El Ministerio del Interior instrumentará el desalojo en breve, ya que el presidente de la República, Tabaré Vázquez, dijo en la mañana del lunes en el Consejo de Ministros que "la fábrica hay que entregársela al empresario".

El dirigente Gerardo Sosa, que declaró durante gran parte de la jornada ante el magistrado, negó al igual que su compañero Richard Ponce que haya ingresado con armas de fuego a la planta (en la madrugada del lunes) y afirmó que eso quedó totalmente desmentido en el juzgado.

"Declaramos lo que había sucedido. (Lo de las armas) es totalmente falso, eso quedó demostrado cuando entró Policía Técnica, cuando entró el juez y en las declaraciones que hicimos en el juzgado", indicó Sosa.

Tras declarar en el juzgado, Sosa y otro de sus compañeros fueron conducidos a la fábrica, pero allí los ocupantes que estaban afuera no querían permitirles el ingreso.

Próximo a las siete y media de la tarde, el comisario de la Seccional 23, Walt Disney Dutra, medió con los trabajadores que estaban afuera de la planta, pertenecientes al grupo de Carlos Venturini, y finalmente los dejaron entrar de forma pacífica y caminando, ya que así lo establecía la orden el juez competente.

Cercas de las 20 horas Sosa entró a la planta junto a otro trabajador, recibiendo insultos del resto de los ocupantes. "Traidor, vendido y alcahuete" fueron algunos de los calificativos, pero no se registro ningún hecho violento.

Lo cierto es que a esta hora en la fábrica están en un sector el grupo liderado por Sosa y en otro por Venturini, con una guardia policial que deberá garantizar que durante la noche que no vuelvan a ocurrir incidentes entre los grupos en pugna.

Tanto Sosa como su compañero fueron revisados por los efectivos policiales antes de entrar a la fábrica, a pedido de los otros ocupantes, quienes adujeron para esto razones de seguridad.

El martes, a las ocho de la mañana, comparecerán ante la Justicia Richard Ponce y otro trabajador, pertenecientes al grupo de Sosa, a los efectos de dar su testimonio.

A todo esto, el grupo de Venturini insiste en que Sosa y sus acompañantes entraron con armas de fuego en la madrugada y los acusan de estar confabulados con el empresario Vanni, así lo señaló Jesús Aparicio, uno de los que estaba ocupando la pasada madrugada.

"Esta gente irrumpió a las tres de mañana con gritos de amenazas, con fierros, y nos obligaron, a fuerza de insultos y todo ese tipo de cosas a abandonar la fábrica. Nosotros salimos y después encontramos la posibilidad de poder entrar por la guardia, para recuperar la ocupación. Tres compañeros ingresan por la guardia y sentimos disparos, o sea, que estaban armados. Ahí nosotros retrocedimos y tratamos de mantener la calma", contó Aparicio.

Aparicio también consideró que las personas que ingresaron en la fábrica fueron enviadas por Vanni, que, dijo, "quiere entrar a la imprenta para sacar las máquinas y ubicarlas en otro lugar".

Consultado sobre qué piensan hacer a raíz de esta situación, Aparicio respondió: "Vamos a tratar, en lo posible, de mantener la calma. (...) En ningún momento nosotros pretendimos entrar en violencia o algo por el estilo, porque andan diciendo por ahí que nosotros andamos haciendo disturbios y cosas de esas. Hace dos años y medio que venimos teniendo la ocupación con normalidad, tranquilidad, para tratar de que esto llegue a buen puerto. Y estas personas parece ser que no entienden que la mejor forma de llegar a una buena solución es por la vía pacífica".

En tanto, Vanni estuvo gran parte de la tarde afuera de la empresa en un Volkswagen Gol blanco, con dos personas más, observando los movimientos en la empresa, pero se retiró cerca de las cuatro de la tarde.