Mientras las encuestas muestran que el Partido Colorado no logra reponerse del magro 10% de las pasadas elecciones, la interna encuentra un candidato definido en Vamos Uruguay, pero un panorama poco c

Abdala: "Las distancias entre la 15 y el Foro están bastante disipadas"

Abdala: "Las distancias entre la 15 y el Foro están bastante disipadas"

Mientras las encuestas muestran que el Partido Colorado no logra reponerse del magro 10% de las pasadas elecciones, la interna encuentra un candidato definido por parte de Vamos Uruguay, pero un panorama poco claro del lado del Batllismo. Lista 15 y Foro intentan definir a sus precandidatos y el retiro de sus dos principales referentes, Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti, amenaza con poner en cuestión la viabilidad individual de esos grupos. Ante esto, el diputado Washington Abdala, aseguró que siempre fue su idea mirar "las corrientes por encima de los nombres" y que las distancias que pueden haber existido entre estos grupos "hoy están bastante disimuladas, disipadas".

(Emitido a las 9.05)

EMILIANO COTELO:
Desde el retorno de la democracia fue uno de los sectores más poderosos, con un liderazgo indiscutido y una fuerte presencia parlamentaria. Sin embargo, cuando falta un año para las elecciones internas la realidad es otra: el Foro Batllista (FB) continúa sin definir quién será su precandidato, y a esta altura muchos se preguntan incluso qué futuro le espera a ese grupo cuando dé un paso al costado su fundador, el ex presidente Julio Sanguinetti.

Mientras tanto, en las encuestas, el Partido Colorado (PC) no logra sobreponerse al escaso 10% que obtuvo en las urnas en la elección de 2004.

¿Por qué el FB no logra resolver su candidato? ¿Se mantendrá como un sector con personalidad propia, o se fusionará con la 15 y otros grupos batllistas? ¿Cómo viene la competencia con Pedro Bordaberry? ¿En qué está, mientras tanto, la renovación del partido?

Para conversar de estos y otros temas, estamos con el doctor Washington Abdala, diputado del FB, PC.

Yo decía recién que estamos a un año de las elecciones internas y el FB continúa sin resolver cómo se presentará a esos comicios. Hace ya meses que circulan tres nombres como posibles precandidatos presidenciales del FB, Luis Hierro López, Tabaré Viera y usted mismo. ¿No ha habido cambios en esa situación?

***

WASHINGTON ABDALA:
No, no ha habido cambios, hasta hoy se mantiene igual.

EC - ¿Cuándo se va a definir?

WA - Depende también de cómo se encare el capítulo del Batllismo en general. Yo siempre fui bastante amigo de la idea de las corrientes por encima de los nombres, de constituir algo bastante más sólido. El Batllismo es una identidad bastante importante, y yo era muy entusiasta –sigo siéndolo– de la teoría de generar una corriente batllista única. Pero la realidad se construye paso a paso, hay que ver si esto es posible. Yo soy de los que no abdican de la posibilidad de que el Batllismo tenga una matriz única.

EC - ¿Por qué razón? ¿Simplemente por un tema de afinidad, de proximidad entre la 15 y el FB, o por el hecho de que el retiro de sus dos principales referentes, Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti, puede llegar a cuestionar la viabilidad individual de esos grupos?

WA - Le hablo con la franqueza de siempre: las distancias que pueden haber existido entre los grupos hoy están bastante disimuladas, disipadas; no advierto grandes diferencias entre los batllistas de la 15, los batllistas del FB y algunos batllistas independientes del partido que tienen su relevancia. La política es también sentido de realidad.

El partido hoy tiene una dificultad de recuperación electoral importante –usted lo decía con mesura y elegancia–, sin embargo estamos haciendo las cosas medianamente bien para lo que podían ser las expectativas en el mediano y largo plazo: una elección de jóvenes bastante relevante el año pasado, una reorganización interna del partido de rango sustantivo, un congreso ideológico en ciernes, una reforma de carta orgánica que administró una situación interna distinta. Si uno mira el PC por dentro, las cosas se están haciendo medianamente bien y el clima también es otro.

Uno tiene que mirar el escenario nacional. Hay un partido de gobierno muy fuerte y un retador importante como es el Partido Nacional (PN). El PC, que en los hechos está tratando de colarse en ese debate, tiene que hacer ese esfuerzo. Para ser serio no debería tener una oferta electoral mucho mayor que la que tienen el propio partido de gobierno y básicamente el PN, que tiene un contencioso importante entre el presidente del Directorio y el ex presidente Lacalle --con la presencia de Vidalín–.

EC - El PC, para poder plantarse con posibilidades en el escenario y en la conversación, para poder participar con posibilidades en el debate, no puede abrir más que un par de frentes.

WA - No debería abrir más que un par de frentes. Se pierde de vista una cosa que Bottinelli ha dicho en más de una oportunidad aquí, y es una sabia lección: no tenemos un régimen de dos vueltas, tenemos un régimen electoral con tres vueltas. La primera vuelta es la elección interna, que es la que define prácticamente el juego y deja matrizado el camino para recorrer luego con cierto éxito –o no– la posibilidad de atravesar el balotaje. Si usted hace mal la primera vuelta, como la hicimos nosotros en la última elección...

EC - ¿Qué fue lo que hicieron mal? ¿Cuál es el análisis?

WA - Todo, hicimos mal todo; en un campeonato de errores seguramente cometimos todos: candidatura única que no estimula la competencia, abajo tampoco existió una competencia importante en las listas de convención. No es posible, usted no puede montar algo tan atractivo como es la política para la ciudadanía –la gente inevitablemente desea sentirse involucrada– y solo ofrecer Coca Cola, no pone Pepsi, no pone Nix. Nosotros cometimos ese gigantesco error cuando veníamos de una gestión de gobierno con déficits importantes, estábamos pagando los castigos de 2002; entonces entre la gestión con déficit, que fue muy dolorosa, y la estrategia político-electoral, le erramos prácticamente en todo.

EC - No hay que repetir ese error en esta ocasión, y se pronuncia por una competencia que no tenga más que dos grandes nombres.

WA - Es lo más inteligente.

EC - Hay uno que ya está, que ya se conoce y que está corriendo, que es Pedro Bordaberry con Vamos Uruguay (VU); la cuestión es definir el otro, y antes de eso, acordar entre los grupos del espacio batllista.

Sobre eso quiero hacer algunas preguntas. Usted decía que las diferencias entre el FB y la 15 se han ido disipando; por un lado había diferencias personales, supo haber en su momento un distanciamiento fuerte, roces entre Jorge Batlle y Julio Sanguinetti, y parecería que eso ya se encauzó, de hecho hace pocas semanas Batlle se abrazó con Sanguinetti en un acto en Maldonado y pidió un trabajo conjunto.

Pero también había diferencias ideológicas. Por ejemplo, tendía a verse al FB como más socialdemócrata y a la 15 como más liberal o neoliberal en materia económica. ¿Qué dice sobre esa parte de las diferencias?

WA - En el Parlamento tenía un prejuicio inicial hace unos cuantos años y lo fui perdiendo. Con José Amorín y con Isaac Alfie no tengo un debate ideológico de orden, a veces tenemos una discusión de coyuntura, y a veces incluso ironizamos un poco por el perfil liberal que pueden tener ellos un poquito más y el socialdemócrata que podemos tener nosotros. Pero es prácticamente una cuestión de matiz que no advierte prácticamente nadie, no la advertimos nosotros como un tema de orden sustantivo. Es verdad, a veces el acento podría ser un poquitito más hacia un lado o hacia el otro, pero depende de la coyuntura, si hablamos de políticas sociales es una cosa, si hablamos de contención del gasto público es otra. Depende del capítulo de la vida del país que uno analice, capaz que el acento es más liberal en lo económico y a veces es más socialdemócrata en políticas sociales. No me animo a decir que tenemos diferencias filosóficas valorativas importantes con la gente de la 15.

EC - El otro tema, suponiendo que se llegue a un entendimiento, es quién es el hombre, a quién se elige para encabezar esa corriente, como precandidato para competir con Pedro Bordaberry.

WA - Yo planteé varias metodologías, no hacia lo externo a la lista 15, porque no me corresponde, no es mi grupo, pero sí planteé en algún momento algunas ideas en torno de cómo dirimirlo en el grupo para avanzar luego. Planteé el tema de la evaluación de las encuestas, los estados de opinión pública; también planteé debates, sería lindo que hubiera debates entre los precandidatos, que recorrieran el país y tuvieran dos o tres debates.

EC - Que Luis Hierro López, Tabaré Viera y usted recorrieran el país repitiendo debates en escenarios públicos.

WA - Sí. Usted habrá visto la elección en Estados Unidos, resultaba hasta repetitiva la catorceava vez en que Hillary y Obama debatían, en la Universidad de Arizona o en Philadelphia, en una universidad o en una alcaldía, y luego había una mesa. Pero es muy estimulante y muy removedor. Yo lo planteé pero no tuvo andamiento, no tuvo demasiada receptividad.

EC - Eso en cuanto a lo que podría resolver el Foro entre ustedes tres. Después está el tema de qué pasa con José Amorín Batlle y con Martín Aguirrezabala, que son los dos nombres que han surgido de la 15, y otros eventuales, porque también está el economista Luis Mosca.

WA - Yo tengo un sustancial afecto por Luis, además de una gran debilidad personal; si él hubiera querido ser el candidato yo no habría dudado un minuto en replegar una aspiración, porque es un ciudadano a quien admiro y aprecio desde hace muchos años.

Estas cosas al final se resuelven por la realidad misma, la realidad es la que al final ubica a los actores en el espacio exacto en el que tienen que estar. Dentro de muy poquito tiempo, dentro de unos meses, el tema va a decantar naturalmente. Uno no puede ser más realista que el rey, alguno de nosotros va a tener más despegue, más volumen, más endurance, más fibra, más capacidad de reacción. Ese es el camino lógico, en algún momento tomaremos conciencia. Hasta ahora hay una situación bastante empatada entre los que estamos en la vuelta tratando de ayudar a sacar adelante al partido. Eso es lo que hace difícil la "destrabazón", pero no soy pesimista, al contrario, esto tiene que generar una dinámica de militancia importante que pueda ayudar al partido.

EC - ¿Cree que todos en el FB y la 15 finalmente van a confluir en la idea del acuerdo y el candidato común?

WA - No lo sé, pero sería lo inteligente. Después de muchos años de vida política en el país y algún tiempo importante estudiando la vida política de otros lugares, parecería que lo sensato son las ofertas inteligentes. El balotaje genera una polaridad muy conflictiva para el tercer partido; para instalarse en la conversación no se deben ni se pueden cometer errores, si se cometen errores se pagan carísimo. Cuando el PN estuvo en el 20 y pico por ciento tuvo una fibra importante, a pesar del momento difícil logró superar ese tránsito y hoy está vigoroso y activo. Yo estoy consciente de que el PC probablemente está ante el desafío más importante en clave electoral que ha tenido en su historia. Los que estamos en esto tenemos la posibilidad de sacarlo adelante o de vivir un gigantesco dolor de cabeza. Como no creo que vaya a suceder lo segundo, estoy trabajando para lo primero.

EC - Usted conoce los resultados de la última Encuesta Nacional Factum que Bottinelli dio a conocer el viernes aquí En Perspectiva.

WA - ¿Cómo quiere que la lea? ¿La leo como un incremento del 10%, del 8 al 9%, o la leo como una situación bastante estática? Soy muy de creer en las encuestas, creo que reflejan un estado de opinión...

EC - ...al PC le da 9% y hace unos meses le daba 8%. La diferencia no es muy significativa, incluso puede caer dentro del margen de error. ¿Cómo examina que el PC se mantenga planchado en ese nivel?

WA - Hay varias interpretaciones. Una es que la falta de una candidatura fuerte del lado del batllismo tranca muchísimo la presencia. Lo segundo es que al no haber una candidatura fuerte, tampoco se genera una polaridad competitiva, acá Vamos Uruguay y el Batllismo tienen que sentir que hay un contencioso activo y que eso genera dinámica. El tercer plano, quizás más importante que los dos primeros, es que esos dos protagonistas tienen que pasar a la oferta casi constante de la propuesta política.

Usted mire el PN cómo ve el cachón y muerde con gran inteligencia en torno del gobierno de Rodríguez Zapatero; advierte que el tema de los inmigrantes es harto sensible para uruguayos y familiares de uruguayos, lo hace con sensibilidad, muerde donde puede morder, y además jaquea indirectamente al gobierno de la República, que tiene allí una posición diplomática poco activa. Son movimientos muy atractivos que hace el PN, y los hace porque hay competencia interna, hay activismo. Nosotros tenemos que instalar esa competencia interna en el partido, hasta ahora no ha estado instalada, es un debe que tenemos.

EC - En ese mismo plano, en el de lo que hay que hacer o no para atraer la atención del electorado, promover a la opinión pública, en particular a los colorados, ¿cómo observa esto que ocurrió hace pocos días: el edil del FB César García Acosta le solicitó al Comité Ejecutivo Nacional del PC que se procediera a expulsar de las filas partidarias a Juan María Bordaberry y a Juan Carlos Blanco por el protagonismo que tuvieron durante la dictadura? Un hecho como este, ¿ayuda o perjudica al PC en su imagen?

WA - Todo el mundo conoce las discrepancias filosóficas que hemos tenido con el quebranto institucional, todo el mundo sabe dónde están parados los distintos actores en las distintas colectividades. Que nadie saque patente de fenómeno, porque si hacemos un racconto de ciudadanos que estuvieron en posturas harto conflictivas en el quebranto institucional y en el prequebranto institucional... Ese es un debate que algún día podremos dar con entusiasmo. No estoy en la movida de hacer ese tipo de críticas.

EC - Algunos piensan que un planteo como ese contribuye a la depuración y la transformación del PC; otros entienden que no sería útil porque estaría llegando demasiado tarde y hay quienes la ven como un tiro por elevación que se lanza desde el FB para perjudicar la imagen de Pedro Bordaberry, precandidato. ¿Cuál de esas lecturas prefiere usted?

WA - Yo prefiero evitar todo tipo de lecturas, no adentrarme en eso, porque no estoy en esa teoría de la crítica indirecta. A usted le queda claro que he tenido a lo largo de la vida, en el acierto o en el error, una postura demócrata radical y defensora de las instituciones, pero no estoy en eso, estoy medio cansado del debate sobre el pasado, es una recurrencia uruguaya que termina por empantanarnos, todo el día hablando del pasado... Estoy harto del pasado, me parece bueno aclararlo, hacer las tomas de posición respectivas, pero Uruguay no sale adelante porque vivimos hablando del pasado: "Fulano tuvo la culpa, hizo esto". Las generaciones jóvenes de este país quieren cambiar la pisada, que no se vaya más gente, quiere generación de empleo genuino y cambiar la dinámica del debate político. No me siento cómodo en un debate sobre el pasado.

EC - Lo plantea alguien de su propio sector.

WA - Sí, le tengo mucho respeto, gran aprecio, es una buena persona, pero no coincido.

***

EC - A comienzos del mes pasado usted inauguró un blog titulado "Batllistas pensando el nuevo país". Allí están publicados documentos sobre distintos capítulos programáticos: "El Uruguay productivo", "Políticas laborales", "Seguridad ciudadana", "Políticas sociales", "Educación", "Políticas publicas para facilitar el acceso a la vivienda", "Política comercial", "Reforma del Estado".

¿Qué es concretamente esta jugada?

WA - No es una jugada, es un aporte.

EC - Jugada política.

WA - Es un aporte, son documentos serios, elaborados por un grupo de técnicos con muy buena cabeza, de una generación intermedia y que miran la realidad quizás no con la perspectiva batllista clásica. Los batllistas en general tenemos el problema de que la gente nos mira y dice "todo es desde la óptica del Estado", pero esto está hecho desde la óptica del Estado y también desde la óptica de la sociedad civil, pensando que probablemente los nuevos tiempos de Uruguay tengan que recorrer caminos en los que no solo el Estado es el actor principal. Es curioso, si usted mira la historia del siglo pasado, el Estado es el protagonista principal, y nosotros tenemos la impresión de que el Estado va a seguir teniendo un papel relevante, pero otros protagonistas van a tener que ocupar un espacio cada vez más importante. Parte de esa reflexión está ahí pautada.

EC - ¿Este blog es la presentación del movimiento que usted encabeza? ¿Cómo hay que leerlo?

WA - Hace mucho tiempo que soy un hombre del partido y que tengo un grupo de amigas y amigos que están vinculados conmigo y que trabajan. Esto no es más que eso, no hay demasiada novedad. La novedad es que hay alguna gente nueva, que hay gente muy joven que empieza a escribir. Eso es importante, en política hay que escribir para ordenar las ideas. Es eso, no tiene otra relevancia.

EC - Está el listado de los técnicos: doctor José Pedro Buda, doctora Alicia Carballo, doctor Abelardo Gianola, doctora Elena Grauert, licenciado Carlos Fedele, licenciada Jimena Fernández, doctor Daniel Muracciole, economista Jorge Musso, contador Gerardo Saxlund, doctor Eduardo Scasso, Nicolás Albertoni, Santiago Torres.

Son el respaldo técnico de sus propuestas, ¿dónde? Porque estos son documentos que usted presenta a los efectos ¿de qué?

WA - El partido está elaborando un congreso programático, un congreso ideológico, y eso va a ser el primer capítulo de definición de mi colectividad en el correr de este año. Y lo presentamos a ese congreso a los efectos de que estos documentos sirvan como papers iniciales para trabajar sobre cosas concretas. Estamos elaborando otra tanda de documentos, con temas que ahí no abordamos. Y con otra gente.

Va en esa línea. Si el PC tiene una recuperación la va a tener desde las ideas, no va a ser solo una movida de rango electoral, con el posicionamiento del candidato A, B o C. Los partidos cuando tienen que vivir una reingeniería arrancan desde las ideas. Leí los dos libros de Barack Obama, el segundo es "La audacia de la esperanza", y ayer hablaba con un amigo ex senador y le decía que la gente no termina de entender cómo este tipo logró esa magia. La logró en parte porque tenía bastante claras algunas ideas centrales que el estadounidense promedio quería oír y él creía en ellas.

El Batllismo del presente o aterriza un paquete de ideas sensato y eso se transforma en un mensaje muy potente, o de lo contrario se sigue divagando en cosas bastante abstractas. La política es concretar ideas que le sirvan a la gente, yo no reniego de las ideas; al contrario, la buena política es una política con ideas.

EC - ¿Qué espera usted de ese congreso ideológico del PC?

WA - Espero mucho, porque el PC es el partido de la República, somos la colectividad que al valor de lo republicano, de la República, le damos una centralidad enorme. La izquierda, si bien respeta a veces ese concepto, tiene una perspectiva más bien vinculada con el socialismo, con corrientes de esa naturaleza; y el PN tiene una veta fuerte en torno de las nociones de nacionalismo. Nosotros somos republicanos, entonces desde una plataforma de idea de República, cómo se construye una sociedad más igualitaria, que tiene más posibilidades para la gente y que genera más expectativas, porque la chance para que las sociedades salgan adelante es que haya expectativas.

A usted que le gustan tanto los mercados, el tema de los mercados es un tema de expectativas; la política también, inevitablemente. Si la gente no siente que hay expectativas, sobre todo de movilidad social, la sociedad se empantana, se empieza a quedar. Un país con 867.000 pobres y 60.000 indigentes es un país al que le cuesta generar expectativas; por más que el crecimiento del producto ha sido exultante en estos cuatro años y la distribución en materia de gasto público y social también ha sido importante. Pero el tema de las expectativas es central. Entonces ese congreso tiene que trabajar desde esa plataforma, una plataforma republicana, y ver cómo diseña un modelo de país que genere niveles de adhesión.

EC - ¿Es posible un modelo de país de todo el PC?

WA - Sí.

EC - Estábamos hablando de los documentos publicados en el blog, de los técnicos que trabajan con usted, Washington Abdala; después hay que consensuar con otros sectores del propio FB, con la 15 y con VU. ¿Es posible consensuar un modelo entre los grupos batllistas y VU, y Pedro Bordaberry en particular?

WA - Tengo la expectativa de que sí, si le dijera otra cosa sería falso. Tengo la expectativa de que podamos hacer pesar una visión de República central, por encima de cualquier cosa, y desde allí irradiar hacia todo el país y competir con el resto de las colectividades. Si nuestra tensión interna de rango electoral, con acentos y matices, se transforma en una cosa dolorosa, eso expulsa a la gente.

EC - No hablo necesariamente de enfrentamientos, hablo de diferencias ideológicas que pueden impedir consensos en torno de este tipo de documentos.

WA - No creo, conozco desde hace muchos años a la gente que trabaja en este partido. Conozco al grupo más fuerte que trabaja con Pedro Bordaberry, conozco al grupo más fuerte de la lista 15, y a los nuestros los conozco a todos. A lo largo de los años todos hemos ido madurando en torno de la visión de país y podemos tener acentos y matices, pero un partido tiene que tener una visión programática más o menos similar. No quiero meterme en otras tiendas, pero es como que no pudieran tener una visión unitaria la colectividad blanca o el Frente Amplio. Cada partido está obligado a generar niveles de entendimiento, de consenso. A veces hay que hacer recíprocas concesiones en algunas cosas, pero si no hay una visión única no es serio en la vida del país.