Análisis Político

La batalla del aborto: una nueva crisis en el oficialismo y el desafío de los próximos 30 días

Análisis político de Oscar A. Bottinelli

(Emitido a las 8.38 horas)


EMILIANO COTELO:
El presidente Tabaré Vázquez vetó ayer tres capítulos del proyecto de ley de Salud Sexual y Reproductiva, que incluye un artículo que despenaliza el aborto bajo determinadas circunstancias.

Todavía no se ha divulgado el texto del veto correspondiente, no se conoce exactamente cuál es su alcance y tampoco, por lo tanto, se conoce con qué firmas se apoyó el primer mandatario para llevar adelante la observación.

La información que circula desde anoche y que En Perspectiva ha podido confirmar es que la firma que por ahora tiene el veto es la de la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz. Incluso, según otras versiones, el presidente Vázquez habría procurado tener para el veto la mayoría de los votos del Consejo de Ministros y al constatar que eso no era posible optó por volcarse a un veto con una sola rúbrica, la de la doctora Muñoz.

Mientras aguardamos más datos del texto íntegro de la observación y sobre todo cómo se planta la bancada del oficialismo frente a este escenario, nos encontramos con el politólogo Oscar A. Bottinelli, que hoy nos propone como tema: "La batalla del aborto: una nueva crisis en el Frente Amplio y el desafío de los próximos 30 días".


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EC – Oscar, buenos días.

OSCAR A. BOTTINELLI:
Bueno, este es un análisis a beneficio de inventario, el hecho político sin duda se produjo, pero faltan detalles nada menores. Y sí hay algunas aclaraciones básicas, este no es un país presidencialista desde el punto de vista jurídico, es un país semipresidencial o semiparlamentario, el presidente de la República per se no tiene capacidad de veto, sino que veta el Poder Ejecutivo, que es el presidente con él o los ministros respectivos, o con el Consejo de Ministros. Esto no es menor, el Consejo de Ministros son todos los ministros más el presidente y tiene competencia privativa en todos los actos que plantea allí el presidente o los ministros en el tema de sus carteras.

Otro dato nada menor es que toda vez que se modifican códigos, en este caso se modifica el Código Penal y el Código del Niño y el Adolescente, la competencia es del Ministerio de Educación y Cultura y además en esta ley también hay una competencia del Ministerio de Salud Pública, pero si no hay Consejo de Ministros, la norma en Uruguay es que tendría que firmar esto la ministra de Educación y Cultura y de Salud Pública, no sólo de Salud Pública...

EC – ...¿También la ministra del Interior?

OB – No, ahí hay alguna duda, aparentemente podría ser, por algunos aspectos, pero no es tan claro como lo del Ministerio de Educación y Cultura. Revisando antecedentes uno encuentra que sí o que no en el caso del Ministerio del Interior.

Acá hay un tema importante: el plazo -en caso que se hubiera hecho la observación ayer- vence el 13 de diciembre para que la Asamblea General pueda levantar las observaciones, o sino sería el 14 en el caso que la fecha fuera de hoy. Tenemos por tanto un deadline -13 o 14 de diciembre-, donde hay un hecho nada menor que en medio de esto va a estar el Congreso del Frente Amplio. Como hecho político, si no firma el Ministerio de Educación y Cultura, también es verdad que esta cartera no planteó en el Consejo de Ministros que esto se votara en esa instancia, con lo cual habría una habilitación por parte de la ministra de Ecuación y Cultura a que la ley se observara por no haber ejercido su competencia en el seno del Consejo de Ministros. Este es un tema importante desde el punto de vista formal y desde el punto de vista político.

¿Cuál es el escenario actual que tenemos? El levantamiento de lo que se dice el veto, las observaciones, son tres quintos de cada una de las cámaras en la Asamblea General...

EC – ...Tres quintos de los miembros presentes de cada una de las cámaras.

OB – Exacto. Manejémonos con la primera hipótesis: están todos, bueno se requieren 19 senadores y 60 diputados. Se puede ir bajando esta cifra en la medida en que haya bajas por ausencia en sala, pero en una jugada política hay que concebir los números con mucha exactitud en este caso.

El primer elemento que plantea esto es que tenemos de un lado, yo voy a llamar partidarios de la penalización o despenalización -para buscar algo neutro-, porque cada uno asume determinado tipo de términos que son, de por sí, un poco complicados (unos dicen que defienden la vida, otros defienden el derecho a la libertad y a la libertad de la mujer). En función de los votos que hubo en las dos cámaras, dicotómicamente la situación es -o ha sido- hacia el mantenimiento de la penalización todo el Partido Nacional, básicamente el Partido Colorado, porque hubo una abstención en el Senado y una en la Cámara de Representantes, el Partido Independiente, Tabaré Vázquez y no se sabe qué ministros hasta ahora; lo claro es que ha tenido el apoyo de esta observación -independientemente del tema firmas- la ministra de Salud Pública y el ministro de Turismo y Deportes.

Hacia la despenalización aparece con absoluta claridad Asamblea Uruguay, el Espacio 90, la Vertiente Artiguista, el Nuevo Espacio y la 1001, tanto senadores, diputados, como ministros de estos sectores. Aparece como contradictorio la 609 que todos los senadores y la gran mayoría de los diputados estuvieron por la despenalización, pero dos diputados votaron en contra. Y en la Alianza Progresista, sus dos miembros en el Senado –el vicepresidente de la República y el senador- votaron la despenalización y el diputado votó la penalización, es decir, el mantenimiento del sistema actual.

Lo que vemos es que aparecen dos grandes bloques: de un lado casi todo el Frente Amplio, sin el presidente de la República, hablando en términos políticos, y del otro lado Tabaré Vázquez apoyado en el Partido Nacional, el Partido Colorado y el Partido Independiente...

EC – ...Sí, resulta muy sugestivo estos días escuchar, por ejemplo, a Luis Alberto Heber o al senador Larrañaga decir, de manera muy enfática, que el Partido Nacional va a ir a la Asamblea General a respaldar explícitamente el veto presidencial porque se sienten representados.

OB – Exactamente. Entonces, este es un cambio importantísimo en el país, en momentos en que hay muchas cosas a decidir. Vamos a analizar primero las jugadas posibles: ¿qué va a hacer el Foro Batllista? Porque si bien uno sólo se abstuvo, fue nada menos que Julio María Sanguinetti, no fue un diputado recién llegado. Ya en algún momento del trámite de la ley, tiempo atrás, el Foro había dicho que podía contribuir al levantamiento del veto; eso se manejó. Entonces, si hay un pronunciamiento del Foro diciendo que considera que debe levantarse el veto y argumentándolo más en razones políticas, ya que tiene diferencias internas, empieza a cambiar el panorama de la Asamblea General. Si a eso se suma también el Partido Independiente, que el discurso del diputado no es que sea totalmente contrario a la despenalización, sino a este proyecto en particular, y Lara, que la primera vez había votado la ley en el Senado, resulta que si el senador del Foro y sus siete diputados, él mismo, el diputado del Partido Independiente más los legisladores del Frente Amplio dicen "vamos a levantar la observación", se llegaría a los números y se levantaría el veto.

En otras palabras, en términos que podrían ser deportivos, si se diera esta jugada, la pelota queda en la cancha del Frente Amplio, es decir, es la fuerza política de gobierno quien dice: el Frente Amplio levanta o no el veto -lo que va a ser bueno para unos y malo para otros, o a la inversa, según el punto de vista que se tenga-, están los 17 senadores y 50 diputados o faltan.

Si la oposición no se mueve así, el Frente Amplio puede actuar con mucha comodidad diciendo: "Bueno, señores, no importa si en el Frente Amplio hay uno, dos o tres diputados que fallen porque estamos tan lejos de los 60 diputados, de los 60 votos, que tanto da"; el Frente Amplio no tenía posibilidad alguna de levantarlo. Esto va a ser nada menor en la presentación de este tema ante los distintos sectores, particularmente en los sectores partidarios de la despenalización.

Pero en particular la situación es mucho más complicada para dos sectores del Frente Amplio: la Alianza Progresista, que tuvo al vicepresidente de la República y al senador a favor de la ley, al diputado y al ministro de Turismo y Deportes en contra de la ley,  que incluso desde la media tarde de ayer está hablando que ya se había vetado cuando todavía andaba circulando la camioneta buscando firmas de ministros desde la Presidencia, llamando a los ministros para ver si firmaban; todavía no había un hecho consumado, todavía no hay resolución oficial y ya el ministro estaba jugando abiertamente de que se había vetado, lo cual está marcando que en la Alianza Progresista hay dos líneas antitéticas.
 
Pero el sector que más importante políticamente tiene complicado este tema es el Espacio 609, porque votó en bloque a favor de la ley en el Senado y en la Cámara de Diputados tuvo dos representantes que votaron en contra. Y acá es muy importante de camino al Congreso del Frente Amplio, donde está en juego el tema de las candidaturas presidenciales, donde viene un Mujica en ascenso, cómo queda Mujica si la 609 aparece con posiciones no definidas. Puede considerarse que Mujica está en un juego dual: él dice que está a favor de la despenalización, pero deja que haya diputados que voten en contra, o que dé una señal de debilidad. El problema es que no le obedecen todos, su liderazgo no es tan fuerte. Cualquiera de las dos son señales complicadas. Es un hombre extremadamente hábil, pero puede quedar encerrado en una situación donde la habilidad no le alcance.

Sigo insistiendo en el Congreso del Frente Amplio porque ahí se va a expresar con mucha fuerza la militancia partidaria de la ley de despenalización del aborto, que es muy fuerte y muy combativa al interior del Frente Amplio.

EC – Por otro lado, ¿qué implica todo este escenario para el presidente de la República?

OB – Implica para la oposición, que hasta el día de ayer estaba demonizando al presidente de la República por la reelección, emplazándolo, hablándose hasta de la posibilidad de un juicio político y hoy sale exultante a calificarlo como una especie de héroe, el hombre con una gran firmeza que se enfrenta a su partido, entonces resulta que no era tan demonio, desde el momento en que en 24 horas se transforma en héroe.

La oposición queda en un cuadro que le viene muy bien, pero también ya enfrentará al Frente Amplio y Tabaré Vázquez no lo puede enfrentar con la dureza con que venía hasta ayer.

Desde el ángulo de Tabaré Vázquez en particular, está en una situación complicada. ¿Cuál es la fotografía? De un lado casi todos los senadores y diputados, la mayoría de los ministros y del otro lado el Frente Amplio con muy pocos ministros de su lado –dos, tres-, el Partido Nacional y el Partido Colorado detrás suyo. Es una fotografía que la gente la puede mirar y decir: ¿y dónde estamos?, ¿qué es esto?

Y el momento de riesgo, ¿por qué? La reelección ha sido cuestionada y contestada desde dentro del Frente Amplio. Por ahora viene fracasando la fórmula Astori-Mujica, o por lo menos con muy serias dificultades, que fue el camino que el presidente planeó inicialmente. Tiene la oposición de la mayoría de los ministros y de la mayoría del Frente Amplio y –repito- el apoyo de los partidos tradicionales. Es un momento muy complicado y delicado para el presidente de la República y a su vez para el Frente Amplio que ha manejado un liderazgo fuerte de Tabaré Vázquez, que nunca se le cuestionaba, una especie de endiosamiento; resulta que ahora se encuentra todo el Frente, o casi todo, enfrentado a ese peligro.

Lo que queda es ver qué pasa en los próximos días, primero ver el decreto, ver cómo reacciona la bancada oficialista, qué pasa en la Asamblea General, si se esperan los 30 días, si esto se resuelve antes del Congreso del Frente Amplio y cómo repercute esto en el Congreso y dentro de los sectores, porque tenemos por delante el Congreso de la Vertiente Artiguista, que comienza esta tarde, y después el Congreso del Partido Socialista. Esto va a repercutir en todos estos eventos, en todas estas reuniones.