Entrevistas

Lacalle: "Si el endeudamiento es para invertir, es bueno"

Lacalle: "Si el endeudamiento es para invertir, es bueno"

El precandidato por Unidad Nacional, Luis Alberto Lacalle, sostuvo a En Perspectiva que decirle no a la deuda "no es una actitud lógica para quien tenga que administrar". En este sentido, diferenció: "Uno puede endeudarse para gastárselo, entonces es malo, o puede endeudarse para invertir, entonces es bueno". El líder blanco dijo, además, que "sería muy simplista" eliminar el IASS y el IRPF en seguida de asumir -en caso de que llegue a la Presidencia-, pero aclaró que es una de sus metas. Por otra parte, negó haber visitado a dirigentes colorados en alguna parte del país. "Lo desmiento absolutamente", sentenció.

(Emitido a las 8.57 horas)


EMILIANO COTELO:
Apenas se retomó la actividad política este año, Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga han dejado claro que no van a darse un minuto de tregua.

Pese al calor del verano, las dos campañas vienen cargadas de una intensidad impresionante, que incluye cada día la generación de varios hechos políticos, desde recorridas por Montevideo y el interior hasta visitas a instituciones y conferencias de prensa para realizar diferentes anuncios.

A fines de enero la interna se sacudió cuando Larrañaga ubicó a Lacalle en la derecha del espectro político, un paso que al ex presidente le cayó mal y ante el cual prefirió no hacer comentarios.
 
Una semana más tarde ingresaron en una carrera por demostrar adhesiones importantes de dirigentes y personalidades. Alianza Nacional (AN) presentó el pase a sus filas de Javier de Haedo, que ahora aparece como el principal vocero de Larrañaga en esta materia. Lacalle respondió indirectamente cuando mostró a más de una decena de técnicos en este asunto, con los cuales comenzó a elaborar sus alternativas para la política económica ante la crisis internacional.

Pero ¿quién de esos nombres será el principal referente? De ese y otros temas vamos a conversar con el doctor Luis Alberto Lacalle, ex presidente de la República y precandidato presidencial por Unidad Nacional (UNA).

***

EC - La semana pasada, UNA dio a conocer un grupo de trabajo vinculado a temas económicos que va a tener a su cargo la elaboración de las propuestas programáticas...

LUIS ALBERTO LACALLE:
...Ya las ha elaborado.

EC - Es una lista amplia y no solo abarca personalidades blancas, incluye también algún nombre proveniente de otras filas. En un rápido repaso de esos nombres, está Ignacio de Posadas, el ex ministro de Economía, pero aparte aparecen los consultores Jorge Caumont, Pablo Montaldo, Mario Sureda y Eduardo Piaggio;  el ex presidente de la Cámara de Comercio José Luis Puig; el ex subsecretario de Economía Gustavo Licandro; Ana María Acosta y Lara, ex superintendenta del Banco Central y subdirectora de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto durante la administración Lacalle; Rosario Patrón, gerenta del Mercado de Valores del Banco Central; Eduardo Barbieri, gerente general de la Bolsa de Valores Electrónica; Fanny Trilesinsky, directora de Comercio en el Ministerio de Economía durante el gobierno de Jorge Batlle; el ex director de OPYPA (Oficina de Programación y Política Agropecuaria) Juan Peyrou; la ex presidenta de la Confederación Empresarial del Uruguay Adriana Echegoinberry; Ramiro Núñez, encargado de los negocios de Ancap en Argentina, y Andrés Pieroni, ex director del Banco Central, y el economista Hernán Bonilla, un joven de 27 años que ha sido destacado por usted por su desempeño y por las distinciones que ha obtenido.

¿Ustedes quisieron mostrar que tienen un equipo más grande y experiente que el de Larrañaga?

LAL - No se trata de una competencia de personas, si tengo tres, cuatro, o si tiene título de economista, de contador o simplemente experiencia. Esa gente trabaja conmigo desde hace mucho tiempo. Fanny Trilesinsky es la que se ha aproximado últimamente, y con todos ellos tengo relación personal, los escucho a todos. Es un plantel que me ayuda en la parte económica, que ha trabajado en el Instituto Manuel Oribe, que nos da el poder de su conocimiento, que es lo necesario para eventualmente ejercer el cargo de presidente. Los presidentes tienen que tener una noción general lo más holística, lo más completa posible de un país, pero sobre todo tienen que tener una lista de gente a la que recurrir en el caso de necesitar alguna cosa más técnica, más profunda.

EC - ¿Quién de ellos encabeza el equipo económico?

LAL - Yo.

EC - ¿Usted?

(Risas)

LAL - No, eso sería una arrogancia. Vamos hacia una elección interna, tenemos equipo asesor y no nos gusta establecer pasos ministeriales que son para otra etapa. En este momento tenemos que tener un sólido plantel, gente que aporta lo suyo, y uno trata de componer –cuando hay diferencias, cuando hay distintas versiones– la conducción política; la asistencia técnica es otra cosa sustancialmente distinta, pero muy necesaria.

EC - Pero ¿a quién se puede ubicar como referente? Si los medios de comunicación necesitan conocer la opinión del doctor Lacalle o de UNA en asuntos económicos, ¿cuál de esos nombres es el indicado?

LAL - El coordinador del grupo es el economista Pieroni y a él hay que referirse para solicitar opiniones de los distintos temas. No hay nadie que sea referente fundamental en ese equipo.

EC - En las últimas semanas ha habido una serie de debates económicos en los que usted ha estado metido; algunos de ellos se generaron en esa actividad en la que usted se reunió con sus asesores económicos. Por ejemplo, en esa ocasión usted manejó la posibilidad de endeudarse fuera del país, en particular con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dijo: "El Fondo Monetario es un médico. El gobierno hizo algo que no comprendemos. Canceló la deuda que era barata para endeudarse en una deuda más cara. Son actitudes que el ex ministro Astori tendrá que explicar".

¿Puede desarrollar su idea de cómo sería la relación con el FMI en caso de que usted accediera de nuevo al gobierno?

LAL - Vamos a comenzar por algo un poquito más básico. El endeudamiento es un instrumento de política económica al que no renunciamos; al que no renuncian las empresas, no renuncian las personas ni tampoco pueden renunciar los países. En segundo lugar, el endeudamiento en sí no es bueno ni malo, salvo que se diga para qué se endeudan un país, una persona o una empresa. Uno puede endeudarse para gastárselo, entonces es malo, o puede endeudarse para invertir, entonces es bueno. En tercer lugar, a las deudas enseguida hay que calificarlas de acuerdo a sus características: hay deudas caras y deudas baratas, de largo plazo y de corto plazo.

En conclusión, dijimos –y pusimos un ejemplo– que un eventual gobierno nuestro no se amputa la posibilidad de endeudarse con el Banco Mundial (BM), con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de pedir auxilio monetario al FMI, porque para eso están. Yo quiero todas las cartas sobre la mesa, porque me parece que es la manera de estar preparado para cualquier eventualidad. Decir "deuda no" no me parece una actitud lógica para quien tenga que administrar.

EC - A partir de ese pronunciamiento se le abrieron por lo menos dos frentes de debate. Por un lado, el del propio ex ministro de Economía Danilo Astori, a quien usted aludió y que recogió el guante y dijo esta semana que le parecían "un horror" sus palabras en torno a esa forma de endeudarse. "Después del sacrificio que hizo el Uruguay para salirse de la dependencia del FMI, volver a proponer esto me parece un disparate, un grave error de política en relación al futuro", dijo en AM Libre. "Uruguay no necesita endeudarse ni salir a pedir prestado, porque, gracias a la administración profesional de la deuda está en una posición financiera buena y por lo menos por dos años está financiado", agregó.

LAL - Yo recuerdo que el entonces candidato Tabaré Vázquez nominó como su futuro ministro al contador Danilo Astori en la puerta del FMI en Washington. Es una memoria que tenemos todos. En aquel entonces fue una movida muy inteligente del doctor Vázquez, porque agregó a su equipo y ya dijo que iba a ser su ministro el contador Danilo Astori en la puerta del FMI.

No podemos decir "no voy a endeudarme", no es que uno salga corriendo a endeudarse gozosamente, ni usted lo hace en su vida privada, ni las empresas lo hacen, ni yo lo hago, ni lo hace un país. Pero reitero: no me parece lógico, primero hablar de "horror" del FMI, porque es una institución más. Hay que ser prudente en el uso del crédito, pero yo no me amputaría ninguna posibilidad. En una emergencia puede ser necesario y no es lógico que un aspirante a ser presidente diga "yo eso jamás lo haré", y menos utilizar la palabra "horror", podía decir "inconveniente"... No sé, es un calificativo que no está dentro del vocabulario técnico de los economistas.

Pero además nosotros –Uruguay– bajo el gobierno del Frente Amplio (FA) y la conducción económica del contador Danilo Astori cancelamos la deuda con el FMI. Y aquí me quiero detener un instante, una cosa es que uno mantenga al día los pagos y otra es que cancele anticipadamente una deuda con una institución con la que siempre se puede encontrar una negociación en caso de no poder pagar o de verse en dificultades para pagar; además, es una deuda comparativamente barata en cuanto a sus tasas.

Entonces, tenemos dos puntos de vista distintos con el distinguido compatriota Astori: él dice que es un horror el FMI, yo digo que el BID, el FMI, el BM, la Corporación Andina de Fomento (CAF), el Fonplata son instituciones a las que uno si tiene que recurrir, recurrirá en las condiciones que digo: si es para el gasto corriente, me parece equivocado, si es para financiar una circunstancia difícil en los pagos del país, puede ser necesario, y si es para invertir, me parece que si la tasa y el plazo son convenientes, a veces es bueno, porque uno obtiene un dinero ahora para hacer una obra y lo paga en diferido.

EC - La crítica de Astori, o la discrepancia, la disconformidad con la deuda con el FMI, venía por el lado de los condicionamientos que implica y por el hecho de que es deuda de corto plazo. Y curiosamente en ese tipo de enfoque se dio la coincidencia con el economista Javier de Haedo; contestándole a usted sobre sus dichos no apareció solo Astori, también De Haedo, que el domingo en el diario El País dijo: "Parece que se ve al FMI como el primer plato del menú. Creo que el FMI es el último plato del menú. No es el médico para llamar en primera instancia sino un CTI. Creo que hizo muy bien el gobierno de izquierda en precancelar la deuda con el Fondo, condicionada, a corto plazo, y sustituirla por deuda voluntaria. Eso fue una brillante gestión, aunque no se hicieron políticas anticíclicas. El FMI es sinónimo de condicionalidad negativa, de recetas de política monetaria no aplicables a Uruguay; es atraso cambiario y es ajuste fiscal".

¿Cómo fue su reacción?

LAL - No hay duda de que ha habido un cambio sustancial en el pensamiento de nuestro estimado amigo y compañero Javier de Haedo. Simplemente contesto lo que le acabo de decir: yo no me amputo la posibilidad de ningún tipo de instrumento financiero, y además, si mencioné el FMI, no es que vayamos directamente a él, simplemente agrego: FMI, BID, todas las instituciones tienen que estar allí, con todas tenemos que tener buena relación, porque uno nunca sabe cuándo las va a necesitar.

EC - ¿Qué análisis hace usted del condicionamiento que implican los endeudamientos con el FMI, por ejemplo?

LAL - ¿Usted cree que los demás no ponen condiciones? Cualquier institución que le presta al país hace evaluaciones de la conducta del país, hace evaluaciones de la conducta fiscal y le sube o le baja la tasa de acuerdo a su performance económica general. Lo mismo que hace un banco con cualquier particular, no presta sin preguntar qué patrimonio tiene, qué otras deudas tiene...

EC - ...Pero De Haedo dice que las condiciones del FMI son recetas de política no aplicables a Uruguay, "es atraso cambiario, es ajuste fiscal"; eso es lo que ha concluido luego de su propia experiencia en esta materia.

LAL - Me parece muy bien y creo que será el asesoramiento que le brindará a nuestro amigo Jorge Larrañaga...

EC - ...¿Usted no ha hecho una revisión de ese tipo de lo que implican las relaciones con el FMI?

LAL - Yo trataría de estar bien con todos los organismos, porque no sé a cuál voy a necesitar. Entonces, establecer a priori "con ese no", "de esa agua no beberé"... yo no lo diré nunca, porque tengo una experiencia gubernativa que me habilita a ser más prudente en conclusiones radicales y rotundas como "nunca" o "jamás haré tal cosa".

EC - ¿Cómo tomó la decisión de Javier de Haedo de pasar a respaldar a Larrañaga?

LAL - Es una decisión libre de alguien que tiene un gran bagaje de conocimiento técnico. Es un gran técnico y seguramente podrá actuar perfectamente en el equipo del doctor Larrañaga, habiendo actuado antes en el nuestro. Eso no es ni siquiera una noticia, simplemente, a ojos de Javier de Haedo, el doctor Larrañaga llena más los requisitos para ser presidente que yo.

EC - Sí, él habló de varias razones para decidir ese apoyo a Larrañaga. Por ejemplo, la coincidencia generacional; pero también habló de que percibe que vienen tiempos complicados en el país por el lado económico, que incluso pueden llegar a ser complicados por el lado político, según cómo se den los resultados, por ejemplo, en la interna del FA. Y él entiende que en esas circunstancias es importante apelar al diálogo y que Larrañaga es más indicado que usted para ese diálogo con los distintos sectores.

LAL - Una apreciación subjetiva que no comparto, pero que tengo que respetar porque la hace una persona inteligente. Si para él fue determinante eso, quizá entonces estuvo largo tiempo equivocado trabajando conmigo con la misma diferencia generacional.

***

EC - Vuelvo a la reunión de la semana pasada que usted tuvo con los principales asesores económicos de UNA. En definitiva, ¿qué impresión tienen de cómo recibirá las cuentas públicas el próximo gobierno?

LAL - Todavía faltan 12 meses y medio con una dinámica internacional muy grande. Hace cinco meses no había crisis mundial, y la hay después de ese período tan corto. Hay que esperar tres noticias que va a dar la elección, algunas políticas y otras económicas. Primero, el gobierno entrante ¿tiene o puede obtener con relativa facilidad mayoría parlamentaria?; es un dato que vamos a saber después de terminado el proceso electoral. Segundo, cómo ha sido la evolución de la crisis mundial; algunos economistas dicen que hay posibilidad de que sea una crisis en uve: entra, toca y sale enseguida hacia arriba, y hay quienes dicen que puede ser en forma de u, es decir, baja, permanece en mala situación y después sube; todavía no sabemos cómo va a evolucionar algo tan importante. Y finalmente un detalle no menos importante: cómo se encontrarán las cuentas nacionales cuando termine el período del doctor Vázquez, es decir, si el déficit es grande, es chico, es mediano: cómo está la caja o el balance del negocio, si me permite la comparación muy pedestre.

EC – Ustedes, desde UNA –aunque no son los únicos–, han sido muy críticos con la forma como este gobierno utilizó la recaudación que tuvo en estos años debido a la muy buena performance de la economía. Se ha señalado que faltó ahorrar, que faltó juntar dinero para prepararse para tiempos difíciles que podían venir y que de hecho están viniendo ahora.

A ese tipo de cuestionamientos respondió Astori esta semana, dijo: "Si se hubiera aplicado la línea que hoy proponen los candidatos del Partido Nacional (PN), Uruguay no habría tenido el apoyo al sistema educativo que tuvo durante este gobierno, no habría hecho la reforma de la salud, no habría puesto en práctica el Plan de Emergencia ni el Plan de Equidad con el nuevo régimen de Asignaciones Familiares, no se habría instrumentado el Plan Ceibal. La única manera de ‘ahorrar’ –yo no le llamaría ahorro a eso– habría sido no realizar estas obras sociales absolutamente fundamentales".

LAL - No es del todo lógico lo que dice el ministro Astori; ponernos a nosotros en contra del Plan del Emergencia, que votamos, es una contradicción. Y además esa especie de blanco y negro, o hay políticas económicas sanas o se hace obra social, está contradicha por la gestión que nosotros hace tiempo tuvimos al frente del gobierno. Recibimos el 7% de déficit calculado sobre el producto, logramos el superávit en el año 91 y realizamos una obra social muy importante. Sería desesperar de las posibilidades de la inteligencia y de la disciplina y el orden de las cosas creer que o se tiene buena política económica o se hace obra social. Son contemporáneas. Y no hay nadie en Uruguay que no haya criticado el aumento del gasto que llevó a cabo este gobierno en épocas de bonanza en lugar de aplicar esa bonanza a bajar costos, por ejemplo los costos nacionales de energía, tanto de combustibles como de energía eléctrica. Habría sido un mecanismo para afirmar la economía, para permitir un costo país mucho mejor, para generar más empleo y por lo tanto para realizar obra social por la vía del salario, que es la mejor. Poner tan en blanco y negro parece una retórica más propia de una elección o una visión bastante simplista de la complejidad que tiene el tema.

EC - Astori también cuestiona los resultados fiscales de su gobierno. Dice: "Lacalle terminó con un déficit fiscal de 3% del producto sin haber hecho ninguna de las reformas mencionadas".

LAL - ¿Cuáles son las reformas mencionadas?

EC - "Sin haber hecho ninguna de las reformas que se reclaman", eso es lo que dice Astori.

LAL - Tuvimos una obra social muy destacada, superamos ampliamente la de este gobierno en materia de vivienda, en materia de educación, en materia de construcción escolar. Por supuesto que lo superamos, hay una cantidad de guarismos; a mí no me gusta hablar del pasado, pero si vamos a comparar, compararemos. El ministro Astori está en una situación político-electoral a la que se ha lanzado voluntariamente y estos argumentos están teñidos de ese tipo de retórica de campaña...

EC - ...¿Qué explicación da del déficit con el que terminó su gobierno?

LAL - Si empezamos con siete y dejamos con tres, habiendo llegado a superávit en algún momento, mi estimado amigo Emiliano, no es una performance a descartar ligeramente. De siete a tres, habiendo llegado en un momento a superávit, es bastante bueno. Pero eso es un juicio subjetivo.

EC - Volviendo a la pregunta de cómo imagina usted que va a encontrar las cuentas públicas...

LAL - ...Trato de no imaginar, soy un realista.

EC - ...¿cómo encajan los anuncios de reducción de impuestos que se han formulado desde su campaña? ¿Cómo se aplicarían la eliminación del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) y la reducción y limitación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF)?

LAL - En este tema el economista Javier de Haedo es partidario del IRPF y del impuesto a los jubilados, lo ha dicho; nosotros no, ahí tenemos una diferencia importante. Y señalamos metas, no es que el 2 de marzo se vaya a suprimir este tipo de cargas tributarias, eso sería muy simplista para quienes tenemos alguna experiencia en la materia. Son metas que nos hemos fijado porque creemos que son formas tributarias muy injustas. Vamos a ver cómo se recibe la hacienda pública, vamos a ver cuáles son las circunstancias, y si en algún momento supimos llegar a superávit y a un déficit menor, creo que vamos a intentar ir por el mismo camino. Con inteligencia, perseverancia, sin tenerles miedo a las cosas, sin tener miedo a innovar, que fue lo que hicimos durante aquella administración que se recuerda como una administración seria en materia de política económica, habida cuenta de que además se desarrolló en unas circunstancias que no eran las mismas que las que tuvo el gobierno del FA.

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EC - ¿Cómo le resulta esto de estar debatiendo simultáneamente con Astori y con Javier de Haedo?

LAL - Con Javier de Haedo, que es mi correligionario y compañero de partido, tenemos matices, yo no estoy debatiendo, creo que tenemos que mantener una actitud de competencia dentro del PN, porque tenemos que preservar al partido que va a tener que ir detrás del doctor Larrañaga o de mí inmediatamente después de la elección interna.

Con el ministro Astori sí, si él resulta electo el candidato del FA, vamos a tener un debate-debate, porque son las opciones con las que la gente se va a encontrar: modelo del FA, modelo del PN.

EC - El domingo pasado en esa entrevista en el diario El País al economista De Haedo le preguntaron en qué se diferencia la propuesta económica de AN de la de UNA, y De Haedo respondió: "Es un tema de énfasis, hay un denominador común, por algo somos un mismo partido, pero por algo hay dos candidaturas potentes, y reflejan no solo perfiles personales, sino también conceptuales. Por ejemplo, en declaraciones del doctor Lacalle y del doctor De Posadas en Zonamérica, en octubre, ponían el énfasis en recuperar la condición de plaza financiera. Ahí tengo discrepancias; ¿por qué destacar ese sector? Es un sector productivo más, yo destacaría la raíz agropecuaria de Uruguay, destacaría el Uruguay logístico, un sector que ha volado en los últimos 15 años, quiero el Uruguay de desempleo cero, de ingenieros y estudiantes de ingeniería. Nos gusta en Alianza un Uruguay en el que los veterinarios e ingenieros agrónomos dejan el asfalto y se van al campo, el Uruguay productivo es esto".

¿Cómo lo ve? Y sobre todo, ¿cómo responde a toda la polvareda que se levantó por aquellas declaraciones suyas en Zonamérica?

LAL - La polvareda la provocó el titular del periodista, uno de ellos que fue allí, que legítimamente puso "Lacalle partidario de que Uruguay sea centro financiero" –no plaza–. Usted más o menos me conoce, sabe que tengo un panorama general de Uruguay, en esa exposición hablé de la agricultura, de la ganadería, de la logística, del turismo, del software, y dije que no me amputaba la posibilidad de que el país aprovechara su situación geopolítica para ser lo que es Luxemburgo, lo que es Suiza. Muy hábilmente quedaron con esa parte, pero me parece gracioso que a la persona o al gobierno que yo presidí, que fue el que aprobó la ley de puertos, alguien le quiera indicar que la logística es importante. Ahí ya estamos entrando en una retórica con picardía, propia de una campaña electoral, pero usted y la gente que me conoce, que es bastante en Uruguay, saben que nosotros creemos en un país dedicado a todo, absolutamente a todo aquello lo que pueda dedicarse.

Me parece pintoresco que alguien considere a menos que la gente trabaje en la bolsa de comercio, en bancos, en compañías financieras, como si eso fuera un pecado, una actividad prácticamente ilícita. Yo creo que nuestro país, entre otras cosas –ser país puerto, país logístico, agropecuario, turístico–, puede, debe ser y no es nada malo que sea un centro financiero respetable que genere empleo y prosperidad. Yo no miro al país con un ojo cerrado, lo miro en su totalidad, y no solo lo miro, sino que durante nuestra gestión de gobierno demostramos que no nos es ajeno ningún aspecto de la actividad humana que el país pueda desarrollar, en mar, en tierra, bajo tierra, en la minería, en la logística... No voy a repetir porque parece hasta infantil que se crea que uno va a hacer una campaña electoral diciendo que mi propuesta es que Uruguay sea centro financiero. Así que le digo: no veo por qué no. Esa ya me parece una treta un poco más menor.

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EC - Esta semana volvieron a escucharse desde el Partido Colorado (PC) quejas, reclamos, molestias por actitudes suyas al entrevistarse con dirigentes colorados en distintos lugares del país ofreciéndoles cargos en un futuro gobierno...

LAL - ...Eso no es cierto. Y me voy a poner un poquito serio, porque tenemos que darle seriedad a la vida política: yo no he visitado a ningún dirigente del PC en ninguna parte del país. Federico Bouza, mi estimado amigo, compañero de facultad y rival político de toda la vida, ahora muerto, vino a mi casa a decir que me iba a acompañar. Y el ingeniero Végh Villegas dijo en una declaración pública que iba a votar por mí. Así que desmiento absolutamente y me parece una lástima, primero, que se diga que yo estoy visitando dirigentes, que no lo he hecho; y en segundo lugar, eso de comprar y vender es tener una muy mala opinión de los propios correligionarios por parte de quienes hablan.

EC - UNA se planteó desde el comienzo como un movimiento que iba mucho más allá del Herrerismo, no solo incorporando otros sectores blancos, sino también corrientes de otros partidos.

LAL - No corrientes, sino individuos, ahí está el error. En 1958 el Ruralismo aportó al Herrerismo miles y miles de votantes colorados que preferían utilizar el medio que era el PN para realizar los fines que creían convenientes en ese entonces. Hoy puede haber, y hay efectivamente, ciudadanos que se acercan a nosotros. Nosotros no tenemos un concepto feudal de que el ciudadano está atado como un siervo a la gleba a ninguna entidad: cambia; va, viene; vota, no vota; ese es el concepto de libertad que tenemos. Y aquello de que "estos son míos", como quien habla de hacienda en un establecimiento rural, es un concepto no solamente equivocado, sino de otra época.

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Transcripción: María Lila Ltaif