Sr. Emiliano Cotelo

Me dirijo a usted a efectos de dar una opinión que he compartido con amigos y compañeros de trabajo, que vemos de una forma similar algunos aspectos de la situación actual, pero que no nos reconocemos en las opiniones dadas en muchos medios y en este caso en particular, por lo expresado en varias de las tertulias.

Siempre hablamos de tres poderes bien definidos como pilares de la Democracia. Ahora bien, tenemos un poder Legislativo que está en consonancia con el resultado electoral, me refiero a cualquier elección, no solo a la última. Por otro lado un Poder Ejecutivo que es el resultado de una elección nacional que puede tener alguna variante. Si tomamos la elección de Jorge Batlle, fue un presidente electo en primera instancia por un Partido Político, acorde con el sistema establecido, se debió ir a un balotage; con lo cual luego fue electo por un acuerdo entre partidos que impulsaron su candidatura. O sea termina representando a la mayoría de la población, eso no está en cuestión (aunque no me guste mucho el mecanismo). No sucede lo mismo con Tabaré Vázquez quien es apoyado por la mayoría de la población desde el comienzo, y que tiene una mayoría lógica en el Parlamento acorde a lo que la población votó.

Muy bien, ahora vamos al otro Poder, es el Judicial. Por lo general vemos a este Poder como el más ecuánime, el más puro y al cual no se lo puede cuestionar. Acá es donde comienzan mis confusiones, se puede criticar al Poder Ejecutivo, y hacerlo fuertemente, como se hace desde otro Poder como el Legislativo. Se puede criticar al poder Legislativo y poner en tela de juicio lo que este resuelve desde todos los lugares, incluso desde el Poder Judicial, ya que éste cuando observa un acto legislativo lo está cuestionando. Me resulta entonces curioso y no me cierra el tema, cuando se puede cuestionar a dos Poderes que son electos por el voto popular y no se puede cuestionar al otro Poder que no solo no es electo por el voto popular, sino que está electo por el Poder Político, a través de sus representantes Legislativos, y que está integrado por hombres y mujeres comunes, como cualquiera de nosotros, con nuestras virtudes y defectos.

Si yo cuestiono al Parlamento, o sea al Poder Legislativo, no pongo en juego la democracia, si cuestiono al Poder Ejecutivo, tampoco pongo en cuestión el sistema democrático, pero si cuestiono un fallo del Poder Judicial, SÍ estoy cuestionando la democracia. ¿No será que estamos poniendo en distintos escalones a tres poderes que deberían estar a la misma altura?

Me voy a un extremo, un Poder Legislativo y un Poder Ejecutivo votados por la mayoría de la población se ponen de acuerdo en implementar un Plan de Desarrollo Económico del País, y desarrollan mecanismos de recaudación y distribución, pero resulta que si otro de los poderes, el Judicial no está de acuerdo, su voz es más fuerte, aunque su voz sea de 3 a 2 entre sus miembros. Me pregunto: ¿es lógico que esto pueda pasar? y ¿es lógico que si el cambio de un ministro hipotéticamente resolviera lo contrario, sería todo correcto?. ¿Es tan potente el Poder Judicial, tan independiente y tan perfecto que es incapaz de equivocarse? ¿En este caso no deberían renunciar los dos ministros que dijeron que esto era constitucional, pues se deben haber equivocado y con su voto están cuestionando al mismo Poder Judicial?

El Poder Judicial de absoluta independencia, como se sostuvo durante la dictadura (pues no fue disuelto como el Legislativo, ni suplantado como el Ejecutivo), siendo funcional al golpe de Estado. No recuerdo cuestionamientos de este Poder al Gobierno Dictatorial. Tampoco recuerdo que el Poder Judicial emitiera una declaración de autocrítica durante esos 11 años, ni después.

Disculpe Emiliano que le robe este tiempo de lectura, solo pretendo trasladar una opinión como ciudadano político que soy, de acuerdo a nuestra Constitución, y que no oculto que lo hago desde mi sentir frenteamplista, no sectorizado en ningún partido o grupo.

Desde ya muchas gracias por vuestra atención.

Oscar Boiani, CI 1 502 343-7