Entrevistas

Bachelet y su forma de gobernar "sin enojos"

Además de las reuniones protocolares y los temas comerciales, en su visita a Uruguay a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, le interesaba particularmente su intervención en el seminario "Participación política de las mujeres en el nuevo contexto latinoamericano", donde habló se su forma de ser y de gobernar. "La humanidad es parte también de la política y no se requiere estar enojado, gritoneándole todo el día a todo el mundo para sentir la autoridad", dijo. Informe de Elena Risso.

(Emitido a las 8.37)

EMILIANO COTELO:

El "modelo chileno" y la "izquierda chilena". Esos dos conceptos se escuchan con frecuencia en Uruguay cuando se pregunta qué país o que línea de gobierno deben ser tomados en cuenta cuando se llega al poder.

Esa es una de las razones de interés en la visita que desde la noche del domingo realiza a Uruguay la presidenta chilena, Michelle Bachelet.

La agenda de Bachelet es por demás apretada, pero eso no le impidió hacerse un hueco (de más de dos horas ayer por la tarde) para participar, en el Palacio Legislativo, en un seminario titulado "Participación política de las mujeres en el nuevo contexto latinoamericano".

En un ámbito distendido y frente a unas 60 mujeres y algún que otro jerarca hombre, Bachelet dio consejos a sus congéneres sobre cómo actuar en política y trazó un paralelismo entre su forma de actuar, la del presidente Tabaré Vázquez y la de su par español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Nuestra compañera Elena Risso estuvo en ese seminario y nos va a contar qué fue lo que ocurrió en el anexo del Palacio Legislativo.

¿En qué consistió esa actividad ayer por la tarde en el Palacio Legislativo?

***

ELENA RISSO:

Después de dar su mensaje ante la Asamblea General, Bachelet se trasladó al edificio anexo, donde disertó en ese seminario organizado por la bancada bicameral femenina y la embajada de Chile.

EC - El público estaba integrado por legisladoras... ¿y qué más?

ER - Legisladoras, alguna empresaria, integrantes del cuerpo diplomático –la embajadora de Colombia, la embajadora de Panamá, entre otras– y dirigentes de los distintos partidos políticos.

De acuerdo con las consultas que hice en los días previos, esta actividad era "prioritaria" para Bachelet en el marco de su visita a Uruguay. Esto es, según el diario chileno El Mercurio, porque Bachelet quiere el respaldo uruguayo para que a su gobierno le corresponda la presidencia de la Comisión Internacional de Mujeres de la OEA, que disputa con Argentina.

EC - ¿Ese habría sido el interés de Michelle Bachelet para participar en este seminario?

ER - Eso es lo que dice el diario El Mercurio. En Uruguay nos dijeron que ella tenía mucho interés en este seminario, en el que desembarcó con un contingente muy grande de mujeres ministras, legisladoras y asesoras.

Pero independientemente de cuál haya sido el interés que movió a la delegación chilena a participar en este encuentro, lo cierto es que la exposición de Bachelet valió la pena. Tanto por lo que dijo como por la forma en que lo dijo: en un ámbito sin protocolo, sin ningún formalismo, con una manera muy particular de hablar, muy serena, en un tono muy de camaradería, relató anécdotas de su vida cotidiana.

EC - ¿Qué destacas de su intervención?

ER - En particular, un mensaje político bastante llamativo fueron las referencias específicas al presidente Tabaré Vázquez y el hecho de que destacara que ambos tienen una manera particular de llevar adelante la conducción política por ser médicos.

EC - Marcó una similitud por sus profesiones.

ER - Los dos son socialistas y los dos son médicos. Muchos recordaron que el presidente Vázquez suele utilizar metáforas médicas y explica "por mi deformación profesional...". Bachelet también lo hizo, entre risas; incluso en un momento una mujer resbaló en una de las escalinatas de la sala Paulina Luisi y ella, apelando a su condición de médica, se ofreció a atenderla.

EC - Si hablamos de coincidencias entre Bachelet y Vázquez, también se puede citar que bajo sus mandatos, Chile y Uruguay son considerados dos países "amigos" de Estados Unidos y, por otra parte, que han tenido algunos enfrentamientos dentro de la región.

ER - Con los gobiernos progresistas de la región.

EC - Por ejemplo, enfrentamientos con Argentina, por citar un caso.

ER - Y con Venezuela. Por eso me pareció importante lo que dijo en su intervención.

EC - ¿Qué dijo?

ER - Venía hablando de los estilos de conducción, de cómo las mujeres para demostrar su autoridad no tienen que imitar a los hombres e imponerse a los gritos. Y terminó elogiando a Vázquez de esta manera.

(Audio Michelle Bachelet.)

"Yo he visto mujeres que mandan usando códigos masculinos, y he visto hombres que se permiten un liderazgo más integra, más holístico –como me gusta decir- y ustedes tienen un muy buen ejemplo en el presidente Vázquez. No sé si es porque somos médicos, pero esta cosa de que la humanidad es parte también de la política y no se requiere estar enojado, gritoneándole todo el día a todo el mundo para sentir la autoridad. José Luis Rodríguez Zapatero también es alguien con el que siento una afinidad muy clara. No solo en el contenido, sino en la forma. Y tenemos una Margaret Thatcher que era la Dama de Hierro. Por eso no es eso que las mujeres somos todas A y los hombres todos B."

(Fin.)

EC - Por otro lado, comentaste en el arranque que Bachelet dio una suerte de "consejos" al auditorio femenino sobre cómo ejercer el poder...

ER - ... sobre su manera de ser. Si se compara el estilo de Bachelet con el de Cristina Fernández, eso de no imponerse a los gritos es algo que contrasta. Ella decía que para mandar, una mujer no necesita parecerse a un hombre, en el sentido de que no tiene que gritar, que lo tiene que hacer a su manera.

(Audio Michelle Bachelet.)

"Mi llamado es a no perder lo propio. A no transformarnos en mujeres que tengamos que parecer hombres para que nos crean. Es mi opción. Ha tenido costos. Cada vez que tomo una decisión, después veo en el diario que ‘seguro tal señor la convenció’. Eso sucede, pero así es la vida. Y no me estoy quejando, sólo estoy diciendo que este es el mundo en que nos toca trabajar y vivir a las mujeres. Pero se puede, no solo sobrevivir, sino que se puede tener éxito."

(Fin.)

EC - Por ahí venía la sugerencia de Bachelet a las parlamentarias uruguayas: no intentar parecer hombres a la hora de participar en el gobierno.

ER - Sí, esa era la "fórmula". Y por los comentarios, más de una estuvo de acuerdo. 

Ahora, te cuento algunas anécdotas que contó Bachelet que me resultaron llamativas, porque no es el tipo de cosas que se escucha en los actos oficiales.
 
Por ejemplo, recordemos que ella fue la primera ministra de Defensa mujer en Chile, durante el gobierno del ex presidente Ricardo Lagos, y a su vez es hija de un general que murió durante la dictadura. Contaba que cuando asumió todo el mundo decía "qué emocionada debe estar, pasando revista a las tropas, recordando a su padre", y ella decía que eso no le preocupaba, que su principal preocupación era que cuando pasara revista a las tropas no le saliera "voz de pito".

También contó que su madre –muy conocedora del mundo militar por haber estado casada con un general– le decía que cuando tratara a los subalternos militares tenía que tomar determinadas precauciones para que no la fueran a considerar débil y no le prestaran atención.

Además, habló de las diferencias que enfrentaba con relación a los hombres chilenos en lo que tenía que ver con expresar las emociones. Decía que si el presidente Lagos se emocionaba en público se lo consideraba una persona "sensible", pero que si le pasaba algo similar a ella, lisa y llanamente se la calificaba como "histérica".

EC - ¿Cómo fue el ambiente en el auditorio, cómo fue la reacción de la gente que estaba en la sala ante este tipo de comentarios?

ER - Todas estaban encantadas y aprovecharon para contar sus experiencias y decir que les pasaba lo mismo y que no podían imponer sus visiones.

Pero más allá de las anécdotas y comentarios humorísticos, también valieron la pena algunas referencias que hizo Bachelet a algunas de las prácticas que lleva adelante en su gobierno con respecto a los temas de género.

EC - ¿Podemos mencionar algunas?

ER - Sí, a modo de resumen: un plan para combatir la violencia doméstica –un tema muy recurrente también en Uruguay–, que abarca los distintos niveles de enseñanza para que haya una igualdad entre hombres y mujeres; una jubilación para amas de casa –no les dicen amas de casa, son trabajadoras que están en el hogar–; y un bono por hijo que nazca o que adopten familias con dificultades económicas, como forma de promover la maternidad. Esas entre otras iniciativas.