Entrevistas

Agazzi: En Uruguay con frecuencia nos hacen falta causas comunes

Agazzi: En Uruguay con frecuencia nos hacen falta causas comunes

El discurso de clausura de la Expo Prado realizado por el ministro Ernesto Agazzi fue muy elogiado por representantes de todos los partidos políticos. Consultado sobre sus palabras del sábado, dijo: "hoy estamos en el mundo y en él nos tenemos que presentar como país, no como sectores". El jerarca destacó los avances realizados en temas como el aumento de salario para los trabajadores rurales, el control sanitario y la conservación de los suelos, aunque reconoció que "en el sector agropecuario no está todo bien". Además, dijo que "ahora hay un clima diferente en el país", que contribuye al buen relacionamiento que entre el gobierno y la ARU.

(Emitido a las 7:49)

EMILIANO COTELO:
Este fin de semana culminó una nueva edición de la Expo Prado que organiza la Asociación Rural del Uruguay (ARU). Quienes visitaron el sábado de tarde el predio de la Rural se encontraron con el acto de clausura donde hablaron el presidente de la ARU, Guzmán Tellechea y el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi, después de lo cual desfilaron en el ruedo los animales premiados en las diferentes razas y categorías.

Hasta aquí no he descrito más que una jornada como las que se repiten año a año sobre las últimas horas de este evento. Sin embargo la jornada de este sábado tuvo algunos condimentos singulares, sobre todo si hablamos de la intervención del ministro Ernesto Agazzi:

(Audio Agazzi)

"Los invitamos a seguir trabajando y contribuyendo en la dirección de este esfuerzo a mediano y largo plazo. Diferentes opiniones, diferentes propuestas siempre van a haber, el problema no son las diferencias, la historia no se va a ocupar de nuestras diferencias. La historia se va a ocupar de si hemos sido capaces de convertir nuestras diferencias en aportes posibles a una tarea común... (aplausos)... con tolerancia, con espíritu democrático, con confianza en integrar, en sumar, dejando atrás desconfianzas y enfrentamientos estériles, tenemos mucho para hacer por el Uruguay".

(Fin)

Agazzi, que hablaba por primera vez como ministro en una Expo Prado, concitó una sorprendente suma de elogios tanto de dirigentes ruralistas como de líderes políticos de la oposición. Por ejemplo, tuvieron palabras de saludo para sus expresiones Luis Alberto Lacalle, Luis Hierro López o Pablo Mieres.

(Audio Lacalle)

"El final merece un comentario especial, cuando dijo "La historia no se va a acordar de nuestras diferencias sino de lo que podamos hacer juntos". Me parece que ese es el espíritu sobre todo cuando se avecina un año electoral...".

(Fin)

(Audio Hierro López)

"... un discurso de unidad invocando la necesidad de que los uruguayos estemos juntos, me parece que hubo un punto de inflexión muy interesante...".

(Fin)

(Audio Mieres)

"...me parece muy resaltable la actitud de apertura al diálogo y de reconocimiento de que las diferencias -que puede haberlas y que seguramente las hay, como siempre- deban trabajarse con diálogo y deba aprovecharse sobre todo este momento tan excepcional que el país vive en materia de crecimiento...".

(Fin)

En el ámbito gremial, mientras tanto, Gonzalo Chiarino Milans, veterano dirigente, ex presidente de la Federación Rural y frecuente crítico del gobierno, fue categórico cuando calificó de "magnífico" el discurso del ministro. Dijo: "Me encuentro con un hombre ubicado que puede discrepar con nosotros pero con una visión muy clara de las cosas".

Por su parte, el futuro presidente de la ARU, Manuel Lussich, señaló: "Lo que más me impactó fue el enfoque sobre el mundo, que para nosotros es clave. Uruguay tiene que apostar al mundo porque nuestro desarrollo va a estar vinculado a la apertura de nuevos mercados y a ser competitivos a nivel mundial. También llamó a trabajar en conjunto, lo cual aceptamos. Habría que remontarse mucho en el tiempo para encontrar un discurso de un ministro que se pueda comparar con este".

***

EC – Estamos con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ernesto Agazzi. ¿Usted se había propuesto hacer un discurso conciliador?

ERNESTO AGAZZI:
No, de ninguna manera. Yo trabajo sumando todos los días, en realidad una cosa es la conciliación y otra es la actitud democrática, integradora. Lo que yo dije ahí es lo que hacemos quienes tenemos responsabilidad en el Ministerio y en las políticas públicas agropecuarias, nosotros tenemos reuniones regulares con las gremiales.

En su propio discurso, Tellechea resaltó algunos componentes de la actual reforma de la ley tributaria que salieron de discusiones que tuvimos.

Me parece que el hecho de que el agro tenga múltiples intereses y haya distintos enfoques (sobre todo entre las gremiales de los productores más poderosos y las gremiales de los productores medianos o chicos o los trabajadores rurales) no quiere decir que cada uno se vaya a comer a su rincón, sino que hay que tener la capacidad de integrar todo eso para el desarrollo del país.

Esa es la manera como nosotros venimos trabajando y fue simplemente lo que dije, no inventé nada para este discurso.

EC – Está bien pero realizó algún gesto fuerte, como cuando tomó esa bandera sobre el final y dijo "Con este emblema mi consigna hoy es ganemos todos".

EA – Exactamente. A mí me parece que en el Uruguay con frecuencia nos hacen falta causas comunes. Cada uno de nosotros tiene su "tractorcito" en el que va empujando y con frecuencia vemos más las diferencias que las tareas que tenemos que impulsar entre todos. Y somos un país -visto desde el sector agropecuario- que tiene posibilidades muy buenas pero somos muy chiquitos en el concierto internacional. Si no actuamos con una visión de país, si actuamos como era antes, cuando teníamos una economía bastante cerrada, cuando los temas a discutir entre los distintos sectores eran los temas adentro del país, a ver cómo nos repartíamos la torta entre los empresarios, los trabajadores, los distintos sectores del agro, en la industria... ese era un panorama, pero ya no existe más eso. Hoy estamos en el mundo y en él nos tenemos que presentar como país, no como sectores.

¿A quién le importa en el mundo lo que es la ARU? ¿A quién le importa en el mundo quién es el PIT-CNT? En el mundo tenemos que ubicar al Uruguay, y tenemos que encontrar mecanismos internos para tener diálogos constructivos donde cada uno va a tener su punto de vista, pero poder ubicarnos como Uruguay. Ese es el sentido de lo que yo planteaba y la bandera es lo que nos envuelve a todos. Me parece que hay que tener un concepto de defensa de los intereses nacionales en estas cosas.

EC – Durante la semana ya había quedado claro que el clima del vínculo entre el gobierno y las gremiales agropecuarias -en este caso la ARU- era bueno cuando se produjo la reunión entre el presidente Tabaré Vázquez y la directiva de la ARU, el martes. Allí se supo que había diferencias –ya se conocían de antes–, que se repasaron pero en un tono muy civilizado y muy constructivo. Eso fue lo que ocurrió también el sábado, porque los dos discursos –el suyo y el de Tellechea- incluyeron diferencias, puntos de vista que la otra parte no compartía ¿no?

EA – Si nosotros usáramos una lupa analítico-descriptiva podríamos encontrar todas las diferencias que dice usted en los discursos, pero me parece que eso no es el asunto. Es bastante lógico que haya diferencias entre un gobierno de izquierda y una gremial que tiene entre sus principales integrantes a los productores más grandes del país. Pero creo que la señal fuerte fue que la ARU haya invitado al señor presidente de la República y que él haya aceptado ir y haber tenido un almuerzo con las autoridades de la ARU donde se conversaron varios temas, porque esto no había pasado antes. Antes había una actitud de la ARU de confrontación con el gobierno. Recuerdo en la época en que se empezaba a discutir la reforma tributaria, la discusión sobre los combustibles, aquel paro que hubo llamado por la ARU que nunca había parado en este país junto con gremiales transportistas, me parece que todo eso...

EC – Sí, eso generó toda una situación que llevó al presidente Vázquez en aquel año a no ir a la Rural.

EA – Exactamente, dijo "No voy". Entonces "acción y reacción", me parece que ahora hay un clima diferente en el país. Hay una situación económica también diferente, que es un telón de fondo que nos incluye a todos, y me parece que además hay una actitud de inteligencia de los actores que conduce a este buen relacionamiento. Pero esto no quiere decir coincidencia plena, quiere decir buen relacionamiento.

EC – Por ejemplo, el presidente de la ARU, Guzmán Tellechea, dijo que el manejo de la economía ha respetado un marco de negocios propicio para aumentar las inversiones, ahí estuvieron los elogios. Al mismo tiempo apareció luego la advertencia: "la necesidad de tener prudencia en el gasto público sobre todo teniendo en cuenta estas épocas complicadas que se avecinan en la economía internacional que van a afectar a nuestro país". ¿Qué dice usted sobre señalamientos como ese?

EA – Que uno de los pilares de la conducción económica del país ha sido el gastar lo que se tiene. Desde hace muchísimos años no había un equilibrio de las cuentas del Estado como hay ahora. Estamos en un 0,4% del PBI el déficit anual del presupuesto. Esta ha sido una actitud constante de los "gurkas" del Ministerio de Economía que no te aflojan un peso para nada y a nosotros nos parece muy bien eso.

EC – ¿Usted es de los que le llaman "gurkas" a Mario Bergara, a Fernando Lorenzo?

EA – Se llaman así entre ellos, porque se defienden del resto del gobierno, de las intendencias, de los sindicatos. [Risas] Si miras las leyes de presupuesto y de rendiciones de cuentas y ves cómo se han ido ajustando los números... hace muchos años que nosotros no teníamos cuentas equilibradas.

Y está bien, el presidente de la ARU tiene miedo de que el Estado gaste mucho. Por otro lado también piden más cosas, piden más funciones, mejoras, la seguridad, los servicios, creo que en el discurso incluyó también una parte...

EC – Sí, por ejemplo señaló que estaba el riesgo de perder el estatus sanitario ganadero por falta de recursos, personal de edad elevada y falta de recambio de los funcionarios en el Ministerio de Ganadería.

EA – Esas son cosas contradictorias. Tenemos que poner más plata para contratar más funcionarios y por otro lado no tenemos que gastar más para no aumentar el gasto público... Pero esas son cosas que las vamos discutiendo.

Durante la semana -en el almuerzo al que yo fui invitado por la ARU- hablamos de eso y le dimos una explicación detallada de cómo estamos trabajando para que ellos sepan, porque finalmente el estatus sanitario es sobre las vacas que son de su propiedad jurídica, tienen derecho a plantearlo.

EC – ¿Hay entonces un camino de conversaciones para manejar este tema de cómo controlar el estatus sanitario y cómo no perder la ventaja que tiene el país?

EA – Sí, nosotros pedimos una evaluación independiente el año pasado que la organizó la OIE (Oficina Internacional de Epizootias) y en 62 países sacamos la calificación más alta. Estamos trabajando a muerte porque ese sí que es un tema nacional. Si ahora tuviéramos lo que pasó con la aftosa en el 2001, 2002, en vez de exportar 5.000 millones de dólares se iba a resentir mucho la economía nacional, sería un "sogazo". En eso estamos totalmente de acuerdo y estamos trabajando mucho.

EC – El presidente de la ARU también estuvo de acuerdo con el gobierno en la necesidad de cuidar el recurso suelo, de evitar que se empobrezca a partir de malas prácticas, por ejemplo con la agricultura tan intensiva que se viene desarrollando en los últimos años, el fenómeno de la soja, etcétera (aunque no sólo con eso, ya que el riesgo de degradación del suelo existe con otro tipo de producción también). Pero la preocupación que tiene la ARU es que los mecanismos que se están implementando a través de este decreto regulador de la ley que ya existía terminen siendo demasiado burocráticos, terminen siendo una traba.

EA – Yo admito los miedos en la sociedad. Estamos haciendo las cosas bien, ahora no hay ninguna traba y estamos en el comienzo de una campaña de comunicación, de capacitación, de reuniones con los productores; vamos en orden, tenemos un plan. Cuando uno empieza a hacer algo corre el riesgo de hacerlo mal, no hay como empezar para estar prevenido de equivocaciones, así que me parece bien que esto lo hayan apoyado todas las gremiales.

La  situación de los suelos del país es motivo de análisis del Ministerio y de todas las gremiales, porque lamentablemente tenemos una ley de suelos desde hace 27 años, pero tenemos una tercera parte del territorio nacional con erosión –moderada o severa-. Ese es el resultado de no haber aplicado estrictamente los contenidos de la ley y con los suelos el dejar hacer es fatal.

Así que estamos empezando; tenemos un grupo de inspectores, tenemos normas nuevas y una conciencia de las gremiales de que tenemos que trabajar juntos. Esto es importante porque no se arregla con una policía del suelo, se arregla consensuando, escuchándose, teniendo esa iniciativa y explicando. Sobre todo es capacitación, comprensión y compromiso.

EC – Me pareció interesante en su discurso una frase o un concepto que usted dijo: "es inocuo discutir si el Estado tiene que ser más grande o más chico, lo que es claro es que debe ser distinto: activo, orientador, no burocrático ni molesto, debe ser eficiente y comprometido".

EA – Ahí dice todo lo que yo pienso. Para mí la reforma del Estado es eso, es pasar del Estado clientelístico, del Estado engordado con gente que entra a dedo sólo para que entre y después tener en el aparato de votos. En realidad, lo más fácil que puede hacer quien toma decisiones en el Estado –yo como ministro- es quedar bien con todo el mundo. Pero yo tengo una tarea ética a futuro, que no es solamente ni principalmente quedar bien con todo el mundo, tengo la obligación de hacer las cosas bien. Y eso con frecuencia es difícil porque lo más fácil es la sociedad entre el jefe y el subordinado para que le vaya mejor a los dos, o sea, yo hago como que te controlo, vos haces como que me controlas y "viva la pepa".

Creo que ahí hay una actitud de los jerarcas y [está] el tema de la actualización de las normas, quién controla, la evaluación. Con eso estamos muy comprometidos, con la idea de que el Estado que es de todos nosotros también sea bueno.

EC – También fue bien recibida su afirmación, su reconocimiento de "estamos corrigiendo errores" y que "todas las acciones del gobierno son discutibles".

EA – Seguro, porque si uno mira el estado actual de la economía, hay un poco de lo que decía Danilo [Astori] el día que se fue... En realidad uno corre el riesgo del "auto bombo": manejamos bien el déficit, no nos estamos endeudando, la economía está creciendo. Y yo no quiero caer en el auto elogio. Estas cosas hay que mirarlas todos los minutos y si hay que corregir cosas hay que corregirlas, pero hay que crear un clima para corregirlas, para recibir iniciativas.

Yo no quiero decir que está todo bien, en el sector agropecuario no está todo bien, porque hay cosas que yo dije ahí que no fueron muy rescatadas.

EC – ¿Por ejemplo?

EA – Por ejemplo que nosotros tenemos un sistema ganadero muy exitoso desde el punto de vista sanitario, desde el punto de vista de los países a los que vendemos, hemos aumentado la productividad y los precios internacionales a los que vendemos, todo eso anda muy bien.

Ahora, si tú ponés la lupa en la ganadería, ponés el zoom y lo empezás a ampliar, vas a ver que la ganadería adentro tiene algunos sectores que se vinculan en los mercados internacionales -como los invernadores, que venden novillos de 480 kilos a la industria frigorífica- pero tiene sectores para el mercado interno -los que producen terneros- que son productores más pobres, en suelos menos fértiles, que tienen menos capital. Son los que están en el centro del país, los criadores, los que están con la vaca que pare y ese ternero lo tienen que vender rápido porque no tienen comida ni buenos pastos, y esos ahora la están pasando muy mal.

Entonces hay sectores que la están pasando muy bien y hay sectores que la están pasando muy mal. Nunca estuvo tan baja la relación ternero-novillo como está en este momento, por motivos que están pasando en la economía.

Ahora, una visión de desarrollo quiere decir que hay que mirar al exitoso y hay que mirar al que tiene problemas para que el conjunto ande mejor. Me parece que esa es la filosofía más importante del desarrollo en relación al crecimiento. Si uno mira el crecimiento, mira los guarismos y se queda tranquilo, pero no hay que quedarse tranquilo hay que mejorar el todo.

EC – Otro de los temas que el gobierno ha impulsado y que también ha generado obviamente roces con gremiales agropecuarias es la legislación a propósito de la jornada laboral en el campo. ¿Cómo viene este otro frente en el diálogo con las gremiales?

EA – Las gremiales y sobre todo la ARU son organizaciones de empresarios rurales. Los trabajadores rurales tienen sus manos para trabajar y un poco más que eso. Ahí hay sectores distintos socialmente, que tienen intereses distintos. Nadie dudaba en este país que había que aumentarle el sueldo a los peones de la ganadería, pero algunos no lo dicen y otros lo decían con fuerza.

El tripartismo que lleva adelante el ministerio de Trabajo, el reflote de los Consejos de Salarios, llevó a discutir el tema de los salarios rurales y los salarios se aumentaron. Quizá el que tiene que pagar el sueldo no está de acuerdo, pero eso es casi como una cosa natural, yo creo que lo hemos hecho civilizadamente. Junto con eso está el tema de la duración de la jornada. ¿Quién puede defender que en el Uruguay haya sectores cuyo trabajo esté regulado así: de sol a sol? En el mundo de hoy eso no existe en ningún lugar.

EC – Curiosamente el proyecto de ley fue criticado también desde la Universidad de la República y desde el PIT-CNT.

EA – Sí. Yo no voy a hacer precisiones sobre eso. A mí me importa lo que opinan los trabajadores rurales organizados y los empresarios. En realidad los trabajadores aspiraban a una jornada de 8 horas y después horas extras igual que en la industria. Los trabajadores tenían un planteo de máxima y los empresarios tenían un planteo de mínima. Lo que hace el gobierno es mandar un proyecto de ley que no es ni tan duro como lo que exigían los trabajadores, ni dejaba las cosas como estaban, que era lo que pretendían los empleadores, porque entendemos que estamos empezando un camino de transformación.

Después los de afuera opinan, los de la Universidad opinan, está bien. Yo los oigo pero en realidad no están en el juego.

EC – Cómo sigue ahora el diálogo entre el gobierno y la ARU o las otras gremiales, ¿qué es lo que ustedes acordaron este fin de semana?

EA – Sigue como venía antes.

EC – Mi pregunta es ¿qué asuntos están como prioritarios en la agenda? ¿Dónde están las prioridades ahora?

EA – Nosotros tenemos una agenda arriba de la mesa, acordamos el día en que nos reunimos y consideramos estos temas. Tenemos un pedido que hicieron las gremiales de revisar los índices técnicos para el gas oil productivo, porque en el agro no se paga el mismo gas oil que paga un ciudadano común que echa en su auto, se paga menos porque se devuelven los impuestos que tienen los combustibles. Eso lo hicimos en base a índices técnicos que calculamos nosotros y ellos pretenden que se revisen, son cuestiones técnicas que estamos trabajando.

Vamos a seguir con la ley de suelos porque ahora vienen otras regulaciones sobre el suelo por adelante. Tenemos una serie de temas en la agenda que las conversamos con las gremiales de los productores grandes, de los productores medianos y de los productores chicos.

Esta es una manera de trabajar que tenemos nosotros, lo que hubo el sábado fue un acto nomás, pero eso no cambia nada. No es que después del acto las cosas cambien, ya lo veníamos haciendo de antes.