Asociación estratégica y liberación del comercio de bienes centran visita de Bachelet
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, llegó a Montevideo con el objetivo de afianzar las relaciones bilaterales, además de firmar un acuerdo de asociación estratégica, que implicará "actuar como amigos que caminan juntos en el escenario en el que nos toca caminar", según explicó el embajador uruguayo en Chile, Carlos Pita. También se avanzará en la liberación del comercio de bienes, que determinará que "salvo el trigo y algún tipo de aceite", todos los demás productos que se comercialicen entre ambos países tengan arancel cero.
(Emitido a las 7.48)
EMILIANO COTELO:
Buena parte de la atención política entre hoy y mañana va a estar puesta en la visita de Estado que cumple la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.
Los gobiernos de Uruguay y Chile firmarán hoy un Acuerdo de Asociación Estratégica para reforzar las relaciones bilaterales como parte de esta visita de dos días que inició ayer de tardecita a Montevideo la presidenta Bachelet.
En Santiago, el gobierno informó ayer que la firma de este Acuerdo de Asociación Estratégica, que fortalecerá el nivel de los vínculos bilaterales, es uno de los principales objetivos de la mandataria chilena. Los dos gobiernos firmarán también un protocolo adicional del Acuerdo de Complementación Económica Chile-Mercosur que permitirá adelantar los cronogramas de desgravación de productos de interés mutuo.
¿Qué se espera de estas conversaciones Bachelet-Vázquez? Para saberlo estamos con el embajador uruguayo en Santiago, Carlos Pita.
¿Ha estado acompañando a la presidenta en estas primeras horas en la capital?
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CARLOS PITA:
Efectivamente. Esta es una visita de Estado que tiene el aspecto central en el Acuerdo de Asociación Estratégica, al que se le agregan importantísimos nuevos acuerdos, como el de la liberación del comercio de bienes, con el cual salvo el trigo y algunos aceites, queda el 100% del universo arancelario de productos pendientes con arancel 0, lo que nos deja una zona de libre comercio en materia de bienes.
A eso se le suma que se acaba de suscribir el acuerdo entre Uruguay, Chile y los demás países miembros del Mercosur en materia de servicios, lo que facilita enormemente el intercambio del comercio de servicios y ambienta el aumento de los emprendimientos conjuntos en ese rubro, que para Uruguay es fundamental. También lo es para Chile, pero para Uruguay significa más del 60% de su economía, de su producto bruto.
Y se firmará, además, en el marco de este Acuerdo de Asociación Estratégica (que implica la formalización de lo que es compartir valores y principios con una convergencia de objetivos), la creación de una Comisión Binacional de Coordinación de Políticas Sociales, que es toda una novedad en materia de relación bilateral.
EC - Vamos a profundizar en varios de los puntos que mencionó. Por ejemplo, ¿cuál es el concepto de acuerdo de asociación estratégica, más allá de lo que ya dijo?
CP - De estos acuerdos existen muy pocos.
EC - Tenía esa impresión, ¿cuántos de estos tiene Uruguay?
CP - Uruguay tiene uno con México y ahora lo va a tener con Chile, que a su vez tiene uno con México y otro con Canadá, y ahora va a tener este con Uruguay. Son acuerdos en los que los países en su relación bilateral se reconocen compartiendo objetivos y principios en el escenario regional y mundial, y se comprometen a converger en objetivos, haciendo los esfuerzos para actuar juntos en el escenario regional y mundial.
EC - Eso implica actuar juntos ¿de qué manera?
CP - Actuar juntos para resolver temas, como por ejemplo la integración del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; las posiciones a adoptar en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas; la posición con respecto al debate de la Ronda de Doha en la Organización Mundial del Comercio; plantear los análisis comunes en la consulta bilateral previa y permanente en los asuntos de seguridad en la OEA. Es decir, actuar como amigos que caminamos juntos en el escenario en el que nos toca caminar, lleno de desafíos, muchas veces de dificultades y también de oportunidades en el mundo contemporáneo, con tanta internacionalización.
EC - Esa asociación estratégica ¿depende de los gobiernos que actualmente están al frente de los dos países? ¿Puede llegar a agotarse si no están Vázquez y Bachelet al frente de Uruguay y Chile?
CP - De ninguna manera, esto es un proceso gradual y creciente de convergencia en una relación bilateral que ha sido muy buena siempre, no de ahora, pero que está llegando a su punto más alto. Esto responde a esos tres elementos que mencioné: comunidad de valores y principios y convergencia en los objetivos. No es una palabra que solo tenga un impacto político de imagen que lo tiene y es muy valioso, tiene también un contenido. Tenemos un organismo de coordinación y consulta política permanente, institucionalizado y funcionando; tenemos una comisión bilateral de comercio e inversiones permanente; se crea con esta visita una comisión bilateral permanente de coordinación de políticas sociales, cumpliendo con esa vocación de Uruguay y de Chile de crecer con equidad, de entender el crecimiento como inseparable de la justicia social, y la justicia social como inseparable del crecimiento. Con esto estamos demostrando sustancia.
EC - Cuando comenzó a hablarse de esta posibilidad, en ocasión de la visita que Vázquez hizo a Chile hace unos meses, se mencionó que los presidentes de los países podían llegar a realizar algunas giras conjuntas, al menos llegar a algunos países de manera conjunta. Eso finalmente no se concretó, porque se había manejado que podía ocurrir cuando Vázquez fuera al sudeste asiático.
CP - Finalmente eso no se pudo hacer.
EC - Pero ¿sigue en los planes?
CP - Sigue el esfuerzo, siguen trabajado en la preparación de esas cosas dos instituciones que tienen un acuerdo de cooperación: Uruguay XXI por nuestro lado y ProChile del lado de los hermanos chilenos. Circunstancias de la agenda han dificultado la concreción de esta voluntad, la agenda de los últimos 12 meses ha sido intensísima en materia de actividades presidenciales quizás como dice nuestro presidente, a veces con una cantidad excesiva de reuniones, de las ordinarias y de las extraordinarias por avatares de la situación continental, que persiste y seguramente en el correr de los próximos meses vamos a encontrar alguna oportunidad en el ámbito de algún foro del Asia y del Pacífico.
Esa voluntad sigue, sin perjuicio de que Uruguay XXI y ProChile están trabajando y programando actividades conjuntas en esa zona del mundo.
EC - Usted también mencionó el acuerdo que permitirá adelantar los cronogramas de desgravación de productos de interés mutuo. Dijo que sobre fines de este año quedarán con arancel 0 todos los ítems que forman parte del intercambio Uruguay-Chile, con un par de excepciones.
CP - Todos, salvo el trigo y algún tipo de aceite; todo lo demás queda con arancel 0. Eso incluye cosas no menores, por ejemplo la carne y el arroz para Uruguay, o el vino y la fruta para Chile, con relevancia importante para las posibles coyunturas de regulación de precios de productos básicos de la canasta familiar.
EC - ¿Puede ocurrir que con un miembro asociado al Mercosur terminemos teniendo una relación en materia de aranceles mejor que la que tenemos con los miembros del Mercosur?
CP - Sí, porque está previsto en el Mercosur. El acuerdo de complementación económica 35 el famoso acuerdo del cuatro más uno, de los cuatro fundadores y Chile como país asociado, prevé la posibilidad de modificaciones en el cronograma de desgravación arancelaria del bloque entero entre dos países. Si quisieran, lo podrían hacer Chile y Argentina, Argentina y Brasil, Brasil y Uruguay, dos de cualquiera de los cinco lo pueden hacer. El dato es que lo hicimos nosotros.
EC - A partir de este marco que usted acaba de describir, que resulta muy auspicioso en cuanto a acuerdos Uruguay-Chile, ¿qué posibilidades concretas hay?, ¿qué negocios concretos se han dado o se están dando tanto en cuanto a comercio como a inversiones? ¿Qué ejemplos podemos manejar para ilustrar esta situación tan positiva en el vínculo entre los dos países?
CP Hay números para ilustrar. La relación de intercambio comercial entre Uruguay y Chile supera los 200 millones de dólares, es una cifra récord, sacando los períodos de problemas sanitarios en los que hay volúmenes excepcionales de exportación de carnes. Tenemos una balanza comercial favorable a Uruguay récord, de más de 32 millones de dólares, y lo más importante de todo es que estos números están integrados en Uruguay y en Chile- no por los rubros tradicionales de la agroindustria alimentaria arroz, carne, lácteos, que llenan los grandes volúmenes de la exportación uruguaya en los grandes mercados mundiales. En este caso estamos exportando a Chile 32 grupos de productos diferentes, entre los que se encuentran en la primera línea productos con altísimo valor agregado: industria del medicamento, fármacos, sector automotor, camiones de tres ejes, vehículos utilitarios, industria del plástico, envases con alto valor agregado para la exportación de distinto tipo de frutas, de espárragos verdes. Tenemos una línea de productos de exportación a Chile de alto valor agregado, muy elaborados, industriales y manufacturados. Ese es un dato muy relevante.
En materia de inversiones, entre directas y financieras, Chile tiene alrededor de 1.000 millones de dólares en Uruguay, y estamos perfeccionando el acuerdo de promoción y protección recíproca de inversiones. Además, estamos avanzando en un acuerdo para evitar la doble tributación; estamos avanzando en compras del Estado y en normas de origen, por lo cual tenemos expectativas de que estas cifras récord de intercambio comercial, de inversiones y de bienes y servicios van a tener un incremento sustancial.
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EC - Cuentan las crónicas de esta mañana que la presidenta Bachelet, que llegó sobre las 18.30 a Montevideo, hizo una breve escala en el hotel Radisson, donde se aloja, para después, vestida con un impecable tapado negro, trasladarse a pie hasta el bar Fun-Fun, donde la esperaba un "suculento menú", según el diario El Observador.
Rodeada de una comitiva de cerca de 40 personas, Bachelet disfrutó de miniprovoletas, picada de carnes, chorizos, morcillas, ensalada, y, de postre, brochette de frutas con chocolate. Obviamente, probó la clásica Uvita, y además cantó, a coro con sus acompañantes, el tango Volver.