(Emitido a las 7.43)

JOSÉ IRAZÁBAL:

El senador José Mujica regresó anoche de un viaje relámpago que hizo a Argentina para reunirse con la presidenta Cristina Fernández; un encuentro en el que también participó el ex presidente Néstor Kirchner.

El líder del MPP dijo que en el encuentro planteó la necesidad de estrechar las relaciones entre las sociedades de América Latina y que desde los gobiernos se deben generar en ese sentido. y en cuanto al conflicto por la instalación de la planta de Botnia en Fray Bentos, afirmó que obtuvo respuestas comprensivas de parte de la presidenta argentina y también desde el ex presidente argentino Néstor Kirchner.

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Para profundizar en lo que fue esta visita estamos en esta mañana en contacto con el senador José Mujica.

¿En calidad de qué fue ayer a hablar con la presidenta argentina?

JOSÉ MUJICA:
Yo había pedido una entrevista cuando estuve en la Argentina para hablar con Kirchner, que es un importante representante del partido político que está en el gobierno. Yo, en mi carácter de integrante de una fuerza política de las que integra la coalición, le había pedido para hablar políticamente con él.

JI – ¿No con la presidenta, sino con él?

JM – No, no había pedido con la presidenta, había pedido con él, en mi carácter de representante de uno de los sectores políticos que compone el Frente Amplio. ¿Y por qué lo hice? Porque es obvia la representatividad de Kirchner en la fuerza política que está en la conducción argentina y, por lo tanto, considero que hay que reconocer siempre los hechos y es un deber tratar de mantener un intercambio y unas relaciones políticas personales, que constituyen un capital indeleble, un capital muy difícil de medir.

Los seres humanos que manejan los estados no dejan de ser seres humanos y como tal, me parece que si la relación con Argentina es importante, todos quienes en alguna medida tienen responsabilidades políticas en el Uruguay deben procurar tener relaciones en el marco de la región.

Ello no quiere decir que usted tenga un resultado inmediato, pero contribuye a componer un clima, a componer circunstancias que facilitan que después puedan caminar las decisiones formales que le corresponden a los estados.

JI – ¿Cuándo se enteró usted que esa reunión que había pedido no sólo iba a ser con Kirchner sino que iba a ser directamente con la presidenta del país?

JM – Me enteré cuando se acomodó la fecha y que me recibían en Olivos. Yo ya conocía a la señora presidenta, había estado con ella en una entrevista hace algunos años cuando era senadora, no le resultaba extraño, y para mí fue una satisfacción y fue un halago.

JI – En cuanto a avances o acercamientos a nivel de gobiernos no ha habido demasiadas señales en estos últimos tiempos, no se han suscitado episodios de acercamiento. Sorprende un poco que usted haya sido recibido –a título personal o de su sector político– directamente por la presidenta de ese país, cuando hubo momentos muy complicados a nivel de los propios presidentes. ¿Cómo tomó ese punto?

JM – Ha habido situaciones complicadas, que son insoslayables, pero tampoco uno se puede quedar en eso. En la vida hay que tener actitud activa en aquellos problemas que se consideren importantes; yo no representaba al Estado, no represento al gobierno, que tiene su Cancillería, sus mecanismos, etcétera. Soy simplemente el Pepe Mujica, el senador más votado de este país, con la libertad suficiente como para procurar tener por lo menos relaciones, nada más ni nada menos que con la Argentina, un país que considero bastante determinante para el Uruguay. Y como tal, tengo la independencia de asumir esa actitud y exhorto a que cultivemos y hagamos todo lo que podamos por todos lados para mejorar la relación con Argentina.

Así, si el otro día fui a hablar con Larrañaga –a comer un asado con él–,si me dan una oportunidad de hablar con la señora presidenta, le digo con claridad lo que pienso.

JI – Cuénteme –si puede, con los detalles– el momento en que abordaron el conflicto por el tema de Botnia.

JM – Le puedo resumir la respuesta: el tiempo va a hacer lo suyo y va a arreglar este problema.

JI – Eso fue lo que le dijo Cristina Fernández de Kirchner.

JM – Sí, palabra más palabra menos.

JI – ¿Le planteó algo?

JM – No me planteó en ningún momento ninguna animosidad, ni nada por el estilo.

JI – ¿Qué pasa con el tema del piquete en Gualeguaychú?

JM – Ellos están en una conflictividad con parte de esos sectores, también por problemas internos de la política argentina y confío que en esa afirmación hay todo un contenido.

JI – ¿Qué otro tema usted destacaría del diálogo de ayer sobre puntos concretos? Por ejemplo, se decía que en su agenda estaba el tema de las retenciones y el gas, ¿hablaron sobre ese punto?

JM – No, de retenciones no hablamos para nada. Yo me detuve bastante en un panorama general del funcionamiento y de las dificultades que tiene el Mercosur y de los problemas que nos exponen. Y le pinté con claridad que los pequeños países, o encajamos en el todo de esa política de integración, o inevitablemente vamos a quedar sin ninguna voluntad de ser utilizados en contra de la integración, aún sin un problema de mala fe...

A ver si me entienden: o caminamos en la integración y la integración nos resulta útil y resulta útil a todos, o el mundo nos va a ir arrastrando a ubicarnos como una Gibraltar, como algo que termina estorbando a la propia integración. Nosotros necesitamos, inapelablemente, una inserción exterior que nos ayude a desarrollarnos y los países grandes tienen la obligación de liderar y de entender eso, porque en las naciones no se hace lo que se quiere, estamos sujetos a las fuerzas que inciden en nosotros mismos. Este problema es central, podemos ser víctimas-victimarios y como los países no se mudan... yo tengo muy presente lo que pasaba en este país cuando el segundo gobierno de Perón, en el que terminamos aislados de la región y no le fue bien al Uruguay.

Entonces esto es un poco de sabiduría política y le di mi visión sin ambage, porque Argentina y Brasil tienen que asumir un liderazgo que significa que hay que darle a los más pequeños, a los que simétricamente se han arrimado. Me parece que hay que insistir en ese tipo de línea, hay que tratar de convencer, y es mi humilde manera de ver este fenómeno de los dilemas que plantea la política de integración.

JI – Usted mencionaba hoy el contacto que tuvo el sábado en la chacra de Larrañaga, en el departamento de Flores, y mencionaba el encuentro de ayer con la presidenta argentina y Néstor Kirchner. Y hay algún oyente que plantea, y es seguramente una pregunta que está surgiendo en muchos: "¿El Pepe Mujica largó la campaña electoral?".

JM – No, no largué la campaña, estoy haciendo lo que tengo que hacer. Al contrario, esto es para todo el Uruguay; yo no acepto esa visión vintenera de mercachifleo de que voy a hablar por esto. Soy el senador que salí más votado cargo con una responsabilidad, mi fuerza política va a tener que tomar decisiones importantes, eso no está en juego. El problema es que las relaciones del Uruguay con la Argentina no son moco de pavo, no son una cosa secundaria entre otras cosas hay más de 300.000 uruguayos que viven allá.

JI – ¿Usted hubiese preferido que en el encuentro de ayer hubiese estado el canciller Gonzalo Fernández y no usted?

JM – Son vías distintas, el canciller tiene su buena relación y se moverá con el Estado argentino. Yo fui a hablar en un plano francamente político, al Estado lo representa el canciller; yo soy un actor político y como tal tengo la independencia, en nombre de mis compañeros y de la gente que me respalda, de tratar de incidir políticamente, que es otra historia. No me voy a meter en las decisiones de Estado.

JI – Volviendo a la interna del Frente Amplio, se lo han preguntado 1.000 veces: ¿Cómo observa usted la definición de quién va a ser el precandidato del Frente Amplio? ¿Usted está dispuesto? ¿Siente que ese es el lugar que puede llegar a ocupar en el corto plazo si esta definición se toma? ¿Cómo lo ve hoy?

JM – Yo digo enfáticamente: no tengo ninguna decisión tomada, el día que la tenga la voy a decir sin tapujos. Y si me toca ser primero, segundo o veinticinco, voy a acompañar a la fuerza política, que ahora tiene que luchar por una fórmula de consenso. Si eso se agota, veremos la decisión. Ahora hay que tratar de tener un programa y una fórmula de consenso y yo me voy a mover en ese plano.

JI – Llegar a esa fórmula de consenso ¿puede implicar que quienes hoy son "los nombres cantados" (el suyo o el de Danilo Astori) den un paso al costado?

JM – También puede ser posible, pero lo que yo quise decir con eso es que yo no tengo problema de ir de segundo de Danilo.

JI – Usted no tiene problema de ser candidato a la vicepresidencia...

JM – ...no tengo ningún problema de acompañarlo a Danilo. Este país es muy conservador, cuesta muchísimo que alguien sea presidenciable, no sé por qué, que hablen los politólogos. Yo estoy en mi último partido y tengo que dar una mano, pero tampoco voy a andar estorbando mucho.

JI – ¿Qué le están pidiendo desde la interna del MPP?

JM – De todos lados, me tironean de todos lados.

JI – ¿Y de su interna qué le están pidiendo?

JM – Me están pidiendo que vaya de candidato y no sólo de mi interna... pero me parece que lo importante es que salgamos unidos.

JI – ¿Cuándo hay que tener esto resuelto?

JM – Antes del Congreso.

JI – ¿Ahí ya tienen que estar los nombres? ¿Tiene que estar el consenso?

JM – Tienen que tener un franco apoyo. Cuando digo un consenso no quiero decir unanimidad... lo veo así.

Usted piense lo siguiente, mire que yo tengo muchos defectos y uno de ellos es que soy muy independiente en la cabeza, no voy a dejar de hacer lo que considero que tengo que hacer, por un problema de la fórmula o de esto o lo otro.

(Foto: AFP)