El diputado nacionalista Gustavo Borsari dijo que la decisión del Parlasur marca, sin eufemismos, el fin de los derechos de nuestros compatriotas en los países de la comunidad Económica Europea. Agrego que se trata de la vulneración de los derechos humanos fundamentales consagrados por la comunidad de naciones, por el Pacto de San José de Costa Rica y por la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Sentenció que ésta decisión constituye la criminalización de los inmigrantes al tiempo que exigió la suspensión inmediata y la derogación de esta Directiva del Parlamento Europeo por ser violatoria de los más elementales derechos humanos vigentes en todas las instituciones internacionales y que se dé cuenta a las Naciones Unidas, a la OEA y a la Comunidad Europea, lo que fue suscrito por sus pares.

En la resolución el Parlasur declara su rechazo a la denomina "Directiva de Retorno" que constituye una violación a los Derechos Humanos básicos y en particular al derecho a la libre circulación internacional, sin perjuicio que al aumentar a dieciocho meses la internaciòn de inmigrantes sin papeles se consagra una privación de libertad al aplicarse una verdadera pena de prisión.

En su punto dos, se plasma la decisión de hacer conocer a la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, al Parlamento Europeo y al Consejo de la Unión Europea, al PARLATINO, PARLACEN, Parlamento Andino, así como a las Naciones Unidas este rechazo y convocar a todos los Parlamentos de Latinoamérica para sumarse a esta posición y transmitir a sus respectivos Gobiernos, la necesidad de tomar las medidas correspondientes desde el punto de vista del derecho internacional.

En sus dos puntos finales expresan su decisión de solicitar al Consejo de Mercado Común del MERCOSUR las medidas necesarias tendientes a que se efectúe una revisión y derogación inmediata de la "Directiva de Retorno" dictada por la UE y la esperanza en la capacidad del Parlamento Europeo de rever, con base  en los valores civilizatorios de Europa, esa decisión equivocada y estéril que mancha la imagen de la Unión Europea