En pocos días, el gobierno remitirá al Parlamento el proyecto de ley de educación que, entre otras novedades, crea un Instituto Nacional de Evaluación Educativa. "Es una de las grandes innovaciones",

Ley de educación incluirá instituto de evaluación de resultados

Ley de educación incluirá instituto de evaluación de resultados

En pocos días, el gobierno remitirá al Parlamento el proyecto de ley de educación que, entre otras novedades, crea un Instituto Nacional de Evaluación Educativa. "Es una de las grandes innovaciones", dijo el director de Educación, Luis Garibaldi. Aseguró que se evaluará de manera independiente y en todos los aspectos del sistema educativo, tanto público como privado. "Es la primera vez que habrá una ley que hable de educación", sentenció. "Las leyes de educación anteriores hablaban casi exclusivamente de los órganos de gobierno. Por lo tanto, quienes nos critican tendrían que ir a ver cómo actuaron", agregó.

(Emitido a las 8.57)

EMILIANO COTELO:
El presidente Tabaré Vázquez reunió ayer a sus ministros en la Estancia de Anchorena para analizar uno de los temas que el gobierno ha definido como prioritario, aunque hasta ahora parecía estar estancado: la nueva ley de educación.

Según adelantó ayer el diario El Observador, en el proyecto que el Poder Ejecutivo remitirá al Parlamento se crea un Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), que se ocupará de monitorear la calidad de la enseñanza en escuelas, liceos y UTU. Ese instituto no estaba previsto en el primer borrador de la ley que se redactó el año pasado cuando el ministro de Educación y Cultura era Jorge Brovetto.

¿Por qué aparece ahora, un mes y medio después de la asunción de María Simón como ministra? ¿Cómo se llevará adelante ese contralor de la enseñanza no universitaria? ¿Qué otras novedades incluye el proyecto de ley? Por ejemplo, ¿cómo será la conformación del Consejo Directivo Central (Codicen) y los organismos desconcentrados de la educación?

De estos temas vamos a conversar con el maestro Luis Garibaldi, director de Educación en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

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Maestro Garibaldi, en el anteproyecto de ley de educación que se había presentado el año pasado, cuando el ministro de Educación era Jorge Brovetto, no estaba prevista la creación del INEE.

LUIS GARIBALDI:
No, pero sí había un aspecto que fue el germen de este instituto, que es lo que llamamos el informe del estado de la educación, que debía ser presentado cada dos años; en ese momento hablábamos de la Comisión Coordinadora de la Educación. La idea de que exista una evaluación del sistema y sobre todo una difusión pública de lo que la educación brinda a la sociedad estuvo permanentemente. A partir de diálogos con distintos actores fuimos desarrollando ese borrador hasta llegar a esta idea, que no es muy original en el mundo ni en Uruguay. Evaluaciones han existido, aunque no habían sido realizadas por un organismo independiente del MEC y de la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP), aunque el INEE va a tener técnicos y representantes de ambos para poder informar a la población, a las autoridades y a quienes toman decisiones políticas sobre cuál es el estado de la educación.

EC - ¿Cuánto tuvo que ver la impronta de María Simón como nueva ministra en que se incluyera esta agencia de evaluación en el borrador del proyecto?

LG - Ella estuvo de acuerdo desde un principio en incorporar esto, la impronta está en que impulsó el concepto de evaluación, sobre todo en el sentido de que esto permita cumplir el derecho de los estudiantes, de los alumnos en general, de los educandos, a recibir una educación de calidad. Somos conscientes de que no alcanza con proponernos metas y cantidades de años o de horas –que proponemos en la ley y nos parece una innovación importante que la ley tenga objetivos a mediano plazo–, es necesario también que los contenidos educativos y su desarrollo estén en relación con las necesidades de la sociedad en distintos momentos. Eso es lo que podemos llamar la calidad de la educación.

EC - Algunas versiones que recogió la producción de En Perspectiva señalan que este INEE surgió de la negociación o pulseada con los gremios de la enseñanza sobre cómo integrar el Codicen y los concejos desconcentrados. Se habría atendido parcialmente el reclamo de esos gremios a cambio de que se creara este instituto. ¿Confirma esto?

LG - No, no estuvo en las negociaciones. Esta idea del informe del estado de la educación y la necesidad de brindar información a la población ya estaba en el proyecto anterior, le dábamos una responsabilidad a eso en el MEC, pero algunos integrantes y técnicos de la ANEP nos plantearon que era preferible, para darle un carácter más transparente, que fuera una institución independiente.

EC - Es una iniciativa impulsada desde el Codicen.

LG - Desde la ANEP; no desde el Codicen formalmente porque no hay resolución al respecto, pero en conversaciones que hemos tenido con técnicos y autoridades de ANEP nos sugirieron esta posibilidad, sobre todo para evitar la vinculación de la evaluación con el MEC, que podía tener algún grado de implicancia. Nos pareció bien, la evaluación tiene que estar en un lugar independiente, las evaluaciones externas dan garantías de que los datos que brindan son los correctos y no hay implicancias para tratar de mostrarlos mejor o peor, según los intereses de las autoridades de turno. La creación de este instituto es una de las grandes innovaciones del proyecto de ley.

EC - La creación de un organismo de este tipo era reclamada por sectores de la educación privada. ¿En qué medida pesó ese factor, en qué medida hubo diálogo con esas instituciones en torno a este tema?

LG - No recibimos una propuesta concreta de las instituciones privadas de creación de un instituto; sí de tener en cuenta los factores de evaluación de la calidad. Ese concepto se manejó en el proceso del debate educativo y cristalizó en este instituto, que debe colaborar para saber cómo está evolucionando la educación a partir de los principios, de los objetivos, de las orientaciones que establece la ley, cómo avanza en los aspectos de la vinculación curricular con esos objetivos, del desarrollo y la calidad de la formación de los docentes, de los resultados de aprendizaje y de las condiciones económicas, cómo se gastan los dineros que de manera muy importante la sociedad está volcando a la educación. Así está planteado en el texto, no apunta a buscar culpables o responsables o a categorizar.

EC - ¿Cuáles van a ser los niveles de la educación evaluados por el instituto?

LG - Desde el nivel inicial hasta el medio superior, es decir toda la educación no universitaria. Esto tiene que ver con que, también en la órbita del ministerio, con participación de representantes de la Universidad de la República y de las universidades privadas, estamos trabajando en una propuesta de creación de una agencia de acreditación de la educación superior. Por lo tanto todos los procesos de evaluación que tengan que ver con la educación terciaria y universitaria estarían en la órbita de otro organismo, que tendría características distintas, porque regularía también la educación privada. Es un reclamo desde hace mucho tiempo que esto sea por ley. El INEE abarcaría los niveles inicial, primario, medio, básico y superior.

EC - Sólo trabajaría sobre la enseñanza no universitaria pública.

LG - No, pública y privada. (...)

EC - Así que el INEE se encargará de evaluar educación primaria, secundaria y técnico profesional, tanto pública como privada.

LG - Sí, la experiencia de procesos de evaluación genérica aporta información. El último resultado de PISA, que es parcial, que abarca a una edad en particular, nos demostró que la diferencia entre lo público y lo privado o los avances y retrocesos no son lineales. Uno podría pensar que toda la educación privada tiene un nivel de excelencia, y sin embargo los resultados de PISA muestran que también en la educación privada se dan retrasos. Nos preocupa la situación que tenemos en el país sobre todo con respecto a la enseñanza de la lectura, que es en lo que el último estudio nos dio peores resultados.

EC - ¿Cómo se hará la evaluación? ¿Se hará por sectores de la educación, o se hará escuela por escuela, colegio por colegio?

LG - Si hay una cosa en la que no debería entrar la ley es en establecer mecanismos rígidos; establece el organismo, le da criterios y pautas generales para que trabaje en torno a cómo realizar esas evaluaciones. Hay experiencias en el país, la evaluación no es algo que no se haya realizado, tenemos experiencias de estudios desde la CEPAL, en la órbita de la ANEP, censos de aprendizaje, el MEC realiza actualmente el Anuario Estadístico, que establece algunos ítems que tienen que ver con la cobertura, con la permanencia, con el acceso a la educación en los distintos niveles.

Eso lo va a hacer el instituto con los criterios técnicos que se vayan elaborando. Es bueno que las leyes tengan un margen de amplitud para que las instituciones puedan adaptarlas a la realidad. Hay experiencias en el país, se realizan pruebas de evaluación, se estudian los niveles de acceso y de ingreso, se estudia por departamento, por sexo, por condición socioeconómica, por centros educativos. Queremos evitar, porque no ayuda, que haya un ranking de instituciones, pero las instituciones van a poder conocer los resultados, porque es muy útil.

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EC - Nos estamos concentrando en el INEE, que supongo que también es una respuesta a críticas de la oposición, que en distintas ocasiones ha señalado que a propósito de la reforma educativa los debates se centran siempre en el poder, en quiénes van a estar en los órganos de conducción, y en la plata, en el presupuesto, y se habla poco del contenido y de la calidad de la educación.

LG - Yo no diría que es una respuesta, entre otras cosas porque el proyecto de ley está totalmente enfocado hacia objetivos u orientaciones educativas. Convocamos a un debate sobre toda la educación porque queríamos que la ley fuera una ley general de educación. Es una ley que establece definiciones, fines y orientaciones generales, establece metas sobre la posibilidad de llegar a la obligatoriedad en educación media superior, un objetivo imprescindible en el Siglo XXI del que Uruguay está lejos, que tengamos 900 horas como mínimo en educación primaria, que haya principios ya no solo de gratuidad y laicidad, sino también de igualdad de oportunidades, que establezca los niveles educativos.

Es una ley que habla de educación, es la primera vez que en Uruguay va a haber una ley que hable de educación. Las leyes de educación anteriores –nos podemos remontar al 73 o podemos hablar del 85– hablaban casi exclusivamente de los órganos de gobierno. Por lo tanto, quienes nos critican tendrían que ir a ver cómo actuaron en el pasado. Esta vez vamos a tener una ley general de educación, que incluye este instituto, pero en el borrador ya existía como germen la idea de la evaluación, de información del estado de la educación uruguaya, a la que ahora le damos una forma organizativa. No queremos responder a nadie, queremos discutir sobre educación y demostrar que un gobierno que le ha dado jerarquía a la educación, brindándole los recursos más altos de la historia del país, también le va a dar al país una primera ley general que hable de la educación, que establezca todo el sistema en su conjunto, que lo organice y que establezca prioridades y metas para el futuro. En ese marco está el instituto, había que darles una organicidad a las ideas que ya estaban establecidas.

EC - El instituto se ocupará de evaluar la calidad de la educación en Primaria, Secundaria y UTU, tanto en el sector público como en el privado. ¿Qué parámetros tendrá en cuenta?

LG - En primer lugar hablamos de coherencia entre los principios, los objetivos y metas que establece el proyecto de ley, que son muchos y muy ambiciosos. Queremos que la educación media superior sea obligatoria, hoy estamos en alrededor de 35%; el instituto tendrá que ir mostrando cómo avanzamos. Necesitamos 900 horas para primaria; el instituto tendrá que mostrar cómo se está avanzando. Hablamos de nueve ejes transversales: educación en derechos humanos, educación ambiental, científica, artística, lingüística, para la salud, a través del trabajo, educación sexual; cómo se está avanzando en la incorporación de esas líneas transversales. Cómo se está avanzando en la conformación de una educación media básica integrada en la que trabajo y estudio no sean contradictorios; cómo se avanza en el acceso y la permanencia de los estudiantes; cómo se avanza en los aprendizajes.

El país ha participado en pruebas internacionales, pero podemos incorporar nuestras propias pruebas, con criterios propios, la educación para todos en el marco del aprendizaje a lo largo de toda la vida, esto debe estudiarlo el instituto a partir de ciertas pruebas. Pero también cómo avanzamos en la formación de los docentes y de educadores en general, nos proponemos que el instituto donde se forman nuestros docentes sea de carácter universitario, en el mundo la formación de docentes es universitaria, en los países con mejor resultado, como Finlandia, ya no son solo licenciados sino masters, y la eficiencia en la administración de los recursos. Por lo tanto va a ser evaluado todo el sistema y toda la sociedad va a estar informada, en particular quienes toman decisiones, para poder modificar rumbos, reforzar lo que está bien, cambiar lo que está mal, porque no hay otra manera de hacerlo si no es con información confiable. Queremos que haya un instituto confiable, por eso aceptamos esta idea de que sea independiente de la ANEP y del MEC.

EC - ¿También se van a medir factores como tasa de repetición, tasa de deserción, ausentismo docente, un tema muy delicado y muy sensible?

LG - Todos esos factores. Una ley que habla de objetivos generales, que nos plantea metas ambiciosas, tiene que tener una forma de monitorear, en un país que está destinando muchos recursos y va a destinar más, porque es lo más justo, nos comprometimos políticamente y porque no hay posibilidad de desarrollo nacional sin educación. Eso debe estar monitoreado en todos esos aspectos. Ya se conocen muchos datos, porque esto es una novedad institucional pero no es una novedad que el país evalúe, que los organismos brinden información. Aseguramos que esa información se va a brindar siempre; yo recuerdo órganos de conducción –en el que estaba Rama– de la ANEP que tenían resistencias en dar a conocer, por ejemplo, el informe de CEPAL de los años noventa, costó mucho que se diera a conocer ese informe porque supuestamente nos daba resultados negativos.

EC - ¿Qué va a pasar con evaluaciones negativas que surjan de este instituto?

LG - Se van a difundir igual, porque el objetivo de este instituto no es hablar de negativo o positivo, de retrasos o avances, será una institución encargada de recoger esa información, de brindarla públicamente, de brindársela a los organismos que toman decisiones, y serán positivas o serán negativas, seguramente en algunos aspectos habrá avances y en otros habrá retrocesos, no quiero adelantarme al futuro. En estos tres años de gobierno, desde que están estas autoridades en la ANEP y estamos nosotros en el MEC hemos dado absolutamente toda la información. Es más, si en el MEC y en nuestra Dirección de Educación hemos avanzado en algo ha sido en tener un Anuario Estadístico que brinda críticamente los resultados educativos en repetición, ausentismo, etcétera, a toda la población en tiempo y forma. Es un avance importantísimo. Ahora queremos que esto se haga para toda la educación y con criterios independientes y confiables para todos.

EC - ¿Cómo se garantizará la autonomía técnica? ¿Dónde estará ubicado en la estructura del Estado el INEE?

LG - La figura jurídica es lo que está menos claro por el momento. Hay distintas posibilidades, puede ser un órgano desconcentrado privativamente, como las unidades reguladoras; puede ser una persona pública no estatal; puede tener distintas figuras, lo que está claro es que es necesario tener una institución de este tipo, de carácter independiente y que en su conducción haya personas con distintos orígenes, de la ANEP, de la Udelar, del ministerio, de las instituciones privadas, para dar garantías. Porque este tipo de instituciones valen si son confiables. A veces no es tanto la ubicación, pero como en este caso la ubicación importa, porque también importa la confianza en el origen de la información, nos pareció sensato –porque queremos que tenga la mayor transparencia y confiabilidad–, sobre todo cuando una ley se plantea objetivos tan importantes y a mediano plazo, tener información de cómo avanzamos, para que no quede en el papel. Podemos tener una ley llena de buenas intenciones que en la práctica no se aplican. Este instituto va a mostrarnos cómo se aplican, cómo se avanza y en qué cosas tenemos que mejorar.

EC - ¿Tendrá un presupuesto propio y un personal propio?

LG - Personal propio, recursos propios, institucionalidad propia, para que sea efectivamente independiente.

EC - Está la figura del director ejecutivo, que aparentemente tiene su importancia.

LG - Sí, en este tipo de instituto un director que lleva adelante lo que la comisión directiva, el consejo o lo que se cree para dirigir, sobre todo para asegurar el carácter técnico de los procesos que se desarrollen, cumple un papel clave. Además ese cargo debe estar llenado por concurso, es un mecanismo que seguimos defendiendo y que incorporamos en el proyecto.

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EC - En El Observador de hoy aparecen algunas consultas realizadas a la oposición en torno a esta idea del INEE. Por ejemplo, hablaron con el diputado herrerista José Carlos Cardozo, que lo primero que señaló fue: "¿Cómo no vamos a estar de acuerdo con una idea que es nuestra?". Cardozo dijo que una iniciativa de ese tipo fue presentada dos años atrás por el Herrerismo en la Comisión Organizadora del Debate Educativo. "Sin embargo en estos dos años jamás hablaron de esa agencia. Habíamos propuesto una especie de URSEC educativa, y ahora nos enteramos, con gran sorpresa, que el gobierno la presenta como una idea propia. Increíble, pero bienvenido."

¿Qué dice usted?

LG - José Carlos Cardozo fue miembro del Consejo de Educación Primaria, fue subsecretario del MEC, participó en los gobiernos desde 1985 hasta el último, porque el Partido Nacional fue aliado, y esa idea no cayó en esos años. Bienvenidos, si considera que esta idea recoge alguna opinión que ellos plantearon. No plantearon exactamente esto, plantearon una unidad reguladora y nosotros planteamos un instituto de evaluación, que es distinto, porque no tiene potestades de regulación. Cuando están de acuerdo también hacen oposición, es una forma muy particular de plantear las cosas. Si está de acuerdo, bienvenido, pero en 20 años no solo no hubo modificación de la ley sino que esta propuesta no fue señalada. Es más, cuando hubo evaluaciones negativas muchos trataron de ocultarlas, cosa que no ha ocurrido en este período; al contrario, las hemos hecho públicas. Si la idea es compartida trabajaremos sobre esto porque hace bien a la educación y al proceso que iniciamos en el debate educativo. Demuestra que hemos escuchado todas las opiniones y hemos tratado de integrarlas con un criterio coherente, como el que tiene este proyecto de ley.

EC - ¿El INEE estaba entre las recomendaciones del Congreso Nacional de la Educación?

LG - No como instituto; los temas de la calidad y la evaluación de la educación aparecieron en varios informes, pero no hubo una propuesta concreta de instituto. En el proyecto se recoge un sinnúmero de ideas y propuestas; el debate fue un proceso para recoger insumos, para recoger propuestas para incorporar a un proyecto coherente. El proyecto incorpora desde los principios y orientaciones, líneas transversales, la creación de un sistema de educación terciaria pública variado y diverso. Son todas ideas que surgieron del debate y del congreso. La idea de creación del instituto no surge del congreso, pero siempre dijimos que el debate y el congreso eran una etapa en el proceso de elaboración de la ley, hubo otras etapas políticas y técnicas en las que también recogimos opiniones e insumos para este proyecto.

EC - La redacción de este proyecto de ley está complicada por desavenencias que se dan dentro del gobierno, el MPP y el Partido Comunista tienen posiciones muy duras, que coinciden con críticas y objeciones de los gremios de la enseñanza. En este informe de El Observador aparecen dos opiniones de los sindicatos de la enseñanza. Mónica Magnabosco, de los profesores de Secundaria, dice: "Tenemos que empezar por ponernos de acuerdo cuando hablamos de calidad de la enseñanza. Lo que ellos, el gobierno, entienden por calidad, para nosotros no lo es. Para ellos la calidad es el egreso del mayor número posible de estudiantes en el menor tiempo posible, la idea del gobierno es seguir haciendo asistencialismo en la educación".

LG - Probablemente, como no habíamos explicado lo suficiente y tampoco han leído el documento, no esté claro cuáles son los criterios. Cuando hablé de los criterios los oyentes habrán escuchado claramente que no hablamos solamente de egresos. Dice: "el informe sobre el estado de la educación tendrá en cuenta, entre otros aspectos, los resultados de las pruebas de evaluación nacionales e internacionales en las que el país participe –esto no son egresos sino resultados–, el acceso, la cobertura, la permanencia en cada nivel educativo, los resultados de aprendizaje, la relevancia y pertinencia de las propuestas y contenidos educativos y la evolución y características del gasto educativo". No estamos hablando solo de tener más niños estudiando, que es algo que también nos proponemos, porque no queremos menos sino más, pero que estudien mejor. Lo dije desde un principio, no es un proceso de evaluación, porque para eso no necesitamos un instituto de evaluación de la calidad, con los estudios estadísticos que tenemos nos alcanzaría. Un instituto de evaluación de la calidad va a estudiar aspectos mucho más complejos e integradores de un concepto que no es sencillo en el campo de la educación –coincido con la profesora–, porque no es lo mismo que la calidad en el ámbito de la producción o del comercio o en otros ámbitos de la sociedad.

EC - También opina Aníbal Merino, otro dirigente del gremio de docentes de Secundaria. Dice: "Ese instituto de evaluación parece bastante inconstitucional, la Constitución asegura la autonomía a la educación; no coincidimos con las evaluaciones externas, tenemos que ser evaluados por el órgano que dirija la evaluación. Más que una gerencia de evaluación parece una tutoría".

LG - No hablamos de gerencia, no hay ningún menoscabo a la autonomía. La autonomía está establecida en el proyecto como un principio organizativo de los entes, en este caso de la ANEP o de la propia Udelar. Ya hay procesos de evaluación externa, la ANEP participa en procesos de evaluación externos y no hay ningún menoscabo. Pretendemos que haya una institución que tenga una mirada desde la sociedad. Todo el proceso del debate educativo se centró en demostrar que la educación no es un proceso exclusivo de los docentes ni de una institución. En todo caso, la sociedad uruguaya se dio cierta institucionalidad para organizar y dirigir la educación, pero tiene que saber cómo está funcionando esa educación. Y no hablamos solamente de lo público, hablamos de lo público y lo privado, desde lo inicial hasta la educación media. Es un aporte que va a ayudar a que esos organismos autónomos desarrollen mejor sus objetivos y sus actividades.

EC - Más allá del INEE, ¿qué prevé el proyecto en cuanto a la integración del Codicen y los consejos desconcentrados, asunto particularmente áspero en el debate entre el gobierno y los sindicatos de la enseñanza? ¿Qué solución aportan ahora?

LG - Proponemos una integración mixta, que tenga en cuenta la representación de personas designadas por el Poder Ejecutivo con venia del Senado, en el caso del Codicen con tres miembros. Incorporamos un aspecto novedoso, porque no existe en la historia del país que un Codicen tenga dos docentes electos por los propios docentes, y que ese órgano designe a dos de cada uno de los consejos que se crean, Inicial y Primaria, Media Básica, Media Superior y Técnico Profesional, y un integrante de cada uno de esos consejos va a ser electo por los docentes.

Por lo tanto, si notoriamente los cinco integrantes del Codicen inciden para seleccionar y designar a ocho de los consejeros y los otros cuatro son designados por los propios docentes, nos parece una fórmula muy equilibrada. Se llega al máximo posible de representación docente, pero no se agota la participación y la representación en estos órganos, ya que planteamos la existencia de consejos de participación en todos los centros educativos, la creación de comisiones consultivas de madres, padres o responsables familiares de los alumnos en todos los consejos, y comisiones consultivas de funcionarios y de estudiantes, porque hay que crear formas de participación de los estudiantes en el centro educativo y en la educación en general. Y en la formación docente planteamos la participación de los tres órdenes en forma de cogobierno en el instituto universitario de educación.

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Edición: Mauricio Erramuspe