Entrevistas

Inseguridad se soluciona con tratamiento integral y no "solo reprimiendo"

Inseguridad se soluciona con tratamiento integral y no "solo reprimiendo"

El Partido Socialista solicitó a la dirigencia del Frente Amplio que incluya a la seguridad pública como una prioridad en la agenda política nacional, ya que este "no es un problema exclusivo del Ministerio del Interior", explicó el secretario general del partido, Eduardo Fernández, y sostuvo que este pedido nada tuvo que ver con la divulgación de la encuesta Factum que mostró que el 75% de la población se siente insegura. El dirigente dijo que la gente a veces se genera percepciones "porque en los medios aparece mucho el tema del delito" y sostuvo que el tema de la inseguridad se soluciona mirándolo "desde todo punto de vista, no solamente reprimiendo, ni llenando de policías".

(Emitido a las 7.46)

EMILIANO COTELO:
El Partido Socialista (PS) propuso al Frente Amplio (FA) priorizar la seguridad ciudadana en la agenda política nacional.

La resolución surgió del Comité Central del PS que deliberó el viernes 18. Casualmente, en la mañana de ese día, aquí En Perspectiva se había divulgado el capítulo relativo a seguridad ciudadana de la última Encuesta Nacional Factum.

El sociólogo Eduardo Bottinelli, coordinador general de Factum, dio los números: el 75% de los uruguayos cree que la seguridad pública en el país está mal, el 20% entiende que está más o menos y solo el 5% considera que está bien.

Estamos con Eduardo Fernández, secretario general del PS. Ese día ustedes recibieron a la ministra del Interior, Daisy Tourné, que es socialista. ¿Estaba previsto que participara?

***

EDUARDO FERNÁNDEZ:
Sí, dentro de lo que era la evaluación política del tránsito del gobierno, la fuerza política, etcétera, habíamos previsto tener un informe económico, que se hizo a través de los economistas Graciela Romitti y Daniel Olesker; y también iba a estar el ministro Daniel Martínez, que tuvo que viajar a Brasil para firmar un convenio en Río.

Íbamos a hacer una evaluación conjunta de toda la situación de gobierno, y en particular de los aspectos que le señalaba.
 
EC - Llegado el caso de evaluar la gestión de la ministra Daisy Tourné, ¿de qué manera incidió en el análisis la encuesta que se conoció el viernes?

EF - Se lo digo con honestidad: nos consta que ustedes divulgaron el viernes la encuesta, alguien hizo mención, pero no la teníamos antes y por lo tanto no evaluamos la gestión de la compañera Tourné, sino que vimos los problemas en general de la gestión del gobierno. La seguridad estaba incluida, porque es uno de los temas que tenemos que discutir, fue una de las cosas que planteamos y propusimos que se le diera prioridad. No que el problema de la seguridad se trate como único y exclusivo tema –como a veces pasa–, pero que se trate, porque en el Frente cuesta tratar los temas de seguridad en general, integralmente. La seguridad no es un problema exclusivamente del Ministerio del Interior, por eso no podemos verla como un problema exclusivo de la gestión de ese ministerio, sino que es un problema que va muy vinculado.

Yo siempre recuerdo que Tabaré había tomado -de no recuerdo qué alcalde- aquello de que la ciudad más limpia no es la que más se limpia, sino la que menos se ensucia. No es un problema de llenar de policías y cárceles, la seguridad va vinculada con muchas cosas.

EC - Usted dice que en el FA cuesta enfocar el problema de la seguridad pública, de la seguridad ciudadana. ¿Por qué?, ¿en qué sentido?

EF - Hay que analizarlo como un problema que pasa en el mundo. Hay nuevos delitos, una vez que las sociedades aprenden a defenderse de algunos delitos, aparecen otros. Y además todos conocemos la violencia que hay en el mundo. Usted me dirá que no mire el mundo, que mire a Uruguay, pero estamos en el mundo. Es muy fuerte, uno escucha a veces con tremendo dolor que después de una fiesta algunos jóvenes se agarran a puñaladas. Y no son precisamente jóvenes de los sectores más empobrecidos. Y está la violencia doméstica, que ha aumentado en forma tremenda. ¿Cómo se puede resolver eso? No va a meter un policía en cada casa. Esto ha aumentado y es uno de los problemas que han tomado más relevancia en los últimos tiempos. Entonces está aquello de por qué, si estaba creciendo y no se denunciaba, o si ahora se denuncia más porque se está atacando y entonces aparece.

EC - Si nos manejamos con los números de la Encuesta Factum que se divulgaron el viernes, el 75% de las personas consultadas entiende que la seguridad pública está mal. Y este es el peor guarismo de los últimos años. Si vamos al primer trimestre del año 94, durante el gobierno de Lacalle, 39% decía que la seguridad pública estaba mal; en el segundo gobierno de Sanguinetti, en el período equivalente, el 65% decía que estaba mal; en el gobierno de Jorge Batlle, el 61%, y ahora estamos en el 75%. ¿Cómo examinan eso?
 
EF - Repito: usted maneja una encuesta que nosotros no manejamos. Entonces no hablamos de la encuesta.

EC - Pero cuando tratan estos temas políticamente supongo que vuelcan sobre la mesa percepciones que tienen, lo que la gente les dice, lo que hablan con la población. La encuesta es un modo de reflejar eso.

EF - Le iba a decir eso, nos manejamos con las percepciones que tenemos porque hablamos con la gente, porque el Comité Central está integrado por los secretarios políticos de todas las departamentales del país. Pero le puedo decir que es evidente que en el trabajo que hace el ministerio –que cada tanto anuncia el sociólogo Paternain–, se ve que hay una preocupación por atacar el tema en general y la percepción. A veces se generan en la población determinadas percepciones porque en los medios aparece mucho el tema del delito y la gente siente que hay mayor inseguridad. La ministra siempre ha dicho que no niega que haya situaciones, porque las hay, pero hay que reconocer que a veces se generan en función de lo que se oye y ve permanentemente. Hace poco aparecieron unos señores que decían: "A mí me molesta mucho el IRPF"; "¿Y usted cuánto paga?"; "No sé", y al final resultó que no pagaban, pero sentían que se hablaba en contra de eso.

Nos preocupa mirar el problema integralmente, hay que mirar la violencia desde todo punto de vista. ¿Se resuelve con mayor represión?, ¿se resuelve agregando años de cárcel?, ¿se resuelve bajando la edad inimputabilidad? Al final vamos a llevar presos a niños de tres años.

En estos últimos días se ha hablado del tema salarial de la policía. Yo recuerdo perfectamente –quizás esto no se recogiera en las encuestas porque la cuestión no estaba tan a tope– que hace unos años se hablaba mucho de que la policía, dado su empobrecimiento, vivía en los mismos lugares donde vivían los actores del delito. Entonces entramos a mirar lo salarial y nos encontramos con que fue durante el gobierno del doctor Lacalle que se empobreció más a la policía. Luego, con el gobierno del doctor Sanguinetti, el salario se perforó, se hizo todo en negro. Con el doctor Batlle volvió a caer el salario policial. Y hoy, con un esfuerzo importante, se está recuperando. Por supuesto, todavía está muy lejos de lo que debe ganar un agente que tiene que ver con la seguridad del país. En estos días se ha dicho que el trabajo del agente policial se consideraba como un trabajo desmerecido. Hay que elevarlo, hay que pagar más, y para ello también hay que formar mejor, y para formar también hay que gastar.

En el país todos tenemos que hacer el análisis de que cuando gastamos en un lado no podemos gastar en el otro. Esto es una cuestión fundamental. Con respecto a la seguridad tenemos que hacer un gran análisis, tenemos que ver qué pasa con la violencia en general. No es un problema de la policía, no es un problema de si uno tiene más policías dentro de un local bailable donde se comete el delito de despachar alcohol a menores. Eso se está combatiendo. Pero para combatirlo hay que contratar más funcionarios en el INAU, hay que poner más fuerza policial, y todo esto también cuesta plata. Fundamentalmente hay que educar.

EC - En cuanto a lo que se ha hecho en este gobierno, más allá de esas mejoras en materia salarial y otras medidas que van en la buena dirección, ¿no hay también un espacio para la autocrítica? Se lo planteo a partir de observaciones que llegan desde la oposición. Por ejemplo, en este fin de semana y a raíz de la encuesta, el senador y ex subsecretario del Interior durante el gobierno del Partido Nacional Carlos Moreira dijo: "Pienso que el gobierno en esto fue excesivamente indulgente con todo el enfoque de la criminalidad, centrando mucho más la mirada en el delincuente, el medio socioeconómico del cual proviene, que en la víctima".

Según Moreira, el gobierno "llegó flechado al revés, hizo un enfoque más sociológico que sobre las consecuencias del delito, y la población lo está sufriendo y esta encuesta revela el sentimiento que alienta a todos los uruguayos. Todos nos sentimos inseguros en nuestros hogares, en las calles...".

¿Llegaron a alguna conclusión con respecto al enfoque con el que se manejó el problema de la seguridad ciudadana?

EF - Recién le decía que sería bueno, cuando se toman las encuestas, que se manejaran también otros números. Cuando el doctor Moreira fue subsecretario del Interior pasó lo que acabo de decir, se atacó la intención de los policías de juntarse para exigir mejores condiciones laborales, para sentirse más dignos. Ahora también se pagan consecuencias de no haber aplicado políticas claramente sociales con respecto al cuerpo policial.

EC - Pero yo le pregunto por hoy, por este período de gobierno.

EF - Usted me menciona una crítica, "mire lo que dijo Moreira", y yo le digo otra cosa de Moreira: si pretendemos resolver este problema nacional, hay que hacer las distintas autocríticas. Primero que nada, este gobierno sí va a tratar sociológicamente o desde el punto de vista de los derechos humanos todo, porque nosotros defendemos los derechos humanos, al contrario de lo que plantean muchísimos representantes de la oposición. Discúlpeme, no es atacar a la oposición por atacarla, sino para mostrar que partimos de enfoques totalmente distintos.

Por supuesto que no podemos admitir de ninguna manera que a quien comete un delito se lo meta en un lugar donde se prepare para ser mejor delincuente, donde se generen broncas y rencores con aquellos que han cometido un delito, un error, que todos podemos cometer. La sociedad no los puede condenar a vivir como lo han hecho, y se está tratando de mejorar.

A su vez, se buscó mejorar al cuerpo policial. Se permitió que se organizara en sindicatos que tienen límites, porque la seguridad tiene límites.

Usted me pide una autocrítica, pero cuando uno hace evaluaciones en cualquier orden de la vida, en este caso políticas, las hace en forma crítica, evalúa lo bueno y ve lo que se puede mejorar. Si hemos decidido plantearle a la fuerza política, al FA, que estamos todos preocupados y pedirle que se trate este tema con mayor rigurosidad, quiere decir que entendemos que hay muchas cosas para mejorar.

EC - Pero no me ha dicho cómo se puede encarar con más rigurosidad.

EF - Integralidad, integralidad, integralidad, hay que mirarlo desde todo punto de vista, no solamente reprimiendo, no solo llenando de policías. Además en este momento, en función de que ha aumentado la oferta de trabajo, mucha gente va hacia otros lugares en vez de ir a la Policía. Hay que mirarlo integralmente.

EC - Pero detrás de ese concepto cuesta ver puntos o líneas de trabajo concretas. ¿Qué quiere decir "integralidad"? ¿Cómo combaten ustedes esta percepción que aparece en muchos de los mensajes que están llegando en este momento de los oyentes? Por ejemplo, Gabriela de Atlántida, dice: "Al Frente le interesan más los derechos de los delincuentes que los del ciudadano"

EF - No es así, de ninguna manera...

EC - ...¿pero cómo manejan esa percepción que existe?

EF – Yo le voy a explicar. A mí me interesan mis derechos, los derechos de mi hija y los de mis nietos, yo también tengo familia. Es un problema de toda la sociedad. Tenemos que ver también con los medios de comunicación cómo nos ayudamos entre todos para generar campañas, buscar formas distintas, estudiar los problemas que hacen a la represión del delito.

Pero no se resuelven de un día para el otro problemas que se han generado durante años y años y otros que se siguen generando. Hay que estudiarlos con mucha seriedad, como se ha hecho hasta ahora, pero vamos a seguir profundizando. Es muy lindo decir "estoy en contra, mire lo que es esto, hay que meter todos los presos para adentro", pero si se trata de un hijo o de un familiar que se tomó alguna de más –o de algún mayor, porque a veces se pone esto en los jóvenes, y la Juventud Socialista se ha preocupado por esto también– y va preso, "por favor, no me lo mande al Comcar". Tenemos que verlo para todos y para todos igual.