, arriba, abajo, gordo flaco... Lo que vale son las propuestas y la idoneidad de los mecanismos con los cuales uno quiere llevarlas adelante.
EC - Le menciono otro ejemplo de lo que parecería un corrimiento al centro: la forma como usted se planta frente al gobierno del doctor Tabaré Vázquez. Usted está nítidamente en la oposición, pero al mismo tiempo probablemente sea en el PN quien más logros le reconoce al gobierno del FA.
LAL - Sí, porque no tengo complejos, no tengo que estar en contra para que se sepa que soy opositor. Reconocer lo bueno apela a esa gran mayoría nueva de la gente que está harta de buenos y malos, blanco y negro, planteos maniqueos extremos. Está naciendo en el país una mayoría nueva que quiere que las cosas se hagan bien, no importa quién las haga. Y cuando el doctor Vázquez propone las computadoras para los niños, ¿cómo me voy a poner en contra? Al contrario, lo destaco y lo aplaudo. Porque eso valida más la crítica, después de reconocer uno está más validado para ejercer la crítica. Es una manera de ser y de actuar que también el doctor Vázquez ha tenido para conmigo. El doctor Vázquez es la única persona en Uruguay que ha dicho en un acto público "el doctor Lacalle fue un gran presidente". Al hacerlo mostró que es una persona segura de sí misma y que no tiene por qué estar siempre en la contra para fundamentar o cimentar sus posiciones políticas.
***
EC - Y ya que le he ido preguntando por diferencias, cómo será su perfil frente a Larrañaga, cómo se plantará frente al gobierno de la izquierda, me queda por consultarle, sobre todo teniendo en cuenta que usted percibe un escenario electoral ya en el comicio nacional FA - partidos tradicionales y quiere encabezar este segundo bloque...
LAL - PN.
EC - Sí, pero PN convocando también a colorados.
LAL - Por eso "Partido Nacional", no Partido Blanco, esa es otra diferencia que siempre hacemos notar: el nuestro es el PN, ha ido creciendo en la historia con la incorporación de otros partidos. El Partido Constitucionalista, de Martín C. Martínez, Gonzalo Ramírez, José Pedro Ramírez, ingresó al PN en la segunda década del Siglo XX.
EC - ¿Cuáles son las diferencias hoy entre el PN y el PC?
LAL - Depende de los sectores de que se trate; con el Foro Batllista son más nítidas, porque es más batllista que colorado, es más proclive al tema estatal o estatista que nosotros. Con el doctor Batlle las diferencias quizás sean más tenues, pero hoy día el sistema electoral lleva, más que a las diferencias ideológicas, a la oportunidad o posibilidad de llegar al gobierno. Este bipartidismo que genera el nuevo mecanismo electoral es muy cruel para el tercero y el cuarto partido. El que ha quedado en la alternativa es el PN, porque la gente así lo dispuso, con el voto de muchísima gente no blanca que ya en 2004 acompañó al doctor Larrañaga como candidato.
EC - Para usted ya no hay vuelta, el PC no levanta.
LAL - No me gusta hablar así de una tan respetable entidad como es el PC, simplemente digo que es poco probable que cambie este panorama.
Documentos relacionados:
Mociones aprobadas por unanimidad en el Congreso Extraordinario del Herrerismo
Declaración final del Congreso Extraordinario del Herrerismo
-----------------
Edición: Mauricio Erramuspe
Fotos: Analía Puentes