Entrevistas

Larrañaga: hay que atacar a "la delincuencia desde distintos ángulos coordinadamente"

Larrañaga: hay que atacar a "la delincuencia desde distintos ángulos coordinadamente"

Jorge Larrañaga, precandidato de Alianza Nacional, propuso la creación de una guardia nacional para combatir la inseguridad pública. Entrevistado por En Perspectiva, justificó la iniciativa debido a la "situación de conmoción interna" que vive el país y explicó que la guardia tendrá "estructura militar", pero estará "bajo la jurisdicción del ministro del Interior". Aseguró que la medida implicará un aumento de gasto "mínimo", pero que de todos modos habrá "que incrementar el presupuesto". ¿Queremos "seguir viviendo en esta inseguridad?", se preguntó.

(emitido a las 7.39 hs.)

EMILIANO COTELO:
La propuesta del precandidato de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, lanzada en estas horas, de crear una guardia nacional integrada por efectivos militares pero bajo el mando del Ministerio del Interior, abrió un nuevo debate en el sistema político en plena campaña.

La discusión no se concentró solamente dentro de su partido, también llegó afuera y dio pie incluso a comentarios y reacciones del senador José Mujica.

Pero dentro de filas blancas hubo respuesta de parte de Luis Alberto Lacalle, que rechazó esa posibilidad. Según dijo ayer Lacalle, su "buen amigo Larrañaga se olvidó que algo similar ya existe, y es la Guardia Republicana".

¿En qué consiste exactamente esta idea? ¿Cómo encaja en toda la reflexión a propósito de cómo encaminar soluciones para la inseguridad en nuestro país? Vamos a conversarlo con el propio autor de esta iniciativa.


***


EC – Estamos con el senador Jorge Larrañaga. Vamos a lo básico, ¿por qué esta propuesta suya de creación de una guardia nacional?

JORGE LARRAÑAGA:
Porque tenemos una situación de conmoción interna en cuanto a la seguridad pública; porque la rapiña se ha multiplicado por cuatro y los hurtos por doce en los últimos quince años; porque tenemos un sistema carcelario que ha pasado de 2.700 presos a más de 8.400, y entonces tenemos un problema grave: una sociedad que está desprotegida.

Por lo tanto, nosotros estamos proponiendo crear una guardia nacional de conjunción policial pero de estructura militar. No es lógico que el país tenga 25.000 efectivos en las Fuerzas Armadas, cumpla funciones policiales en misiones de paz como en Haití, en el Congo, donde incluso un general amigo me dijo que en Puerto Príncipe hay más seguridad que en Montevideo. No es lógico que tengamos esos efectivos militares y no podamos impulsar, como se ha creado en otros países, fuerzas de seguridad con organización militar como ya existen en Chile, en España, en Francia, en Italia, en Portugal, en Holanda, donde son Estados de derecho, estrictos garantistas de los derechos humanos y las libertades públicas y sin embargo tienen cuerpos de estas características que ayudan a la Policía. Esto no va en desmedro del instituto policial ni de la institución militar.

EC – O sea, esto implica volver sobre una posibilidad que en distintos momentos en los últimos años ha aparecido en el debate político uruguayo, que es la de recurrir a soldados para reforzar al cuerpo policial sin tener que incurrir en mayores gastos, sin tener que ampliar el presupuesto, utilizando a los efectivos militares que ya existen. Ahora usted le da una forma más terminada a esa idea con el concepto de "guardia nacional", ¿entiendo bien?

JL – Yo le doy el formato de los Carabineros de Chile, o de la Guardia Civil española, que después de la Corona es la institución más prestigiosa de España. Además, la ponemos bajo la jurisdicción del propio ministro del Interior, quien podrá coordinar con el ministro de Defensa. Pero tenemos que aprovechar todo lo que significa la preparación, la disciplina que se tiene en las tres armas del Ejército y se puede precisamente también generar una instrucción propia...

EC - ...bueno ahí vamos a otro de los puntos delicados cada vez que este asunto aparece. Es cierto, se puede disponer de soldados, pero no es lo mismo un soldado que un policía, para tratar con la población civil se requiere una cierta mentalidad, una cierta forma de ser y por supuesto una cierta formación. ¿Cómo está contemplando usted ese aspecto en esta iniciativa?

JL – Le cuento lo siguiente: en el presupuesto de 2005 se previeron 1.500 vacantes, ¿sabe cuánto se demoró en llenar esas 1.500 vacantes? Se demoró dos años y medio, se tuvo que reducir la exigencia de Secundaria completa a Primaria completa y solamente un pasaje de tres meses por la Escuela de Policía. Aquí, la integración a una guardia nacional supone que tenemos efectivos militares que ya están preparados, que tienen disciplina y pueden tener un cuerpo de instructores con profesionales para adaptarlos a la función policial.

EC – Ya algo de eso se hace cuando efectivos militares uruguayos van a integrar misiones de paz, ¿eso usted estaba de algún modo diciéndolo recién?

JL – Exactamente, cuando se llevan adelante esas funciones de paz hay una preparación especial de las fuerzas militares para el trabajo con la sociedad civil, entonces no vale el argumento en esta circunstancia y bien se puede generar un respaldo de fuerza preventiva y disuasiva a la actuación de la Policía en zonas de riesgo o en la lucha contra organizaciones delictivas o contra la pasta base; vigilancia y patrullaje ostensible en la zona metropolitana más desprotegida, respaldo a la actuación policial en procedimiento de saturación, abigeato, control fronterizo.

Yo creo que tenemos que defender a la gente, en este caso con una guardia nacional a la cual se le puede poner un uniforme diferente al uniforme de la Policía o de la institución militar, como los Carabineros en Chile que tienen un uniforme marrón. Con todo un funcionamiento que puede tener una respuesta de inmediato porque en pocos meses -si lográramos aprobar una ley, porque obviamente solamente deberíamos hacerlo por ley para que esto tenga un amplio respaldo por lo menos del Parlamento y del Poder Ejecutivo- podemos estar conformando una guardia nacional que es algo completamente distinto a la Guardia Republicana.

EC – Sí, ayer Lacalle, en ocasión de su participación en este desayuno de ADM, habló de esta propuesta suya. Dijo que su buen amigo Larrañaga se olvidaba que ya existe esa fuerza llamada Guardia Republicana, con dos regimientos: el de Coraceros y Granaderos, con sede en Montevideo. Recordó que durante su anterior administración propuso darle jurisdicción nacional y la oposición no lo votó.

JL – No, pero esto es algo completamente distinto, mi buen amigo Lacalle está confundido. La Guardia Republicana, de la cual depende Coraceros y Metropolitana, es una guardia con función policial, de 600 efectivos, que no tiene nada que ver. Yo estoy previendo la creación de una guardia nacional con estructura y mando militar que ya está absolutamente preparado para ponerlo bajo el mando del propio ministro del Interior quien en coordinación con el ministro de Defensa podrá hacer las coordinaciones como se hace ahora en situaciones de desastre entre las Fuerzas Armadas y la Policía, los Bomberos, la Fuerza aeroportuaria y la Prefectura Nacional Naval, que ya cumple funciones de policía; la Prefectura tiene una franja de 150 metros de la costa donde solamente puede actuar Prefectura.

Entonces no estamos innovando en esta situación, estamos simplemente utilizando recursos humanos en una situación donde no es posible que tres millones de uruguayos tengamos la sensación de inseguridad que tenemos hoy y se sufra esto donde hay 25.000 efectivos policiales y más de 13.000 policías privados. ¿Qué significa esto? Que la gente que tiene recursos se paga policía privada y la gente que no los tiene sufre la inseguridad y la delincuencia, entonces me parece realmente un despropósito que el país, teniendo una institución militar que nació con la patria, que tiene un adiestramiento, que tiene una disciplina, que tiene realmente muchas cosas positivas...

No es sacar -como dijo el senador Mujica- los fusiles largos a la calle; esta guardia nacional tendrá instrucción y apego al código de procedimiento policial, tendrá armamento policial, y funcionará como tal.

EC – Una pregunta para terminar de entender la idea, ¿por qué esos efectivos militares no se incorporan lisa y llanamente a la Policía, por qué quedarían integrados en un cuerpo aparte, en esta guardia nacional? ¿Cuál es el matiz ahí?

JL – Porque están sujetos a disciplina, porque sería positivo mantener esa disciplina y porque en todos los países modernos del mundo se ataca a la inseguridad y a la delincuencia desde distintos ángulos coordinadamente y con distintos instrumentos que pueden precisamente redoblar la eficacia en el combate contra la delincuencia. No estamos poniendo militares al servicio de la Policía, ni la Policía al servicio de militares, estamos coordinando trabajos de distintas instituciones que puedan precisamente tener una aplicación como pasa en Chile, como pasa en España, como pasa en Italia, como pasa en Holanda, como pasa en Portugal, como pasa en muchos países del mundo.

EC – ¿Cuántos efectivos militares prevé usted destinar a esta guardia nacional?

JL – Yo creo que hay que hablar con las Fuerzas Armadas pero creo que en principio podemos darle una integración de 2.000 efectivos.

EC – ¿Y esto qué implicaría como refuerzo para la Policía?

JL – Sería realmente un impacto muy fuerte.

EC – ¿Cuántos policías tenemos hoy?

JL – Hoy tenemos 25.000 policías en todo el país.

EC – O sea, sería como aumentar en un 10% el cuerpo policial.

JL – ¿Bueno, pero qué le parece? Funcionando en primera instancia en el área metropolitana, Montevideo y Canelones, tendría un impacto muy fuerte y después se puede coordinar esa guardia nacional hacia todo el país. Pero yo creo que no utilizar los recursos humanos y las estructuras que el país tiene hoy es una muy gruesa equivocación. El senador Mujica hace poco tiempo nos comparó con Caracas, con San Pablo, con Río de Janeiro, con Buenos Aires, dijo que el tema lo tiene cansado, su compañero de sector expresó que la sociedad debe armarse.

Aquí estamos hablando de algo institucional, resguardado por la ley, estamos hablando de enfrentar a la delincuencia, el país quiere un Poder Ejecutivo que enfrente a la delincuencia. La ministra del Interior salió en los últimos días a pedir locales para realojar presos cuando hace un año le ofrecimos la solución de el cuartel de Punta Rieles para alojar 1.000 presos. En el día de ayer el ministro de Defensa Nacional, en una confesión que yo creo que ennoblece su proceder, dijo que Punta Rieles puede realojar 1.000 presos, y yo le agradezco públicamente al ministro Bayardi porque me parece que nobleza obliga. Lamentablemente, la ministra del Interior no ha hecho nada teniendo una autorización legal en la última Rendición de Cuentas para hacer precisamente ese traslado del Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior, tenemos que utilizar esos recursos, todo lo otro. Tenemos que aumentarle los salarios a la Policía, tenemos que restablecer el principio de autoridad de la policía, tenemos que respaldar a la policía, todo eso son situaciones que tenemos que concretarlas, no estamos actuando en disminución de lo que significa la institución policial pero tenemos que tener otras acciones.

EC – Hay varios oyentes que quieren que usted aclare si efectivamente esta propuesta no implica aumento de gasto.

JL – No, yo creo que si genera un aumento de gasto es muy mínimo porque estos 2.000 efectivos militares ya los tenemos y le estamos pagando salario; les tendremos que comprar uniformes y armamento, yo estoy proponiendo que se los equipare quizás en la remuneración policial.

Pero tenemos que incrementar el presupuesto en el tema de la seguridad, ¿qué queremos entonces en el Uruguay? ¿Seguir viviendo en esta inseguridad que jaquea a nuestras familias, a nuestros hijos?