Julio Baráibar: "Yo no voy a reprimir trabajadores"
El lunes se vivió una tensa jornada en el Ministerio de Trabajo: representantes del gremio del taxi el Suatt- ocuparon la sede ministerial y provocaron desmanes durante varias horas. El director de Trabajo, Julio Baráibar, dijo que los trabajadores entraron "de pesados" y relató los pormenores de la negociación, aclarando que no va "a reprimir trabajadores aunque éstos estén equivocados". Agregó que no le corresponde hacer la denuncia, ya que eso es "una decisión política" del Ministerio, pero aclaró que no cedió ni va a ceder a reclamos de esta naturaleza.
(Emitido a las 8.45 horas)
JOSÉ IRAZÁBAL:
Les comentábamos que ayer se vivió una agitada jornada en el Ministerio de Trabajo, con la ocupación del hall del edificio principal por parte del sindicato de trabajadores del taxi. También hubo movilizaciones de otros gremios en las afueras del Ministerio.
Los representantes del gremio del taxi se instalaron durante cinco o seis horas frente a la puerta del despacho del director de Trabajo, Julio Baráibar, con bombos y redoblantes al grito de: "No le tengas miedo a los trabajadores".
Finalmente, las puertas del despacho se abrieron y Baráibar dialogó con una delegación de este sindicato, que había organizado esa manifestación.
También hubo movilización de los 40 "caddies" del Club de Golf y del sindicato de funcionarios del Casmu que confluyeron en la sede del Ministerio de Trabajo.
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JI - Esta mañana le estamos dando la bienvenida al director de Trabajo, Julio Baráibar.
Concretamente ¿cómo vivió esos momentos de presencia del sindicato del taxi allí frente a la puerta de su despacho?
JULIO BARÁIBAR:
En realidad no es la primera vez que existen estas situaciones. Muchas veces los trabajadores, en la tensión, envueltos en sus verdaderos problemas -que los viven muy intensamente-, se salen de lo que podrían ser los cánones normales de la negociación o del relacionamiento. Esto fue lo que pasó ayer con los trabajadores del taxi.
Yo tenía preparadas dos reuniones, una a las 15 horas, muy importante, que tenía que ver con toda la situación del Casmu, con el Ministerio de Salud Pública, el Sindicato Médico, la Asociación Médico Quirúrgica, Afcasmu, y yo, personalmente, atendiendo esta situación. Una situación que es muy grave, porque el Casmu está en una situación de dificultades de liquidez y con un déficit importante que de alguna forma debería solucionar. Esta situación está afectando dos cosas fundamentales para los trabajadores, que son el salario y la estabilidad laboral.
JI Recordemos que en el tema Casmu no se ha abonado todavía el sueldo del mes de setiembre, básicamente eso es lo que están reclamando.
JB Exactamente, por eso le digo, por un lado el salario, pero por otro lado la estabilidad laboral; son dos cosas que están en juego en este momento. Yo creo que esto es lo más álgido, lo más importante, de cualquier situación laboral.
Esa reunión estaba programada, una reunión trabajosa, que llevó días organizarla, para las 15 horas. A las 14.30 llegan intempestivamente un grupo de trabajadores del taxi de aproximadamente unas 50 personas, tal vez alguno más -yo no alcancé a observar cuántos eran en su totalidad-, se meten de pesados en el Ministerio. Porque el Ministerio había sido alertado, la parte de negociación colectiva en la calle 25 de Mayo...
JI ...¿Qué quiere decir "de pesados"?
JB De pesados porque el Ministerio cierra las puertas y deja solamente una puerta de entrada, con guardia policial. Entonces, entran, empujan a la Policía y a tres porteros y se mandan para adentro. Si eso no es de pesados, no sé qué le podría decir.
JI No, le preguntábamos si había habido algún tipo de violencia, por ejemplo...
JB Sí, empujan, se meten, vaya a ver el Ministerio como quedó. Rompieron tres puertas, un pedazo de cielorraso, pintarrajearon todas las paredes... Todo lo que usted se pueda imaginar, arrancaron los carteles, no sé si los tiraron o se los llevaron, una situación de asonada...
JI ...¿Se hizo denuncia por esa situación?
JB No, porque en realidad nosotros no queremos provocar situaciones. Tampoco queríamos -bajo ningún concepto- meter represión. Yo no voy a reprimir trabajadores aunque estos trabajadores estén equivocados.
JI Hacer la denuncia no sería represión, ¿no?
JB Por supuesto que eso se habló con la Policía, estuvo presente el comisario de la Comisaría 1ª, así como el subcomisario. Estuvieron presentes todo el tiempo, se encerraron conmigo y con el personal de mi secretaría; éramos siete personas que estuvimos en carácter de clausurados, porque no podíamos salir durante casi seis horas. Yo no pude atender a la gente del Casmu con su verdadero problema y, por el otro lado, tampoco pude atender a la otra reunión que tenía fijada, que era la que tenía que ver con el Club de Golf y los caddies, que la tenía fijada para las 17 horas.
JI ¿Es lógico que pase algo así, que usted como director de Trabajo no pueda cumplir con su agenda porque haya gente que le está ocupando el hall? ¿No era conveniente desalojar?
JB No, pero justamente desalojar hubiera significado meter la fuerza y esa no es la actitud que quiere tener este gobierno bajo ningún concepto.
Lo que yo pretendo es que la gente piense sobre estas cosas. ¿Cuál era la situación que había provocado ese enorme malestar? Los trabajadores del taxi venían de una negociación colectiva, por el Consejo de Salarios. Allí había [surgido] una propuesta de trabajo del Ministerio que era bastante interesante, que la habían conocido los trabajadores y contestaron que a ellos les servía, que con eso firmaban. El sector empleador obviamente no estaba de acuerdo con esa fórmula del Ministerio y planteaba que quería, por lo menos, tres días de prórroga para estudiar bien esa fórmula y traer una respuesta o una contra propuesta.
El sector de los trabajadores no estaba de acuerdo con que se le diera prórroga. Allí se creó toda una situación, porque el Ministerio tiene la costumbre de dar prórroga en ese tipo de cosas, sobre todo porque para el plazo final todavía falta más de una semana.
Allí se creó un enorme malestar y los trabajadores que acompañaban a la delegación del sindicato del taxi decidieron venir hacia el Ministerio a pedir o a exigir porque ese sería el término- una entrevista con el director nacional. Cuando llegaron yo estaba en una audiencia y media hora después tenía la audiencia con el Casmu; una audiencia muy importante, de enorme trascendencia para los trabajadores que también venían en marcha hacia el Ministerio y que hacía 15 minutos sus dirigentes habían llamado por teléfono para avisar que estaban llegando. Nosotros no podíamos atenderlos, dijimos que no y allí ellos ocuparon. Entraron empujando a los porteros y a la guardia policial del 222, se instalaron con bombos, platillos y comenzaron a decir las obscenidades más increíbles...
JI ...Usted termina recibiéndolos pese a esta actitud...
JB Sí, recibiéndolos pero yo puse una condición. Dije: "Bueno, yo dispongo de cinco minutos", porque yo tenía la presión de atender a la gente del Casmu -que los tenía ubicados en otro lugar del Ministerio, concretamente en el cuarto piso-, y yo no podía salir para ir para ahí. Entonces, yo decido atenderlos pero condiciono a que se retiren de la ocupación, que queden cinco personas y yo recibo a esas cinco personas durante cinco minutos.
No lo aceptan, los gritos son cada vez peores y rompieron todo lo que rompieron. Así pasaron las horas, hasta que a las 20 horas el dirigente Pereyra, del sindicato Suatt, dijo a través de la puerta: "Baráibar, si usted recibe a una delegación, desocupamos", o sea, accedieron a la condición planteada por el Ministerio. Entonces, el comisario que estaba con nosotros encerrado, salió, vió que salieran todos, y quedó la delegación de ellos más la delegación que estaba esperando de los caddies, que en realidad tenía reunión a las 17 horas. Esto sucedía a las 20, pero los ocupantes salieron y allí los recibimos nosotros durante 10 o 15 minutos. Les dijimos todos estos reproches que teníamos, más allá de que yo le vuelvo a repetir- los trabajadores en una situación de nerviosismo se crea esta situación...
JI ...Está bien, pero hoy por hoy, como están los Consejos de Salarios -hay muchos sectores que están trancados-, si cada sindicato va a reaccionar de esta forma, no va a quedar Ministerio de Trabajo.
JB Ni tampoco director nacional, me harían pelota.
JI Justamente, a partir de esta situación y de esta experiencia que vivió, ¿no habría que tomar otro tipo de medidas? ¿Puede ser que un sindicato no deje trabajar a la Dirección de Trabajo, se quede allí seis, siete horas en el hall, sin que se tome la decisión de desalojar? ¿Qué es lo que se va a hacer a futuro?
JB Tal vez siempre que suceden las cosas dejan alguna enseñanza. Generalmente los sectores responsables toman resoluciones [del tipo] "esto no puede suceder más". En este momento es demasiado temprano para ese tipo de análisis. Pero yo le puedo decir que conmigo estaba el subdirector, que es una persona que tiene 23 años en el Ministerio de Trabajo -de carrera, una enorme experiencia- y él me decía que nunca en su vida vio una cosa igual.
JI ¿No se va a hacer la denuncia por lo que pasó ayer, por las roturas en el Ministerio?
JB Esa es una decisión que va a tomar la jerarquía del Ministerio, me refiero al director general de secretaría en conjunto con el ministro y el subsecretario. No soy yo quien me ocupo de los temas administrativos ni tampoco tengo la dirección total del Ministerio, es una decisión política.
JI Cuando entró esta delegación que habló con usted, ¿le pidieron disculpas por lo que había pasado?
JB No, ellos simplemente dijeron que cuando se llega a un estado de efervescencia tan importante, es muy difícil controlar a las masas. Y es una realidad, lo que dijeron está en la tapa del libro.
El asunto también es ver las responsabilidades de quienes dan determinadas manijas o dicen determinadas cosas.
JI Ayer, en esa instancia que usted mencionó, de que usted recibía una delegación si desalojaban el hall, claramente se identificaba a los dirigentes del sindicato del taxi diciendo que ellos no se iban a ir de ahí. O sea, no era que estaban otros trabajadores presionando, sino que ellos mismos estaban tomando esa decisión.
JB Sí, por supuesto, nosotros los oíamos. Si nosotros a quienes vengan, nos ocupen y rompan todo, accedemos a hacer lo que ellos quieren -en este caso una audiencia fuera de lugar-, dejando de lado a otros trabajadores con problemas más importantes, igual de importante o menos importante, pero con su derecho de haber solicitado en tiempo y forma una audiencia, dejarlos de lado solo por la presión de la patota es inaceptable. Si yo hago eso, me tengo que ir.
Entonces, no es que haya tenido una situación de tozudez, sino simplemente que entiendo que yo no puedo ceder a eso, porque si no todos los días tengo una marcha de esta naturaleza, exigiendo una audiencia o exigiendo un resultado a su favor.
JI En su momento el propio presidente Vázquez se refirió al tema de las ocupaciones de lugares públicos diciendo que eso no se iba a permitir, ¿por qué se permitió ayer?
JB Hay que revisar muchas cosas. Tal vez la situación era que el Ministerio de Trabajo circunstancialmente- estaba acéfalo. El ministro estaba en Río de Janeiro en la firma de unos documentos del Mercosur, concretamente sobre la tarea de los ministros de trabajo del Mercosur. Está volviendo ahora, se le retrasó el viaje, y salía a la tarde; el viceministro Bruni también iba a otra conferencia justamente por el tema de la seguridad social. O sea, se cruzaba en el camino, una situación que [hizo que que estuviéramos] un poco acéfalos.
Por otra parte, nosotros concretamente no quisimos meter represión sobre trabajadores que -estén acertados o estén desubicados-, entendemos, están reclamando lo que consideran es de justicia, más allá de el error que tuvieron circunstancialmente.
JI Ya lo decíamos, si cada sindicato piensa que este es el camino, se va a complicar, ¿no? Por lo menos ellos obtuvieron lo que querían que era reunirse con usted...
JB No, porque en definitiva lo obtuvieron a las 20 horas, realmente del planteo en sí no se habló demasiado. Fue de parte nuestra plantearle lo incomprensible de su actitud y ellos dijeron que no pudieron porque la gente estaba enfervorizada. En cuanto al tema, lo que nosotros le decíamos era: "Señores, ¿cómo no se va a dar una prórroga? Es el estilo de trabajo que tiene el Ministerio". Cuando se discute algo se da prórroga, no se da todo el tiempo, no se puede venir todos los días a pedir una prórroga...
JI Lo que más le dolió en toda esta circunstancia fue cuando salió del despacho y vio esa pintada que dice: "Traidor; Baráibar y Amodio Pérez un solo corazón", ¿qué pensó?
JB Pienso que seguramente quien lo pintó no tiene ni la menor idea de quién es Amodio Pérez, ni tiene la menor idea de lo que es la lucha por los ideales a lo largo de la historia de una vida. Yo creo que el que hizo eso seguramente -me lo puedo imaginar- es un joven con muy poco conocimiento. Además, una actitud que yo espero que sea un joven, porque si es una actitud de un adulto, sería una actitud cobarde, porque si piensa eso, ¿por qué no se sienta a discutirlo conmigo?