El departamento de Rocha parece dejar atrás años de estancamiento y entrar en una fase de intenso desarrollo en varias áreas. El turismo, la producción agropecuaria, la infraestructura marítima y terr

Rocha: privados invierten y la Intendencia "pone lo que tiene que poner"

Rocha: privados invierten y la Intendencia "pone lo que tiene que poner"

El departamento de Rocha parece dejar atrás años de estancamiento y entrar en una fase de intenso desarrollo en varias áreas. El turismo, la producción agropecuaria, la infraestructura marítima y terrestre... varios sectores avanzan de la mano de iniciativas privadas y del aporte de la Intendencia, que "se alegra, celebra, y trata de aprovechar a favor del departamento esas iniciativas", según comentó el intendente, Artigas Barrios. "Estamos tratando de poner lo que la Intendencia tiene que poner, que es la infraestructura. Los privados tienen que hacer los negocios y nosotros tenemos que facilitar que esos negocios se den", aseguró.

(Emitido a las 8.34)

EMILIANO COTELO:
Después de décadas frenado, el departamento de Rocha vive una transformación muy fuerte y, para muchos, silenciosa.

Por un lado, el campo rochense está cambiando con la llegada de rubros de producción casi inéditos en la zona, como la soja y el trigo –traídos por los grandes grupos de agricultura intensiva que vienen del litoral–, y por otro lado están la lechería –con la inversión neocelandesa impulsada por PGG-Wrightson–, la forestación –de capitales extranjeros pero también promovida por algunos productores ganaderos de la zona–, los olivares, los nogales y hasta los molinos para la generación de energía eólica.

Mientras tanto, en el turismo se suman los europeos que compran chacras marítimas y el argentino Constantini promueve un desarrollo inmobiliario sobre el océano, en el límite con Maldonado, que viene atado a la construcción del puente siempre pendiente sobre la laguna Garzón.

Y, hablando de proyectos con historia, todo indica que ahora sí se viene el puerto de aguas profundas en La Paloma, asociado a una planta regasificadora y a la instalación en la zona este del país de la papelera portuguesa Portucel.

Ante este escenario tan desafiante que viene del sector privado, ¿cómo se planta la Intendencia de Rocha? ¿Qué hace para facilitar estas inversiones? ¿Hasta qué punto pretende ordenarlas y/o regularlas? ¿Cómo opera para sacarles el mayor provecho para la población y las actividades del departamento?

Estamos con el intendente municipal de Rocha, Artigas Barrios. Comencemos por un tema que yo mencionaba recién: ¿finalmente habrá puente sobre la laguna Garzón?

***

ARTIGAS BARRIOS:
Sí, va a haber.

EC - ¿Ya está resuelto?

AB - Faltan aspectos formales, pero ya está resuelto. Este tema, que tanto ha costado, no se daba porque había desencuentros permanentes. A veces estaba de acuerdo el gobierno nacional, pero no estaban de acuerdo los gobiernos de Maldonado y de Rocha; otra vez estaba de acuerdo el de Maldonado, pero el de Rocha no... Hoy tenemos acuerdo de las tres partes: el gobierno de Rocha, el gobierno de Maldonado y el gobierno nacional estamos de acuerdo en que se haga.

EC - Es también una coincidencia política, son tres gobiernos frenteamplistas. ¿Eso influye?

AB - No sé, porque antes también hubo coincidencia política, un gobierno nacional del Partido Nacional (PN) y gobiernos en Rocha y en Maldonado del PN. Es que las cosas necesitan maduración.

EC - En el pasado yo escuché a muchos frenteamplistas decir: "No, puente sobre la laguna Garzón no, se nos va a ‘puntadelestizar’ la costa de Rocha, nos van a invadir los porteños en La Paloma", etcétera.

AB - Las cosas tienen que madurar. Cuando discutíamos estos temas yo decía que no había que discutir si puente sí o puente no, sino que había que determinar qué se iba a hacer para evitar que el puente generara un impacto negativo y tener la determinación política de llevar adelante eso. Fue un proceso bastante largo, que culminó en el pasado período de gobierno con la aprobación de una ordenanza.

Este debe de ser el único caso en el país que está determinado por un acuerdo político unánime, de todas las fuerzas políticas: cuál va a ser el destino de cada zona de la costa, cuáles son urbanizables, cuáles no y deben quedar como reserva, cuáles deben quedar para turismo de baja intensidad y cuáles están sujetas –una medida muy inteligente– al régimen de desarrollo concertado. Estas son zonas en las cuales no se puede hacer nada sin un proyecto aprobado por el gobierno departamental y por el gobierno nacional a través de la Dirección Nacional de Medio Ambiente. De esa manera tenemos la garantía de que va a haber un desarrollo ordenado que mantenga los valores que hacen que hoy estas zonas estén en la mira de muchísima gente.

EC - ¿El puente está asociado al desarrollo inmobiliario del argentino Eduardo Constantini?

AB - No es exactamente así. Aquí empezamos a aplicar algo que se va a ver mucho en el futuro, que está previsto en la Ley de Ordenamiento Territorial y es una experiencia que en Europa ha dado un gran resultado: cuando hay un desarrollo inmobiliario que, en virtud de las decisiones que adopta el gobierno local o el gobierno nacional, genera una plusvalía, un aumento de valor de las tierras, ese valor tiene que ser compartido con la comunidad. Entonces se piden obras compensatorias o compensaciones directas.

En este caso, con la financiación del puente pendiente y con los acuerdos para que el puente se construya, se ha planteado el financiamiento del puente como una medida compensatoria.

EC - El puente va a ser financiado por Constantini.

AB - Exacto, como una participación en los beneficios que la empresa legítimamente va a obtener, porque va a invertir mucho más que eso.

EC - ¿Qué tipo de limitaciones hay para el desarrollo inmobiliario? ¿Qué características va a tener que tener en esa zona?

AB - Además de este hay dos proyectos más. Este es el más sonado, el más grande, pero hay otros dos en la zona cercana a La Paloma. Uno incluye canchas de golf, con predios de entre 2.000 y 3.000 metros cuadrados, con muy baja ocupación del suelo. Se destina por lo menos el 50% a áreas libres y se fracciona solo el 50% restante. A su vez, en los predios no se puede edificar más del 25% del área, con lo cual finalmente se ocupa un 10 o 12% del área total, con retiros muy importantes, lo que hace que se mantenga el paisaje.

En el otro proyecto se ha normatizado incluso lo que se puede plantar. Por ejemplo, hay dunas en las cuales se autoriza a edificar hasta el 2% del área y no se pueden empastar, se deben mantener en estado natural. En todos los proyectos exigimos que la zona de protección costera, los primeros 150 metros, es decir la playa, donde el área rural es privada pase a dominio público y se asegure que quien hace el emprendimiento ceda una franja para acceder a la playa.

EC - La Ruta 10, después de cruzar la laguna, ¿hasta dónde seguirá?

AB - Hasta donde sigue hoy.

EC - ¿No hasta La Paloma?

AB - No tiene manera, tendría que cruzar la laguna de Rocha, y eso sería una obra con muchas más dificultades desde el punto de vista de ingeniería y desde el punto de vista ambiental, porque es un área bastante más frágil, que está en estado natural, algo que ya no sucede tanto con la laguna de Garzón.

***

EC - ¿Cómo participa la Intendencia en el análisis del proyecto de puerto de aguas profundas en La Paloma, que promueve el grupo español Benel?

AB - Aún antes de que Benel se presentase, la Intendencia comenzó a participar en el trabajo con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), la Administración Nacional de Puertos y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA). Es una comisión que trabaja desde que se instaló el gobierno para analizar las posibilidades y la necesidad de un puerto de aguas profundas en Rocha y su ubicación.

Con respecto al proyecto que ha presentado Benel, una de las cosas que me preocupan es no generar expectativas que luego no se cumplan.

EC - ¿En qué punto está? Es un proyecto que se presentó al MTOP bajo el mecanismo legal de concesión de obra pública por iniciativa privada. La iniciativa fue aprobada hace pocos días por el Poder Ejecutivo, y ahora los promotores deben presentar los estudios de factibilidad y de impacto ambiental. Después el gobierno analizará esa documentación y decidirá si: uno, rechaza el proyecto; dos, lo acepta tal como viene; o tres, le introduce modificaciones.

AB - Esa es la hora de la verdad, porque si se llama a licitación hay que presentarse y tienen que estar los recursos disponibles.

EC - Una vez que se apruebe, eventualmente con modificaciones, viene el llamado a licitación en el que en teoría pueden presentarse otros interesados, aparte del grupo que tuvo la idea original.

AB - Benel es una consultora, un estudio español muy serio, integrado por abogados e ingenieros, y está trabajando en la formación de un consorcio para llevar adelante este proyecto. Ha recibido el interés de un grupo importante de empresas y está trabajando en conseguir otros, por ejemplo el de ENCE, que a pesar de estar en Conchillas va a necesitar un puerto de trasbordo en aguas profundas. Y ha establecido contacto con Portucel, que aún no ha resuelto si se instalará en Uruguay, pero por si se instalara.

EC - ENCE tiene plantaciones cerca de esta zona.

AB - Sí, pero su interés mayor no es sacar la madera –que no es mucha– de aquí, sino sacar la celulosa, traerla en barcazas oceánicas hasta La Paloma o el puerto que sea y de ahí sacarla.

Digo que la hora de la verdad es la licitación, porque se puede presentar una idea, se puede formar un consorcio, pero es a la hora de hacer los cheques que quienes integran un consorcio se afirman en la posición o no. Estas cosas llevan tiempo, no creo que antes de un año se termine el proceso para decidir si se llama a licitación, tienen cuatro meses para presentar un proyecto –y hacer un proyecto en cuatro meses no es fácil, hay estudios importantes todavía pendientes– y luego el gobierno tiene otros cuatro meses, en los que tampoco creo que lo haga.

EC - Según las estimaciones, estamos hablando de una inversión de 1.200 millones de dólares en el proyecto base, que con otras inversiones conexas andaría cerca de los 3.000 millones, porque sumarían otros 1.500 más, según han dicho los representantes.

AB - Cuando se presentan proyectos siempre se agregan posibilidades, pero lo concreto es el puerto y la planta regasificadora, que tiene sus problemas internos, porque el país está urgido de cambiar la matriz energética y la solución que tiene más a mano es instalar una planta en Montevideo para aprovechar el gasoducto Cruz del Sur. Por lo tanto, capaz que en el tiempo que lleva esto se instala la planta en Montevideo. Son cosas que están en proceso. Nunca se ha estado tan avanzado, pero eso no quiere decir que esto esté decidido y que se concrete en obras rápidamente.

EC - El puerto de aguas profundas en Rocha es un viejo anhelo del departamento, pero según dónde caiga, genera rechazos, preocupaciones, temores. ¿Cómo considera la Intendencia las inquietudes de grupos de gente vinculados con el turismo que denuncian que el proyecto distorsionaría por completo ese rubro de actividad si se instalara en La Paloma?

Tengo por aquí un mensaje, un correo que nos ha enviado un grupo de vecinos de La Paloma, La Aguada, Costa Azul, La Pedrera, de varios puntos, que señala:

"Se nos dice que el puerto puede convivir con el turismo; ¿y las grúas, las playas de contenedores, el continuo fluir de camiones con 50.000 kilos de carga en las carreteras? ¿Y las tripulaciones de los barcos, que requerirán la inevitable instalación de whisquerías y prostíbulos? Nada más reñido con las características de estos balnearios familiares, pacíficos y respetuosos del medio ambiente"...

AB - ...lo de las whisquerías y prostíbulos no creo que sea en todos los puertos. Se acabó aquello de meses en el mar, ahora los barcos andan muy rápido. Comprendo la preocupación, pero le voy a decir qué pienso y qué piensa el gobierno departamental con respecto a esto.

Planteamos el financiamiento para hacer un estudio prospectivo del impacto; estoy seguro de que esto no se hace en tres años, ni en cuatro ni en cinco, hay tiempo para prepararse, como tuvimos tiempo para prepararnos para el crecimiento del área entre la laguna Garzón y la laguna de Rocha. Vamos a hacer un estudio prospectivo para determinar cuál sería el impacto y de qué manera se podría determinar que un área siga siendo turística y otra se destine al puerto.

Pero más allá de eso, si llegásemos a la conclusión de que son incompatibles, habrá que tomar la decisión, en la vida privada también tenemos que tomar decisiones, en la vida pública y de las comunidades hay que tomar decisiones y elegir. Habrá que decir: el turismo se puede desarrollar en toda la costa de Rocha, se puede desarrollar a cinco o seis kilómetros, sin ninguna interferencia de ese futuro puerto, esté donde esté. Es decir que esa fuente de trabajo puede seguir existiendo, capaz que corrida cinco o diez kilómetros, pero vamos a generar algo, que no es el puerto chipero que se propuso, que daba 40 puestos de trabajo, sino un puerto de cargas generales que abre una perspectiva de desarrollo que no podemos ni imaginar. Sería un puerto complementario, antes podía ser competitivo de los de Montevideo y Buenos Aires, pero ahora sería complementario porque esos puertos no se pueden seguir profundizando más de lo que están. La gente Rocha tendrá que resolver si sigue con los dos meses de temporada o si se juega a algo que puede generar un cambio no solo en el departamento sino también en el país.

EC - Estos vecinos se preguntan por qué en La Paloma.

"Los últimos estudios realizados indican que el punto más adecuado para la construcción de un puerto de aguas profundas está cerca de La Coronilla, donde a poca distancia del continente hay profundidades de 28 y más metros, calado que no se logrará en La Paloma."

AB - No hay estudios hechos últimamente. Los que existen son todos de hace muchos años. Hay que tener mucho cuidado con la información, porque tiene que ser científica. En La Coronilla las profundidades están más o menos a siete millas de la costa –no voy a discutir si en La Coronilla o en La Paloma–, y luego, cerca de la costa, las profundidades son menores y el fondo es rocoso.

Hace pocos días decía el ingeniero Puntigliano –con la información que hay hoy, que hay que completar– que el lugar más adecuado es La Paloma, porque allí el fondo rocoso está a 20 metros. Eso no quiere decir que no pueda haber –porque no hay estudios profundos de la costa– otros lugares adecuados, pero La Coronilla se estudió y el fondo rocoso está a bastante menos de 20 metros, está a siete millas y hay 27, 28 metros. En La Paloma, en la bahía de la Aguada, el fondo rocoso, de acuerdo a los estudios que se hicieron ya hace años, está a 20 metros. Hay que repetir los estudios para ratificar el dato.

***

EC - El intendente Artigas Barrios conoce mucho el agro de Rocha. Usted fue arrocero, fue gerente de Copar, fue gerente de Comisaco, la comisión que administra la represa de India Muerta. Supongo que su visión de lo que está pasando con la agropecuaria de Rocha y el papel que juega o debe jugar la Intendencia es un tema interesante de conocer.

Yo mencionaba en la introducción una serie de transformaciones fuertes: los tambos neocelandeses (por ahora 12.000 hectáreas en este departamento), la llegada de la soja y el trigo de la mano de los grandes grupos inversores de la agricultura intensiva, el nuevo desarrollo de la forestación, y se podrían agregar otros rubros más novedosos incluso para el país, como los arándanos, los olivares, los nogales.

¿Qué hace la Intendencia frente a esas iniciativas privadas?

AB - Ante todo se alegra, celebra, y trata de aprovechar a favor del departamento, de toda la población esas iniciativas, que muchas veces no son promovidas por nosotros, pero luego tienen que ser apoyadas y estimuladas. Por ejemplo, el hecho de que se haya empezado a hacer cultivo de olivo y que los cultivos de olivo que están cerca de Rocha se estén llevando más de 200 personas todos los días a trabajar, nos genera un conocimiento y el interés de promoverlo.

Estamos trabajando en promover el cultivo de olivo, prevemos salidas al exterior para difundir las excelentes condiciones que aquí hay para ese cultivo, que además genera todos esos puestos de trabajo.

En cuanto a la lechería, ya existía lechería en Rocha, pero lo que la pone en la vidriera es este modelo que traen los neocelandeses. Más allá de las 12.000 hectáreas que van a explotar, lo importante es que si el modelo tiene éxito va a ser emulado por alguien en el lugar. Entonces ya no necesitaremos neocelandeses, sino que serán inversores uruguayos quienes extenderán ese polo de producción lechera que también genera muchísimo trabajo.

Este año en Lascano, Copar y Saman, los dos molinos arroceros, ponían avisos en la radio para tomar personal para la zafra, cuando tradicionalmente la gente hacía cola para trabajar en la zafra... eso quiere decir que hay más trabajo.

EC - Hubo que poner avisos en la radio porque había otras opciones de trabajo para esa misma gente.

AB - Exacto, ese es el cambio que hay que buscar. Lo de las inversiones neocelandesas y el comienzo de la explotación lechera me recuerda la experiencia que tuve en el arroz. Me tocó vivir parte del crecimiento en la zona y cuando íbamos a un lugar a empezar el cultivo, cuando se iba a arrendar tierra, había resistencias; los propietarios decían "no, mi tierra no se ara".

Siempre pongo el ejemplo de Uriarte, un vecino de La Coronilla, cerca del Chuy. Fuimos a hablar con él y dijo: "Cómo no, encantado. Yo voy a facilitar a todos mis amigos y mis vecinos que hagan negocios con ustedes, pero aquí en mi casa no". Hizo un asado, nos invitó a todos e hicimos negocios. A los pocos años su hijo era el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, José Ignacio Uriarte. Ese es el fenómeno que se da en el campo y quizás en todas las actividades. Lo bueno es que viene alguien con capital que no afecta al país, que no afecta los recursos públicos, trae su experiencia, hace su experiencia y presenta un modelo a emular.

EC - Tomemos el ejemplo de los tambos neocelandeses: necesitan caminería rural en buenas condiciones. ¿Cómo ha encarado esa parte de su contribución la Intendencia?

AB - ¿Usted anduvo ayer por allí?

EC - Anduvimos por allí y me sorprendió ver maquinaria vial arreglando caminos un domingo.

AB - Por eso le preguntaba. Tenemos muy poca maquinaria, lamentablemente.

EC - Eso es algo muy novedoso, trabajar un domingo.

AB - La maquinaria trabaja en el área urbana durante la semana y sábado y domingo la mandamos a caminería rural. En algunas zonas donde hay más maquinaria en caminería rural hacemos al revés. Por ejemplo, en la zona de Cebollatí, donde el área urbana es muy pequeña y la maquinaria que trabaja en caminería rural, durante sábado y domingo trabaja en la parte urbana. No todos los fines de semana, porque los funcionarios tienen que descansar, pero se les paga extra un fin de semana y al siguiente descansan, por eso usted los encontró ayer.

Estamos tratando de poner lo que la Intendencia tiene que poner, que es la infraestructura. Los privados tienen que hacer los negocios y nosotros tenemos que aportar la infraestructura y facilitar que esos negocios se den.

Desde que asumimos he dicho que el gran potencial sobre el que tenemos que trabajar –y hemos trabajado mucho, y eso sí promovido por la política de la Intendencia– es el incipiente desarrollo inmobiliario vinculado al turismo. Hay que utilizar el turismo como un motor del desarrollo inmobiliario, de ese modo genera trabajo en forma permanente y abundante. Teníamos que atender sobre todo la costa, porque es la zona con potencial no explotado. En el norte del departamento, donde está el arroz –que está al máximo de su potencial y se industrializa casi todo en el departamento, el 80%– la Intendencia tenía que asegurar la infraestructura, lo demás funcionaba.

EC - Pero volviendo al ejemplo de los tambos neocelandeses, la mano de obra que necesitan no necesariamente está en el departamento de Rocha, por lo tanto se exponían al riesgo de que salieran a contratar personal en otros departamentos.

AB - Estamos haciendo cursos en todas las actividades nuevas. Lo hacemos con las empresas y con UTU.

EC - ¿Se llegará a tiempo con esos cursos de formación?

AB - No se precisa dentro de dos meses, se va a precisar a medida que se desarrolle la actividad y hay que pensar esto no como una cuestión de tres meses, sino como una cuestión de mediano y largo plazo. El Departamento de Desarrollo de la Intendencia está trabajando para instalar los cursos. A través de UDM hemos contratado un economista que nos está ayudando en la parte de organización. Son las cosas que tenemos que aportar.