Entrevistas

Cámara de Comercio: "Hay una relación muy estrecha entre el gobierno y el PIT-CNT"

El gobierno incluyó una cláusula en los convenios de los Consejos de Salarios, por el cual si varían las condiciones económicas, se podrá convocar nuevamente a dichos consejos. Juan Mailhos, dirigente de la Cámara Nacional de Comercio, manifestó a En Perspectiva que esta propuesta "no es satisfactoria, ni aceptable en su mecanismo" y expresó preocupación por la relación "muy estrecha entre el gobierno y el PIT-CNT". Agregó que "hay dificultades en todos los grupos" para definir el funcionamiento de esta cláusula y dijo que la propuesta de su gremial es "reeditar, en parte", lo pactado "en los Consejos de Salarios en el año 90".

(emitido a las 7.50 hs.)

EMILIANO COTELO:
El Poder Ejecutivo propuso una cláusula de salvaguarda que habilita a renegociar los acuerdos salariales en caso de que varíen sustancialmente las condiciones económicas del país.

Después de reunirse por espacio de dos horas con una delegación del PIT-CNT, el Poder Ejecutivo formalizó ayer su decisión de incluir una cláusula de salvaguarda en todos los convenios que se están negociando en los Consejos de Salarios, atendiendo de esa manera una solicitud que había llegado del sector empresarial a propósito de cómo puede impactar en estos acuerdos la situación de crisis financiera internacional y sus efectos negativos acá, eventualmente.

La cláusula sostiene que en la hipótesis de que variaran sustancialmente las condiciones económicas en cuyo marco se suscribieron los actuales convenios, las partes podrán convocar al Consejo de Salarios respectivo para analizar la situación.

La propuesta del gobierno aclara que en este caso, el Poder Ejecutivo analizará a través de los ministerios de Trabajo y de Economía y Finanzas, la posibilidad de revisar y convocar al Consejo de Salarios correspondiente.

Dice la información del diario La República que "para evaluar si la situación económica reviste gravedad las variables a tomar en cuenta serán: la inflación, el nivel de desempleo y el impacto en el crecimiento del Producto Bruto Interno, aunque no se fijó ningún parámetro específico".

El director nacional de Trabajo, Julio Baráibar, señaló que si se produce una situación no deseable en el país y cambian las condiciones económicas actuales, el empresario o el sindicato podrá presentar un escrito con los argumentos pertinentes de por qué se quiere convocar nuevamente al Consejo de Salarios del sector y será tarea de los técnicos del ministerio de Trabajo y de Economía definir si los motivos son válidos y si efectivamente se procede.

Baráibar aclaró que en caso de que se llegue a la conclusión de instalar la mesa tripartita para renegociar el acuerdo, el convenio firmado en la última ronda salarial recién será sustituido cuando se logre un acuerdo en torno a un nuevo texto.

¿Cómo se ve desde el sector de las gremiales empresariales este paso que da el Poder Ejecutivo? ¿Es lo que se esperaba? Vamos a averiguarlo.


***


EC – Estamos con el doctor Juan Mailhos, asesor jurídico de la Cámara Nacional de Comercio y Gerente de Asuntos Laborales en esa gremial.

¿Usted tiene el texto con las especificaciones de cómo va a funcionar esta cláusula de salvaguarda?

JUAN MAILHOS:
Sí, tengo el texto.

EC – Hubo contactos con ustedes para...

JM – No, esa es la primera observación de forma. A nosotros nos preocupa la forma en que se siguen haciendo las cosas acá a nivel de esta ronda de Consejos de Salarios, donde hay una relación muy estrecha entre el gobierno y el PIT-CNT para definir aspectos, que en este caso además era una de las inquietudes que tenía el sector empresarial que fue el que había instalado su preocupación por este nuevo escenario internacional y regional. Es un convidado de piedra en la negociación, en un momento que estamos liquidando los acuerdos, pero por prudencia implicaba la necesidad de establecer esta cláusula de salvaguarda y el gobierno, una vez más, se reúne con el PIT-CNT y larga una propuesta, que ya adelanto que no es satisfactoria, ni aceptable en su mecanismo.

EC – En lo previo, antes de que saliera esta resolución, había quedado claro que la iniciativa tal cual la formulaban las gremiales empresariales no convencía al PIT-CNT, había un choque de criterios ¿no?

JM – Yo no creo que hubiera un choque de criterios sino que en todo hay distintas opiniones y tampoco podemos dramatizar esta situación. Todos los días cuando nos sentamos en los consejos las ópticas sobre muchos temas son diversas...

EC – Lo digo porque da la impresión de que el gobierno al tomar su resolución, al definir este mecanismo, está atendiendo las dos visiones: la iniciativa que vino de los empresarios y los matices o algunas de las prevenciones que surgieron del lado sindical.

JM – A nosotros nos parece que en realidad si hubiera sido así lo hubiera conversado con las dos partes. A nosotros nos parece que esta solución trata de contemplar la posición del sector sindical aunque se anuncie que pretende dar cumplimiento a las expectativas del sector empresarial.

Acá la fórmula es muy general, eso nosotros no lo criticamos porque es muy difícil poder concretar a una realidad de una cantidad de mesas de negociación que son muy diversas. Pero lo que nos preocupa fundamentalmente, más allá del tema de la dificultad que tenemos todos de poder anclar esto en criterios objetivos que sean fácilmente de una medición muy concreta, [es que] esto pone en manos del Poder Ejecutivo la definición de si los petitorios son procedentes o no son procedentes...

EC – Sí, por lo que yo acabo de leer, ante una situación que hubiese cambiado y ante una evaluación que hiciera una de las partes -cualquiera de las tres-, se formulará la solicitud de volver a reunir los consejos correspondientes ¿no?

JM – Claro, pero los que definen son los técnicos del ministerio de Trabajo y del ministerio de Economía, y además para poder ser modificado se requiere el acuerdo de partes, con lo cual está doblemente condicionado a que el Poder Ejecutivo acepte el planteo, decida la convocatoria del Consejo de Salario respectivo, y luego que haya un acuerdo que posibilite desandar el camino andado. En ese sentido nos parece que la cláusula es inútil porque lógicamente, por el principio de autonomía de la voluntad, lo que las partes acuerdan lo pueden desacordar por el mismo principio en el momento que quieran, y ese no es el sentido de la cláusula que nosotros estábamos postulando.

EC – ¿Cómo debería ser según el criterio de ustedes?

JM – En el propio día de ayer también manejamos una cláusula alternativa, porque yo quiero dejar bien claro que el sector empresarial, la Cámara de Comercio, no se opone a todas las posturas que provengan del Poder Ejecutivo, es indudable que tenemos diferencias profundas de visión sobre estos aspectos, pero también nosotros tenemos nuestra capacidad de propuesta. En el día de ayer nosotros establecimos una cláusula, que también tiene aspectos generales...

EC – En primer lugar, ¿en función de qué motivo puede –según la Cámara de Comercio- renegociar?

JM – Se la leo. Nosotros establecimos una cláusula que dice: "El acuerdo que se suscribe quedará sin efecto en caso de producirse situaciones que hagan peligrar la estabilidad del sector y de los puestos de trabajo. En dicho caso se renegociará de común acuerdo las cláusulas del mismo por el saldo de plazo".

EC – A propósito de ese texto que usted acaba de leer, en primer término ¿cuáles pueden ser las causas?

JM – Las causas son las mismas que puede invocar el sector sindical y son las ya consabidas: que haya una alteración en la tasa de desempleo significativa, que haya una alteración en la tasa de empleo, que haya una alteración en el PBI. Se podrían fijar otros parámetros: el nivel de facturación del sector, el propio nivel de aportaciones al BPS, hay varios parámetros. El problema es que ninguno de ellos por sí solo marca una situación definitiva.

EC – Justamente, si ninguno de ellos por sí solo marca una situación definitiva, supongamos que hay una determinada gremial empresarial que se presenta y dice "bueno, cambiaron las condiciones, entiendo que el acuerdo debe caer". Según el planteo que ustedes hacen, ante una iniciativa de ese estilo, ¿ya el acuerdo debe caer?, ¿o hay alguien que tiene que evaluar si se dan efectivamente condiciones serias de modificación?

JM – Para nosotros el tema es el siguiente: estas deben ser causas de carácter excepcional, no estamos hablando de cualquier tipo de causas. El tema es quién define la situación. Para nosotros define la situación el postulante en la medida que pruebe sus aseveraciones.

Porque hay otra realidad; más allá de lo que se acuerde o no se acuerde, esto va a tener una válvula de ajuste a nivel de envíos a seguro de paro, a nivel de despidos, a nivel de conflictividad en el caso sindical. Es decir, va a haber noticias que van a llegar mucho antes que las solicitudes concretas dentro del sector, porque las cosas se movilizan así.

Cuando están este tipo de dificultades hay que establecer que ese modelo, ese acuerdo, tiene que de alguna manera suspenderse en su ejecución hacia el futuro y establecer una renegociación por el saldo de plazo que quede vigente.

EC – Ahí está el otro matiz; en caso de que se den esas circunstancias lo que ustedes sostienen es que debe en primer lugar caer el acuerdo, o quedar en suspenso el acuerdo.

JM – Cuando se habla de "caer el acuerdo" quiere decir que los aumentos a futuro tienen que quedar en suspenso. No puede ser que si hay dificultades nos tengamos que sentar a negociar, a buscar los acuerdos con el convenio vigente.

EC – Yo remarcaba ese punto porque según las aclaraciones que hace el Ministerio de Trabajo en la fórmula que ellos proponen, si se vuelve a convocar al Consejo de Salarios el convenio viejo recién será sustituido cuando se acuerde uno nuevo.

JM – Yo adelantaba que en esto tenemos una diferencia sustancial y esta diferencia no es solamente en el tema de Consejos de Salarios puntuales ahora. Esta es la solución que está plasmada, o que pretende plasmar el Poder Ejecutivo, en el proyecto de ley de negociación colectiva y es una de las cosas que también nos separa. Se consagra nuevamente la ultractividad de los convenios, o sea, todo rige hasta que pactemos otro, siempre vamos hacia delante. Y acá casualmente estamos en circunstancias excepcionales, en las cuales un sector de actividad -a causa de lo que está sufriendo- tiene que desandar el camino andado.

En fin, son posturas diversas, no tenemos que dramatizar en este tema y creo que sí tenemos que negociar esto.

EC – El gobierno dice que esta cláusula tal como se presentó ayer va a comenzar a ser incorporada a partir de hoy en los acuerdos que se vayan firmando, ¿entonces?

JM – Este ha sido el estilo de condicionar la negociación desde siempre del Poder Ejecutivo, no es la primera vez que nos condiciona la situación de negociación en las rondas. Definió cuándo convocaba, definió cuáles son los plazos para negociar, definió cuáles son las alternativas, dentro de las alternativas definió cuál era la preferible, definió cuál es el plazo -a su antojo- de la finalización de la negociación, ahora está definiendo -y ya ha hecho algunas comunicaciones- qué pasa si no hay acuerdo, ha vulnerado abiertamente los propios límites que el Ministerio de Economía del contador Astori había fijado, ahora se ha vulnerado y se ha ultrapasado los límites de esas pautas.

Poco nos extraña ahora que se nos imponga, o se pretenda imponer, una cláusula de salvaguarda que tiene esta particularidad que anotábamos: la pide el sector empresarial, la negocia el Poder Ejecutivo con los sindicatos.

EC – Además de haber presentado y difundido ayer la fórmula alternativa, ¿están pidiendo algún tipo de reunión?

JM – Nosotros –la Cámara Nacional de Comercio- solicitamos la convocatoria del Consejo Superior Tripartito el martes 21 de este mes. Hasta el día de hoy el señor Baráibar no ha concedido esa convocatoria, no ha accedido a ese planteo y me parece que nos perdemos una oportunidad importante para la búsqueda de los acuerdos de la manera que debiera ser: las tres partes.

Indudablemente estas son señales claras, es una conducta, es un comportamiento, que se ha arrastrado durante toda la negociación. A pesar de ello, el sector empresarial sigue aportando a los acuerdos, porque quiere previsibilidad en su actividad.

EC – Usted habla sólo por la Cámara Nacional de Comercio, ¿qué pasa con las otras gremiales?

JM – Las otras gremiales yo entiendo que en muchos casos están en iguales o peores condiciones que nosotros.

EC – Se lo pregunto a propósito del tema este de cómo debe ser la cláusula de salvaguarda.

JM – Nosotros, dentro de la dinámica de la locura esta que es llegar al 31 de octubre con acuerdos, hemos tenido recién la semana pasada un momento evaluatorio del sprint final de esta negociación, y en realidad cuando nos juntamos las veintitantas cámaras que negociamos, hemos visto que hay dificultades en todos los grupos en cuanto a la negociación, y también hay dificultades en todos los grupos en cuanto a definir los parámetros para el funcionamiento de esta cláusula de salvaguarda.

En Cámara de Industrias había un planteo distinto que vinculaba directamente a los niveles de actividad del sector. Hay otra gente que está vinculada directamente al comercio exportador y quiere establecer parámetros del dólar, hay de todo como en botica.

Por eso digo, esta cláusula -tanto la del Poder Ejecutivo como esta que propone la Cámara de Comercio- pretende tener niveles de generalidad que traten de sobrevolar estos aspectos. Inclusive admitiendo que pueda ser objeto de dificultades de interpretaciones de futuro, pero tratan de establecer un mecanismo en el cual las partes puedan apoyarse para llegar a sortear situaciones difíciles.

EC – Le vamos a pedir que nos pase el texto de esa fórmula alternativa de la Cámara de Comercio, porque así ponemos -tanto ese documento, como la fórmula que anunció ayer el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social- en Espectador.com, así los oyentes pueden leer ambos documentos.

JM – Le quería decir otra cosa que es importante. Esta fórmula que nosotros estamos proponiendo, no es un invento de la Cámara Nacional de Comercio, sino que es reeditar, en buena parte, las cláusulas que en este sentido se pactaron en los Consejos de Salarios en el año 90. O sea que nosotros entendimos que la fórmula del Poder Ejecutivo es una propuesta actual, que no tiene antecedentes. La nuestra sí tiene antecedentes y fue establecida en los Consejos de Salarios de los años 90, y fue establecida y acordada por las partes en aquel momento, para prever con seguridad situaciones muy parecidas a las que están en el horizonte hoy.